martes, 14 de agosto de 2007

Los 'muchachos de Uribe', asesinos a sueldo de Washington y del Chicó!



Los degenerados que cortaron en pedacitos a una joven indígena de 16 años luego de extraerle el feto y que luego los tiraron la rió ante los ojos horrorizados de la comunidad indígena, así como los degenerados que cortaron el pené a un niño de 8 años y lo dejaron desangrar, serán, según Uribe los nuevos delincuentes políticos, que en razón de ser cobijados por la figura de sedición, podrán buscar llegar hasta a la presidencia de Colombia y desde allí darle clases de ética y moral a todo el mundo.

[Miguel Suárez *]

Pasado el espectáculo donde Uribe pretendió utilizar la llegada del profesor Moncayo a Bogota para tapar temporalmente el escándalo del para-uribismo y donde el pueblo a pesar del terrorismo de estado, muy valientemente le grito a Uribe prácticamente en la cara, asesino y paraco, el denominado escándalo del parauribismo siguió su cause y volvimos a lo de antes, los esfuerzos de Uribe de garantizar impunidad a sus “muchachos”, los paramilitares, cubriéndolos bajo la figura de la ”sedición”.

El jurista y excandidato presidencial de la Unión Patriótica, el asesinado Jaime Pardo Leal definió la sedición o el delito político diciendo, “ha existido desde cuando el Estado aparece como herramienta política de clases. Porque el delito político es, exactamente, el enfrentamiento contra el orden institucional del Estado y contra los poderes públicos que lo constituyen”

La Sedición y el delito político como tales, habían sido rechazados por Uribe quien en mayo del 2005, dirigió una campaña para su abolición en Colombia ya que según él, en una democracia como la colombiana no debe existir el delito político y lo que existe es un ataque del terrorismo a una “democracia profunda”.

Hoy ante los tropiezos sufridos por ellos para cubrir de impunidad a los terroristas de estado que actúan bajo la cobertura del narcoparamilitarismo, intentaron revivir el delito político, aceptaron la existencia de un conflicto interno, pero con sus paramilitares y no con el pueblo y menos aun con su organización política mas clara las FARC-EP, a la que clasifican como terrorista.

Luego de que la corte suprema de justicia rechazo la aplicación de la figura de la sedición a los paramilitares, ya que esto nunca estuvieron contra el estado, Uribe a anunciado que presentara ante el congreso un proyecto de ley que otorgara el estuts de ”sediciosos” a los narcoparamilitares.

Hay que decir que el susodicho proyecto, será aprobado sin ninguna modificación importante ya que el congreso de la ”democracia” colombiana esta compuesta en su gran mayoría por delincuentes al servicio del terrorismo de estado, que fueron electos con dineros y armas de los narcoparamilitares, quienes son concientes que la ley que aprobada será tarde o temprano aplicada a ellos mismos.

Uribe acostumbra a llamar a los paramilitares ”muchachos”, para los que a pedido y se esfuerza para que así sea, cobijar con esta figura legal a aquellos que durante mas de 20 años han cometido las mas grandes barbaries contra el pueblo colombiano con la excusa de combatir a la guerrilla.

Constantemente, desde hace muchísimos años, se ha denunciado que los tales paramilitares nunca han combatido a la guerrilla y si han masacrado al pueblo bajo el presupuesto de paralizar la protesta social y destruir las organizaciones populares basándose en el terror y los hechos hoy lo confirman.

Los ”muchachos” de Uribe, que según él, en un numero mayor a los 33 mil se desmovilizaron, a sido autores de espeluznantes masacres.

Una de tantas fue la de Trujillo, Valle del Cauca ocurrida en 1990, donde asesinaron a mas de 50 colombianos, cortándolos en pedazos con motosierras, orgía de sangre de la que no se salvo ni el sacerdote del pueblo.

La matanza en esa zona llegó a tal extremo, que en Marsella, departamento de Risaralda, a donde el rió Cauca botaba los muertos que llegan en medio troncos de guadua, se aburrieron de sacar cadáveres ante la indiferencia oficial. Uno de sus habitantes dijo que contó hasta mil y paro la cuenta.

El 31 de enero de 1995, el Presidente Samper aceptó públicamente la responsabilidad del estado en esta masacre.

Los ”muchachos”, los que tasajearon a sus victimas con la motosierra, serán delincuentes políticos, por obra y gracia del Mesías de los terroristas Álvaro Uribe Vélez,

También lo serán hombres como el General Rito Alejo del Río quien en diciembre de 1995 junto con el famoso general Alfonso Manosalva, fundador, según Mancuso de las hordas paramilitares, se hicieron comandantes de las brigadas Cuarta y Decimoséptima, con sede en Antioquia y convirtieron, junto con Carlos Castaño, en un mar de sangre este departamento en una cadena de depravaciones que aun no termina.

Rito Alejo del Río es en un símbolo total de impunidad en Colombia, desde hace más de 10 años ha sido denunciado por las comunidades. Testigos contaron las barbaries cometidas por las tropas a su mando en convivencia con los paramilitares y hoy mafiosos que ofician como jefes del paramilitarismo lo han vinculado nuevamente a hechos de terrorismo de Estado, según los propósitos de Uribe, este su héroe nacional, a ser cobijado por la figura de la sedición con lo cual quedara garantizada su impunidad.

Gracias a la maquinaria mafiosa se convertirán en delincuentes políticos los responsables de la masacres del ejercito oficial en los Los Uvos y la hacienda El Nilo en el Cauca, la familia Andrade Álvarez en cercanías de Ocaña, y los niños de Villatina, víctimas todos ellos de horrendas masacres perpetradas por el Ejército y la Policía, en acciones dirigidas por los”muchachos” de Uribe.

Los autores intelectuales y materiales, militares y paramilitares de las masacres del Aro, de Mapiripán, del Carmen de Viboral o del Urabá chocoano, podrán contar con la absoluta impunidad que les garantizara Uribe mediante su proyecto de otorgar el calificativo de políticos el masacrar impunemente al pueblo colombiano.

Los mas de cuatro millones de desplazados dentro de esta lógica criminal, pasaran a ser delincuentes mientras, los “muchachos” y sus jefes, serán congresistas, ministro y presidentes.

El senador de Sucre, Álvaro García Romero, quien al tiempo que aprobaba leyes antipopulares ordenaba masacres, los Araujos, el fugitivo y el detenido, quien aseguro “si vienen por mí vienen por el presidente”, Jorge Noguera, quien elaboraba la lista de sindicalista a asesinar y una lista de mas de cien bandidos, incluidos Mancuso, don Berna, Adolfo Paez, todos, se beneficiaran de este adefesio, ya que el desplazar y descuartizar colombianos inermes, es, según Álvaro Uribe Vélez, un delito político.

Los degenerados que cortaron en pedacitos a una joven indígena de 16 años luego de extraerle el feto y que luego los tiraron la rió ante los ojos horrorizados de la comunidad indígena, así como los degenerados que cortaron el pené a un niño de 8 años y lo dejaron desangrar, serán, según Uribe los nuevos delincuentes políticos, que en razón de ser cobijados por la figura de sedición, podrán buscar llegar hasta a la presidencia de Colombia y desde allí darle clases de ética y moral a todo el mundo.

Uribe inicialmente propuso que la nueva ley tuviera nombre propio para cobijar solo a sus delincuentes, pero ante lo ilegal de esto, su ministro de los interiores, Carlos Holguín Sardi, hombre del cartel de Cali, dijo que la nueva ley que presentaran ante su parlamento mafioso, deberá cubrir también a los futuros ”enemigos” del estado, al parecer refiriéndose a sus nuevos paramilitares ahora denominados ”águilas Negras”, que hoy se pasean por el país como Pedro por su casa asesinando y amenazando colombianos con la complicidad de Uribe y su sequito.

Uribe mismo, gracias a su entuerto, también será cubierto con esta figura debido a su pasado criminal, como que fue creador de los grupos paramilitares, quienes bebían la sangre de sus victima y comían su carne.

Esta “jugada” política de Uribe y la oligarquía colombiana busca continuar su ofensiva mediática e ideológica de negar que en el país hay un conflicto armado y que las guerrillas son rebeldes y concederles estatus político a sus aliados paramilitares, los que él mismo que Uribe creo inspiró en los años 90s cuando fue gobernador de Antioquia.

La intención es, utilizando sus medios de desinformación y su desprestigiado aparato legal, convertir en delincuentes comunes a las guerrillas, sus contradictores políticos, y en delincuentes políticos a los paramilitares, herramienta mas del terrorismo de estado por ellos aplicado hace mas de 100 años.


* Director de Radio Café Stéreo

www.ajpl.un/radio

E-mail:info@ajpl.nu

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