miércoles, 18 de abril de 2018

Masiva reacción obrera ante el asesinato de un chofer de la línea 620

Desde la noche del domingo se vive una fuerte conmoción obrera por el asesinato del joven colectivero Leandro Miguel Alcaraz, de la línea 620, quien recibió esa tarde dos balazos frente a los pasajeros en la localidad de Virrey del Pino (La Matanza).
Mientras diversas líneas de la ciudad y Provincia de Buenos Aires se sumaban al paro convocado por los choferes de la zona oeste del conurbano bonaerense –que abarca cerca de 30 líneas-, alrededor del mediodía estos protagonizaron cortes tanto frente a la comisaría de Virrey del Pino con 300 choferes –a un kilómetro de donde sucedió el crimen- como ante la Municipalidad de La Matanza.

Reacción obrera

Frente a este nuevo hecho de inseguridad laboral, generado por la desidia estatal y patronal, rápidamente se produjo una enorme deliberación entre los choferes de la línea y más en general en toda zona Oeste. Ya en la noche del domingo los compañeros de Alcaraz cortaron la ruta y encendieron gomas frente a la comisaría, que ha tenido reiterados desplazamientos de comisarios por su rol como organizadores del delito en la zona.
Durante las primeras horas posteriores al asesinato se libró una aguda lucha entre los choferes, que reclamaban que la UTA convoque al paro nacional, y la burocracia, que intentaba amedrentar y contener. Ante la rebelión obrera que se abría paso, desbordando a la dirección de la UTA, se convocó a un paro de todas las líneas de zona Oeste. Las acciones siguieron con un corte autoconvocado de más de 500 choferes en la Gral. Paz y ruta 3, que se extendió hasta la mañana del lunes.
A su vez, producto del paro se produjo una literal paralización de la jornada de clases; desde el Suteba Matanza se emitió un comunicado de solidaridad con los choferes, y decenas de docentes de la zona de Virrey del Pino se acercaron a la comisaría a solidarizarse con el reclamo.
Los responsables
Desde el Partido Obrero de Matanza y Zona Oeste nos solidarizamos con los choferes en sus reclamos y hacemos responsables de estos hechos al gobierno provincial y municipal, que se jactan de seguir elevando los presupuestos para sus fuerzas represivas para luego hacer de las barriadas grandes zonas liberadas para el delito, que ellos mismos dirigen.
Hacemos igualmente responsables a las patronales del transporte que no garantizan las instalaciones mínimas para que los choferes no queden expuestos cada vez que salen a trabajar.
Planteamos:
• Fuera la mafia de la Policía Bonaerense, por el control popular de las fuerzas de seguridad con elección de delegados entre vecinos y trabajadores. Aperturas de los libros y partes diarios de las comisarías.
• Implementación de cabinas de aislamiento para preservar la seguridad de todos los choferes. Nacionalización de toda empresa que se niegue a implementar las medidas de seguridad laboral.

Juan Romero

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