martes, 14 de agosto de 2007

URUGUAY : ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE LIBER ARCE.



13 de agosto de 2007

MENSAJE DE LA 36


El PRIMER DISPARO
14 de agosto de 1968, LIBER ARCE
“Un joven ha cometido su último acto subversivo... ha muerto”


A diario hay una llamada de un buen señor que amablemente, casi paternalmente como un caballero que es, convoca a todos a aceptar lo poco que este gobierno nos está dando, y a reconocer que la lucha no trae más que desgracia.
El buen hombre siempre comienza dando la razón, y al final termina convocando a la pasividad y dando como un hecho que la lucha no conduce a nada.
Desconociendo de esta manera que todo lo que se ha logrado en el terreno social y político está regado de la generosa sangre y la heroica lucha de los trabajadores y estudiantes del proceso uruguayo y mundial.
Ni una sola de las reivindicaciones sociales ha sido regalada ni obsequiada gratuitamente por la burguesía y el imperialismo.
Todas han sido conquistas arrancadas con el trabajo, el sudor y la sangre del pueblo.
Lo que tal vez este buen señor, tan afable y tan inocente no sepa es que son conquistas que se obtienen con el sacrificio a veces de unos pocos, que después disfruta todo el conjunto de la sociedad, inclusive los que miran la lucha desde la platea como en un teatro.

La noticia llegó a media mañana del miércoles 14 de agosto al edificio de la Universidad, pero no causó demasiada sorpresa. La batalla que el estudiante Liber Arce venía librando desde hacia cinco días contra la muerte tenía pocas posibilidades de ser ganada, y ya la gente lo sabía. El balazo había destrozado en su trayecto la arteria femoral, un grueso caño por donde la sangre brotó a chorros incontenibles como de un surtidor. Lo extraño fue en realidad que Liber sobreviviera durante tanto tiempo. Los médicos que lo atendieron en el Clínicas no recordaban precedentes de parecido volumen en materia de transfusiones sanguíneas, más de cuarenta litros aportados a toda velocidad por decenas y decenas de estudiantes y obreros que respondieron al llamado y llenaron cientos de frascos con su solidaridad.
Sería inútil.
“No creo que nadie pueda sobrevivir mucho tiempo en estas condiciones”.
Pronosticó sombríamente un interno del Clínicas el lunes a medio día “va a tener trastornos mucho tiempo en estas condiciones”.

Poco después de recibirse la información y verificarse su exactitud un gran cartel fue colgado desde el primer piso del edificio Universitario “Liber Arce ha muerto” decía simplemente.
Entonces no se sabía que un texto de esta naturaleza podía revestir a juicio del superior gobierno carácter subversivo. Pero lo tenía.
Liber Arce aquel joven acababa de consumar su último acto subversivo: morir.

El 14 de agosto se recuerda en nuestro país, el día de los mártires estudiantiles.
En agosto de 1968 la represión contra las protestas en la calle se agudizó y entre muchos estudiantes gravemente heridos a lo largo de los días cayó Liber Arce. Su velatorio en la Universidad -que la policía intentó prohibir- y su sepelio -que nadie pudo limitar- dieron lugar a las mayores movilizaciones populares y al más unánime paro general conocidos en la historia del país. La presencia viva de una enorme multitud expresó la voluntad existente en todos los sectores de defender los valores atacados por los responsables de la muerte de Liber Arce.
Pero en aquel momento, la falta de un plan político común y único a toda aquella inmensa fuerza popular, derivó hacia una manifestación, cuyo objetivo la inmensa mayoría del pueblo no pudo entender ni justificar. Todo quedó en el asalto a un club político, la destrucción de vidrieras y hacia la repetición de un largo periodo de medidas puramente demostrativas carentes de toda fuerza de decisión.
El Senado de la República seguiría con la llamada Coseprin y el Poder Ejecutivo con la reclamada destitución del Consejo Directivo Central de la Universidad. El 30 de agosto los obreros del Frigorífico Nacional ocuparon la planta industrial de Puntas de Sayago para reclamar trabajo e impedir el cierre del establecimiento.

Han pasado muchos años y sobretodo mucho silencio oficial, pese a lo cual los mártires estudiantiles y Liber Arce permanecen hasta ahora en la consciencia de los nuevos jóvenes uruguayos.
Como intentamos hacer en otras oportunidades más allá de lograrlo o no, nuestra intención es recordar estos hechos que marcan momentos determinantes en el proceso uruguayo, dentro de un marco histórico general y no aislados como si fueran producto de la fatalidad.
Cuando las fuerzas represivas asesinaron a Liber Arce cientos de estudiantes heridos avizoraban un desenlace fatal inevitable.

El Sindicato Médico del Uruguay daba a conocer una Declaración, distribuida el 21 de Setiembre de 1968. En ella, se hace referencia circunstanciada de los sucesos en que perdieran la vida, bajo las balas de las fuerzas de represión del régimen dictatorial instaurado el 13 de Junio de 1968, los mártires del pueblo: Susana Pintos y Hugo de los Santos, y se agrega una lista detallada de las demás víctimas de la masacre del 20 de Setiembre de 1968.

“A la opinión pública. Los hechos registrados frente a la Universidad”. El viernes 20, veinticuatro horas después de la represión perpetrada por elementos policiales frente a la Facultad de Medicina nuevamente se hizo sentir con la sangre estudiantil en la calle la fuerza represiva más nefasta y brutal de la historia de este país.
A las 18 y 30 horas, una manifestación de estudiantes Universitarios, del IAVA, de la Universidad del Trabajo y liceales, partieron de la explanada de la Universidad por 18 de Julio hacia el centro, construyendo barricadas a medida que avanzaban, con materiales de las obras en construcción de las cercanías, en las intersecciones de 18 de Julio y Eduardo Acevedo, Guayabos y Eduardo Acevedo, Eduardo Acevedo y Lavalleja y por 18 de Julio en Tristán Narvaja, Gaboto, Magallanes y Minas.
Llegada la cabeza de la manifestación a la intersección de 18 de Julio y Minas, y luego de algunos minutos, aparecieron en el lugar: un ómnibus de la Policía Metropolitana, varias camionetas comerciales particulares, algunos jeeps policiales y patrulleros, transportando elementos de la Policía, así como también, aproximadamente, cincuenta efectivos de la Guardia Republicana. Las fuerzas de choque de la Policía Metropolitana gaseros y efectivos policiales con escudos de plástico, portando armas de largo alcance y grueso calibre, metralletas y escopetas de dos caños, cargaron disparando granadas de gases contra la manifestación que se replegó a las barricadas más próximas.
Ante ello las fuerzas policiales avanzaron disparando granadas de gases y armas de fuego directamente a las personas y se escucharon numerosos disparos de escopetas. Inmediatamente varios estudiantes cayeron heridos, unos por impactos director de bombas de gases, un quemado, un estudiante de secundaria con una fractura expuesta de pierna y un estudiante con un impacto directo en el maxilar inferior, y otros varios, heridos en múltiples perdigonadas disparadas por las fuerzas policiales.

Los manifestantes se parapetaron detrás de los árboles y barricadas, respondiendo con pedradas a esta agresión policial. Se continuó la lucha en el lugar, en la que se efectuaron más de cien disparos de granadas de gases lacrimógenos e innumerables disparos de escopetas con perdigones.
El saldo de sangre y muerte cobrado por esta manera de resguardar el orden público y la población, es hasta ahora de más de 40 heridos y un muerto, que se suman a los cincuenta heridos (varios de ellos se debaten por su vida en este momento) del miércoles 18 frente a la Facultad de Medicina.
En el interior del edificio de la Universidad, y ante la gravedad de los sucesos, se organizaron de inmediato pequeños servicios de emergencia atendidos por practicantes de medicina, para prestar de la manera más urgente y en forma primaria asistencia a los heridos.
En la intersección de 18 de Julio y Edo. Acevedo, un grupo de policías allí apostados, comenzó a disparar sus armas contra el edificio de la Universidad, donde atravesaron ventanas del primer piso incrustándose tres balazos en el techo. En ese lugar funcionaba, con aproximadamente quince heridos, atendidos en primeros auxilios, uno de los servicios de emergencia. A los pocos minutos es traído a ese lugar un estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, de 17 años de edad, con una herida en el tórax producida por un perdigón, en la región precordial y en grave estado.
Ante la necesidad de evacuar los heridos para dirigirlos a centros asistenciales, se llama las ambulancias de Asistencia externa, la que luego de un lapso comunica telefónicamente que no pueden llegar a la Universidad, por la prohibición de la policía, que le impide el acceso. En vista de ello se llama a los jerarcas policiales para que permitan evacuar los heridos, a lo que responden que a esos efectos concurriría el Juez de Instrucción de Turno.

En vista del estado grave de alguno de los estudiantes heridos, se trató de sacarlos transportándolos en camillas improvisadas con puertas. Al pretender sacar al estudiante herido en el tórax, que se hallaba en grave estado y cuya vida dependía en momentos de su asistencia, se abrió la puerta de la Universidad que da a Tristán Narvaja, por la que salió un grupo de aproximadamente 10 estudiantes que colaboraban en la tarea, agitando camisas blancas y gritando que se iría a sacar un herido.
El mismo se evacuó transportándolo en una puerta blanca con un frasco de suero sostenido por un estudiante. En el momento en que salía el grupo, efectivos policiales apostados en 18 de Julio y Tristán Narvaja dispararon andanadas de perdigones y fueron heridos varios estudiantes que transportaban la improvisada camilla. Ello obligó a entrar de nuevo al herido que continuaba muy grave.

Tratando de buscar una salida, mientras se le practicaba respiración artificial y masaje cardíaco pasaron 20 minutos; se intentó salir por la puerta de Edo. Acevedo y se repitió la operación de alerta de que se llevaba un herido. Se recibió una nueva andanada de perdigones que hirió a una estudiante y gases directamente al cuerpo del grupo, pese a lo cual fue transportado el herido hasta un automóvil para su traslado a un sanatorio cercano.

El cuerpo medico que atendió al estudiante de Ciencias Económicas de 20 años de edad, Hugo de los Santos, certificó que había llegado muerto. La causa de su muerte fue un disparo de arma de fuego por el que un proyectil de tipo metralla le atravesó el tórax lesionándole el corazón y produciéndole una hemorragia intrapericárdica que, de haber sido atendida con prontitud, no hubiera sido mortal.

A este nuevo luto nacional se agrega una lista de heridos e intervenidos en distintos centros hospitalarios de Montevideo.

Hospital de Clínicas:

—Masculino, 13 años, heridas múltiples de abdomen producidas por
proyectiles.
—Masculino, 22 años, herida de proyectil penetrante del tercio medio de
pierna izquierda, sin orificio de salida.
—Masculino, 19 años, herida de arma de fuego en el pie decreto, sin
orificio de salida.
—Masculino, 22 años, herida de perdigón en cara posterior de la
articulación del codo posterior.
—Masculino, 22 años, herida de bala en cara interna de pierna izquierda con incrustación ósea.
—Masculino, 20 años, herida de arma de fuego en rodilla y cuero cabelludo.
—Masculino, 19 años, herida de arma de fuego en región escapular
izquierda.
—Masculino 15 años, quemadura, lesiones de dorso de mano por explosión
de bomba de gas.
—Masculino, herida puntiforme de pierna izquierda.
—Masc. 19 años, herida de arma de fuego en parte media y anterior de
antebrazo.
—Masculino 20 años, perdigón en codo izquierda.
—Masc. 21 años, herida de perdigón en mentón.
—Masc. 23 años, herida de arma de fuego en ambos muslos.
—Masc. herida en región glútea.
__Masc. 22 años, herida de perdigón en antebrazo izquierdo.
—Masc. 18 años, heridas de arma de fuego en región frontal y
antebrazo izquierdo.
—Masc. 25 años, herida de arma de fuego en codo izquierdo.
—Masc. 23 años, herida de proyectil cortante de cuero cabelludo en
zona occipital superior, orificio de un centímetro de diámetro.
—Masc. 20 años,-herida penetrante en región del codo por proyectiles.
—Masc. 20 años, herida de arma de fuego en el tercio inferior del
muslo izquierdo con proyectil alojado en parte externa del muslo.
—Masc. 22 años, herida de perdigón en cara posterior de entrada en
parte anterior de tercio medio de muslo derecho sin orificio de
salida.
—Masc. 18 años, herida de dorso por proyectil.
—Masc. 24 años, herida de bala del cuero cabelludo en zona
interparieto occipital.
—Masc. herida de bala de oreja con orificio de salida.

Todos estos heridos, luego de ser atendidos, pasaron a sus domicilios.

La lista siguiente es de aquellas personas con heridas graves, que son asistidas con intervenciones quirúrgicas y observación:

—Masc. 27 años, herida de arma de fuego con orificio de entrada en
arco superciliar izquierdo, Radiografía de cráneo, proyectil alojado
en región temporal izquierda. Entró en coma luego de su ingreso,
Intervenido quirúrgicamente.
—Masc. 20 años, hemorragia expansiva del ojo, izquierdo por impacto
de un perdigón.
Radiografía de cráneo; se observa un proyectil alojado en el cerebro
en la región parieto-occipital. Está en coma. Intervenido
quirúrgicamente.
—Femenino, 27 años, ingresa sin conocimiento, herida de perdigón en tórax
sin orificio de salida, herida de perdigón en región carotídea
izquierda con perforación de estomago y en miembro inferior
izquierdo.

SUSANA PINTOS. Universidad del Trabajo. Fallece a la hora 3 por hemotórax de tres litros en el Hospital de Clínicas.

—CASMU —Sanatorio Nº 1

—Masc. 18 años herida de tórax derecho, perdigón con perforación de
esófago y cardias, estado grave, intervenido quirúrgicamente, otro
proyectil en la región supraorbitaria.
—Masc. 22 años, herida de perdigón del tercio medio de pierna
izquierda, sin orificio de salida.
—Masc. 28 años, perdigón, herida en la parte anterior de muslo
derecho orificio de salida.
—Masc. perdigón; heridas: en pierna y ala de la nariz.

—CASMU —Sanatorio Nº 2

—Masc. 14 años, dos heridas en el abdomen por perdigones y una
herida de base de hemitórax derecho, intervenido quirúrgicamente,
está grave.

—HOSPITAL MACIEL

—Masc. 23 años, herida de perdigón de muslo derecho sin orificio de
salida.

Por último y sin perjuicio de tener posición sobre estos hechos, subrayamos la importancia de hacerlos conocer en forma objetiva tal como aquí se exponen, y alertamos a la población una vez más, de no creer en la información oficial, que no sólo es omisa, sino deformada y falaz.

Sindicato Médico del Uruguay.
Montevideo, 21 de Setiembre de 1968.

Según los medios de prensa de la época en enero las manifestaciones sindicales no respetaron la calma habitual de los meses de diciembre y enero. Las movilizaciones por aumentos salariales en la actividad privada apenas compensaron aumentos nominales de salarios, compensatorios del 135 % que los precios del consumo habían subido en 1967.
En el sector estatal la movilización comenzaba también temprano para lograr recién en abril se hiciera efectivo desde ese mes el 75% que el gobierno se había comprometido a pagar desde julio de 1968 y que equivalía al porcentaje en que el costo de la vida excedió al aumento recibido desde el 1º de enero de 1968 que había sido del 60%.

Desde el mes de octubre se discutía dentro de la CNT la forma de conducir la lucha por los salarios, la defensa elemental del trabajador, pero de indispensable e inaplazable cumplimiento. Dos tendencias, una apuntaba al mantenimiento de la dispersión tradicional que engendró cierto estilo de gremialismo corporativo; la otra preocupada por asumir responsabilidades ante los trabajadores y el pueblo en la lucha contra la inflación, a partir de un salario mínimo nacional, de un sistema unificado de ajuste de los salarios y de un programa anti inflacionario orientado antes que todo a fomentar la producción.

En marzo se iniciaba en Bella Unión una marcha de los “cañeros” por “Tierra para trabajar” que atravesó Artigas, Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Maldonado, y Canelones antes de llegar a Montevideo. En la capital desarrollaron una serie de actos de propaganda. La CNT aprobaba una plataforma de lucha y proyectos correspondientes a cada uno de los siete puntos que la integran, salarios y jubilaciones mínimos y sistema para su ajuste, equiparación de beneficios sociales, generalización del seguro de enfermedad, tierras para producir, fábricas para trabajar, moratoria de la deuda externa, pena de cárcel para los defraudadores de aportes sociales y especuladores con divisas y artículos de primera necesidad.

Con una concentración de más de 200 mil trabajadores se presenta la presidente de la Asamblea General la petición de la CNT “Plataforma del 2 de abril”. La marcha de los cañeros llega a Montevideo. Se inician movilizaciones y paros de trabajadores del estado, Administración central, entes autónomos y municipios, sin que el gobierno se defina sobre los ajustes salariales que otorgará. A fines de abril una devaluación que el senado condenó y la justicia estudiaba demostró la necesidad de castigar la especulación con divisas según otro reclamo de la CNT.

En mayo la manifestación del Día de los Trabajadores es atacada con gases lacrimógenos y apaleada por la caballería de la Guardia Republicana con el pretexto de un artefacto incendiario frente a la Embajada de los Estados Unidos y de piedras y cohetes lanzados contra las ventanas de la sede diplomática.
En ese mes comenzaba la discusión del convenio sobre salarios en el transporte urbano de pasajeros; apareciendo en un primer plano el precio del boleto estudiantil y los liceales primero, más tarde todos los estudiantes, salen a la calle a defender el “boleto popular”.
El gobierno convoca a gremiales de trabajadores y empresarios CNT por un lado, Cámara de Comercio, Cámara de Industrias y Asociación de Bancos por otro, para formar un “grupo tripartito de trabajo”, que acuerde medidas contra la inflación, propósito que se había anunciado desde marzo. Los paros de funcionarios del estado se reiteraban, particularmente en los bancos oficiales.

En junio en el “Grupo Tripartito” se alcanza un primer acuerdo para uniformar fechas de ajuste salarial. Entre los funcionarios del estado y la Dirección de Planeamiento se evoluciona también hacia un acuerdo, que el 13 de junio iba a hacerse extensivo también a los bancos oficiales. Ese día se implantan medidas prontas de seguridad y se desconocen todos los compromisos anteriores del gobierno con los sindicatos. El pretexto invocado fueron las manifestaciones estudiantiles y los paros declarados por la Asociación de Funcionarios Públicos y la Asociación de Funcionarios Postales, solucionados pocos días más tarde.
El 18 de junio paro general de protesta contra las “medidas prontas de seguridad”; el 24 de junio movilización militar de los bancarios; el 28 de junio congelación de salarios.

El 1º de julio se decreta la movilización militar de los funcionarios de ANCAP, UTE, OSE y Telecomunicaciones.
El 2 de julio se cumple un nuevo paro general que abarca también los principales sectores movilizados. La Asamblea General Legislativa, reunida con quórum suficiente para considerar las “Medidas Prontas de seguridad” se levanta sin pronunciarse y sin número, y no vuelve a lograrlo más. Este era el Parlamento de aquel entonces.
La CNT propone a la Asamblea General que se cree una comisión especial ante la cual se convengan soluciones y el levantamiento de las medidas prontas de seguridad.
No hay respuesta y varios sindicatos empiezan a reclamar medidas crecientes de lucha, otros huelga general.
El 17 de julio los gremios cuyos salarios quedaron congelados el 1º de julio fecha de ajuste para más de cien mil trabajadores realizan 24 horas de paro.
El 19 de julio se inicia una sucesión de paros crecientes, una hora quince minutos por cada día de subsiguiente.
El 20 de julio un remitido de la Asociación de Bancarios llama a “normalizar la actividad bancaria” y se suspenden el 22 de julio los paros crecientes.
El gobierno anuncia destituciones y moviliza funcionarios a los cuarteles; el 24 de julio envía a la Asamblea General el proyecto de creación del COSUPRIN. Las detenciones se suceden desde los días iniciales de las medidas prontas de seguridad. Desde el 2 de julio fecha del paro general, hasta el 24 de julio, la contención de la voluntad de lucha de los trabajadores tuvo consecuencias negativas.

Agosto comenzó con un paro general el 1º, en los sectores no militarizados especialmente para expresar él repudio al proyectado COSUPRIN. La comisión del Senado había recibido antes de la CNT el reclamo de que “el proyecto se archive”. En su versión original, el proyecto perdió toda posibilidad de ser aprobado y cuatro senadores Fleitas, Gil, Luisis y Ubillos en colaboración con los ministros Peirano Facio y Jiménez de Aréchaga, prepararon un proyecto que en parte reiteraba y en parte rectificaba, al anterior la COSEPRIN cuyos avatares subsiguientes terminaron por generar la COPRIN.
La COPRIN fue aprobada por el Senado el 7 de noviembre y promulgada el 15 de diciembre de ese año.
Toda deliberación publica sobre la COSUPRIN fue prohibida inclusive un mitin público convocado por los legisladores de varios partidos en el Palacio Peñarol.
Fue misteriosamente suspendida una ocupación de fábricas y restringida una salida a la calle el 8 de agosto; también se aplazó un paro general previsto para el 13 de agosto. La represión contra las protestas en la calle se agudizó y entre muchos estudiantes gravemente heridos a lo largo de los días, cayó Liber Arce.

El mes de setiembre se iniciaba con negociaciones propiciadas por medios parlamentarios y con un discurso del presidente de la República que parecía buscar soluciones de acuerdo con el Parlamento.
La CNT aplazó medidas de lucha, dispuestas para los primeros días del mes, con el propósito de facilitar una negociación; pero ésta escolló en la intransigencia del Poder Ejecutivo.
El 18 de setiembre fueron ocupadas un centenar de fábricas del sector industrial privado; en horas de la tarde los trabajadores y los estudiantes intentaron una concentración ante el Parlamento para protestar contra la COSEPRIN y la venia de destitución de las autoridades universitarias 50 heridos con las escopetas de balines, algunos de ellos graves fue el saldo de la jornada.
El 19 hubo paro general. El 20 nuevas salidas a la calle en los alrededores de la Universidad y en el Cerro; 40 heridos con escopetas de balines entre ellos Hugo de los Santos y Susana Pintos al día siguiente.
El 24 paro general de repudio a la represión asesina. La respuesta del gobierno no se hizo esperar, militarizó al personal de la Administración Municipal de Transporte AMDET, después de destituir al delegado obrero en la comisión interventora del ente.; impuso largos periodos de instrucción militar y trabajos forzados al personal de Usinas y Teléfonos del estado UTE, inició sumarios y separó del cargo a dirigentes del sindicato Unico de la Administración de Puertos, ocupó con las fueras armadas y clausuró locales universitarios; clausuró la sede de la CNT en Montevideo y las de la Asociación de bancarios de todo el país.

Desde los primeros días de setiembre se discutió en el seno del movimiento sindical la necesidad de emitir un emplazamiento público, al vencimiento del cual se iniciaría una huelga general por la eliminación de las medidas prontas de seguridad y de todas sus consecuencias ulteriores.
El emplazamiento no se emitió y la atención pública derivó hacia la interpelación promovida por el senador Michelini al ministro del Interior a raíz del uso de escopetas de balines contra manifestaciones de estudiantes y trabajadores.
El Presidente de la República Pacheco Areco recordó al Parlamento que podía ser disuelto en caso de que llevara a fondo la discrepancia con la conducta política del ministro del Interior. Si el discurso del 2 de setiembre reclamaba acuerdo al parlamento sobre determinados proyectos, este mensaje hacia cuestión del sometimiento total a una política de represión.

En octubre con los locales universitarios y liceales de Montevideo Clausurados con muchos sindicatos duramente golpeados por sanciones económicas o disciplinarias fue un mes de repliegue del movimiento popular. Los obreros de la construcción salieron a la calle para protestar contra congelación de los salarios gráficos y periodistas realizaron paros; los gremios de la actividad privada se movilizaron por salarios y el 23 de octubre se realizó una asamblea obrera en el Palacio Peñarol interferida por la Policía. El Ministerio del Interior anunció en sus comunicados el estallido de bombas y petardos, en residencias ministeriales y en locales de bancos.

Los días 6,7,8,12, 14, y 21 de noviembre paros y manifestaciones en el sector privado contra la congelación de los salarios y por le levantamiento de las medidas prontas de seguridad: huelgas en mutualistas, clínicas y sanatorios paros en los diarios y en la construcción .
Mientras el Poder Ejecutivo reclamaba a la Cámara de Diputados la COPRIN los gremios protestan contra la congelación de salarios con paros en la construcción, los bancos, las barracas de lana, las fábricas de bebidas, de vidrios, de hilados y tejidos, las empresas camioneras etc.
El lunes 15 se promulgó la COPRIN, la Cámara de Diputados la aprobó en general, 24 votos en 39, en medio de los insultos de una barra de trabajadores, durante la madrugada del viernes 13 de diciembre. En las barracas de lanas los soldados sustituyeron a los trabajadores en la carga de fardos para la exportación y la Cámara Mercantil declaró un lock out que tanto pudo resistir al reclamo obrero, como promover a una devaluación. En los bancos privados una fórmula de posible solución provisional autorizada por el ministerio de Trabajo y Seguridad Social, fue desautorizada por le Poder Ejecutivo que decretó un feriado bancario y suspendido pagos de aguinaldos y sueldos a obreros, empleados y profesores. Un discurso del gobernante no auguraba buen fin ni mejor principio. La representación gubernamental en la COPRIN fue designada y el tiempo siguió su marcha.

Dice Alba Roballo que “todo el pueblo enterró al joven estudiante, conmovido, indignado, llorando, empezando a comprender que estabamos en las tinieblas del fascismo”.
Que siguieron a Liber Arce, dos estudiantes asesinados, Susana Pintos y Hugo de los Santos, de 18, años balines de goma que se probaron en una masacre en la Vieja Universidad donde hubo más de sesenta heridos, casi niños.
Susana heroica, con la camisa de Hugo, hizo una bandera blanca de rendición y salió, pero fue abatida alevosamente por aquellos asesinos del ministro Eduardo Jiménez de Aréchaga mientras Hugo se desangraba hasta la muerte. Susana quiso salvar al joven adolescente en aquellos muros desde entonces históricos pero fue vencida con una ráfaga de locura asesina.

Aquella generación joven pagaba su precio y además creaba la vanguardia inocente y heroica que luego radicalizara a anchos espacios populares.
Alba escribió un libro en aquel entonces que llamó “Tiempo de Lobos” que canta la muerte y la represión de los jóvenes con poemas a Liber Arce, Susana, Hugo, Heber Nieto, Julio César Spósito y Leonardo Deledo, joven de 14 Años del Liceo Bauzá y desfilan los nombres que la historia no registra, como por ejemplo dos obreros jóvenes, Flor de María Amalia González de Yarza y Zoila Riera, en un peaje y los poetas Ibero Gutierrez, también jóvenes que fueron a morir ya matar Cultelli, Zabalza y Salerno, fusilados en Toledo después de la “Operación Pando” del MLN.

EL PRIMER DISPARO
(Del libro Tiempo de Lobos)

Todo empezó hace tiempo
Digo; la sangre
La muerte, la injusticia, la violencia,
Viene de más lejos
Tiene los siglos del hombre y su semilla
Sus lázaros terribles, sus caínes

Pero también tiene sus milenios
La palabra de amor
Y la sencilla alegría de la fraternidad
Uy los versículos de la igualdad de todos, bajo la luz del sol.

Pero aquí en este rincón de mar y llanos verdes
Todo empezó una noche
Las diez, en un reloj que aún sigue
Marcando fechas ciegas

Agosto diez y siete de mil novecientos sesenta y uno
Después que el Che dijera sus salmos bárbaros
Y su evangelio para todos los pobres de su tiempo

Todo empezó con el primer disparo
El primer muerto
El primer inocente asesinado
Se llamaba ¿quien recuerda su nombre?
Arbelio, Arbelio, Arbelio Ramírez

Profesor sin mayor patrimonio
Apenas poesía
Su mujer, sus hijos, su aula pobre
Fue a grabar el discurso de Guevara

Desde entonces aquí en Uruguay
Empezó a correr el loco minutero de la muerte
Alguien encendió la mecha
A miedo, a terror
Y todo va a estallar, se huele como el salario
El pan sobre la mesa
Y el rostro fálico, velludo
Que en cada casa
Su óleo sub humano hace de ícono
Tu muerte Arbelio nadie la explica
Mal elegida entre el montón “ruleta rusa”
Tu bala, picó en el cerro que llegó
El Comandante a su gran cita
Simplemente que para que hubiera muertos
En la huella del Che
Y a su paso una mancha en la calle seca y negra

Fue el primer disparo
Y ese reloj nocturno, fantasma de san Marcos
Siguió enloqueciendo marcando
Nombres, fechas sitios
Todo empezó contigo profesor
Y tu curioso grabador de estrellas.

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