Entrevista con Victoria Montenegro, nieta recuperada
Hasta los 25 años Victoria Montenegro fue María Sol Tetzlaff, hija del coronel Herman Tezlaff, Jefe de inteligencia del Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”. María Sol, que había nacido en 1976, fue criada como una buena hija de Coronel: hablaba de subversión, de terroristas, de guerra civil. Le habían enseñado que cada uno de los guerrilleros que el ejército daba de baja representaba “uno menos” en una lucha de igual a igual en defensa de la Patria.
María Sol era hija de una madre que nunca había estado embarazada. De un Coronel que la sentaba a la mesa a escuchar el modo en que la patota levantaba subversivos. María Sol era de esas niñas que corrían por Campo de Mayo cuando acompañaban a trabajar al padre.
A los 25 años y gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, Victoria descubrió que nunca había sido María Sol. Que era un nombre ficticio, el envoltorio que encubría el engaño. Que Herman Tetzlaff, a quien sus compañeros torturadores llamaban “Gordo José”, no era su quien decía ser sino el asesino de Hilda Ramona Torres y Roque Orlando Montenegro, sus verdaderos padres, dos militantes del ERP salteño.
Allí comenzó el proceso en el que Victoria dejó de ser María Sol Tetzlaff, para convertirse en Hilda (como su madre) Victoria Montenegro, militante política y referente en la lucha por lo Derechos Humanos. Quien la haya escuchado hablar no puede dudar del lugar de referencia que ocupan las palabras de Victoria en materia de Derechos Humanos. Por eso, cuando el gobierno de Mauricio Macri, a través de su Secretario de Derechos Humanos, Sergio Abruj publicó un nuevo material en el que señala que fueron solo 7.000 los desaparecidos, Victoria no duda y sentencia: “No es inocente: es una provocación y una falta de respeto”.
“La intención política de Macri con la Secretaría de Derechos humanos es cuestionar la cantidad de desaparecidos”, comenta Victoria con tono firme. “Buscan avanzar sobre los derechos del pueblo y para eso necesitan desprestigiar la lucha de los organismos de Derechos Humanos, porque el proyecto que tienen para la sociedad no va a cerrar sin represión. Pero hay una clara intención de la sociedad que no quiere volver a esa etapa represiva y por eso atacan fuertemente. Atacan las cifras y al mismo tiempo atacan áreas importantísimas para nosotros: el acompañamiento a las víctimas, el Centro Ulloa, y al mismo tiempo paralizan las leyes de reparación para víctimas de desaparecidos”.
“El macrismo tiene un objetivo muy claro y es que no podamos recuperar la memoria. Nosotros pudimos avanzar no solamente en los jucios por delitos de lesa humanidad contra los autores militares sino que buscamos que cada vez quedara más clara la complicidad civil y financiera que hubo detrás de la dictadura militar. Y allí están los apellidos de muchos de los que hoy son funcionarios del ejecutivo nacional. Por eso frenan las causas por delitos de lesa humanidad, por eso intentan que los genocidas tengan arresto domiciliario, por eso persiguen a la Procuradora General de la Nación. Hay causas que realmente les molestan porque tienen que ver con sus socios directos como Massot, Blaquier e incluso el caso de Papel Prensa”, concluye Victoria.
Grito del Sur
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