El gobierno porteño contra la salud pública.
El gobierno porteño analiza “desarrollar un nuevo hospital de alta complejidad” sobre la base de reconvertir cuatro hospitales de especialidad (el María Ferrer, de enfermedades respiratorias; el Marie Curie, oncológico; el IREP, de rehabilitación psicofísica y el de gastroenterología, Bonorino Udaondo), ubicándolos a todos en el predio que actualmente ocupa el hospital Muñiz.
En realidad se trata de liquidar esos hospitales especializados para convertirlos en meros servicios de un hospital, con la consiguiente reducción de servicios, de profesionales, de personal de enfermería y administrativo y de camas destinadas a la internación, todo lo cual supone una disminución drástica en la cantidad de pacientes que se atenderían. La otra cara del plan es la apropiación de tierras públicas de alto valor, para pasarlas a manos de especuladores inmobiliarios.
El proyecto oficial ha generado una importante reacción por parte de profesionales y trabajadores que rechazan este brutal ataque a la salud púbica.
El plan es económicamente ambicioso, ya que se avanzaría en la apropiación de tierras ubicada en barrios muy codiciados para los agentes de la especulación inmobiliaria como las del Irep, ubicado en la zona de Nuñez o los del Marie Curie, que está asentado cerca del Parque Centenario.
Según la presentación del proyecto, el valor de venta de esos activos asciende a u$s123,7 millones (Udaondo, Curie, Ferrer, IREP, cotización LJ Ramos diciembre 2017).
Este “nuevo” hospital que busca Rodríguez Larreta es un retroceso absoluto en la atención de la salud de la población más necesitada, usuaria mayoritaria de los hospitales públicos, ya que busca convertir a los centros de salud monovalentes en simples servicios dentro de un instituto.
También implica un achicamiento en la atención y jerarquía de las especialidades que se tratan en cada hospital y, obviamente, la reducción de los planteles de trabajadores y profesionales de cada institución.
A su vez, desde el punto de vista sanitario implica un riesgo, ya que se traslada a un ámbito donde se tratan enfermedades infectocontagiosas a pacientes inmunocomprometidos o tener afecciones severas respiratorias.
Respuesta de trabajadores y profesionales
En los hospitales afectados esta noticia ha generado un proceso de deliberación y descontento entre los trabajadores y pacientes. El IREP hace meses que está sufriendo una reubicación progresiva del personal de la sala pediátrica hacia otros hospitales y avanzando con el cierre de la misma, que fue estrenada por el gobierno porteño hace solo dos años y que cuenta con todos los elementos necesarios como para funcionar, aunque no está habilitado para la atención a los pacientes.
Los trabajadores de ese hospital convocaron el mes pasado a un abrazo al hospital y a un corte en la Avenida del Libertador y Juramento para denunciar este cierre, que está orquestando desde el gobierno de la Ciudad.
Por su parte, en el hospital Muñiz, con la asistencia de médicos y profesionales de Trabajo Social, se realizó una asamblea de la filial de la Asociación de Médicos Municipales. Se denunció y rechazó el plan, que supone la reducción de 200 camas de internación en el Muñiz (que en la actualidad cuenta con 350), y un total de 500 camas de internación para los cinco hospitales.
También prevé la demolición de buena parte de la edificación existente, que incluye áreas de valor histórico. En la asamblea se denunció la ausencia de un plan sanitario y las consecuencias del proyecto en detrimento de la salud pública.
También se cuestionó la oferta salarial de 12%, que se lleva adelante en un acuerdo clandestino, sin participación de los profesionales.
En el Marie Curie los trabajadores en asamblea han decidido convocar a un abrazo al hospital para el jueves 10, a las 10 horas. Y en el Udaondo también se está organizando una asamblea contra este proyecto.
En el 2010, cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno, había anunciado un proyecto similar que planteaba la unión de los hospitales Muñiz, Ferrer y Udaondo. Sin embargo el plan naufragó ante su inviabilidad sanitaria y el proceso de lucha que se gestó entonces con la resistencia de los trabajadores de la salud a la usurpación de los terrenos del Borda, por parte del gobierno de la Ciudad.
Pedido de informes del PO-FIT
Desde nuestra banca del PO-FIT en la Legislatura, que ocupa Gabriel Solano, hemos presentado en la Comisión de Salud un pedido de informe sobre este proyecto. En el pedido, apuntamos a la defensa de todos los puestos de trabajo, el reconocimiento de los regímenes laborales y el de los hospitales de especialidad.
A su vez planteamos que una verdadera jerarquización de la salud pública parte de un relevamiento de las condiciones de trabajo, de las necesidades acuciantes de nuestro profesionales que cumplen jornadas extenuantes, sobrecargados de trabajo, con salarios muy bajos, todo lo cual se agrava por la falta de equipamientos e insumos básicos, en hospitales con una infraestructura precaria.
Dar respuestas a estas necesidades es la base para asegurar una mejora en la salud pública.
Martín SH
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