La empresa editora del diario, el grupo K Olmos, despidió a dos trabajadores, luego de que los delegados hicieran un pedido a la patronal para que les respetaran las vacaciones de prensa a los compañeros de intendencia. El jefe de seguridad del Grupo Crónica amenazó a todos los trabajadores de la sección, como ya lo había hecho hace dos años con otros compañeros de intendencia, negándoles el derecho a organizarse y a tratar con los delegados.
Tras negociaciones infructuosas, donde la empresa hacía propuestas inaceptables, en una asamblea realizada en la redacción resolvimos el inicio de un plan de paros progresivos hasta que fueran reincorporados los compañeros, expulsaran del BAE a los patoteros y se regularizaran las condiciones de trabajo del personal de esta área.
Al otro día la empresa apareció con una presurosa propuesta antes de la realización de la medida: La reincorporación de los compañeros despedidos en el nuevo edificio del diario, la separación del jefe de Seguridad y la apertura de una mesa de negociaciones para regularizar las condiciones de trabajo del personal de Intendencia.
Un enorme triunfo. La unidad y la firmeza de los compañeros, que tienen una larga tradición en la defensa de los puestos y las condiciones de trabajo sin distinción de tareas, fue la clave. Se quiebra el paradigma patronal de que el personal de “seguridad” no tiene derechos laborales, ni a organizarse sindicalmente.
Prensa Obrera
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