Un protectorado de la Asociación de Bancos

El gobierno parece marchar a un arreglo con los fondos buitre, bajo el patrocinio de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba). Los 250 millones de dólares que depositarán en Nueva York los Brito y los Escasany, podrían ser una garantía del pago o un anticipo de compra de la totalidad de la deuda. En cualquiera de los dos casos, los banqueros ‘nacionales’ salen al rescate de sus títulos públicos en cartera y cuyo derrumbe temían en caso de un default.
El artífice de esta salida de último momento habría sido Jorge Brito, el banquero sospechado de haber financiado a Boudou y su claque en el caso Ciccone. Durante la jornada que precedió a la oferta, los títulos públicos subieron, precisamente, “por las compras de los bancos” (La Nación, 30/7). Brito y compañía salieron a comprar los títulos en baja, a sabiendas de que serían rescatados por ellos mismos. En la variante de comprar la totalidad del juicio con los buitres, los bancos pagarían 1.200 millones de dólares por una deuda que hoy asciende a 1.660 millones. O sea que los banqueros podrían alzarse con un beneficio de 300 a 400 millones, un 30% de lo invertido, en cuestión de meses.
La opción de arreglar con los buitres a través de la intermediación de bancos privados fue largamente discutida durante esta crisis. Pero el gobierno la había descartado siempre, con el argumento de que podría disparar la cláusula Rufo. ¡Nada de esto se modifica con la “salida Brito”! O sea que la Argentina no ha zafado del peligro de una avalancha de juicios. En la “vaca” que pondrán los bancos podría entrar también el macrista Banco Ciudad, con el objetivo de refinanciar sus gruesos pasivos en dólares.
Para que la compra de la deuda de NML Singer tenga un resultado efectivo, falta lo más importante: un régimen económico diseñado integralmente para el pago de la deuda externa, por parte del Estado. La libertad de movimientos que exigirá el capital financiero para refinanciar la deuda argentina empuja al levantamiento del cepo, a la devaluación y a la internacionalización de las tarifas de los servicios públicos -o sea, el tarifazo.
El gobierno de “patria o buitres” ha quedado reducido a un protectorado de la asociación de bancos.

Marcelo Ramal