jueves, 28 de mayo de 2009

Masivo paro nacional convocado por la CTA


Trabajadores estatales, docentes, de la salud, judiciales, aeronáuticos, de subtes y desocupados, entre otros, protagonizaron el paro nacional con cortes y movilizaciones convocado por la central alternativa. Fue el primer paro nacional desde mayo de 2002, aglutinó expresiones diversas y arroja diferentes proyecciones a futuro.
La modalidad más contundente durante la jornada fue el bloqueo de todos los accesos desde la provincia hacia la ciudad de Buenos Aires, acción que hace unos años estaba reservada a los movimientos de desocupados. En numerosas provincias, y sus ciudades más habitadas, bajo la consigna “La crisis no la vamos a pagar los trabajadores” dos recalmos históricos de la CTA encabezaron las demandas: asignación universal por hijo y personería gremial para la central, ejes a los que se sumaron diversas reivindicaciones regionales o sectoriales. Entrada la mañana, el secretario general de la central, Hugo Yasky encabezó una movilización desde el Congreso hacia la Casa de la provincia de Buenos Aires.
A la convocatoria, que tuvo como antecedente directo la Jornada Nacional de Lucha convocada por la central el 22 de abril, se sumaron agregando contundencia los trabajadores de Subte, quienes vienen impulsando una nueva asociación gremial por fuera de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y por la cual también reclaman personería al gobierno nacional. Además, y a diferencia de la convocatoria de abril, esta vez los docentes de CTERA, alineados detrás de Yasky, sector de la central que muestra mayor sintonía con las políticas oficiales, tuvieron activa participación en varias provincias. En algunas de ellas, la convocatoria la impulsaron condiucciones opositoras a la celeste, como en Santa Cruz y Entre Ríos. Localmente participaron numerosos movimientos sociales y agrupaciones políticas y gremiales.
A nivel político, la central se encuentra atravesada por al menos dos proyectos que no confrontan pero que expresan sus matices: a un lado, el que promueve Yasky, más abocado a los reclamos de personería gremial y los reclamos sectoriales, que apoya la candidatura de Martín Sabbatella para las próximas legislativas en la provincia de Buenos Aires. Su antecesor, Víctor De Gennaro, más cercano a la propuesta de Pino Solanas y Claudio Lozano en Capital, pero que impulsa un movimiento político social y cultural del que Constituyente es su máxima expresión. Avanzar definitivamente hacia una herramienta de tipo política, que aspire a convertirse en expresión cabal del campo popular o sumar apoyo desde lo corporativo a propuestas políticas cercanas, tal como ocurrió con la experiencia fallida de la Alianza y se retoma ahora con propuestas de centro izquierda, es uno de los debates entre quienes sostienen que la central se encuentra ya en una etapa de ofensiva política y quienes prefieren mantener la cautela.
La presencia a la interna de la central de organizaciones como la Tupac Amaru -que se presta para ser fuerza de choque del kirchnerismo en Jujuy - la cercanía de Eduardo Buzzi y sectores de Federación Agraria, sumadas a las posturas definitivamente oficialistas de algunos de sus dirigentes más importantes, se convierten en puntos oscuros en su andar. La constatación de que la convocatoria propia es contundente, a pesar de la escasa convocatoria del sector privado mayormente alineado con la CGT, abre desafíos que no parece posible resolver de no profundizar los debates y su relación directa con algunas prácticas y posturas.

Prensa de Frente

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