domingo, 14 de junio de 2009

POLÍTICA ECONÓMICA Y RETÓRICA DEL GOBIERNO


PERÍFRASIS

UN JARABE DIFÍCIL DE TRAGAR

En un reportaje a la Ministra de Producción Débora Giorgi publicado en la fecha por Página 12, la misma puntualiza que el actual gobierno habría obtenido importantes logros en cuanto a “baja en indicadores de pobreza, de indigencia”; así como también se estaría produciendo la “creación de empleo”. La funcionaria hace una comparación distintiva con lo que denomina “modelo neo-liberal noventista”; infiriendo que la actual política económica se diferenciaría substancialmente de la anterior, por cuanto el período menemista se caracterizó por llevar adelante un modelo donde se propiciaba “la acumulación financiera y de servicios y a partir de eso se pensaba que, utópicamente, generaba la riqueza, prosperidad y generación de empleo”.
Ella insiste en que el diagrama del actual gobierno se diferencia totalmente del anterior “marcando un hito en la historia, un antes y un después”; concluyendo con la siguiente reflexión: “Muchos siguen anhelando el modelo de los noventa, que trajo desindustrialización, pérdida de puestos de trabajo, beneficios para pocos y concentración de la riqueza para esos pocos. Esa historia del derrame ha demostrado que no es la riqueza lo que se derrama sino que es el trabajo lo que genera riqueza”.
La ministra sostiene que la tarea del Gobierno consiste en profundizar el actual modelo económico, al que define como: “de acumulación con inclusión social”.
Lo difícil de comprender es dónde podría advertirse esa diferencia tan substancial con la década antecedente. Si el modelo actual sigue siendo de acumulación para algún sector de la economía, ¿dónde está la declamada inclusión social? ¿Si los sectores privilegiados van a seguir acumulando riquezas, ¿cómo haría el Gobierno para sustraer a los pobres de su inducida pobreza y llevarlos al otro sector, incluyéndolos en la abundancia? Si esto no debe entenderse así, entonces, por descarte, no queda más que otra vez la falaz teoría del derrame.
¡Que nos explique la ministra dónde ve la diferencia con el neo-liberalismo noventista!
Quizá sin percatarse, ella misma está dando una clara definición de lo que el Gobierno entiende por “progresismo”, en su intento de enviar un guiño a la ultra derecha cuestionadora; y toda diferencia radicaría en que, a neo-liberalismo menemista, le está siguiendo un neo-liberalismo progresista.

Dr. Tintitaco Chanquía Aguirre

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