La sentencia del juicio por el asesinato a Mariano Ferreyra el pasado viernes en los Tribunales de Comodor Py, tuvo expectante a familiares, militantes, y organizaciones sociales. Historia política de un juicio que dejó blancos sobre grises.
El pasado viernes 19, luego de dos recesos y un retraso de más de una hora, se dio a conocer la sentencia del juicio oral que investigó el homicidio del joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. A pesar de los insultos de la familia de los imputados, José Pedraza, titular de la Unión Ferroviaria, su segundo Juan Carlos Fernández, Cristian Favale, Gabriel Sánchez y Pablo Díaz fueron encontrados culpables. Mientras cientos de personas, agolpadas en las afueras de los tribunales de Comodoro Py, eran testigos de un acontecimiento histórico junto a familiares y compañeros de la víctima.
La tarde se abatía afuera de los tribunales con un silencio que sólo se rompía brevemente por los cantos de los militantes. Cuando se leyeron las penas, el silencio dentro de la sala, se hizo seco y doloroso. José Pedraza y Juan Carlos Fernández eran condenados a 15 años de prisión, por ser penalmente responsables del delito de homicidio en concurso ideal con homicidio en grado de tentativa, en calidad de partícipes necesarios. Así mismo, también fueron condenados Pablo Marcelo Díaz (por ser partícipe necesario) y los coautores Cristian Daniel Favale y Gabriel Fernando Sánchez, correspondiéndoles a todo ellos 18 años prisión. En lo que refiere al cuerpo policial, las penas máximas fueron para Luis Mansilla y Jorge Ferreyra, a quienes les correspondieron 10 y 9 años prisión respectivamente. La Sala empezó a temblar y ecos de dolor y llanto colmaron cada rincón.
Crónica de un juicio histórico
Recién había amanecido y ya se podían ver las banderas rojas, mezcladas entre los carteles que decían “Justicia para Mariano Ferreyra”. Dos patrulleros cortaban la calle, dando paso a los centenares de personas que se acercaban a la puerta de los tribunales de Comodoro Py. Desde la noche anterior, diversas organizaciones y agrupaciones de izquierda permanecían en vigilia, expectantes a la resolución del juicio oral que investigó el asesinato del joven militante del Partido Obrero, perpetrado por la patota sindical en sintonía con fuerzas de seguridad del Estado y la participación de funcionarios del oficialismo como el ministro de Trabajo y actual candidato para jefe de la Ciudad de Buenos Aires por el kirchnerismo, Carlos Tomada.
Como primera instancia, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 21, integrado por los jueces Horacio Días, Diego Barroetaveña y Carlos Bossi, decidió otorgarle las últimas palabras a los imputados de la causa, llamándolos al estrado. Marcha pudo acceder a la sentencia como medio de prensa.
“Jamás fue la filosofía de la organización sindical enfrentar los corte de vías”, dijo José Pedraza al referirse a los hechos ocurridos el día 20 de octubre de 2010. Luego, mirando hacia el sector donde se encontraba la familia de la víctima, negó toda posibilidad de haber sido el instigador del crimen. “He declarado bajo juramento, en la fiscalía al día siguiente, yo quiero hacerlo, señora de Ferreyra, madre de Mariano, desde lo humano. Desde el corazón. Por la memoria de mi madre, por el inmenso amor que tengo por mi mujer y por mis hijas. Yo jamás promoví, imagine, ni tuve absolutamente nada que ver con el desgraciado crimen de su hijo”.
Cerca del mediodía, cuando los pocos acusados ya habían terminado sus comentarios finales, se dispuso un receso hasta las 17 horas, antes de darse a conocer la sentencia. A fuera, más allá de las vallas que protegían la entrada a los tribunales, los cantos anticipaban el nerviosismo y la ansiedad con que se vivirían las horas.
Tras una demora de una hora y media, los jueces regresaron y expusieron una serie de argumentos anticipatorios al veredicto. En los cuales afirmaron que el corte de vías producido por los manifestantes había sido efímero y que efectivamente hubo una agresión vinculada a la Unión Ferroviaria, en complicidad con la policía federal. Por otra parte, rechazaron la hipótesis de la instigación, por considerar que la misma carecía de sustento al no ser directa y estar atada a una cadena de actores.
Al momento de leer la sentencia, los familiares de los imputados repudiaron el fallo con insultos y gritos, hasta ser finalmente desalojados de la sala. Favale, sin ningún motivo y en un gesto de completa violencia, se levantó exaltado provocando una verdadera revuelta dentro del auditorio. “Vos te estas riendo de mi familia”, arengaba y provocaba mientras apuntaba con su mano hacia el sector donde se encontraba la familia de Mariano Ferreyra. Mientras Pedraza aprovechaba y tiraba besos a conocidos y amigos. Tras un leve receso los jueces pudieron completar la lectura de las penas.
Al finalizar la sesión pudo verse a familiares, amigos y compañeros, abrazos en distintas partes. Llorando, luego de casi dos años y medio de angustia. Una mezcla de haber presenciado un hecho histórico y el sabor amargo de no haber subido la condena hacia la cúpula de responsabilidades en la tríada de poder que, premeditadamente llevaron adelante un hecho de represión sobre la clase trabajadora con el desenlace de la muerte de Mariano Ferreyra, hoy bandera de las reivindicaciones del sector, quedó rondando en el aire. Más allá de todo, Mariano seguía presente.
Guillermo Naveira.
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