domingo, 12 de agosto de 2007

Felicidades a Fidel en sus 81 años.



Por Noel Manzanares Blanco

Hace un año, vísperas del cumpleaños 80 de Fidel Alejandro Castro Ruz, carecía de motivo alguno para un festín por quien considero que es el mejor heredero y, a la vez, síntesis enriquecida del pensamiento revolucionario cubano, latinoamericano y universal. Recuerdo, como si se tratara de ahora mismo, cuánto sufrimiento se había apoderado de mí porque a él la vida le había interpuesto una zancadilla.

Pero la fortuna demoró poco en volver: para alegría de nuestro pueblo, Fidel ya despliega una actividad cada vez más intensa y sumamente valiosa, como lo demuestran sus reflexiones publicadas por la prensa, aunque ni en los momentos más graves de su enfermedad dejó de aportar su sabiduría y experiencia ante cada problema y decisión cardinal –certificó el compañero Raúl el pasado 26 de julio.

Por tanto, con renovado estímulo me dispongo a evocar la fuerza de su pensamiento, cuando millones y millones de personas en Cuba y allende los mares festejamos este 13 de agosto los 81 cumpleaños del Comandante en Jefe. En esta oportunidad, apenas traeré a colación algunas de sus infinitamente valiosas ideas reflejadas en los meses más cercanos.

Ante todo, me viene a la mente el esfuerzo realizado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) para darle los toques precisos a lo que devino Cien horas con Fidel --su extensa y fructífera conversación con Ignacio Ramonet--, particularmente el Capítulo 26: “Después de Fidel, ¿qué?”, en el que se aborda el futuro de Cuba.

En esa parte de su diálogo con el politólogo y ensayista franco-español, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba examina cómo crear la irreversibilidad del Socialismo cubano es responsabilidad del quehacer de los revolucionarios del archipiélago, si construimos la invulnerabilidad militar –sobre ello insiste en La llama eterna publicada el pasado 1ro de agosto--, además de edificarla en los ámbitos socio-económico e ideo-político de la nación. Sin lugar a dudas, se trata de todo un magisterio.

Asimismo, para esta ocasión deseo insistir en aspectos de una ofensiva por la humanidad que por lo menos ya tiene 15 años, a saber: su puntual preocupación y ocupación por temas relacionados con naturaleza-sociedad-persona, los que tienen un punto referencial en su discurso en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, efectuada en Río de Janeiro, Brasil, el 12 de junio de 1992.

A propósito de la estrategia de George W. Bush en el sentido de convertir en biocombustibles a fuentes de alimentos como el maíz y la caña –de acuerdo con la reunión sostenida por el mandatario yanqui con los fabricantes norteamericanos de automóviles el pasado 26 de marzo--, nuestro Presidente ha venido alertando a la comunidad internacional sobre los males que implican estos desatinos del principal inquilino de la Casa Blanca –ahí está la subida del precio de los alimentos y otros productos--; al tiempo que comparte datos irrefutables de cómo una Revolución Energética puede aportarle mucho más a los desposeídos de la tierra, como se evidencia en Cuba.

También, en el marco del actual combate periodístico del Comandante en Jefe se encuentra el reproche al desorden mundial imperante gracias a los desmanes aupados por siglos de Capitalismo; y puntuales revelaciones acerca del milagro de su existencia física, que incluyen maniobras de Bush, el hijo: a los más de 600 intentos de asesinato a su persona, se suma el pensamiento bushiano al respecto.

Puede asegurarse que para nuestro máximo líder no ha transitado inadvertido los principales acontecimientos que ha vivido Cuba y el mundo en general, incluyendo la lucha sin tregua por liberar de prisión a los Cinco Héroes, la denuncia al saqueo de recursos materiales y el robo de cerebros que ejercen los países del Norte sobre los del Sur y las amenazas del militarismo yanqui; amén de sus reflexiones entorno a los recién finalizados Juegos Panamericanos en Río de Janeiro, especialmente el corajudo papel desempeñado por la delegación cubana en esa ciudad brasileña.

Es decir, el compañero Fidel ha aprovechado su relativo receso al frente de las actividades revolucionarias –“igual que cuando estaba en lo que se llamó prisión fecunda”, según sus propias palabras-- para compartir razonamientos que redundarán en el enriquecimiento del acervo político-cultural de las fuerzas progresistas del patio y del universo.

Entretanto, pienso que el mejor homenaje que podemos y debemos rendirle al Primer Secretario del PCC un día como hoy, es el desvelo de todas y todos los revolucionario en aras de hacer cada día una obra mejor, lo que de seguro redundará en su pronto restablecimiento, más aún si somos consecuentes con el concepto de Revolución que él expresó el 1ro de mayo de 2000 –luz en la construcción del Socialismo en el siglo XXI en cualquier latitud.

Entonces, por lo muchísimo que le ha aportado a todos los pueblos del mundo, con fervor patriótico, revolucionario y socialista quiero exclamar a corazón abierto: ¡FELICIDADES, un sinfín de FELICIDADES para FIDEL!

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