El deporte en Cuba.

El deporte es, hoy en día, una de las actividades sociales que generan mayor interés de la población en todo el mundo, lo cual se ha manifestado en la creciente expectación que genera este ante las multitudes, y que puede interpretarse como uno de los rasgos más auténticos de identidad nacional de nuestro pueblo.

A inicios de 1959, las estadísticas que mostraba Cuba en materia de Deportes y Educación Física no eran nada alentadoras. El profesionalismo y la estratificación de la práctica deportiva eran los elementos comunes, y solo el 2% del alumnado recibía servicios de educación física por profesionales de la materia, de los cuales solo el 60% permaneció en el país en el año 1961. Así, el Gobierno Revolucionario Cubano, se vio en la necesidad de reorganizar el sistema deportivo cubano sobre la base de tres conceptos fundamentales: deporte participativo, formación integral del deportista y la atención a atletas.

La creación del régimen de participación deportiva es la base organizativa fundamental del nuevo movimiento deportivo cubano; sus características únicas permiten que miles de personas se incorporen a la práctica del deporte, impulsando este último a toda costa y llevándolo tan lejos como sea posible.

Con el nacimiento del Sistema Cubano de Cultura Física y Deportes se persigue el aumento de los niveles de salud y esparcimiento, y lograr la participación deportiva desde los primeros años de los niños con el fin de promover los talentos que se destaquen como futuros deportistas que avalen y eleven los niveles alcanzados por nuestro país en la arena deportiva internacional.

Toda esta revolución deportiva requería entonces de alto respaldo financiero, en correspondencia con los principios del Estado Socialista nacido en la Revolución Cubana y con el esfuerzo del pueblo.

A raíz de las amplias transformaciones llevadas a cabo por el gobierno cubano después de 1959, fue necesaria la reestructuración del Sistema Deportivo nacional. El nuevo, denominado Sistema de Cultura Física y Deportes, contiene cuatro subsistemas fundamentales:

Cultura Física: Satisfacer la Educación Física en Círculos Infantiles, vías no formales de enseñanza, la Educación Física en el Sistema Nacional de Enseñanza, la gimnasia terapéutica, etc.

Deportes: Debe garantizar las competencias deportivas pioneriles y escolares, competencias deportivas de la población adulta, las Universiadas Nacionales, el funcionamiento de las Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE), las academias deportivas provinciales y municipales, y las Escuelas de Superación y Perfeccionamiento Atlético(ESPA) y la preparación de equipos deportivos nacionales. Subsistema de formación y superación de cuadros pedagógicos. Subsistema de la Ciencia y la Técnica: Posibilita la prestación de servicios médicos deportivos.

El Estado Cubano gestó un sistema de financiamiento del deporte paralelo a sus principios, necesidades y posibilidades, que generara toda la capacidad posible para garantizar el cumplimiento y ejercicio del derecho al deporte refrendado en la Constitución Cubana de 1976, reformada en 1992 y en el 2002.

El propio texto constitucional en su artículo 52 establece:

“Todos tienen derecho a la Educación Física, al deporte y la recreación.

El disfrute de este derecho está garantizado por la inclusión de la enseñanza y práctica de la Educación Física y el deporte en los planes de estudio del Sistema Nacional de Educación; y por la amplitud de la instrucción y los medios puestos a disposición del pueblo, que facilitan la práctica masiva del deporte y la recreación.”

En este mismo contexto se desarrolla en Cuba un modelo de enseñanza del deporte conocido como el de Pirámide de Alto Rendimiento, materializado en 17 Escuelas de Iniciación Deportiva, 14 Escuelas de Superación y Perfeccionamiento Atlético, que suman a más de 40 mil estudiantes.

El Sistema de Cultura Física y Deportes antes descrito, aporta al presupuesto del Estado a través de la contratación de especialistas cubanos en deportes en el extranjero, los contratos de producción de servicios cooperados, los cursos impartidos, las donaciones, los ingresos en MLC por entradas a espectáculos deportivos, un por ciento de ingresos percibidos por atletas cubanos que debidamente autorizados para ello laboren en el extranjero, acorde a lo contratado por Cuba Deporte. Los ingresos personales directos de los atletas por este concepto u otro por la obtención de distinción onerosa o premio no están gravados por ninguna figura tipificada por la ley tributaria.

No existe tampoco ningún tributo cuyo aporte esté destinado especialmente a la financiación del deporte pues como parte de los ingresos públicos, los ingresos tributarios pertenecen al Presupuesto del Estado, mediante el cual se efectúan las erogaciones necesarias para los gastos públicos. Por tanto no depende la financiación del deporte del incremento o disminución del gravamen de la renta, el consumo u otro hecho imponible.

La Ley del Presupuesto asigna la cantidad estimada para el organismo (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, en lo adelante INDER), reasignada luego a las direcciones provinciales y municipales para su ejecución.

Los gastos en los que incurre el INDER son varios: Beneficios para atletas, ex-atletas, equipos técnicos, entrenadores, los que incluyen atención médica, etc.; la Infraestructura; las competencias nacionales e internacionales a celebrar, tales como:

Serie nacional de Béisbol. (anualmente)

Superliga de Béisbol. (anualmente)

Liga Superior de Baloncesto. (anualmente)

Otros campeonatos nacionales de 1ra Categoría. (anualmente)

Olimpiadas del Deporte Cubano. (celebradas cada dos años)

Acuabike.

Juegos Escolares Nacionales.

Para cubrir las necesidades del deporte masivo, la educación física y el deporte de alto rendimiento en el año 2004 se destinó a este sector 253 millones de pesos, para un crecimiento de un 8% con relación al estimado del 2003. Este incremento permitirá cubrir las actividades y programas que se realicen en aras de mejorar el aseguramiento material y la atención de los atletas y al personal vinculado a la esfera deportiva, así como el desarrollo y participación en eventos deportivos nacionales e internacionales, incluyendo la II Olimpiada Nacional del Deporte Cubano y los Juegos Olímpicos de Atenas.

Este esquema es lo que le permite al pueblo cubano a acceder a todas las formas posibles de prácticas deportivas, a través de la puesta en funcionamiento de más de 11 mil instalaciones deportivas a todo lo largo y ancho del país, y el contar con una cantera de profesores egresados de la Universidad, para la enseñanza del deporte, que ya rebasa los 35 000 graduados de nivel superior.

Solo eso y no un esquema sustentado en el financiamiento de bancas privadas, o en la variante del profesionalismo, ha arrojado tan prestigioso lugar en la historia de los Juegos Olímpicos, en los cuales la mayor de las Antillas se ha mantenido entre la decena vanguardista desde 1976.

Los resultados son concretos, objetivos y más que satisfactorios. Cuba presenta, en toda la Ibero América, la segunda tasa en por ciento, por la cantidad de medallas alcanzadas en Juegos Olímpicos, en relación con la cantidad de habitantes, a razón de 2,52 por cada cien mil habitantes . Es alentador también el 0,556 % que presenta, en relación con la cantidad de medallas obtenidas por la cantidad de trabajadores existentes en la isla.

El Estado Cubano destina todos los años una considerable cantidad de dinero, dentro de los marcos de la Ley del Presupuesto, para los gatos dentro del sector social. Estos aumentan, en la misma medida en que se hace necesario erogarlos. El 1,1 de crecimiento económico reportado en el año 2002, y los índices del 2003, aunque superiores a la catástrofe latinoamericana de que somos testigos, no alcanza tampoco a reflejar nuestros reales y superiores resultados sociales.

Amerita en un pueblo como el nuestro educado en el principio del deporte derecho del pueblo y plagado de peñas deportivas, además de ser la fuente principal de recursos humanos y materiales del sistema deportivo cubano cualquier contribución a hacerlo más partícipe del mismo.

El Estado Cubano reconoce la importancia del Deporte dentro de la sociedad, por lo que desde sus inicios posibilita su práctica por todos los cubanos.

Uno de los grandes pasos dados fue el del reconocimiento constitucional del derecho al deporte de todos, estableciendo el deber del propio Estado de garantizarlo materialmente.

Los resultados del pueblo cubano en el área deportiva satisfacen las inversiones y gastos del Estado Cubano.

Es meritorio el esfuerzo del gobierno cubano en lograr que todos los cubanos ejerzan su derecho al deporte en medio de una serie de dificultades económicas externas e internas.

En el deporte, pese a la guerra económica, persecución de talentos, y agresiones, Cuba ha sabido imponerse y aparecer en sitiales a los que hoy solo acceden las naciones primer mundistas. La razón es que el movimiento deportivo es también fruto de una obra que ha tenido en el capital humano su principal divisa.

El máximo evento multidisciplinario del continente, constituye para el movimiento deportivo cubano el principal compromiso contraído para el presente año.

El nivel cualitativo alcanzado por los atletas de Cuba, a partir del triunfo de la Revolución , en que la actividad del músculo se convirtió en un derecho del pueblo, ha traído por consecuencia, que hoy día no se puede hacer un recuento histórico de estos Juegos, sin mencionar la actuación relevante de los atletas de la Isla.

Lo anterior lo reafirma el hecho de que desde 1971, en la cita de Cali, Colombia, la delegación de la Mayor de las Antillas del Caribe se adueñó del segundo lugar, con la hazaña intercalada, de que en los Juegos de 1991, celebrados en La Habana , capital del país, y Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia, como subsede, contra todos los pronósticos el Verde Caimán desplazó del sitial del honor al Águila Imperial, un resultado sin precedentes en la historia de estos certámenes.

Pero la verdad, como dijo nuestro Héroe Nacional José Martí, no admite ropaje, y la realidad es una sola, que el panorama deportivo que exhibe el continente americano de Norte a Sur, en estos inicios del Siglo XXI, es muy distinto y diferente al de la última década del XX.

Para que se tenga una idea, a los Juegos de Río de Janeiro asistirán más de 5 000 deportistas, quienes lidiarán en 32 disciplinas, en representación de 42 países.

En el caso de Cuba, la delegación criolla estará integrada por 815 participantes, de ellos, 470 son atletas, además de federativos, entrenadores, jueces y personal médico, junto con 16 glorias del deporte cubano que estarán presentes en condición de invitados.

Al igual que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados el año pasado en Cartagena de Indias, Colombia, el calendario de competencias para los cubanos se muestra exigente, en grado superlativo, pues la mayoría de los deportes donde existen posibilidades reales de cosecha de medallas entrarán en acción, a mediados de la justa, o en los días finales.

De acuerdo con los análisis y vaticinios emitidos precompetencia los deportes que deben de aportan el mayor número de preseas son los de combate, encabezados por el boxeo y el judo, seguidos del taekwondo, la lucha, karate y esgrima.

Junto con el atletismo, remos, canotaje, kayac, ciclismo, tiro deportivo y con arco, entre otros, sin olvidar al béisbol, por ser la gran pasión de los cubanos, aunque sólo concede un título.

Si de rivales se trata, de ahí el reto tan alto que constituye para nuestros compatriotas retener el segundo lugar, pues la cifra de potencias es más elevada: está encabezada por Estados Unidos, seguida de Brasil, como país sede, Canadá, México, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile.

A este grupo añádale las naciones del Caribe como Jamaica, República Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago que con una serie de individualidades pueden arrebatar más de una medalla.

La delegación de la Isla escribió con letras mayúsculas el nombre de Cuba, al alcanzar el segundo lugar con 59 medallas de oro. Una realidad que no puede ocultarse y que muestra las potencialidades del deporte cubano.

(Fuentes: Periódico Sierra Maestra, MINREX e INDER)