Falleció Gualberto Solano, un luchador

El padre de Daniel Solano, el joven muerto y desaparecido en Choele Choel a manos de una banda de policías, murió esta madrugada.

Hoy, poco antes de las 7 de la mañana, falleció en un centro de salud de Salta Gualberto Solano, un luchador que desde hace seis años ha estado buscando justicia para su hijo Daniel, cosechero desaparecido por la policía de Río Negro cuando comenzaba a hacer reclamos laborales para él y sus compañeros "golondrinas", contratados por las multinacionales de la provincia.
Gualberto Solano falleció hoy mientras los policías imputados por el asesinato de su hijo asisten al juicio, que debiera condenarlos, en libertad y cumpliendo funciones. De 41 testigos citados, solamente 23 se presentaron. El abogado de Gualberto –y también su confidente, amigo y compañero de lucha– Sergio Heredia denuncia que el tribunal hizo caso omiso a su pedido de que sean convocados por la fuerza pública. “Estos tipos se van a fugar, ahora deben estar festejando creyendo que vamos a quedar afuera de la querella. Nosotros somos la acusación, no la fiscalía”, dice (Rio Negro, 3/4). A los responsables políticos del encubrimiento del asesinato de Daniel, la Justicia ni siquiera los citó a declarar.
Gualberto falleció hoy mientras, mientras que la desaparición de su hijo y la impunidad judicial y política con que se ha manejado el caso son el reflejo de las condiciones de explotación y maltrato en que trabajan y viven los trabajadores del sector frutícola de la provincia.
Falleció Gualberto. Murió luchando, mientras las mismas condiciones por las que Daniel reclamaba se mantienen hasta hoy, con la complicidad de todos los poderes.
Gualberto y sus abogados, Heredia y Aparicio, han mantenido una lucha permanente para llevar a la cárcel a todos los responsables.
El estado de Río Negro, su gobierno, su justicia son responsables de que Gualberto muera sin haber logrado la justicia que buscaba.
Falleció un luchador, es necesario mantener en pie esa lucha.
Justicia por Daniel Solano. Cárcel a todos los responsables.

Mali Quintillán