miércoles, 8 de agosto de 2007

Los Cinco: prevalezca la justicia sobre la manipulación política

Por Ángel Rodríguez Álvarez. Servicio Especial de la AIN

08/08/2007

Este nueve de agosto hace dos años que un panel de tres jueces del Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta revocó por unanimidad, mediante una argumentada sentencia de 93 páginas, la validez del juicio y las condenas impuestas por un tribunal de Miami contra los Cinco.

La Fiscalía, siguiendo la política de presiones, manipulaciones y mentiras ordenadas por la Casa Blanca, apeló la razonada decisión y logró, un año después, que el Pleno del Circuito de Apelaciones, en una acción sin precedentes, anulara la sentencia de un tribunal propio.

De este modo, todo regresó a los mismos jueces que ya se habían pronunciado, para evaluar en esta ocasión los restantes aspectos del caso.

Como parte de ese nuevo momento del proceso, el próximo 20 de agosto, después de transcurrido otro año, tendrá lugar una vista oral en la cual la Fiscalía y los defensores dispondrán cada uno de 30 minutos para exponer.

En solo media hora los abogados de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González deberán ofrecer nuevos elementos que arrojen más luz aún sobre 24 causales o motivos de inconformidad con las sentencias dictadas.

Aspecto central de estas obligadamente sintetizadas alegaciones, deben ocupar los abundantes elementos demostrativos de la maldad, ilegalidad, engaño, mentiras y el total irrespeto a la ley practicados por la Fiscalía a lo largo del proceso, lo cual constituye una clara burla al sistema judicial norteamericano, que vicia de nulidad el juicio.

Alegarán igualmente otros aspectos sumamente importantes que no fueron probados: los dos cargos por los cuales se impusieron las condenas a cadena perpetua.

En primer lugar, la supuesta "conspiración para cometer espionaje", pues los Cinco no son espías, simplemente porque nunca su propósito fue obtener información sobre la defensa, la seguridad y los intereses del gobierno de los Estados Unidos, aspecto corroborado por varios oficiales de alto rango convocados por la propia Fiscalía en su condición de peritos militares.

En segundo término, tampoco se cometió por Gerardo Hernández "conspiración para cometer asesinato", pues no ha sido demostrado su alegado vínculo con el derribo de dos avionetas piratas cuando violaban el espacio aéreo cubano, ocurrido el 24 de febrero de 1996.

Cuando vemos que el día 20 todo debe transcurrir en solo 60 minutos, una pregunta cae por su propio peso: ¿Cuánto más tiempo debe transcurrir para que todo avance y los enrevesados procedimientos del sistema judicial norteamericano sean capaces de emitir un veredicto justo?

Los Cinco llevan ya nueve años—los cumplirán el 12 de septiembre venidero—en un cautiverio injusto que, por etapas, ha sido particularmente cruel con torturas y presiones sicológicas. Para Gerardo y René, por ejemplo, a las condenas se añade la prohibición de recibir las visitas de sus esposas.

El curso de la sinuosa y lenta justicia debe seguir, al tiempo que continúa el cada vez mayor movimiento de solidaridad a favor de la libertad de los Héroes, generado internacionalmente y en los propios EE.UU., para romper el deliberado silencio mediático impuesto en torno al caso.

La verdad se va abriendo paso y llegará a la opinión pública norteamericana mediante artículos, como el del periodista James C. McKinley, publicado el pasado cinco de agosto en el influyente diario The New York Times.

En el sentido justiciero del pueblo estadounidense, demostrado en las ocasiones cuando es bien informado, se puede confiar, persuadidos de que su opinión prevalecerá sobre las manipulaciones políticas del sistema judicial.

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