jueves, 28 de agosto de 2014

Fracasó la operación del Gobierno






Las principales concentraciones urbanas del país amanecieron hoy como si fuera un feriado. La operación política del Gobierno nacional pactando con Roberto Fernández de la UTA el funcionamiento de ómnibus y colectivos no pudo evitar que millones de trabajadores de todas las ramas de producción y de los servicios se quedaran en sus casas. Los trenes urbanos están paralizados al igual que todos los aeropuertos del país y los bancos. La Línea B del Subte es la única que paró a instancias de sus delegados, con Claudio Dellecarbonara a la cabeza. Pero, al igual que los colectivos que funcionan en el área metropolitana, las formaciones están sin pasajeros. Aunque los gremios docentes no llamaron al paro, las escuelas están sin alumnos.
Es el tercer paro nacional que enfrenta Cristina Fernández. Pese a una convocatoria burocrática y tardía, pese al temor a los despidos que azota a la industria, pese a la abierta carnereada de los dirigentes sindicales de los principales gremios, millones de trabajadores decidieron dar un nuevo mensaje de protesta al Gobierno y a las patronales.

Panamericana

Desde muy temprano se fueron agrupando en el ya mítico kilómetro 35 de la Panamericana (intersección con la Av. Henry Ford) trabajadores de Kraft, Lear, Pepsico que se unieron a una importante columna de Donnelley que marchó desde la planta ubicada a un kilómetro del corte. Distintas organizaciones de izquierda acompañan a los trabajadores.

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