martes, 15 de noviembre de 2016

“Bonazo” de fin de año para Edesur y Edenor



De manera sigilosa el gobierno introdujo en el Presupuesto 2017 un verdadero regalo a las empresas de electricidad. Se trata, nada más y nada menos, de condonar la deuda de 19.000 millones de pesos que éstas tienen con la Cammesa, la empresa mayorista de electricidad controlada por el Estado.
El beneficio abarca a empresas eléctricas de las provincias como así también a Edesur y Edenor. En el caso de éstas últimas recibieron ya durante el último año del gobierno kirchnerista un subsidio superior a los 1.000 millones de pesos para cubrir gastos operativos. Los titulares de estas empresas, entre los que se encuentra Nicolás Caputto, amigo íntimo del presidente Macri, usaron esos fondos para expandirse en otros negocios sin invertir un peso en infraestructura.
Este “bonazo” de fin de año a favor de las empresas eléctricas desnuda las mentiras que los gerentes de las mismas dijeron en la audiencia pública de hace un mes, cuando señalaron que no recibían subsidios del Estado. Como lo denunciamos en aquella oportunidad, los subsidios estaban ocultos en la deuda que las distribuidoras tenían con la mayorista Cammesa. El mecanismo era un negocio redondo: no ponían un solo peso por la electricidad que luego vendían a los consumidores finales. Al final estaba claro que la deuda era un pagadiós que jamás pensaban cancelar.
Este regalo multimillonario a empresas vaciadoras prueba, además, que es falso que Macri haya venido a terminar con los subsidios. Estos son eliminados para los trabajadores pero se incrementan cuando se trata de beneficiar a los capitalistas. Mientras tanto, se mantiene el impuesto al salario para poder financiar este dispendio enorme a costa del pueblo.
Macri, es cierto, no actúa solo. El Presupuesto 2017 cuenta con el apoyo de los bloques opositores, como el massismo y la mayoría del Frente para la Victoria. Sólo el Frente de Izquierda denuncia esta entrega y reclama la nacionalización de las privatizadas y la investigación a fondo de sus cuentas.

Gabriel Solano

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