La suspensión de un delegado del Sindicato de Trabajadores de Subterráneos, provocó un cese total de actividades en las seis líneas y el Premetro. El paro provoco la suspensión del Castigo impuesto por la jefatura.
La medida fue adoptada por el conjunto de trabajadores de los subterráneos porteños, con el objeto de manifestar el descontento tras conocer los hechos ocurridos entre la tarde del miércoles y el jueves 14 de este mes. La suspensión de un trabajador y delegado y el uso de la fuerza policial, originó la protesta.
Maximiliano Ingravidi, elegido por sus pares en las votaciones del 30 de abril para representarlos ante el nuevo sindicato de Subte, fue sancionado tras haberse negado a salir a trabajar en tiempo de descanso el miércoles último. Un telegrama llegado a su casa en la mañana del jueves le informaba de la sanción.
El trabajador, sin embargo, tomó servicio de forma normal desde las 16 hs, ocasión en que el responsable y Jefe de la Línea "H", ordena a las fuerzas policiales que impidan que Maximiliano trabaje. Enterados los compañeros, se corrió el rumor con tal fuerza que en esas condiciones se originó un cese de actividades.
La medida tomada a causa de la inoperancia de la jefatura derivó en un paro que afectó a la ciudad durante casi 2 horas, desde las 17.00. Mientras tenían lugar las negociaciones con los actores de la Empresa y el Secretario General, Manuel Compañez, en todas las líneas las asambleas de trabajadores manifestaban su descontento.
Cerca de las 18.30 el acuerdo entre Sindicalistas y Empresa llegó a buen puerto con la suspensión del castigo impuesto al representante de los trabajadores de la línea "H" de subterráneos. Como resultado de esto, a las 19.00 el servicio de Subterráneos funcionaba con normalidad.
Otros sucesos Pasado el medio día los mecánicos del taller Constitución vieron llegar a un grupo de personas a una "reunión" en el comedor de los trabajadores, el hecho hubiese pasado desapercibido si no hubiese sido porque entre ellos se hallaba importante personal jerárquico de los talleres, gremialistas de UTA y Walter Carrizo, representante de Benito Roggio Transportes.
El hecho fue tomado por los trabajadores como una provocación, dado que están llevando a cabo un protesta porque no se respeta el sistema de ascensos acordado con la Empresa, y por consiguiente sólo algunos agraciados que simpatizan con UTA son los que reciben el beneficio de una categoría.
Zapata, el delegado impuesto por UTA con sólo 2 votos, en un taller que sobrepasa los 80 trabajadores, es uno de los que integraban este grupo ya citado, y a él junto con los demás iban dirigidas las malas palabras e insultos que propelían los mecánicos. Hay que agregar que mientras éstos estuvieron en la reunión, nadie levantó una herramienta.
Comisión de Prensa/ Cuerpo de Delegados del Subte
viernes, 15 de mayo de 2009
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