lunes, 4 de mayo de 2009

Argentina: maltrato a mujeres detenidas

El pasado lunes 27 de abril en la Unidad Penal nº 33 de Los Hornos mujeres detenidas, embarazadas y con sus hijos, sufrieron una violenta represión que incluyó balas de goma y gases. El hecho se produjo tras el reclamo por mejoras en el funcionamiento del área de Sanidad de la Unidad tras la reciente muerte de un bebé durante el parto de una de las detenidas.
Así como lo mostraba Pablo Trapero en su última película "Leonera", en la que desde la ficción se revelaban los abusos cometidos contra mujeres detenidas embarazadas, en la Unidad Penal nº 33 se produjo el 27 de abril una violenta represión de la que fueron víctimas 16 mujeres, 15 de ellas embarazadas y detenidas con sus hijos. El hecho fue denunciado por internas de la unidad y constatado por el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria, tras recibir una denuncia telefónica.
Tras el incidente, Alicia Romero, Laurana Malacalza y Roberto Cipriano García – integrantes de la Comisión - se presentaron en la Unidad Nº 33 y entrevistaron a varias de las detenidas y heridas con balas de goma. Estuvieron también en el lugar representantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata (APDH) y de la organización La Cantora.
Las mujeres detenidas señalaron que la represión se originó por el reclamo realizado por todas las internas del Módulo C (destinado a alojar mujeres embarazas y detenidas con sus hijos), y que contó con el apoyo de los pabellones 2 y 3. Las detenidas pedían la urgente adecuación del área de Sanidad de la Unidad Penal debido a la reciente muerte de un bebé en el momento del parto, hijo de Patricia Alejandra Rojas.

El relato de Patricia

En la entrevista mantenida por el Comité contra la Tortura, Patricia Alejandra Rojas manifestó que se encontraba embarazada de 37 semanas cuando en horas de la noche perdió el tapón de mucosa. En ese momento fue llevada hacia el área de sanidad, donde la revisaron y constataron el inicio de las contracciones y dolores. La obstetra le indicó que debía volver al pabellón y que si tenía nuevas contracciones debía avisarle para que pudieran trasladarla al hospital. Rojas señaló que el ecógrafo instalado en Sanidad no funcionaba correctamente.
Al día siguiente Patricia se levantó dolorida. La obstetra constató que tenía dilatación de dos centímetros y volvió a indicarle que regresara al pabellón. "Ya eran las dos y media y yo seguía con pérdidas y sabía que mi hijo estaba por nacer", afirmó Alejandra. Cuando la obstetra constató que tenía cuatro centímetros de dilatación, la derivó al Hospital San Martín, al que Rojas llega a las cinco y cuarto. "Tuve que esperar quince minutos, yo sabía la hora porque me estaba controlando las contracciones que ocurrían cada cinco minutos", señaló Patricia.
En el hospital le realizaron el monitoreo: Rojas ya tenía nueve centímetros de dilatación, pero no se constatan latidos fetales. En la ecografía que le hicieron luego se comprobó nuevamente la inexistencia de latidos. "Me pusieron suero, discutieron y finalmente me llevan a la sala de parto. A la quinta vez que pujé, nació con el cordón umbilical rodeando el cuello", recordó Patricia, quien se encuentra detenida junto a su otra hija de un año de edad.
Además, según explicó la detenida, ningún medico le explicó lo que había ocurrido, ni en el hospital ni en la unidad penal. Permaneció internada hasta el viernes a la tarde, y luego regresó a la unidad. Hasta el 27 de abril Patricia no recibió tratamiento psicológico ni psiquiátrico. Por otro lado, el personal del servicio penitenciario se comprometió a comunicarse con sus familiares y con su esposo, que se encuentra detenido en la Unidad nº 19. Pero más tarde se supo que sólo se informó a su familia, y que su marido se enteró cuando asistió a la Unidad nº 33, en una visita intercarcelaria.
Tras estos episodios, el Comité contra la Tortura solicitó al área de sanidad un informe donde se detallen las acciones y medidas aplicadas, y un resumen de la historia clínica donde queda debidamente especificado que el desarrollo del embarazo era normal.

El reclamo y la represión

Más de 100 agentes armados con escopetas y escudos participaron de los sucesos que incluyeron gases y balas de goma. Inclusive las agresiones alcanzaron el área de visita, en la que permanecían mujeres embarazadas y familiares.
Según explicaron las propias detenidas, la represión fue "indiscriminada y violenta". Durante las entrevistas mantenidas con el Comité contra la Tortura, internas señalaron que personal del servicio les disparó balas de goma a corta distancia, y que las roció con gases que producen quemaduras en la piel y la vista. Además, las mujeres fueron obligadas a tirarse al piso y recibieron patadas y golpes.
En consecuencia, las internas fueron trasladadas a Sanidad para ser atendidas, y sus niños presentaron diversos cuadros de angustia.
Dos horas después de la represión, el jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Fernando Díaz, se presentó en la Unidad.
Por último, en relación a los episodios en el penal, la Comisión Provincial por la Memoria del Comité contra la Tortura emitió el siguiente comunicado:
"Hay al menos 16 heridas entre detenidas, madres y embarazadas; reclamaban por la muerte de un bebé. Anoche en la Unidad Penal N° 33 de Los Hornos se produjo una violenta represión con balas de goma y gases de la que fueron víctimas mujeres, embarazadas y detenidas con sus hijos. El hecho fue denunciado por internas de la unidad y constatado por el Comité contra la Tortura tras recibir la denuncia telefónica.
"Aproximadamente a las 23 horas Alicia Romero, Laurana Malacalza y Roberto Cipriano García se hicieron presentes en la Unidad Nº 33 y entrevistaron a varias de las detenidas y de las heridas con balas de goma. Estaban también presentes en el lugar la APDH La Plata y la organización La Cantora.
"Las mujeres detenidas señalaron que la represión se originó por el reclamo realizado por todas las detenidas del módulo C (destinado a alojar mujeres embarazas y detenidas con sus hijos), y que contó con el apoyo de los pabellones 2 y 3. Las detenidas reclamaban la urgente adecuación del área de sanidad de la Unidad Penal 33 debido a la reciente muerte del bebe de Patricia Alejandra Rojas, ocurrida en el momento del parto".

Cynthia Judkowski (ARTEMISA)

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