sábado, 31 de mayo de 2014
Mendoza: El Ejercito y la represion ilegal, malas compañias
Juicio por la represión en Mendoza
El 21 de mayo, en dependencias de la VIII Brigada de Infantería de Comunicaciones, se realizó una de las cuatro inspecciones oculares estipuladas por el Tribunal Oral Federal 1, en el marco del megajuicio por delitos de lesa humanidad. Está probado que entre 1975 y fines de 1976 se desplegó allí un centro clandestino de detención, con personal e infraestructura militar destinados a la aplicación sistemática de torturas a decenas de personas prisioneras.
Asistentes al reconocimiento junto a los sobrevivientes en el edificio donde eran torturados. Allí funcionó la radioestación de Comunicaciones.
Se estima que fueron más de un centenar los detenidos durante el funcionamiento pleno de dos de las tres cuadras de Comunicaciones que se ocuparon para tal fin, y que hubo al menos seis mujeres ilegalmente detenidas en otra área del predio de la también llamada “Compañía de Comunicaciones de Montaña VIII”. Se considera que ese campo de concentración era un punto de detención y “ablandamiento” masivo similar al que funcionó en el Liceo Militar. Por allí pasaron contingentes de militantes y referentes, de amplio reconocimiento social y exposición pública, en los meses cercanos al golpe de Estado y antes de ser “legalizados”, puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y trasladados a la Penitenciaría Provincial en algunos casos. El grueso de las personas que pasaron por Comunicaciones concluyeron sus presidios años después en la Unidad 9 de La Plata, luego del masivo y cruento traslado del 27 de septiembre de 1976 en el avión Hércules.
Los aportes de los sobrevivientes Gaitán, Guidone, Tagarelli y Toledo permitieron establecer los emplazamientos de los antiguos pabellones, la existencia de un edificio que funcionó como lugar de torturas y un amplio abanico de implicados, tanto civiles como militares.
El mayor centro clandestino del Ejército en Mendoza es comparable con el D2, su correlato de la Policía Provincial, tanto por el número de víctimas como por el grado de violencia aplicado. Desde hace décadas las denuncias, investigaciones y causas elevadas han dado cuenta del terror que allí se vivió: secuestros, aislamiento, tabicamiento, golpizas, torturas e incluso desapariciones, como es el caso de Luis Moriña Young, visto por última vez con vida por sus compañeros en ese predio militar. Lo que los juicios permiten es ampliar responsabilidades por violaciones a los derechos humanos, redimensionar hechos aberrantes no del todo visibilizados, y redefinir el nivel articulador y estructural que tenían los militares en la represión ilegal. El recorrido del pasado miércoles permitió profundizar esas líneas de investigación; de ahí su carácter histórico, al igual que el de cada una de las recientes inspecciones realizadas.
Oscar Guidone, Mario Gaitán, la secretaria Natalia Suárez, la fiscal Patricia Santoni y el juez Raúl Fourcade.
A este cuarto juicio llegaron imputados nueve exmilitares, tres de los cuales fueron apartados por motivos de salud. Se trata de Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo del Ejército; Enrique Gómez Saá, uno de los jefes de Inteligencia en Mendoza, y el exoficial Roberto Montes Salvarrey. De los finalmente acusados, Ramón Ángel Puebla, Paulino Enrique Furió y Dardo Migno, respectiva y jerárquicamente jefe, jefe de Inteligencia y jefe del Lugar de Reunión de Detenidos (LRD, es decir el centro clandestino) de Comunicaciones ya han sido condenados por otros hechos en los juicios anteriores. El cuarto acusado, en cambio, sí afronta un proceso por primera vez. Es el exenlace militar José Antonio Fuertes, conocido como “el represor al que se le perdió un prisionero”. Se trata de Santiago José Illa, desaparecido desde el 12 mayo de 1976, cuando Fuertes lo trasladó desde la Penitenciaría al Liceo Militar. En una indagatoria, el acusado ratificó que la firma de la entrega de Illa era suya; sin embargo, no pudo justificar su desaparición “a menos que el prisionero se haya escapado”. Los cuatro están acusados por conformar una asociación ilícita que, tras privar a Illia de su libertad, ejecutó su homicidio. Pero no son los únicos. Carlos Horacio Tragant y Pablo Antonio Tradi, exmilitares “de carrera”, también están acusados por este caso paradigmático respecto de las responsabilidades castrenses. Tragant era el director del Liceo Militar y Tradi, uno de sus hombres de confianza. Ambos permanecen detenidos en Marcos Paz, Córdoba.
Entre personal militar y de Justicia, fiscales, querellantes, defensores, víctimas del terrorismo de Estado y periodistas, alrededor de 40 personas hicieron el recorrido de reconocimiento del predio militar ubicado en el Parque San Martín a la altura de la Avenida Lencinas, vía de acceso a la UNCUYO. El ingreso se realizó por la transitada avenida Boulogne Sur Mer y, si bien el trayecto contó con cierta rigurosidad formal por parte de la recepción militar, la delegación al mando del general de Brigada Ocampo acompañó correctamente las inquietudes del grupo. Fue el doctor Raúl Fourcade, uno de los jueces del Tribunal, quien condujo la inspección; facilitó y dio lugar en todo momento a las expresiones de las víctimas, y de las abogadas y abogados de las partes.
Daniel Tagarelli, Luis Toledo, Mario Gaitán y Oscar Guidone dieron testimonio de las vejaciones a las que fueron sometidos, entre otros puntos de detención, en el centro clandestino que funcionó desde antes del golpe de Estado en Comunicaciones. Todos permanecieron por meses, aunque en distintos lapsos, entre fines de 1975 y septiembre de 1976, en los “barracones”. Según se pudo determinar en la inspección, estos ocupaban un área similar a una cancha de fútbol y se ubicaban aproximadamente hacia el centro del predio, entre algunos edificios de la época aún en pie. A instancias del magistrado, la reconstrucción de lo vivido terminó siendo una experiencia colectiva entre los compañeros, con recuerdos y precisiones que surgían en distintos puntos del recorrido, con el contingente en círculo o caminando, mientras trataban de comprender el alcance de lo que casi de manera naturalizada se mencionaba como “aparato organizado de poder para asegurar el terrorismo de Estado”.
Así lo describieron los sobrevivientes, como “algo muy parecido a un campo de concentración nazi”, con decenas de prisioneros en cuadras militares que albergaban a 60 personas distribuidas en cuchetas, con un área “libre” entre dos cuadras, perimetrada con alambre de púas y soldados apostados permanentemente con ametralladoras. Los pabellones tenían un largo de 50 metros y estaban dispuestos de norte a sur, sobre una elevación de “unos diez escalones, aunque más baja hacia la cuadra del medio, siempre ocupada por detenidos”. En cada uno de los extremos de los pabellones estaban los baños y la oficina de guardia, primer lugar de “ablande” antes de las sesiones de torturas extremas. A la salida de la cuadra central estaban, a un lado, la oficina del teniente Dardo Migno, reconocido jefe del centro clandestino; del otro lado, una habitación que funcionaba a modo de recepción de los detenidos que llegaban de otros centros o provenientes de nuevos operativos de secuestros, y como lugar de espera para los prisioneros que serían torturados. Ese punto consistía en un sitio aislado en el interior del predio, a unos 100 metros hacia el noroeste, próximo a la Avenida Lencinas. Era la Central de Radiocomunicaciones, contenía equipamiento y el edificio, que aún existe, fue reconocido por Gaitán y Toledo.
Si bien las víctimas eran vendadas cuando las llevaban a la tortura en jeeps y camiones del Ejército, todos pudieron reconocer a alguno de los represores, por descuidos en los procedimientos y por la cotidianidad con que se movían en la cuadra. Así, el suboficial Peralta era el principal guardia, al punto de vivir con su familia en el predio. También salieron los nombres del sargento Pagella, del oficial Largacha, y de los suboficiales Cabañas y Robles, algunos de ellos mencionados en juicios previos. Se reiteró puntualmente que, en varias oportunidades, Migno y Peralta condujeron y encapucharon a detenidos hasta la entrada de la sala de torturas. También señalaron la presencia de “El Porteño”, perverso personaje que aparece en la mayoría de los relatos como el conductor de los interrogatorios con torturas, tanto en el D2 como en la Brigada y en el Penal.
Las pruebas vivientes
Daniel Tagarelli fue detenido el 22 de noviembre de 1975 y enviado al D2. A principios de diciembre fue trasladado junto a un grupo numeroso en camiones del Ejército a Comunicaciones. Contó que llegó “en tal estado lamentable del D2 que fui asistido por soldados para poder comer”. El primer interrogatorio “fue político, sin violencia”. Lo hizo un capitán quien, por el tenor de sus preguntas y la expresión “Nosotros ya vamos a llegar”, dio al detenido la pauta de un plan exhaustivamente diseñado. “Somos una prueba viviente de que todo estuvo preparado de antes. Y de que nuestro compañero Luis Moriña Young –actualmente desaparecido– fue visto con vida en este lugar”, dijo Tagarelli. Agregó que las torturas eran periódicas, que los colgaban boca abajo de un palo y que “hasta que quedamos a disposición del PEN y aparecimos legalizados en la cárcel, acá estábamos de regalito”.
Además de resaltar la solidaridad que existía entre los compañeros detenidos, Daniel refirió dos situaciones que vivió como particularmente traumáticas: el encuentro por cinco minutos, vendados y esposados, que tuvo con su novia Silvia Mícoli, detenida en la dependencia militar a instancias de un sargento; y el simulacro de fusilamiento masivo al que sometieron a toda la cuadra “una noche frente al murallón por orden de la Comandancia”. “Ustedes van a ser fusilados en nombre de la Patria” recordó. Y el “¡Apunten, fuego!”. Y los disparos al aire.
Luis Toledo fue detenido los días inmediatos al golpe de Estado y trasladado hasta fines de abril al Liceo Militar. Ya en Comunicaciones, evocó un discurso que Migno, “que venía de Tucumán”, dio a los prisioneros “para envalentonar a su tropa”: “Nos dijo que acá no iba a pasar lo mismo que en Trelew donde hubo sobrevivientes, que nos iban a matar a todos”. Entre otros datos, Toledo aportó que vio a Reynaldo Puebla –a quien habían secuestrado de su casa y “estaba perdido, nadie sabía dónde lo tenían”– por la ventana de un edificio, fuertemente torturado. También narró que en el predio había compañeras detenidas en lo que se conoce como el “Casino”: “Un día desde el alambrado vi a Betty García, que me saludó como diciendo 'Me voy, Luis'”. Luego, la señora Vilma Rupolo me confirma que habían sido varias”.
A Luis sigue sorprendiéndolo la fluidez e impunidad con la que los militares se manejaban en un sitio donde, además, decenas de jóvenes hacían la conscripción: “A la noche vigilaban el perímetro desde autos Fiat 125. Había civiles, había personal armado, había mucho movimiento”, señaló.
Oscar Guidone fue secuestrado el 2 de junio de la casa de sus padres en un operativo de enorme despliegue, con más de 30 uniformados y dos camiones en escena. A su ingreso, consideró en 150 el número de detenidos. “Parecía que marcaban tarjeta los torturadores, de ocho de la mañana a ocho de la noche, era el calvario para nosotros”, dijo, y se explayó sobre los “tres modos de tortura” de los que fue víctima. En el primero fue colgado durante cuatro horas y sometido a todo tipo de apremios, no le realizaron preguntas y el maltrato derivó en la extracción de su bazo en el Hospital Militar. En el segundo volvió a perder el conocimiento, pero “fue peor todavía, picana y más picana sobre una mesa de ping pong, tiros por arriba de mi cuerpo, gritos de un compañero torturado al lado y el 'Porteño' diciendo 'Dale manija al máximo'”. “Llega un punto en que el cuerpo ya no siente pero la cabeza sigue funcionando”, completó al describir que en esa sesión, por la contracción muscular, se cortaron las cadenas que sujetaban sus manos y pies. La última sesión fue más leve y la realizó “gente de mayor edad”.
Oscar se casó en esa situación de ilegalidad en la capilla de la Brigada. Su novia de entonces estaba embarazada y él aceptó ante la disyuntiva familiar. El 21 de septiembre de 1976, luego de una semana de convalecencia por las torturas recibidas, Migno lo condujo con el padre Rafael Rey, capellán militar, “confesor” de los detenidos, y testigo ineludible sobre lo que sucedía en ese centro clandestino. Dijo la víctima: “Monseñor Rey es absolutamente testigo y sabedor de todas estas cosas, de la cantidad de gente que torturaron, sacaron e incluso mataron aquí. Acá torturaban muy mal y él lo sabe”.
“Puedo afirmar, señor juez, que aquí funcionaba la Radioestación de Comunicaciones como lugar de torturas. Recuerdo que me traía Migno y había autos estacionados. Veíamos pasar autos por esa calle lateral que da a la cancha de Gimnasia y Esgrima. Era ideal para las prácticas de torturas porque estaba aislado del resto de las estructuras edilicias, lo único contiguo era una cancha de fútbol”, dijo Mario Gaitán sobre el final del recorrido, una vez que el contingente encontró el sitio buscado. Desde el principio, Gaitán se había mostrado mejor orientado con respecto a las disposiciones espaciales del predio. Había sido trasladado allí a principios de julio de 1976, luego de 40 días en el D2. Su compañero Toledo lo respaldó mientras indicaba una pared de la sala: “Ahí vi a Migno, a Pagella y al 'Porteño'”. Ese cielo raso no existía. Por arriba, desde la juntura de las dos alas del techo nos colgaban y levantaban para torturarnos”. En una de esas sesiones, a Mario Gaitán le fisuraron las costillas.
Sebastián Moro
Reseña del libro "Los desafíos de una transición histórica"
Sobre el concepto de transición en el "Partido Obrero"
El Partido Obrero ha publicado y puesto a la venta en forma publica, un folleto titulado “Los desafíos de una transición histórica”, donde se recogen las intervenciones realizadas por su dirigente, Jorge Altamira, ante los delegados del partido en el XXII Congreso de ésta organización realizado en la semana santa de este año.
No deja de resultar curioso, sobre todo en nuestro país donde la vida interna de los partidos políticos es un misterio guardado bajo siete llaves a la mirada del gran público, que un partido, que se define por su carácter socialista y revolucionario, dé a publicidad abiertamente todos aquellos elementos que estuvieron presentes en las discusiones de una instancia organizativa tan fundamental para la vida interna de un partido político como es su Congreso nacional.
De hecho, es poco común o desconocido que se realicen congresos en la mayoría de fuerzas políticas que pululan en el país, donde se acuerden democráticamente los lineamientos de la intervención de esas fuerzas en una situación nacional e internacional, marcadas por las crisis.
Menos común aún, es que los aspectos esenciales de sus análisis, su estrategia, sus construcciones frentistas y métodos sean entregados a la sociedad para ser sometidos a discusión.
En general, es el misterio, la maniobra y el escamoteo lo que define la vida interna de las organizaciones políticas de la burguesía y de la pequeña burguesía.
La realización de debates congresales al interior de los partidos es una práctica abandonada o nunca realizada por estas organizaciones, las que prefieren actuar en la realidad nacional, desde un empirismo vacío y donde todo su programa de acción se inscribe de acuerdo a la intervención de los lobbys corporativos empresariales que los financian; la opinión de la prensa burguesa y los prejuicios sociales de una pequeña burguesía reaccionaria inclinada a la política. Un licuado electoral fantástico, destinado al único fin de cosechar votos.
Mientras, los “especialistas en candidatearse” se pavonean en los medios de prensa, obedientes de los mandatos del capital nacional y extranjero, como corresponde a una clase política subordinada. La publicación de este folleto del PO responde a necesidades inseparables del proceso de transición que anuncia: por un lado, porque intenta generalizar a los más amplios sectores el debate sobre una estrategia obrera de salida a la crisis; por el otro, porque se transforma en un intento saludable de popularizar el lenguaje de la izquierda revolucionaria (en contraposición al confuso y lavado “relato socialista” de una pequeña burguesía democratizante, horizontalista, “independiente”, filo foquista o conciliadora) al comunicar en forma abierta de cara a los trabajadores lo que resulta de sus análisis, diagnósticos y perspectivas discutidos en su Congreso. El PO intenta entrar en dialogo con las más amplia masa de activistas, y esto en medio de una crisis que mantiene atenta la escucha de los trabajadores, dando forma, de este modo, a un objetivo estratégico que es definido como imprescindible, “la fusión del movimiento obrero con la izquierda”.
Los problemas de la transición
Toda transición supone un pasaje de un estado a otro y como consecuencia un cambio de situación o el pasaje “de una crisis a otra crisis”.
Altamira afirma que es en el análisis de las transiciones donde se ven aparecer los elementos que expresan todos los desequilibrios por la que atraviesa la situación política, y estimula a los delegados y a los militantes del Partido Obrero para que estudien la transición política, considerada desde el punto de vista metodológico como opuesta a la “reafirmación de la constancia” sostenida por otros partidos de la izquierda y la centro izquierda. Este polémico concepto de “reafirmación de la constancia” debe ser entendido como el sentimiento intelectual que, ganado por la inercia de los hechos y la repetición de las etapas, sostiene el carácter permanente de lo dado (inmutabilidad de la situación) y no como sinónimo de fortaleza de principios o firmeza en las convicciones.
La negación o la ignorancia de la transición política, realizada por los partidos tradicionales y pequeños burgueses, es la expresión de su incapacidad para caracterizar a sus propias organizaciones y partidos como organismos vivos e insertos en la lucha de clases. Las ideologías conservadoras y conciliadoras con el régimen burgués coloca a estas organizaciones en una posición de desmentida de cualquier proceso de mutación social, sobre todo, cuando el movimiento obrero tiene una fuerte intervención.
Pero en esta negación de la transición, de algún modo esperable por parte de las fuerzas tradicionales y centristas de la burguesía y la pequeña burguesía, Altamira incluye, “hasta cierto punto a la (propia) izquierda de carácter sectario” cuya actuación es el resultado de una necesidad política que los absuelve de orientar y dirigir al movimiento obrero en un cuadro de mutaciones sociales y reacomodamiento de fuerzas históricas, en el empeño por permanecer como opositores y no “saltar el cerco” de transformarse en una alternativa política. El encuentro de Atlanta podría ser un ejemplo de eso. Donde sectores de izquierda (organizados en el FIT) que consiguen consagrar representación parlamentaria con más de un millón 300 mil votos vuelven al redil ideológico que los atenaza detrás de referentes políticos hostiles al manifiesto político acordado por el Frente de izquierda.
Es en el análisis profundo de la transición en donde se aspira a descubrir la dinámica real de una situación inmersa en una crisis que supera la coyuntura, y no en las maniobras de ida y vuelta adhiriendo a sectores que se han demostrado hostiles al programa de la izquierda revolucionaria, conciliadores con la burocracia sindical y estatistas en el reclamo a la burguesía.
Aplicar con rigor el método marxista a la investigación de las transiciones en sus diferentes aspectos (subjetivos y objetivos) tiene la función de potenciar todos los fundamentos estratégicos de la acción de un partido obrero que, en definitiva, interviene cotidianamente para que el proceso que emerge se desenvuelva en un sentido revolucionario.
En una transición conviven simultáneamente elementos contradictorios que se corresponden a una y otra etapa y que contienen conexiones objetivas que superan el impresionismo resultante de un determinado relato, sea este liberal o nacional y popular. Por eso, se puede concluir en que “la bancarrota de 2001/2002 se ha transformado en la bancarrota de 2008” y se ha proyectado en la crisis de deuda que en la actualidad conduce a un rodrigado y a la entrega del patrimonio nacional por parte de un gobierno que pintado de “nacional y popular”, termina atado a los organismos internacionales de crédito como cualquier vulgar personaje neoliberal.
Altamira, con su análisis de la transición, reemplaza el estudio de la situación político económica, feteándola en etapas, por una mirada atenta e integral a todo el proceso de crisis.
La transición es un conjunto de elementos opuestos y contradictorios dentro de una dinámica más general, que subordina y subroga la temporalidad de “la etapa” a un estudio superior y más universal de los elementos constitutivos de la crisis. La transición es en algún sentido la negación de las “etapas”, aunque muchas veces se confundan o se discutan como una misma cosa.
Las etapas tienen una característica ordinal donde se sujetan una a las otras; “la etapa” influenciada como planteamiento por estalinismo esboza desde su concepción unos de los problemas esenciales de esta fuerza reaccionaria: la deficiencia del pensamiento dialéctico.
Los cultores de las etapas las demarcan siempre por algunas abstracciones que expresan el alcance de los nuevos “signos que surcan el cambio de la etapa”, por lo que entienden como un inadmisible el análisis de las contradicciones que se desenvuelven en el proceso político. La “etapa”, tiene para ellos el valor fetichista de lo “concreto” y este, a su vez, es resultado del dilema simple entre el blanco o el negro. Es por eso que no le resulta difícil al dirigente del PO poder demostrar como un absurdo del imaginario de una izquierda históricamente obediente y domesticada al nacionalismo burgués, la evaluación que en 2005 el kirchnerismo, con su política de quita de deuda, dio un golpe de timón que “marcó un cambio de etapa” hacia la izquierda.
En el folleto del PO se demuestra contundentemente que el famoso giro K en el tema de la deuda (de 2005) fue parte de la misma transición que conduce a la bancarrota capitalista de la actualidad. La “etapa” de Néstor está marcada por la búsqueda de una salida burguesa a la emergencia del “argentinazo” y toda su mística antiimperialista se resuelve detrás del pago del cupón PBI.
El primer punto de la transición, siguiendo a Altamira, lo encontramos entonces en una nueva bancarrota, encabezada esta vez por el kirchnerismo, que afecta a jubilados, destruye la moneda y destina las reservas a los pagos a los organismos internacionales. Los K, menemistas devenidos en montoneros nacionales y populares, hoy deambulan por el mundo entregando el petróleo a Chevrón, negociando con el FMI, el Club de París y entregando la soberanía de la negociación de la deuda con los fondos buitres a la Corte suprema de EEUU.
El famoso producto K, heredero de la lucha de masas callejeras en contra de las políticas neo liberales, recurre en el marco de su decadencia y fracaso como movimiento liberador a impulsar leyes antimanifestaciones, aplicar leyes antiterroristas y al intento de represión de toda lucha popular: Berni, Milani, etc.
Altamira, en su discurso publicado, explica los alcances de esta bancarrota en un lenguaje didáctico, cargado de ejemplos que permite sacar conclusiones a cualquier trabajador sin llegar a ser un especialista en economía, alcanza con prestar un poco de atención para entender las características de la transición actual, su relación con el pasado reciente abierto en 2001 y sus perspectivas.
El rol de la izquierda
Altamira insiste en que los trabajadores deben “saltar el cerco” desde el movimiento “peronismo nacional y popular” a la izquierda. De este salto, que ya tuvo su expresión en las últimas elecciones, fundamentalmente es la capital de la provincia de Salta, y en las posiciones que el clasismo viene ganando en sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados, se derivan consecuencias fenomenales que empiezan a escribir una nueva historia. El debilitamiento de la burocracia sindical, es una; la tendencia a la disolución de las fuerzas del centroizquierda, es la otra y, finalmente, englobando todo esto, el copamiento del peronismo por un grupo empresario de la vieja Ucede, es lo que marca su degradación completa como representante de las aspiraciones de las masas y, si se quiere, el triunfo político e ideológico de los viejos postulados de la “libertadora” en el movimiento nacional y popular.
Es en la intersección de todos estos elementos donde la izquierda revolucionaria debe hablar “desde la claridad”, analizando, despojado de sus matices impresionistas, del fenómeno de la transición.
“Los desafíos de una transición histórica” es un recomendable ensayo para estudiar y debatir los retos presentes y futuros que enfrenta la construcción de una herramienta emancipadora del movimiento obrero.
Daniel Cadabón
El Partido Obrero ha publicado y puesto a la venta en forma publica, un folleto titulado “Los desafíos de una transición histórica”, donde se recogen las intervenciones realizadas por su dirigente, Jorge Altamira, ante los delegados del partido en el XXII Congreso de ésta organización realizado en la semana santa de este año.
No deja de resultar curioso, sobre todo en nuestro país donde la vida interna de los partidos políticos es un misterio guardado bajo siete llaves a la mirada del gran público, que un partido, que se define por su carácter socialista y revolucionario, dé a publicidad abiertamente todos aquellos elementos que estuvieron presentes en las discusiones de una instancia organizativa tan fundamental para la vida interna de un partido político como es su Congreso nacional.
De hecho, es poco común o desconocido que se realicen congresos en la mayoría de fuerzas políticas que pululan en el país, donde se acuerden democráticamente los lineamientos de la intervención de esas fuerzas en una situación nacional e internacional, marcadas por las crisis.
Menos común aún, es que los aspectos esenciales de sus análisis, su estrategia, sus construcciones frentistas y métodos sean entregados a la sociedad para ser sometidos a discusión.
En general, es el misterio, la maniobra y el escamoteo lo que define la vida interna de las organizaciones políticas de la burguesía y de la pequeña burguesía.
La realización de debates congresales al interior de los partidos es una práctica abandonada o nunca realizada por estas organizaciones, las que prefieren actuar en la realidad nacional, desde un empirismo vacío y donde todo su programa de acción se inscribe de acuerdo a la intervención de los lobbys corporativos empresariales que los financian; la opinión de la prensa burguesa y los prejuicios sociales de una pequeña burguesía reaccionaria inclinada a la política. Un licuado electoral fantástico, destinado al único fin de cosechar votos.
Mientras, los “especialistas en candidatearse” se pavonean en los medios de prensa, obedientes de los mandatos del capital nacional y extranjero, como corresponde a una clase política subordinada. La publicación de este folleto del PO responde a necesidades inseparables del proceso de transición que anuncia: por un lado, porque intenta generalizar a los más amplios sectores el debate sobre una estrategia obrera de salida a la crisis; por el otro, porque se transforma en un intento saludable de popularizar el lenguaje de la izquierda revolucionaria (en contraposición al confuso y lavado “relato socialista” de una pequeña burguesía democratizante, horizontalista, “independiente”, filo foquista o conciliadora) al comunicar en forma abierta de cara a los trabajadores lo que resulta de sus análisis, diagnósticos y perspectivas discutidos en su Congreso. El PO intenta entrar en dialogo con las más amplia masa de activistas, y esto en medio de una crisis que mantiene atenta la escucha de los trabajadores, dando forma, de este modo, a un objetivo estratégico que es definido como imprescindible, “la fusión del movimiento obrero con la izquierda”.
Los problemas de la transición
Toda transición supone un pasaje de un estado a otro y como consecuencia un cambio de situación o el pasaje “de una crisis a otra crisis”.
Altamira afirma que es en el análisis de las transiciones donde se ven aparecer los elementos que expresan todos los desequilibrios por la que atraviesa la situación política, y estimula a los delegados y a los militantes del Partido Obrero para que estudien la transición política, considerada desde el punto de vista metodológico como opuesta a la “reafirmación de la constancia” sostenida por otros partidos de la izquierda y la centro izquierda. Este polémico concepto de “reafirmación de la constancia” debe ser entendido como el sentimiento intelectual que, ganado por la inercia de los hechos y la repetición de las etapas, sostiene el carácter permanente de lo dado (inmutabilidad de la situación) y no como sinónimo de fortaleza de principios o firmeza en las convicciones.
La negación o la ignorancia de la transición política, realizada por los partidos tradicionales y pequeños burgueses, es la expresión de su incapacidad para caracterizar a sus propias organizaciones y partidos como organismos vivos e insertos en la lucha de clases. Las ideologías conservadoras y conciliadoras con el régimen burgués coloca a estas organizaciones en una posición de desmentida de cualquier proceso de mutación social, sobre todo, cuando el movimiento obrero tiene una fuerte intervención.
Pero en esta negación de la transición, de algún modo esperable por parte de las fuerzas tradicionales y centristas de la burguesía y la pequeña burguesía, Altamira incluye, “hasta cierto punto a la (propia) izquierda de carácter sectario” cuya actuación es el resultado de una necesidad política que los absuelve de orientar y dirigir al movimiento obrero en un cuadro de mutaciones sociales y reacomodamiento de fuerzas históricas, en el empeño por permanecer como opositores y no “saltar el cerco” de transformarse en una alternativa política. El encuentro de Atlanta podría ser un ejemplo de eso. Donde sectores de izquierda (organizados en el FIT) que consiguen consagrar representación parlamentaria con más de un millón 300 mil votos vuelven al redil ideológico que los atenaza detrás de referentes políticos hostiles al manifiesto político acordado por el Frente de izquierda.
Es en el análisis profundo de la transición en donde se aspira a descubrir la dinámica real de una situación inmersa en una crisis que supera la coyuntura, y no en las maniobras de ida y vuelta adhiriendo a sectores que se han demostrado hostiles al programa de la izquierda revolucionaria, conciliadores con la burocracia sindical y estatistas en el reclamo a la burguesía.
Aplicar con rigor el método marxista a la investigación de las transiciones en sus diferentes aspectos (subjetivos y objetivos) tiene la función de potenciar todos los fundamentos estratégicos de la acción de un partido obrero que, en definitiva, interviene cotidianamente para que el proceso que emerge se desenvuelva en un sentido revolucionario.
En una transición conviven simultáneamente elementos contradictorios que se corresponden a una y otra etapa y que contienen conexiones objetivas que superan el impresionismo resultante de un determinado relato, sea este liberal o nacional y popular. Por eso, se puede concluir en que “la bancarrota de 2001/2002 se ha transformado en la bancarrota de 2008” y se ha proyectado en la crisis de deuda que en la actualidad conduce a un rodrigado y a la entrega del patrimonio nacional por parte de un gobierno que pintado de “nacional y popular”, termina atado a los organismos internacionales de crédito como cualquier vulgar personaje neoliberal.
Altamira, con su análisis de la transición, reemplaza el estudio de la situación político económica, feteándola en etapas, por una mirada atenta e integral a todo el proceso de crisis.
La transición es un conjunto de elementos opuestos y contradictorios dentro de una dinámica más general, que subordina y subroga la temporalidad de “la etapa” a un estudio superior y más universal de los elementos constitutivos de la crisis. La transición es en algún sentido la negación de las “etapas”, aunque muchas veces se confundan o se discutan como una misma cosa.
Las etapas tienen una característica ordinal donde se sujetan una a las otras; “la etapa” influenciada como planteamiento por estalinismo esboza desde su concepción unos de los problemas esenciales de esta fuerza reaccionaria: la deficiencia del pensamiento dialéctico.
Los cultores de las etapas las demarcan siempre por algunas abstracciones que expresan el alcance de los nuevos “signos que surcan el cambio de la etapa”, por lo que entienden como un inadmisible el análisis de las contradicciones que se desenvuelven en el proceso político. La “etapa”, tiene para ellos el valor fetichista de lo “concreto” y este, a su vez, es resultado del dilema simple entre el blanco o el negro. Es por eso que no le resulta difícil al dirigente del PO poder demostrar como un absurdo del imaginario de una izquierda históricamente obediente y domesticada al nacionalismo burgués, la evaluación que en 2005 el kirchnerismo, con su política de quita de deuda, dio un golpe de timón que “marcó un cambio de etapa” hacia la izquierda.
En el folleto del PO se demuestra contundentemente que el famoso giro K en el tema de la deuda (de 2005) fue parte de la misma transición que conduce a la bancarrota capitalista de la actualidad. La “etapa” de Néstor está marcada por la búsqueda de una salida burguesa a la emergencia del “argentinazo” y toda su mística antiimperialista se resuelve detrás del pago del cupón PBI.
El primer punto de la transición, siguiendo a Altamira, lo encontramos entonces en una nueva bancarrota, encabezada esta vez por el kirchnerismo, que afecta a jubilados, destruye la moneda y destina las reservas a los pagos a los organismos internacionales. Los K, menemistas devenidos en montoneros nacionales y populares, hoy deambulan por el mundo entregando el petróleo a Chevrón, negociando con el FMI, el Club de París y entregando la soberanía de la negociación de la deuda con los fondos buitres a la Corte suprema de EEUU.
El famoso producto K, heredero de la lucha de masas callejeras en contra de las políticas neo liberales, recurre en el marco de su decadencia y fracaso como movimiento liberador a impulsar leyes antimanifestaciones, aplicar leyes antiterroristas y al intento de represión de toda lucha popular: Berni, Milani, etc.
Altamira, en su discurso publicado, explica los alcances de esta bancarrota en un lenguaje didáctico, cargado de ejemplos que permite sacar conclusiones a cualquier trabajador sin llegar a ser un especialista en economía, alcanza con prestar un poco de atención para entender las características de la transición actual, su relación con el pasado reciente abierto en 2001 y sus perspectivas.
El rol de la izquierda
Altamira insiste en que los trabajadores deben “saltar el cerco” desde el movimiento “peronismo nacional y popular” a la izquierda. De este salto, que ya tuvo su expresión en las últimas elecciones, fundamentalmente es la capital de la provincia de Salta, y en las posiciones que el clasismo viene ganando en sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados, se derivan consecuencias fenomenales que empiezan a escribir una nueva historia. El debilitamiento de la burocracia sindical, es una; la tendencia a la disolución de las fuerzas del centroizquierda, es la otra y, finalmente, englobando todo esto, el copamiento del peronismo por un grupo empresario de la vieja Ucede, es lo que marca su degradación completa como representante de las aspiraciones de las masas y, si se quiere, el triunfo político e ideológico de los viejos postulados de la “libertadora” en el movimiento nacional y popular.
Es en la intersección de todos estos elementos donde la izquierda revolucionaria debe hablar “desde la claridad”, analizando, despojado de sus matices impresionistas, del fenómeno de la transición.
“Los desafíos de una transición histórica” es un recomendable ensayo para estudiar y debatir los retos presentes y futuros que enfrenta la construcción de una herramienta emancipadora del movimiento obrero.
Daniel Cadabón
Bocado mortal
Soledad Barruti destapa la industria alimentaria, una caja de Pandora que encierra experimentación científica, desequilibrio ecológico y social
Desde la ciudad no se ve. A lo sumo se puede desconfiar. Los alimentos reposan en las góndolas o las heladeras de los supermercados como si aparecieran por generación espontánea o llegaran después de un tour sin escalas de la naturaleza a la mesa. Lo invisible a los ojos urbanos es un origen y un trayecto rebalsado de crueldad, prácticas al borde de la legalidad, negligencia y corrupción. La comida industrial (o sea, prácticamente todo lo que nos llevamos a la boca) en los últimos años se ha vuelto blanco indiscutible de sospechas, pero ¿cuántos son realmente los que cuentan con el privilegio del acceso a la información y la capacidad económica para llevar su consumo alimenticio por vías alternativas (mercados orgánicos y ferias naturales)? Soledad Barruti -escritora y periodista, ha caminado el territorio (las provincias pampeanas, algunas del Norte y las costeras) para ver e interrogar a los propios productores, campesinos que han quedado al margen del sistema, médicos, funcionarios y gente de a pie- brinda en su libro Malcomidos (Ed. Planeta) un cuadro turbador sobre la génesis de lo que nos espera en la góndola: “Animales que viven en superficies minúsculas, rodeados por un aire irrespirable, medicados, estresados hasta la locura, mordiéndose o picándose unos a otros, infectados de bacterias, tambaleándose en sus huesos frágiles. Frutas y verduras llenas de químicos. Cereales creados en laboratorios que se ensayan directamente sobre los consumidores”.
La lógica del mercado hace años que, aquí y en el mundo entero, cae impiadosa también sobre la industria alimentaria. El objetivo ya no es proveer alimentos nutritivos, sino ampliar sus beneficios económicos al menor costo y en el menor tiempo posible. Esa es la idea que se transmite a lo largo de las páginas de Malcomidos, no sólo a través de palabras sino de números: “Argentina aumentará en 60 por ciento su producción granaria en menos de diez años, intensificando todavía más la producción de eso que se viene sembrando a destajo, porque lo necesita el mundo industrializado: soja. Granos para alimentar animales -sobre todo cerdos chinos- y elaborar aceites y biocombustibles, también para exportación”. “La soja está destruyendo los suelos: a los pampeanos los expertos les dan 30 años de vida fértil, a los del Norte 10”. “Los casi 300 millones de litros de agroquímicos que se utilizan por año en el país están intoxicando hasta la muerte a los 12 millones de personas que viven en zonas rurales”. Barruti brinda un panorama local en un ejercicio de investigación y divulgación que se inscribe dentro de un movimiento global, que involucra a periodistas especializados de todo el mundo, libros y documentales, sobre todo a partir del año 2005, como Food Inc, El futuro de la comida o El mundo según Monsanto. Malcomidos da cuenta también de quienes están trabajando a nivel local para desenmascarar algunos de los oscuros negocios y prácticas que se cocinan alrededor de la comida y a espaldas de sus consumidores.
¿Cómo fue que tu interés inicial por la comida se convirtió en el proyecto de escribir un libro?
Crecí inmersa en información sobre lo que te hace bien y lo que te hace mal, una información no transmitida desde un lugar de miedo sino desde el placer de saber comer y cocinar. Siempre fui de comer sano: pero no “el comer sano” del edulcorante. Comer sano no es comer light. Cuando nació mi hijo, eso se volvió más profundo: quise tener información sobre el origen de cada una de las cosas. Empecé a leer libros e investigaciones en medios como New Yorker, New York Times y espacios de debate sobre alimentación que no tuvieran que ver con lo gourmet sino con las corporaciones que surgen alrededor de algo que todos necesitamos y que termina en una puja de poderes y concentrado en muy pocas manos. Argentina tiene una imagen súper natural de vaquitas pastando al sol. Pero yo tenía toda la información de lo que estaba sucediendo acá con la soja, que todo lo copa y reduce la cría de animales a los feedlots. Entonces escribí una nota en Radar sobre esto y tuvo un montón de repercusión. Le propuse el tema a la editorial. Me dediqué durante dos años a meterme lo más posible dentro del territorio argentino, un poco ayudada por la editorial, un poco haciendo notas de turismo para pagarme el pasaje. Todo eso terminó dando como resultado el libro.
Hay evidentemente un panorama en el que la alimentación empieza a jugar en contra de la salud y a favor de las corporaciones.
No hay nada que haga entender mejor el capitalismo en este momento que la comida. Deja ver las fallas, las grietas, las crueldades y las razones del capitalismo como lo que pasa en la industria alimentaria. Yo dudo del relato lineal de las personas que sostienen que “se produce tal forma de consumo alrededor de la comida para que se vendan más medicamentos”. No creo en las teorías conspirativas. Pero no es casual que en este momento, a nivel mundial, el movimiento que está dando más luchas productivas es el food movement: distintas expresiones de una búsqueda contracultural de este sistema productivo de alimentos que engloban de todo (feministas, ecologistas, movimientos antibélicos). Movimientos que hablan de devolver la potestad productiva a los pueblos según sus necesidades, según su cultura, a un sistema alimentario que sea para comer y no solamente para vender.
¿Qué les contestás a quienes argumentan que sin este sistema de producción y sin transgénicos no habría posibilidad de responder a toda la demanda?
La pregunta tiene que ser reformulada. Primero, este sistema de producción de alimentos produce niveles históricos de comida. La superproducción de alimentos viene de antes de los transgénicos, empieza con la revolución verde, a fines de los 60. Viene de la necesidad de Estados Unidos de hacer la reconversión de sus empresas químicas hacia la producción de alimentos. Las empresas químicas empiezan a encontrar la manera de dirigir los venenos destinados a la guerra hacia las cosechas. Hoy la reconversión de la industria química en alimentaria encuentra tal vez uno de sus mayores y más evidentes símbolos en los caldos y todo lo instantáneo.
¿Qué tipo de consumo promueve este modo de producción?
La idea rectora es producir muchos granos para generar comida industrial barata, mala y para producir carnes baratas, industriales y malas. Superproducir no para dar de comer a las personas sino para generar situaciones económicas favorables a la industria. Cuando entrás a un galpón y ves que hay 50 mil pollos, ¿qué tipo de carne es? ¿Qué tipo de consumo promueve? Son carnes criadas con antibióticos. Es una cadena que no está buena de por sí para los que lo pueden comer. Y después está lo que es más grave, lo que es más mentiroso y donde falla totalmente el sistema, que es esto de que la cantidad de personas que tienen acceso a alimentos es mucho mayor que nunca en la historia. Sin embargo, un tercio de la comida que se produce se tira a la basura. No es un sistema pensado para alimentar. Es un sistema pensado para vender y para enriquecer al puñado de productores que se adueñan de la producción. El sistema no da lugar a que las personas puedan producir su comida. Además se emplea a muy poca gente: se trabaja a gran escala, con maquinaria. Se dice que nunca hubo más gente viviendo en las ciudades que ahora. Pero ¿en qué condiciones? En general es gente que se vio expulsada, que es forzada a vivir en las grandes urbes. Chaco es muy buen ejemplo, allí viven muchas personas que se vieron expulsadas por el acaparamiento de las tierras para el cultivo por parte de las corporaciones.
¿Qué se puede hacer en materia legislativa para controlar este sistema de producción?
Hay que descentralizar, volver a pensar en un sistema de producción de alimentos que piense en los argentinos primero. El 60% del país está ocupado por un grano que nosotros no comemos sino que producimos para exportar en más de un 90%. Eso ya es ilógico a nivel de soberanía alimentaria. Si se quiere controlar los precios, hay que ver quién produce, facilitar el poder y el acceso de los pequeños y medianos productores de la agricultura, los productores familiares, los que producen los alimentos básicos: frutas y verduras. Así habría más alimentos que el Estado podría comprar directamente y los precios bajarían. Habría que volver a empezar.
¿No hay una solución intermedia?
La lógica mercantil está trasladada a todos los planos. Leí con espanto hace poco una noticia que ilustra la concepción general que tiene la clase política acerca del tema de la nutrición: en Pilar este año se han recortado la leche y las frutas del menú de los comedores de los colegios. Estructuralmente, cada provincia debería ser autosuficiente. Chaco exporta el 66% de sus alimentos, es una provincia que tiene que poder autoabastecerse y no ser un gran sembradío para los chinos. Habría que pensar en sistemas de desarrollo local, que posibiliten el trabajo de las personas que son de esos territorios y ejercer ciertos controles sobre el sistema de producción industrial que, obviamente, no va a desaparecer. Armamos la ley de extranjerización de suelo, bueno, hay que armar la ley de uso del suelo también.
Después de todos estos años de investigación, ¿cómo hacés para encarar tu alimentación de un modo no paranoico?
Tuve dos etapas. En la primera, que fue al principio de la investigación, tuve un absoluto rechazo por todo y me volví casi ascética: vegana, sin plantearme por qué, no quería saber más nada con nada que tuviera que ver con esta industria. Ver animales torturados, espacios tóxicos, todo es tan horrible que ya no quería ser parte de eso, no podía, no había forma de ir al chino y comprarme un huevo. No tenía el lado B de las alternativas y las opciones. Entonces, primero fue súper restrictiva y me costó muchísimo ya que para mí estar a dieta es una pesadilla. Fue una etapa necesaria, fue parte del involucrarme en el tema. Luego empecé a buscar comida a la que llamo “sin prontuario”: saber de dónde viene. Sigo la búsqueda cultural que tienen todas las comidas; me encanta saber las recetas de mi abuela. Hay que romper con ciertas ideas como, por ejemplo, que en tu plato siempre tiene que haber cosas animales.
¿Cómo y dónde comprás?
Tengo un delivery orgánico que me trae una bolsa gigantesca de verduras de estación que sale 220 pesos; si lo comparás con los precios de supermercados, es incluso más barato. Me trae un cajón de fruta de estación, que es bastante aburrido en realidad (pera, manzana, uva) pero básicamente es lo que se cosecha en esta época. Aunque en octubre hay unas frutillas increíbles, del mango olvidate. Mi mamá va a Saladillo y trae carne. Huevos hay en el mercado de Bonpland o en el de Chacarita. Somos el tercer exportador mundial de frutas y verduras orgánicas, pero para el mercado interno tiene un sector muy pequeño. Misiones, por ejemplo, armó un sistema de ferias, la Feria Franca, en las que algunos productores son agroecológicos y otros no. Son grupos de productores que hacen un control entre ellos mismos. En la cultura de los misioneros está instalado ir a la mañana bien temprano a la Feria Franca porque comprás más barato y más fresco que en ningún lado. Hay un gran mercado de químicas que quieren entrar y darles cursos a los productores para que usen más de sus químicos. Les dicen “esto es como tomar agua, no es venenoso”.
¿Se sabe cuáles son los efectos de consumir carnes de animales alimentados con las cantidades de hormonas y antibióticos que relatás en tu libro?
El peligro más grande que tiene eso son las bacterias que generan resistencia dentro de esos mismos animales. En general, los problemas se dan en los pueblos en los que se usan los antibióticos sobre los animales. En Chiloé, cerca de las salmoneras, se usan cerca de 12 antibióticos permitidos. En esa región se encontraron un montón de enfermedades extrañísimas. Hay médicos que las están estudiando. Vienen a través del agua, del suelo. Los virus también pueden salir de estos lugares: las gripes salen de ahí, está comprobado. Estaba analizando un libro que se llama El mundo hasta ayer, de un antropólogo que hace el seguimiento del nacimiento de distintas civilizaciones y cuenta cómo las poblaciones que comenzaron a contraer las pandemias más graves son las que están en contacto con animales que se crían para la agricultura. Entonces se empiezan a generar anticuerpos para esas enfermedades.
De los hábitos diarios que tenemos, ¿cuáles son los más nocivos?
Hay pequeñas conquistas que se pueden hacer. Por ejemplo, no comprar alimentos publicitados. Tampoco hay que comer nada que no se pudra. Que es lógico porque ¿cómo voy a comer algo que está siete años ahí igual? Mi mamá una vez se olvidó una torta adentro del microondas por cuatro años y cuando la fue a sacar estaba igual. Pero igual, ni siquiera se había hundido un poquito. El café instantáneo y todos los productos de ese estilo habría que eliminarlos también. Lo instantáneo, me parece, es una idea que está mal. Primero, porque te incita a comer y tomar muchísimo más, a hacer de algo que debería tener su tiempo, su momento, algo automático. Después, es más feo, realmente, y más caro. Y si no es más caro, es peor porque de algún lado la industria siempre va a ganar, siempre te va a estar sacando plata por algún lado. Hay que tener en cuenta que sólo el 20% del precio de un producto está destinado al producto. Lo demás, a publicidad.
¿Cómo leés la revolución tecnológica? ¿Facilita información?
En Internet justamente lo que falta es una discusión inteligente, pausada y con toda la información realmente sobre la mesa. Internet es un sistema de operaciones permanente de información que no es tal, no se chequea nada. Los medios hoy están absolutamente pensando en otra cosa, esto se ve en cómo siguieron entrecortadamente el caso de Monsanto. Todo está blindado por los intereses que lograron trabar sus circuitos de información. Pero que todo eso sea reemplazado por la búsqueda en Internet para mí es terrible. Me parece que debería haber otros canales de información: la universidad es uno de ellos. Hay que terminar con la búsqueda de información desesperada a la que lleva Internet. En inglés hay bastante material pertinente: se pueden ver las clases de Berkeley online sobre estos temas, por ejemplo. Hay que saber a qué lugares ir a buscar datos. Para los chicos, Internet no es más que una fuente de publicidad, es lo único que aprenden de ahí. Hay sitios en los que, cuando el chico está cerca de un McDonald’s, le salta una publicidad de McDonald’s. Y los chicos son mucho más vulnerables a esos contenidos. Para los chicos, Internet es un nuevo canal de marketing. De cualquier manera, no lo puedo demonizar del todo: yo no podría haber hecho mi libro si no tuviera Internet.
Dolores Curia
Revista Debate
Desde la ciudad no se ve. A lo sumo se puede desconfiar. Los alimentos reposan en las góndolas o las heladeras de los supermercados como si aparecieran por generación espontánea o llegaran después de un tour sin escalas de la naturaleza a la mesa. Lo invisible a los ojos urbanos es un origen y un trayecto rebalsado de crueldad, prácticas al borde de la legalidad, negligencia y corrupción. La comida industrial (o sea, prácticamente todo lo que nos llevamos a la boca) en los últimos años se ha vuelto blanco indiscutible de sospechas, pero ¿cuántos son realmente los que cuentan con el privilegio del acceso a la información y la capacidad económica para llevar su consumo alimenticio por vías alternativas (mercados orgánicos y ferias naturales)? Soledad Barruti -escritora y periodista, ha caminado el territorio (las provincias pampeanas, algunas del Norte y las costeras) para ver e interrogar a los propios productores, campesinos que han quedado al margen del sistema, médicos, funcionarios y gente de a pie- brinda en su libro Malcomidos (Ed. Planeta) un cuadro turbador sobre la génesis de lo que nos espera en la góndola: “Animales que viven en superficies minúsculas, rodeados por un aire irrespirable, medicados, estresados hasta la locura, mordiéndose o picándose unos a otros, infectados de bacterias, tambaleándose en sus huesos frágiles. Frutas y verduras llenas de químicos. Cereales creados en laboratorios que se ensayan directamente sobre los consumidores”.
La lógica del mercado hace años que, aquí y en el mundo entero, cae impiadosa también sobre la industria alimentaria. El objetivo ya no es proveer alimentos nutritivos, sino ampliar sus beneficios económicos al menor costo y en el menor tiempo posible. Esa es la idea que se transmite a lo largo de las páginas de Malcomidos, no sólo a través de palabras sino de números: “Argentina aumentará en 60 por ciento su producción granaria en menos de diez años, intensificando todavía más la producción de eso que se viene sembrando a destajo, porque lo necesita el mundo industrializado: soja. Granos para alimentar animales -sobre todo cerdos chinos- y elaborar aceites y biocombustibles, también para exportación”. “La soja está destruyendo los suelos: a los pampeanos los expertos les dan 30 años de vida fértil, a los del Norte 10”. “Los casi 300 millones de litros de agroquímicos que se utilizan por año en el país están intoxicando hasta la muerte a los 12 millones de personas que viven en zonas rurales”. Barruti brinda un panorama local en un ejercicio de investigación y divulgación que se inscribe dentro de un movimiento global, que involucra a periodistas especializados de todo el mundo, libros y documentales, sobre todo a partir del año 2005, como Food Inc, El futuro de la comida o El mundo según Monsanto. Malcomidos da cuenta también de quienes están trabajando a nivel local para desenmascarar algunos de los oscuros negocios y prácticas que se cocinan alrededor de la comida y a espaldas de sus consumidores.
¿Cómo fue que tu interés inicial por la comida se convirtió en el proyecto de escribir un libro?
Crecí inmersa en información sobre lo que te hace bien y lo que te hace mal, una información no transmitida desde un lugar de miedo sino desde el placer de saber comer y cocinar. Siempre fui de comer sano: pero no “el comer sano” del edulcorante. Comer sano no es comer light. Cuando nació mi hijo, eso se volvió más profundo: quise tener información sobre el origen de cada una de las cosas. Empecé a leer libros e investigaciones en medios como New Yorker, New York Times y espacios de debate sobre alimentación que no tuvieran que ver con lo gourmet sino con las corporaciones que surgen alrededor de algo que todos necesitamos y que termina en una puja de poderes y concentrado en muy pocas manos. Argentina tiene una imagen súper natural de vaquitas pastando al sol. Pero yo tenía toda la información de lo que estaba sucediendo acá con la soja, que todo lo copa y reduce la cría de animales a los feedlots. Entonces escribí una nota en Radar sobre esto y tuvo un montón de repercusión. Le propuse el tema a la editorial. Me dediqué durante dos años a meterme lo más posible dentro del territorio argentino, un poco ayudada por la editorial, un poco haciendo notas de turismo para pagarme el pasaje. Todo eso terminó dando como resultado el libro.
Hay evidentemente un panorama en el que la alimentación empieza a jugar en contra de la salud y a favor de las corporaciones.
No hay nada que haga entender mejor el capitalismo en este momento que la comida. Deja ver las fallas, las grietas, las crueldades y las razones del capitalismo como lo que pasa en la industria alimentaria. Yo dudo del relato lineal de las personas que sostienen que “se produce tal forma de consumo alrededor de la comida para que se vendan más medicamentos”. No creo en las teorías conspirativas. Pero no es casual que en este momento, a nivel mundial, el movimiento que está dando más luchas productivas es el food movement: distintas expresiones de una búsqueda contracultural de este sistema productivo de alimentos que engloban de todo (feministas, ecologistas, movimientos antibélicos). Movimientos que hablan de devolver la potestad productiva a los pueblos según sus necesidades, según su cultura, a un sistema alimentario que sea para comer y no solamente para vender.
¿Qué les contestás a quienes argumentan que sin este sistema de producción y sin transgénicos no habría posibilidad de responder a toda la demanda?
La pregunta tiene que ser reformulada. Primero, este sistema de producción de alimentos produce niveles históricos de comida. La superproducción de alimentos viene de antes de los transgénicos, empieza con la revolución verde, a fines de los 60. Viene de la necesidad de Estados Unidos de hacer la reconversión de sus empresas químicas hacia la producción de alimentos. Las empresas químicas empiezan a encontrar la manera de dirigir los venenos destinados a la guerra hacia las cosechas. Hoy la reconversión de la industria química en alimentaria encuentra tal vez uno de sus mayores y más evidentes símbolos en los caldos y todo lo instantáneo.
¿Qué tipo de consumo promueve este modo de producción?
La idea rectora es producir muchos granos para generar comida industrial barata, mala y para producir carnes baratas, industriales y malas. Superproducir no para dar de comer a las personas sino para generar situaciones económicas favorables a la industria. Cuando entrás a un galpón y ves que hay 50 mil pollos, ¿qué tipo de carne es? ¿Qué tipo de consumo promueve? Son carnes criadas con antibióticos. Es una cadena que no está buena de por sí para los que lo pueden comer. Y después está lo que es más grave, lo que es más mentiroso y donde falla totalmente el sistema, que es esto de que la cantidad de personas que tienen acceso a alimentos es mucho mayor que nunca en la historia. Sin embargo, un tercio de la comida que se produce se tira a la basura. No es un sistema pensado para alimentar. Es un sistema pensado para vender y para enriquecer al puñado de productores que se adueñan de la producción. El sistema no da lugar a que las personas puedan producir su comida. Además se emplea a muy poca gente: se trabaja a gran escala, con maquinaria. Se dice que nunca hubo más gente viviendo en las ciudades que ahora. Pero ¿en qué condiciones? En general es gente que se vio expulsada, que es forzada a vivir en las grandes urbes. Chaco es muy buen ejemplo, allí viven muchas personas que se vieron expulsadas por el acaparamiento de las tierras para el cultivo por parte de las corporaciones.
¿Qué se puede hacer en materia legislativa para controlar este sistema de producción?
Hay que descentralizar, volver a pensar en un sistema de producción de alimentos que piense en los argentinos primero. El 60% del país está ocupado por un grano que nosotros no comemos sino que producimos para exportar en más de un 90%. Eso ya es ilógico a nivel de soberanía alimentaria. Si se quiere controlar los precios, hay que ver quién produce, facilitar el poder y el acceso de los pequeños y medianos productores de la agricultura, los productores familiares, los que producen los alimentos básicos: frutas y verduras. Así habría más alimentos que el Estado podría comprar directamente y los precios bajarían. Habría que volver a empezar.
¿No hay una solución intermedia?
La lógica mercantil está trasladada a todos los planos. Leí con espanto hace poco una noticia que ilustra la concepción general que tiene la clase política acerca del tema de la nutrición: en Pilar este año se han recortado la leche y las frutas del menú de los comedores de los colegios. Estructuralmente, cada provincia debería ser autosuficiente. Chaco exporta el 66% de sus alimentos, es una provincia que tiene que poder autoabastecerse y no ser un gran sembradío para los chinos. Habría que pensar en sistemas de desarrollo local, que posibiliten el trabajo de las personas que son de esos territorios y ejercer ciertos controles sobre el sistema de producción industrial que, obviamente, no va a desaparecer. Armamos la ley de extranjerización de suelo, bueno, hay que armar la ley de uso del suelo también.
Después de todos estos años de investigación, ¿cómo hacés para encarar tu alimentación de un modo no paranoico?
Tuve dos etapas. En la primera, que fue al principio de la investigación, tuve un absoluto rechazo por todo y me volví casi ascética: vegana, sin plantearme por qué, no quería saber más nada con nada que tuviera que ver con esta industria. Ver animales torturados, espacios tóxicos, todo es tan horrible que ya no quería ser parte de eso, no podía, no había forma de ir al chino y comprarme un huevo. No tenía el lado B de las alternativas y las opciones. Entonces, primero fue súper restrictiva y me costó muchísimo ya que para mí estar a dieta es una pesadilla. Fue una etapa necesaria, fue parte del involucrarme en el tema. Luego empecé a buscar comida a la que llamo “sin prontuario”: saber de dónde viene. Sigo la búsqueda cultural que tienen todas las comidas; me encanta saber las recetas de mi abuela. Hay que romper con ciertas ideas como, por ejemplo, que en tu plato siempre tiene que haber cosas animales.
¿Cómo y dónde comprás?
Tengo un delivery orgánico que me trae una bolsa gigantesca de verduras de estación que sale 220 pesos; si lo comparás con los precios de supermercados, es incluso más barato. Me trae un cajón de fruta de estación, que es bastante aburrido en realidad (pera, manzana, uva) pero básicamente es lo que se cosecha en esta época. Aunque en octubre hay unas frutillas increíbles, del mango olvidate. Mi mamá va a Saladillo y trae carne. Huevos hay en el mercado de Bonpland o en el de Chacarita. Somos el tercer exportador mundial de frutas y verduras orgánicas, pero para el mercado interno tiene un sector muy pequeño. Misiones, por ejemplo, armó un sistema de ferias, la Feria Franca, en las que algunos productores son agroecológicos y otros no. Son grupos de productores que hacen un control entre ellos mismos. En la cultura de los misioneros está instalado ir a la mañana bien temprano a la Feria Franca porque comprás más barato y más fresco que en ningún lado. Hay un gran mercado de químicas que quieren entrar y darles cursos a los productores para que usen más de sus químicos. Les dicen “esto es como tomar agua, no es venenoso”.
¿Se sabe cuáles son los efectos de consumir carnes de animales alimentados con las cantidades de hormonas y antibióticos que relatás en tu libro?
El peligro más grande que tiene eso son las bacterias que generan resistencia dentro de esos mismos animales. En general, los problemas se dan en los pueblos en los que se usan los antibióticos sobre los animales. En Chiloé, cerca de las salmoneras, se usan cerca de 12 antibióticos permitidos. En esa región se encontraron un montón de enfermedades extrañísimas. Hay médicos que las están estudiando. Vienen a través del agua, del suelo. Los virus también pueden salir de estos lugares: las gripes salen de ahí, está comprobado. Estaba analizando un libro que se llama El mundo hasta ayer, de un antropólogo que hace el seguimiento del nacimiento de distintas civilizaciones y cuenta cómo las poblaciones que comenzaron a contraer las pandemias más graves son las que están en contacto con animales que se crían para la agricultura. Entonces se empiezan a generar anticuerpos para esas enfermedades.
De los hábitos diarios que tenemos, ¿cuáles son los más nocivos?
Hay pequeñas conquistas que se pueden hacer. Por ejemplo, no comprar alimentos publicitados. Tampoco hay que comer nada que no se pudra. Que es lógico porque ¿cómo voy a comer algo que está siete años ahí igual? Mi mamá una vez se olvidó una torta adentro del microondas por cuatro años y cuando la fue a sacar estaba igual. Pero igual, ni siquiera se había hundido un poquito. El café instantáneo y todos los productos de ese estilo habría que eliminarlos también. Lo instantáneo, me parece, es una idea que está mal. Primero, porque te incita a comer y tomar muchísimo más, a hacer de algo que debería tener su tiempo, su momento, algo automático. Después, es más feo, realmente, y más caro. Y si no es más caro, es peor porque de algún lado la industria siempre va a ganar, siempre te va a estar sacando plata por algún lado. Hay que tener en cuenta que sólo el 20% del precio de un producto está destinado al producto. Lo demás, a publicidad.
¿Cómo leés la revolución tecnológica? ¿Facilita información?
En Internet justamente lo que falta es una discusión inteligente, pausada y con toda la información realmente sobre la mesa. Internet es un sistema de operaciones permanente de información que no es tal, no se chequea nada. Los medios hoy están absolutamente pensando en otra cosa, esto se ve en cómo siguieron entrecortadamente el caso de Monsanto. Todo está blindado por los intereses que lograron trabar sus circuitos de información. Pero que todo eso sea reemplazado por la búsqueda en Internet para mí es terrible. Me parece que debería haber otros canales de información: la universidad es uno de ellos. Hay que terminar con la búsqueda de información desesperada a la que lleva Internet. En inglés hay bastante material pertinente: se pueden ver las clases de Berkeley online sobre estos temas, por ejemplo. Hay que saber a qué lugares ir a buscar datos. Para los chicos, Internet no es más que una fuente de publicidad, es lo único que aprenden de ahí. Hay sitios en los que, cuando el chico está cerca de un McDonald’s, le salta una publicidad de McDonald’s. Y los chicos son mucho más vulnerables a esos contenidos. Para los chicos, Internet es un nuevo canal de marketing. De cualquier manera, no lo puedo demonizar del todo: yo no podría haber hecho mi libro si no tuviera Internet.
Dolores Curia
Revista Debate
"El gobierno es el primer evasor impositivo al pagarnos en negro el 66% de nuestro salario"
Entrevista a "Docentes Unidos" de Salta
El pasado sábado en oportunidad de viajar a la ciudad de Salta a la presentación de Huellas de la Memoria de Gerardo Bavio, tuve el alto honor de ser el único periodista autorizado a participar de la asamblea convocada por los docentes salteños
-Mario Hernandez (MH): Días pasados escribí una nota reseñando lo que considero un gran triunfo de los maestros salteños, pero veo que convocan a esta asamblea por nuevos reclamos.
-Docente 1 (D1): Así es. Somos Docentes Unidos de Salta (DUS) que abarca 23 regiones de toda la provincia, cada una con su delegado. Tuvimos 35 días de paro que comenzó el 1º de abril en contra del gobierno de Urtubey que se dice el futuro presidente de la República pero no le da el cuero porque es un gobernador que no es capaz de solucionar los problemas salariales de la docencia salteña y nos tiene por debajo del índice de la pobreza a quienes damos educación, principios y formamos mentes. ¡Qué le espera al país!
Ese ha sido el motivo de salir a defender dignamente, con manifestaciones y paros, a favor de un sueldo digno y ahora de un aguinaldo de un 50% sobre el salario de bolsillo.
-MH: Quiere decir que el conflicto docente en Salta todavía no está solucionado.
-D1: Acá le va a contestar una colega que es presidenta de la Asamblea provincial.
-Docente 2 (D2): El conflicto docente no se solucionó. El paro está suspendido. El conflicto sigue porque no hay respuesta del gobierno sobre el aguinaldo, nuestro salario sigue siendo precario y no alcanza ni siquiera para solventar la canasta familiar.
-MH: Justamente, he visto que el salario docente en Salta está entre los más bajos del país.
-D2: Así es, aunque el gobernador Urtubey diga que somos los mejor pagos en la República Argentina, el sueldo es muy bajo. En mi caso, con 25 años de antigüedad, tengo un salario básico de $ 2.300.
-MH: En la asamblea que está por comenzar, además del aguinaldo, ¿habrá otros temas en debate?
-D2: Los temas serán la modalidad de la continuación del paro, de las medidas que vamos a tomar de acuerdo a las respuestas del gobierno, que no se reunió con los delegados de cada Departamento como se había comprometido y tampoco hay una respuesta sobre el aguinaldo que nos tiene que pagar sobre el sueldo de bolsillo y pretende hacerlo sobre el básico. Con un básico de $ 2.300 cobraré $ 1.150 de aguinaldo.
-D1: Yo tengo 40 años de antigüedad y un básico de $ 1.800. Suspendimos las medidas de fuerza hasta tanto el gobernador tenga la dignidad de dirigirse a los Docentes Unidos de Salta para continuar el diálogo y las futuras negociaciones. Nuestra abogada seguramente tendrá más para agregar.
Los gremios no defienden nuestros derechos cuando negocian con el gobierno
-MH: Aprovecho para preguntarle por los sindicatos que firmaron los acuerdos salariales. Tengo entendido que DUS es una organización que surge al margen de los sindicatos oficiales.
-Abogada (A): Los sindicatos firmaron el acuerdo en el 2013. Como es de público conocimiento los sindicatos no están en esta asamblea sino los docentes autoconvocados. Es lamentable tener que decir que nos tuvimos que organizar democráticamente porque los gremios no defienden nuestros derechos cuando negocian con el gobierno.
Lo que pasó en Salta capital y en el interior de la provincia fue que los docentes no nos sentíamos representados por los gremios y tuvimos que salir a la calle para exigir que el gobierno nos aumente el salario, por cuanto la inflación absorbió el incremento acordado en el 2013 retroactivo al 2012. Nos estaría faltando el 2013 y lo que va del corriente año. Por lo tanto, la docencia sigue en pie de lucha. Los Docentes Unidos de Salta no hemos levantado el paro, está suspendido y hoy venimos de todo el interior, personalmente represento a Rosario de la Frontera, para tratar de ver qué nueva modalidad de lucha vamos a llevar a cabo porque este gobierno es insensible, a pesar de los múltiples reclamos que le venimos haciendo.
Además, tenemos un ministro ausente. En todas las reuniones con DUS nunca estuvo presente. Tiene nombre y apellido NN porque para los docentes nunca estuvo presente.
-D1: Yo soy justicialista de cuna, no como dice el Ministro de Economía, que tengo mucho dinero porque soy de cuna. Con el gobernador, si en algo no nos parecemos, es que yo soy de cuna justicialista y él necesita para gobernar del Partido Renovador de Salta, organizado por ex militares de la dictadura y ahora con los radicales. Es un gobierno que necesita de estos personajes y agrupamientos políticos para gobernar, entonces, de qué justicialismo me está hablando Juan Manuel Urtubey cuando no se ocupa de la clase obrera de Salta que somos los docentes, los trabajadores de la salud y otros. Cuando hacen campañas políticas para las elecciones hablan de la salud y la educación para engañar, para mentir y después meternos en esta miseria por la que está pasando la provincia de Salta.
-MH: ¿Quieren agregar algo más?
-A: El gobierno hasta el momento no ha dado respuesta. Hoy vamos a decidir el plan de lucha a seguir. Todo el interior está llegando con sus delegados y eso es importante porque le duele al gobierno. En la asamblea anterior estuvieron de San Antonio de los Cobres, de Tartagal, Orán, de las zonas más inhóspitas. El gobierno sabe que somos una asamblea fuerte y tenemos poder en las bases. Eso le molesta pero no da respuesta. Esperemos que reaccione.
-D2: Yo también soy justicialista y quiero aclarar que no es como dice el gobernador que todo esto está manipulado por el Partido Obrero. Somos de distintas ideologías políticas pero somos todos docentes. También quiero denunciar al gobierno porque es el primero que está violando las leyes al no cumplir con la del aguinaldo, la Ley 7041, y porque es el primer evasor impositivo al pagarnos en negro el 66% de nuestro salario.
-A: Es bueno recordarle a Urtubey que nosotros lo llevamos al gobierno con el voto y hoy nos castiga.
Salta no tan linda
A pedido del gobernador Juan Manuel Urtubey, la Legislatura salteña votó una “cuestión de privilegio” contra el diputado Claudio del Plá, lo cual abre un proceso que podría derivar en una sanción en su contra, con el argumento que habría sido una parte fundamental en la reacción desmedida de los manifestantes docentes que tomaron la Legislatura e impidieron el ingreso o salida de todas las personas en la sesión ordinaria del pasado 6 de mayo.
En realidad, el diputado del Partido Obrero es acusado por haber apoyado la histórica huelga docente, que luego de más de 30 días de duración conquistó importantes reclamos para los trabajadores de la educación.
El gobernador Urtubey y sus partidarios echaron mano a un recurso macartista al querer presentar a una huelga histórica como si fuera una manipulación del PO. Ahora, una vez que la huelga concluye victoriosa, quieren retomar la iniciativa contra la docencia intentando golpear al único partido que ejerció su defensa en la Legislatura, sancionando a su principal referente provincial.
Del Plá apuntó que: “Urtubey repite el libreto fracasado del anterior gobernador, Juan Carlos Romero, cuando quitándome mi trabajo como maestro quiso golpear al movimiento docente que levantaba cabeza”, y agregó “es un intento desesperado propio de un gobierno derrotado”.
Las encuestas más favorables le dan al gobernador una imagen de 60 puntos… ¡negativa!
Mientras tanto, Urtubey puso fin a la campaña para presidente o gobernador donde aparecía disfrazado de gaucho promoviendo festivales y anunció el boleto gratuito para jubilados y estudiantes de la capital y algunos municipios aledaños del área metropolitana, por lo cual recibió críticas del interior salteño históricamente postergado.
La desaparición o muerte de mujeres en Salta es otro dolor de cabeza para el gobernador.
Por estos días está siendo buscada en un basural una joven de Guachipas de 22 años, desaparecida desde el 4 de mayo pasado.
El lunes 19 de mayo fueron encontrados los restos de una menor de 16 años que residía junto a su familia en el barrio San Antonio.
En tanto, está concluyendo el juicio por el asesinato de dos turistas francesas, Marcela Mamaní, María Ester Maidana, Celeste Pereyra y Cintia Jurado, son mujeres que desaparecieron sin dejar rastros y conforman una larga lista en Salta. Tampoco se sabe nada de María Cash, cuya última imagen con vida está registrada en esa provincia.
Es bueno recordarlas cuando el pasado miércoles 28 se celebró el Día Internacional por la Salud de las Mujeres.
El pasado sábado en oportunidad de viajar a la ciudad de Salta a la presentación de Huellas de la Memoria de Gerardo Bavio, tuve el alto honor de ser el único periodista autorizado a participar de la asamblea convocada por los docentes salteños
-Mario Hernandez (MH): Días pasados escribí una nota reseñando lo que considero un gran triunfo de los maestros salteños, pero veo que convocan a esta asamblea por nuevos reclamos.
-Docente 1 (D1): Así es. Somos Docentes Unidos de Salta (DUS) que abarca 23 regiones de toda la provincia, cada una con su delegado. Tuvimos 35 días de paro que comenzó el 1º de abril en contra del gobierno de Urtubey que se dice el futuro presidente de la República pero no le da el cuero porque es un gobernador que no es capaz de solucionar los problemas salariales de la docencia salteña y nos tiene por debajo del índice de la pobreza a quienes damos educación, principios y formamos mentes. ¡Qué le espera al país!
Ese ha sido el motivo de salir a defender dignamente, con manifestaciones y paros, a favor de un sueldo digno y ahora de un aguinaldo de un 50% sobre el salario de bolsillo.
-MH: Quiere decir que el conflicto docente en Salta todavía no está solucionado.
-D1: Acá le va a contestar una colega que es presidenta de la Asamblea provincial.
-Docente 2 (D2): El conflicto docente no se solucionó. El paro está suspendido. El conflicto sigue porque no hay respuesta del gobierno sobre el aguinaldo, nuestro salario sigue siendo precario y no alcanza ni siquiera para solventar la canasta familiar.
-MH: Justamente, he visto que el salario docente en Salta está entre los más bajos del país.
-D2: Así es, aunque el gobernador Urtubey diga que somos los mejor pagos en la República Argentina, el sueldo es muy bajo. En mi caso, con 25 años de antigüedad, tengo un salario básico de $ 2.300.
-MH: En la asamblea que está por comenzar, además del aguinaldo, ¿habrá otros temas en debate?
-D2: Los temas serán la modalidad de la continuación del paro, de las medidas que vamos a tomar de acuerdo a las respuestas del gobierno, que no se reunió con los delegados de cada Departamento como se había comprometido y tampoco hay una respuesta sobre el aguinaldo que nos tiene que pagar sobre el sueldo de bolsillo y pretende hacerlo sobre el básico. Con un básico de $ 2.300 cobraré $ 1.150 de aguinaldo.
-D1: Yo tengo 40 años de antigüedad y un básico de $ 1.800. Suspendimos las medidas de fuerza hasta tanto el gobernador tenga la dignidad de dirigirse a los Docentes Unidos de Salta para continuar el diálogo y las futuras negociaciones. Nuestra abogada seguramente tendrá más para agregar.
Los gremios no defienden nuestros derechos cuando negocian con el gobierno
-MH: Aprovecho para preguntarle por los sindicatos que firmaron los acuerdos salariales. Tengo entendido que DUS es una organización que surge al margen de los sindicatos oficiales.
-Abogada (A): Los sindicatos firmaron el acuerdo en el 2013. Como es de público conocimiento los sindicatos no están en esta asamblea sino los docentes autoconvocados. Es lamentable tener que decir que nos tuvimos que organizar democráticamente porque los gremios no defienden nuestros derechos cuando negocian con el gobierno.
Lo que pasó en Salta capital y en el interior de la provincia fue que los docentes no nos sentíamos representados por los gremios y tuvimos que salir a la calle para exigir que el gobierno nos aumente el salario, por cuanto la inflación absorbió el incremento acordado en el 2013 retroactivo al 2012. Nos estaría faltando el 2013 y lo que va del corriente año. Por lo tanto, la docencia sigue en pie de lucha. Los Docentes Unidos de Salta no hemos levantado el paro, está suspendido y hoy venimos de todo el interior, personalmente represento a Rosario de la Frontera, para tratar de ver qué nueva modalidad de lucha vamos a llevar a cabo porque este gobierno es insensible, a pesar de los múltiples reclamos que le venimos haciendo.
Además, tenemos un ministro ausente. En todas las reuniones con DUS nunca estuvo presente. Tiene nombre y apellido NN porque para los docentes nunca estuvo presente.
-D1: Yo soy justicialista de cuna, no como dice el Ministro de Economía, que tengo mucho dinero porque soy de cuna. Con el gobernador, si en algo no nos parecemos, es que yo soy de cuna justicialista y él necesita para gobernar del Partido Renovador de Salta, organizado por ex militares de la dictadura y ahora con los radicales. Es un gobierno que necesita de estos personajes y agrupamientos políticos para gobernar, entonces, de qué justicialismo me está hablando Juan Manuel Urtubey cuando no se ocupa de la clase obrera de Salta que somos los docentes, los trabajadores de la salud y otros. Cuando hacen campañas políticas para las elecciones hablan de la salud y la educación para engañar, para mentir y después meternos en esta miseria por la que está pasando la provincia de Salta.
-MH: ¿Quieren agregar algo más?
-A: El gobierno hasta el momento no ha dado respuesta. Hoy vamos a decidir el plan de lucha a seguir. Todo el interior está llegando con sus delegados y eso es importante porque le duele al gobierno. En la asamblea anterior estuvieron de San Antonio de los Cobres, de Tartagal, Orán, de las zonas más inhóspitas. El gobierno sabe que somos una asamblea fuerte y tenemos poder en las bases. Eso le molesta pero no da respuesta. Esperemos que reaccione.
-D2: Yo también soy justicialista y quiero aclarar que no es como dice el gobernador que todo esto está manipulado por el Partido Obrero. Somos de distintas ideologías políticas pero somos todos docentes. También quiero denunciar al gobierno porque es el primero que está violando las leyes al no cumplir con la del aguinaldo, la Ley 7041, y porque es el primer evasor impositivo al pagarnos en negro el 66% de nuestro salario.
-A: Es bueno recordarle a Urtubey que nosotros lo llevamos al gobierno con el voto y hoy nos castiga.
Salta no tan linda
A pedido del gobernador Juan Manuel Urtubey, la Legislatura salteña votó una “cuestión de privilegio” contra el diputado Claudio del Plá, lo cual abre un proceso que podría derivar en una sanción en su contra, con el argumento que habría sido una parte fundamental en la reacción desmedida de los manifestantes docentes que tomaron la Legislatura e impidieron el ingreso o salida de todas las personas en la sesión ordinaria del pasado 6 de mayo.
En realidad, el diputado del Partido Obrero es acusado por haber apoyado la histórica huelga docente, que luego de más de 30 días de duración conquistó importantes reclamos para los trabajadores de la educación.
El gobernador Urtubey y sus partidarios echaron mano a un recurso macartista al querer presentar a una huelga histórica como si fuera una manipulación del PO. Ahora, una vez que la huelga concluye victoriosa, quieren retomar la iniciativa contra la docencia intentando golpear al único partido que ejerció su defensa en la Legislatura, sancionando a su principal referente provincial.
Del Plá apuntó que: “Urtubey repite el libreto fracasado del anterior gobernador, Juan Carlos Romero, cuando quitándome mi trabajo como maestro quiso golpear al movimiento docente que levantaba cabeza”, y agregó “es un intento desesperado propio de un gobierno derrotado”.
Las encuestas más favorables le dan al gobernador una imagen de 60 puntos… ¡negativa!
Mientras tanto, Urtubey puso fin a la campaña para presidente o gobernador donde aparecía disfrazado de gaucho promoviendo festivales y anunció el boleto gratuito para jubilados y estudiantes de la capital y algunos municipios aledaños del área metropolitana, por lo cual recibió críticas del interior salteño históricamente postergado.
La desaparición o muerte de mujeres en Salta es otro dolor de cabeza para el gobernador.
Por estos días está siendo buscada en un basural una joven de Guachipas de 22 años, desaparecida desde el 4 de mayo pasado.
El lunes 19 de mayo fueron encontrados los restos de una menor de 16 años que residía junto a su familia en el barrio San Antonio.
En tanto, está concluyendo el juicio por el asesinato de dos turistas francesas, Marcela Mamaní, María Ester Maidana, Celeste Pereyra y Cintia Jurado, son mujeres que desaparecieron sin dejar rastros y conforman una larga lista en Salta. Tampoco se sabe nada de María Cash, cuya última imagen con vida está registrada en esa provincia.
Es bueno recordarlas cuando el pasado miércoles 28 se celebró el Día Internacional por la Salud de las Mujeres.
Argentina acordó cancelar deuda con el Club de París
La opción de pagador serial de deuda y de búsqueda de reconocimiento mundial afirma a la Argentina como parte del capitalismo mundial en crisis.
Informes oficiales de las partes, el gobierno argentino (1) y el Club de París(2), explican en la fecha el acuerdo para cancelar 9.700 millones de dólares en los próximos 5 años, con opción a que sean finalmente 7 los años de pagos, si es que no llegan inversiones externas desde los países acreedores.
Lo suscripto está condicionado al ingreso de inversiones externas demoradas por la falta de pago de antiguas deudas, parte importante de las cuáles fueron asumidas en la dictadura genocida para pertrechos bélicos, armamentos entre ellos. En la medida que ingresen esas inversiones externas, los pagos podrían acelerarse, o demorarse en caso contrario.
Japón y Alemania son de los países de mayor acreencia entre los 19 integrantes del Club de París. Entre otras, la empresa Toyota y la Siemens, que habían comprometido inversiones en Argentina esperaban el visto bueno de sus casas centrales y gobiernos, sujetos a la negociación por las cancelaciones de la deuda ahora consolidada en 9.700 millones de dólares.
Entre los principales acreedores están también Holanda, Estados Unidos, Italia, España, Suiza, Canadá, Francia e Inglaterra. Existen expectativas de atraer capitales de esos países para los sectores más dinámicos de la economía local, entre ellos en el sector de los hidrocarburos no convencionales.
Los pagos comenzarán en Julio próximo con un desembolso de 650 millones de dólares, y dos pagos sucesivos, en mayo del 2015 y 2016, por 500 millones de dólares respectivamente. En total un pago directo de 1.650 millones de dólares en los próximos dos años.
Por el resto de la deuda, que se cancelará desde ahora y hacia el 2019 o el 2021, se le deberán adicionar intereses con una tasa del 3% por el saldo de capital, que si se extiende el plazo de cancelación se estirará a 3,8%.
Se aduce que se trata de una tasa de interés ventajosa en las condiciones del costo del dinero en la coyuntura. Sin embargo, poco se comenta la exigencia de disposición de recursos fiscales o de las reservas internacionales, que bien podrían tener otro destino.
La política económica necesita ingresar divisas
Argentina llegó a acumular 52.000 millones de dólares en 2011 y ahora registra unos 28.500 millones de dólares. En muy poco tiempo se perdieron 23.500 millones de dólares, fugados del país por diferentes mecanismos económicos, entre ellos salida por atesoramiento, turismo, pago de importaciones, cancelaciones de deuda y remisión de utilidades al exterior.
El Presidente del Banco Central informó en un cónclave empresario que se aspira a sostener el actual nivel de reservas a fines del 2014(3), con lo cual, pese a la cosecha récord y las consecuentes liquidaciones de divisas, más préstamos e inversiones que habiliten los novísimos acuerdos externos, con el CIADI, Repsol y el Club de París, la confesión de partes señala a las presiones externas para hacerse de recursos provenientes del trabajo social en la Argentina, y que convoca a sostener una política oficial agresiva de ingreso de divisas y hacer frente a la demanda de pagos al exterior.
Lo concreto es que hay que pagar deuda y más deuda; importar energía e insumos importados para el ensamble industrial local; cancelar demandas por turismo y diferentes mecanismos de fuga de capitales. Las divisas generadas por las exportaciones locales no alcanzan y por eso más préstamos y estímulos a la radicación de inversiones foráneas.
¿Qué significa ser país emergente?
Argentina pretende ser reconocido por el sistema mundial y ser sujeto de préstamos e inversiones, y por eso va en búsqueda de ser considerado “país emergente”. Esa es la razón para reivindicar la invitación rusa para ser parte de la próxima reunión de los BRICS en Brasil, e imagina la transformación en BRICSA. Así, a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), deberá incluirse a la Argentina como país emergente (BRICSA).
Esta caracterización como “emergentes” suena bien, mejor que “países atrasados, en desarrollo, dependientes”, pero no es otra cuestión que la denominación que le asignan los capitales excedentes a los países que ofrecen condiciones adecuadas de rentabilidad a sus inversiones.
Esas condiciones se concentran en abundante población en disposición a ser empleada a bajos salarios relativos al costo promedio mundial e importante dotación de recursos naturales para insertarlos como mercancías en el ciclo de acumulación de capitales.
Además, son consideraciones en momentos de crisis de valorización del capital en los principales centros imperialistas del sistema mundial: Estados Unidos, Europa y Japón.
Vale recordar que los inversores están interesados en la apropiación de la renta que resulta de sus inversiones, motivo por el cual Repsol retiró 13.000 millones de dólares de ganancias obtenidas en una década en la explotación de hidrocarburos en nuestro país.
Son dos noticias que resalta el gobierno, y la presidente de Argentina se pronunció por redes sociales destacando que hoy es "un día muy importante para la Argentina, con el acuerdo por la deuda del Club de París y la invitación a la cumbre BRICS en Brasil"(4).
Convengamos que con el acuerdo se consolidan los compromisos de pagos que ratifican el carácter de cáncer que asume el endeudamiento público, y con la potencialidad de pertenecer a los emergentes, se confirma a la Argentina como ámbito expectable para la rentabilidad del capital.
Se perdió otra ocasión para declarar “deuda odiosa”
Si una deuda era pasible de ser declarada odiosa era la del Club de París y sin embargo, se optó por cumplir con los compromisos contraídos ilegítimamente por la dictadura genocida.
La opción de pagador serial de deuda y de búsqueda de reconocimiento mundial afirma a la Argentina como parte del capitalismo mundial en crisis.
El interrogante es si se puede transitar un camino alternativo, anticapitalista y antiimperialista. Ello supone fuerza política en la sociedad que desde nuevas mayorías desde la acumulación de poder popular pueda desafiarse el orden capitalista local, regional y mundial.
Es parte de lo que el 29 de mayo, a 45 años del Cordobazo se disputa en las elecciones de la CTA e intentar ser mayoría en el movimiento de trabajadores en la Argentina y desde allí disputar hegemonía en el seno del pueblo para ejercer soberanía integral para la liberación.
Julio C. Gambina
Notas:
1) Agencia de Noticias Telam, en:http://www.telam.com.ar/notas/201405/64883-kicillof-argentina-club-de-paris.html (consultado el 29/5/2024)
2) Sitio en internet del Club de París, en: http://www.clubdeparis.org/(consultado el 29/5/2024)
3) “El BCRA prometió bajar la tasa de interés sólo si la inflación sigue en descenso” Diario BAE del 29/5/2014, en:http://www.diariobae.com/notas/18269-el-bcra-prometio-bajar-las-tasas-de-interes-solo-si-la-inflacion-sigue-en-descenso.html(consultado el 29/5/2014)
4) ACUERDO CON CLUB DE PARÍS. Cristina: "Todas las obligaciones financieras de Argentina, desde el 25 de mayo de 2003, se han venido pagando religiosamente". Agencia Télam, en:http://www.telam.com.ar/notas/201405/65127-cristina-todas-las-obligaciones-financieras-de-argentina-desde-el-25-de-mayo-de-2003-se-han-venido-pagando-religiosamente.html (consultado el 29/5/2014)
jueves, 29 de mayo de 2014
A 45 años del Cordobazo, hacer de cada universidad, fábrica y barrio, una fortaleza
Uno de los levantamientos en régimen dictatorial más fuerte de nuestro país, el Cordobazo de 1969 gestó entre obreros y estudiantes la unión del campo popular. Un nuevo aniversario reescribe sus postulados.
Los atropellos, la opresión, el desconocimiento de un sin números de derechos.
Se paraliza totalmente la ciudad. Nadie trabaja. Todos protestan. El gobierno reprime.
Paro general de 36 horas, estallido popular, la rebeldía contra tanta injusticia, contra los asesinatos, contra los atropellos. La policía retrocede. Nadie controla la situación.
Es el pueblo. Son las bases sindicales y estudiantes que luchan enardecidas. Es el apoyo total de la población. Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni de usurpadores del poder. Esta magnífica capacidad de síntesis es de Agustín Tosco.
Lo que conocemos como Cordobazo tiene una potencia tal que lo sitúa como un acontecimiento con todas las letras. Todas las fuerzas de la estructura se conjugan y conjuran para negar la existencia de lo sucedido, que se presenta como estructuralmente imposible. El acontecimiento es la posibilidad efectiva de ese imposible estructural. Lo que antes no pasaba, ahora pasa. El Gringo Tosco lo llamó "hecho de real trascendencia histórica". Un pueblo busca liberarse para construir una vida mejor, porque sabe que puede vivirla. Hablan voces inauditas. Ya no es un imposible estructural.
29 de mayo de 1969. Ciudad de Córdoba. Columnas y columnas de trabajadores salen de las principales fábricas movilizadas en contra de las políticas de represión y ajuste económico de la dictadura de Onganía.
Un decreto nacional quería eliminar el "sábado inglés", lo que implicaba un recorte del diez por ciento en los salarios. Al mismo tiempo, los empresarios pedían, para reducir costos laborales, que se anularan las "quitas zonales", un plus que cobraban los trabajadores de fábricas ubicadas en zonas periféricas. Pero lejos están de ser estos los únicos motivos del estallido.
A las once empezó el paro. En las fábricas, los dirigentes ni siquiera tuvieron que convocar a los trabajadores. Todos se fueron encolumnando detrás de los carteles. El silencio estaba a punto de romperse. Se iban desplegando cartelones de vereda a vereda, donde se leían los nombres de las distintas agrupaciones. A la cabeza de la columna, un cartel enorme que decía "Paro Activo". A su paso, las filas se iban engrosando. La gente salía de todos lados.
Los que no salían a la calle estaban en los balcones y los techos para ver qué pasaba. No era cualquier día, y eso estaba claro. Centenares de estudiantes universitarios se concentran en el barrio Clínicas a la espera de las columnas trabajadoras.
-¡Obreros y estudiantes / unidos adelante!
Toman las calles.
Sabemos cómo sigue. La policía hace lo que su función prescribe: reprime. Balas, gases y muertos. Con la diferencia de que esta vez enfrente encuentran la dignidad de un pueblo. Pasado el mediodía, los motoqueros cual chasquis, llevan la noticia de la muerte de un compañero. Era Máximo Mena del Sindicato de Mecánicos. Lo que consiguen es enardecer aún más al pueblo sublevado, que contesta con más piedras, molotovs y barricadas. Los policías empezaron a retroceder.
-¿Cómo decís Gringo? No te oigo bien.
- Esto es increíble, no puede ser. Acá la gente salió por las suyas, acá se murieron los dirigentes... ¡Acá ya nadie dirige nada, es increíble!
La policía del gobierno había perdido la ciudad. Consecutivamente, el gobernador pide ayuda al Ministerio del Interior de Nación. Llega el momento para que el ejército entre en acción. Entre la retirada policial y la llegada del ejército separan varias horas de control popular. Con los primeros contingentes del ejército, la consigna es repliegue y resistir hasta donde se pueda.
-¡Entren a las casas!
-¡Suban a los techos!
-¡Se viene el ejército, carajo!
Días después, el general Sánchez Lahoz diría: "Me pareció ser el jefe de un ejército británico durante las invasiones inglesas. La gente tiraba de todo desde sus balcones y azoteas..."
Una verdadera insurrección popular. Lo que parece comenzar como un reclamo corporativo, nunca lo fue. El accionar del movimiento obrero se presenta como la voluntad organizada del pueblo, recogiendo las aspiraciones legítimas de otros sectores. Obreros, casi la totalidad de las agrupaciones estudiantiles, organizaciones políticas, conjuntamente con un sinnúmero de marchas vecinales y protestas callejeras ciudadanas de todo tipo confluyeron y afirmaron en su práctica que el pueblo es el único protagonista de su destino.
La batalla deja como saldo decenas de muertos y centenares de detenidos. El Programa del 1° de Mayo de la CGT de los Argentinos anacrónicamente agregaría: "Pero nada nos habrá de detener, ni la cárcel ni la muerte. Porque no se puede encarcelar y matar a todo el pueblo y porque la inmensa mayoría sabe que sólo el pueblo salvará al pueblo."
La efeméride siempre nos lleva al mismo interrogante: ¿Por qué recuperar la fecha? ¿Qué lectura es posible hacer desde el presente que lo incluya a éste? En la medida en que el pueblo se define por su pasado en común, en la historia va a estar el reservorio de las potencias. Walsh decía que las clases dominantes se esforzaron siempre porque los trabajadores no tengan historia, no tengan héroes ni mártires. Así, cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
Acontecimientos como el Cordobazo, y la recuperación por nosotros, tal vez haga posible que se quiebre el círculo.
Lautaro Armani
Más de 4.000 personas se solidarizaron hoy con los trabajadores del B.A.U.E.N.
En un acto-festival que contó con la actuación de Attaque 77, más de 4.000 personas se concentraron hoy frente a las puertas del hotel cooperativa B.A.U.E.N. bajo la consigna “No al desalojo. Sí a la expropiación”.
Miembros de cooperativas de todo el país, referentes de organizaciones estudiantiles, sindicales, sociales y políticas, vecinos del hotel y público en general se reunieron para solidarizarse con los trabajadores que enfrentan una situación crítica, ya que pesa sobre ellos una orden firme de desalojo vencida al 15 de mayo. La Jueza Paula Hualde del Juzgado Comercial 9 ya libró el mandamiento al oficial de justicia. Esta nueva orden de desalojo amenaza con dejar en la calle a los 130 trabajadores que mantienen en pie el hotel.
Sobre el escenario también estuvieron, entre otros artistas La Beriso, La perra que los parió, Killertrip e Incorrectos.
Los referentes de la cooperativa expresaron que “la cooperativa debe quedarse en el hotel de Callao 360” y que “para eso es necesaria la intervención del Estado Nacional”. “Los antiguos dueños del BAUEN tienen deudas millonarias, que fueron tomadas durante la última dictadura militar, con un banco público (el BANADE, durante el Mundial del 78). Son préstamos del Estado que no se pagaron en 36 años”, explicaron.
“En medio de esta disputa hay una sentencia de desalojo para la cooperativa. Los plazos se vencieron la semana pasada. Nosotros estamos trabajando y no vamos a dejar las instalaciones. Somos garantía de que el Estado cobre sus deudas. Si el edificio pasa a los antiguos dueños, el Estado no va a cobrar sus deudas, como no las cobró en estos 35 años”, completaron.
Los cooperativistas recordaron que en el Congreso Nacional hay proyectos de ley con estado parlamentario que plantean la expropiación del inmueble. “Tal vez aparezca una figura que le permita al Estado hacerse con el inmueble. Estamos en un momento del conflicto en que necesitamos una salida política”, completaron.
Ésta es la segunda amenaza de desalojo que enfrentan los trabajadores, ya en 2007 pasaron por una situación similar, que se revirtió gracias al acompañamiento popular. En esa oportunidad, más de 4.000 personas se movilizaron hasta las puertas del hotel y participaron de una acción para impedir el desalojo.
El Hotel B.A.U.E.N. se construyó con dinero público, otorgado por la dictadura cívico militar entre 1977 y 1978, que nunca fue devuelto al Estado Nacional por los empresarios que lo edificaron.
En diciembre de 2001, los mismos empresarios que recibieron esos fondos provocaron el cierre del hotel, dejando en la calle a más de 100 familias. En 2003 el B.A.U.E.N. fue recuperado y desde ese momento es una empresa gestionada por sus trabajadores.
Ahora, el grupo económico que construyó el hotel con fondos del Estado que nunca devolvió y que dejó sin trabajo a más de 100 personas quiere volver a adueñárselo.
“Que la Justicia no beneficie a quienes hicieron negocios con la dictadura, mantienen una deuda millonaria con el Estado nacional y participaron en el vaciamiento del país en el 2001”, pidieron los trabajadores.
Prensa Facta
Miembros de cooperativas de todo el país, referentes de organizaciones estudiantiles, sindicales, sociales y políticas, vecinos del hotel y público en general se reunieron para solidarizarse con los trabajadores que enfrentan una situación crítica, ya que pesa sobre ellos una orden firme de desalojo vencida al 15 de mayo. La Jueza Paula Hualde del Juzgado Comercial 9 ya libró el mandamiento al oficial de justicia. Esta nueva orden de desalojo amenaza con dejar en la calle a los 130 trabajadores que mantienen en pie el hotel.
Sobre el escenario también estuvieron, entre otros artistas La Beriso, La perra que los parió, Killertrip e Incorrectos.
Los referentes de la cooperativa expresaron que “la cooperativa debe quedarse en el hotel de Callao 360” y que “para eso es necesaria la intervención del Estado Nacional”. “Los antiguos dueños del BAUEN tienen deudas millonarias, que fueron tomadas durante la última dictadura militar, con un banco público (el BANADE, durante el Mundial del 78). Son préstamos del Estado que no se pagaron en 36 años”, explicaron.
“En medio de esta disputa hay una sentencia de desalojo para la cooperativa. Los plazos se vencieron la semana pasada. Nosotros estamos trabajando y no vamos a dejar las instalaciones. Somos garantía de que el Estado cobre sus deudas. Si el edificio pasa a los antiguos dueños, el Estado no va a cobrar sus deudas, como no las cobró en estos 35 años”, completaron.
Los cooperativistas recordaron que en el Congreso Nacional hay proyectos de ley con estado parlamentario que plantean la expropiación del inmueble. “Tal vez aparezca una figura que le permita al Estado hacerse con el inmueble. Estamos en un momento del conflicto en que necesitamos una salida política”, completaron.
Ésta es la segunda amenaza de desalojo que enfrentan los trabajadores, ya en 2007 pasaron por una situación similar, que se revirtió gracias al acompañamiento popular. En esa oportunidad, más de 4.000 personas se movilizaron hasta las puertas del hotel y participaron de una acción para impedir el desalojo.
El Hotel B.A.U.E.N. se construyó con dinero público, otorgado por la dictadura cívico militar entre 1977 y 1978, que nunca fue devuelto al Estado Nacional por los empresarios que lo edificaron.
En diciembre de 2001, los mismos empresarios que recibieron esos fondos provocaron el cierre del hotel, dejando en la calle a más de 100 familias. En 2003 el B.A.U.E.N. fue recuperado y desde ese momento es una empresa gestionada por sus trabajadores.
Ahora, el grupo económico que construyó el hotel con fondos del Estado que nunca devolvió y que dejó sin trabajo a más de 100 personas quiere volver a adueñárselo.
“Que la Justicia no beneficie a quienes hicieron negocios con la dictadura, mantienen una deuda millonaria con el Estado nacional y participaron en el vaciamiento del país en el 2001”, pidieron los trabajadores.
Prensa Facta
miércoles, 28 de mayo de 2014
El acceso a la salud, una asignatura pendiente en la región
Reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes figura entre las metas del milenio de Latinoamérica y el Caribe hacia 2015.
En el día internacional de acción por la salud, una mirada sobre las demandas pendientes rumbo al acceso universal de una adecuada calidad de vida para las mujeres.
La mortalidad materna es el número anual de mujeres fallecidas por causas relacionadas con el embarazo y el parto por cada 100.000 nacidos/as vivos/as. En la región, países como Haití, Bolivia, Perú, Suriname, Guatemala y Paraguay cuentan con lamentables cifras de inacceso a la salud de parte de las mujeres –generalmente de sectores populares-, en situación de embarazo, parto y puerperio. Estas cifras están directamente relacionadas con las prácticas clandestinas e inseguras de interrupción de los embarazos que son porcentualmente la principal causa de estas muertes.
Esto nos introduce en una de las denuncias y demandas centrales de los movimientos de mujeres y los feminismos organizados. La negación del derecho al aborto en América Latina se repite en varios de los países que la componen: es ilegal, clandestino, y se presenta inseguro para la salud. Continúa siendo la deuda de todas las democracias y de los gobiernos progresistas actuales, ya que al año miles de mujeres acceden a diversos métodos para interrumpir un embarazo y muchas de ellas dejan su vida en ello. Terminar con las justificaciones que niegan el derecho a decidir -e incluso a tener un acceso integral a la salud sexual y reproductiva-, sigue siendo la materia pendiente del progresismo latinoamericano. Por eso, en algunos países de nuestra región, el debate, previa voluntad política, intenta plantarse en la agenda pública.
Chile y Uruguay, dos realidades opuestas
"Cada aborto es una señal que como sociedad estamos llegando tarde", dijo la mandataria Michelle Bachelet en su discurso presidencial, el pasado miércoles 21 de mayo. De este modo, la Jefa de Estado chilena anunció el inicio del debate por la despenalización de aborto. Chile sigue siendo uno de los pocos países en el mundo en el cual el aborto es ilegal en todos los casos, una señal más de su tradición conservadora. Fue en 1989, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, que se prohibió el último bastión de derechos a las mujeres: el aborto terapéutico, previsto en el artículo 119 del Código Sanitario.
Desde entonces, el país trasandino ha intentado impulsar el debate a nivel social a través de ONG'S y organizaciones de mujeres. Al parecer, será en el segundo gobierno de Bachelet, -compuesto por una mirada joven y con mentes más progresistas- que se pueda lograr. Según cifras del Ministerio de Salud de Chile, durante el 2013 se registraron 17.434 casos de mujeres que recurren a alternativas peligrosas para interrumpir su embarazo. De esta cifra, más del 50% de los procedimientos corresponden a razones de salud y a interrupciones de manera espontánea.
Desde otra perspectiva se posiciona Uruguay, país que desde 2012 cuenta con una ley que posibilita el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo hasta 12 semanas de gestación. Esta legislación que se enmarca dentro de una serie de políticas públicas que se aplicaron a partir de 2003 con la finalidad de reducir la mortalidad materna. Desde hace dos años, ninguna mujer ha muerto por abortos inseguros. Y no es el único país latinoamericano que ha resuelto legalizar y despenalizar el aborto con éxito para la salud de su población femenina; en el continente se suman Cuba y Bahamas, países que hoy presentan índices muy bajos de mortalidad de mujeres en gestación.
“Aplicamos un principio muy simple: reconocer los hechos. El aborto es viejo como el mundo”, explicó José “Pepe” Mujica, por aquél tiempo en que se debatía el proyecto de ley. El presidente uruguayo manifestó que la legalización del aborto y la difusión de métodos anticonceptivos permiten al país perder menos. “Aquí la mujer no va directamente a la clínica a abortar. Eso ocurría cuando era clandestino. Aquí pasa por un psicólogo y después es bien atendida”, detalló.
Para acceder a un aborto en forma gratuita en las instituciones de salud, la mujer debe entrevistarse con un equipo interdisciplinario que le informa sobre los riesgos, alternativas, programas de apoyo a la maternidad y de adopción, tras lo cual deberá tomarse cinco días para reflexionar la decisión. Como excepción, se autoriza el aborto dentro de las 14 semanas de gestación cuando el embarazo implique un grave riesgo para la salud de la mujer, haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina o cuando el embarazo sea producto de una violación.
Aborto inseguro y altos índices de mortalidad materna en Argentina
En Argentina, desde 1990 cada año mueren aproximadamente cuatro mujeres por cada 10.000 niñas y niños nacidos vivos, de acuerdo a estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación -que difieren de las de los organismos internacionales-. La mortalidad materna es una expresión de la pobreza y de la desigualdad de género, indicador de salud que permite transformar en cifras la brecha que separa a personas y pueblos ricos de aquellas que son pobres, además de señalar dónde existen vulneraciones de derechos. Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, Argentina se ubica en el puesto 15 entre 30 países de Iberoamérica, en relación al índice de mortalidad de mujeres gestantes. Las causas de estas muertes son varias y constantes a lo largo del tiempo, lo que hace pensar en situaciones de desigualdad estructural. Durante 2011 -de acuerdo a las últimas estadísticas difundidas por el Ministerio de Salud de la Nación-, el 24% de estas muertes –constituyendo el índice principal-, fueron causadas por abortos realizados en condiciones inseguras.
Claves para el acceso a la salud
Según la CEPAL, los indicadores positivos en salud en la región aumentan a medida que los gobiernos hacen eje en cuatro factores básicos: inversión, una mejora en la calidad de los servicios asistenciales, políticas públicas adecuadas, y el trabajo en colaboración con las comunidades y la sociedad civil organizada a fin de resolver demandas y situaciones específicas. Destacan además como claves de éxito, la capacitación a profesionales de la salud para que estén abiertas/os a los cambios socioculturales y la existencia de autoridades gubernamentales con la voluntad política para apoyar las iniciativas de cambio coordinadas entre los ámbitos de públicos, privados y comunitarios.
Una mirada contextual nos permite reflexionar a la vez que visibilizar las demandas pendientes de las comunidades y las sociedades organizadas. El aborto clandestino e inseguro sigue siendo desde hace décadas una de las causales de mortalidad de las mujeres que más peso tiene sobre las problemáticas que hacen a la salud en nuestro país y en toda Nuestra América, además de ser uno de los reconocimientos de derechos más ignorados por las dirigencias políticas que redundan en omitir las responsabilidades institucionales adquiridas mediante el mandato popular. Porque el desarrollo de nuestros pueblos también es parte el reconocimiento de la autonomía personal, la decisión sobre el propio cuerpo como primer territorio de soberanía y el acceso a la salud en forma integral de todas las mujeres, es que se conmemora este día como de lucha, acción y reivindicación de derechos.
Catalina Arca y Laura Salomé Canteros.
A Chevron le llegó su escrache mundial
En unas diez ciudades de diversos países se realiza este miércoles el “Día Internacional Anti Chevron”. Impulsado por las comunidades afectadas de la Amazonía ecuatoriana, más de un centenar de organizaciones denunciarán en tres continentes las prácticas de la petrolera estadounidense.
Marchas, bloqueos, conferencias, foros, festivales artísticos y proyección de documentales simultáneamente en al menos ocho países tendrán como blanco a la transnacional Chevron Corporation. La jornada fue convocada por el Frente de Defensa de la Amazonía ecuatoriana y tendrá fuerte presencia en los países donde opera la empresa.
La iniciativa “trata de unir a las víctimas de Chevron en todo el mundo, rechazar y condenar sus prácticas de contaminación ambiental. Estamos demostrando que el mundo entero rechaza el crimen cometido por Chevron en Ecuador y otros países”, explica Pablo Fajardo, el abogado que representa a 30 mil pobladores en la megacausa judicial contra la transnacional.
Los organizadores difundieron la “Declaración de los pueblos víctimas de las prácticas de Chevron”, en la que señalan que son “cientos de miles las personas afectadas por Chevron en todo el mundo, con una cifra que crece cada día debido a un modus operandi de la empresa que sistemáticamente ha violentado derechos de las personas y la naturaleza en los lugares donde ha operado, negándose posteriormente a realizar la justa remediación de esos territorios”.
Alrededor de esta campaña se ha conformado la “Red internacional de víctimas de Chevron”, que ya recibió el apoyo de más de 150 organizaciones sociales de América Latina, Europa y Asia.
La mancha más grande
La compañía Texaco, adquirida posteriormente por Chevron, fue sentenciada en Ecuador al pago de 9.500 millones de dólares por la destrucción ambiental que generó durante sus operaciones extractivas registradas entre 1964 y 1990. Los estudios realizados por los afectados por la multinacional aseguran que durante esos casi 30 años, Texaco derramó 16,8 millones de galones de petróleo en el ecosistema, vertió otros 18,5 mil millones de galones de aguas tóxicas en los suelos y ríos, y quemó al aire 235 mil millones de pies cúbicos de gas.
Pero no es el único lugar donde Chevron debió enfrentar a la justicia. En Estados Unidos, la transnacional deberá pagar 875 mil dólares por dos derrames de petróleo ocasionados en 2010 y en 2013, en Salt Lake, en el estado de Utah. En Brasil, fue sentenciada a pagar 41,6 millones de dólares por un derrame de crudo ocurrido en el año 2011. En Rumania, se tuvieron que suspender sus perforaciones de exploración de gas por las protestas contra la aplicación de la cuestionada técnica del fracking. En Nigeria, se registró también una explosión en el campo petrolero Funiwa, en el año 2012, como consecuencia de sus operaciones.
La vaca atada
Otro país donde se escuchará fuerte el grito contra Chevron es Argentina, donde organizaciones populares y ambientales rechazan la concesión otorgada por el gobierno nacional para explotar el yacimiento Vaca Muerta, en el sur del país. La “Multisectorial contra la Hidrofractura de Neuquén” convocó a una manifestación en esa ciudad y denunció que el arribo de Chevron “garantizará la rentabilidad y permanencia de esta empresa a costa de nuestras tierras, de las economías regionales y de los derechos del pueblo mapuche”.
En Buenos Aires, diversas organizaciones se concentrarán frente a las céntricas oficinas de la empresa. En un comunicado, explicaron que rechazan “el saqueo que implica el acuerdo entre el Gobierno Nacional e YPF con Chevron, la violación de los derechos colectivos de la Comunidad mapuche Campo Maripe y la utilización de la cuestionada técnica del ´fracking´, que multiplica los riesgos de contaminación del territorio”.
En Quito, Ecuador, las actividades se iniciarán en la tarde con una bicicleteada. También se anunciaron acciones en Río de Janeiro, Toronto, Nueva York, Richmond, Madrid, Barcelona, Pamplona, Sevilla, Berlín, París, Ginebra y Londres.
Humberto Piaguaje, dirigente indígena del pueblo Siekopai del Ecuador y coordinador de la “Unión de Afectados por las Operaciones Petroleras de Texaco”, manifestó que “el propósito de esta iniciativa ciudadana es ofrecer una plataforma pública de alta visibilidad para permitir que todos los pueblos que sufren o han sufrido a manos de Chevron levanten sus voces y sean escuchados por el mundo entero”.
Para mayor información sobre el "Día Internacional Anti Chevron": http://www.antichevron.com/ y
https://www.youtube.com/watch?v=5Swo1WTfDtQ
Un día contra los agrotóxicos
Actos en diversas ciudades del país y el mundo contra la empresa Monsanto
En 200 ciudades de 49 países se realizaron actividades en contra del modelo agroindustrial basado en agroquímicos y semillas transgénicas. El epicentro en la Argentina fue la ciudad de Malvinas Argentinas, en Córdoba.
“Jornada mundial contra Monsanto”, fue la consigna de la manifestación que se realizó el sábado en 200 ciudades de 49 países. Uno de los epicentros fue Malvinas Argentinas (Córdoba), donde acaba de conocerse un estudio que conmovió a la población y acentuó las críticas a la empresa y al modelo agropecuario: análisis de la Universidad de Buenos Aires confirmaron que los vecinos tienen agroquímicos en la sangre. La Asamblea de Vecinos Malvinas Lucha por la Vida exigió a las autoridades gubernamentales que realicen análisis a toda la población, reiteró el rechazo a la instalación de Monsanto en Córdoba y reclamó la prohibición de uso de agroquímicos a 2500 metros de las viviendas. También hubo actos contra la compañía en Rosario, La Plata, Paraná y ciudad de Buenos Aires.
Malvinas Argentinas es una localidad cordobesa ubicada a catorce kilómetros de la capital provincial. Desde 2012 cambió su tranquilidad por la llegada de la multinacional Monsanto, que planea instalar su mayor planta de Latinoamérica de tratamiento de semillas transgénicas.
En dos años se sucedieron media docena de represiones contra los vecinos que cuestionan a la empresa, un fallo judicial que frena la construcción de la obra, la negativa de la Secretaría de Ambiente de Córdoba al estudio de impacto ambiental de Monsanto y un bloqueo de ocho meses en los portones de la planta. También dos encuestas precisan que el 60 por ciento de los vecinos rechaza a la compañía.
Malvinas Argentinas está dentro de los pueblos fumigados de Argentina, rodeado por producción agrícola industrial. Desde 2012 exigen al intendente, Daniel Arzani, y al gobernador, José Manuel de la Sota, que realicen estudios sobre la población. Nunca obtuvieron respuesta.
También presentaron un proyecto de ordenanza en 2012 para restringir las fumigaciones a 2500 metros de las viviendas. Tampoco tuvo apoyo gubernamental.
La asamblea de Malvinas Argentinas y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) dieron a conocer un estudio exploratorio realizado por el Centro de Asesoramiento Toxicológico Analítico (Cenatoxa) y la Cátedra de Toxicología y Química Legal (ambos de la Universidad de Buenos Aires). Analizaron la sangre de diez personas (seis adultos, cuatro niños). Los resultados confirmaron las sospechas: el 70 por ciento tiene agroquímicos en sangre.
El estudio demostró que la sangre de las personas tiene los plaguicidas Aldrin, Dieldrin, DDT y Beta HCH. “Incluso bajas dosis de estos plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal y reducir las defensas del organismo. Las consecuencias sanitarias son más graves en mujeres embarazadas, en embriones y fetos en desarrollo y en recién nacidos y niños”, explicó Raúl Montenegro, de Funam.
Vanesa Sartori, de la asamblea de Malvinas, explicó que sólo realizaron diez estudios porque cada análisis tiene un valor de 1500 pesos y aclaró que no aparecieron agroquímicos actuales (como glifosato y endosulfan) porque no consiguieron un laboratorio que sí puede detectarlos. “La sensibilidad de los aparatos no detectan glifosato, y por eso exigimos a la intendencia y a la provincia que realizan estudios sobre una muestra amplia de la población. Estamos seguros de que aparecerán todos los agroquímicos que se usan en soja y maíz transgénico”, advirtió la asambleísta.
Sartori detalló que entre las personas con plaguicidas en sangre hay dos niñas. “Imaginate lo cruel que es saber que dos nenas tendrán toda su vida esos venenos en sangre y que incluso la misma situación les tocará a sus hijos”, lamentó Sartori y señaló otro caso, el de una vecina que vive en el centro del pueblo: “Si los vecinos de frente a la plaza principal tienen plaguicidas, estamos seguros de que cuanto más cerca de los campos agropecuarios, peor será la situación. Es urgente hacer los estudios, hay enorme preocupación porque todos nuestros hijos pueden tener venenos en sangre”.
Los vecinos solicitaron a las autoridades políticas la realización de estudios sobre muestras más grandes para establecer la presencia de agroquímicos en sangre, orina y leche materna. Y, sobre todo, exigieron la suspensión definitiva de las obras de Monsanto debido a la contaminación ya existente en la localidad. “Ya estamos enfermos, con veneno en sangre, la instalación de Monsanto será un desastre y agravará la situación”, afirmó Sartori.
Montenegro, que actuó como asesor técnico de la asamblea, explicó que todos los plaguicidas detectados están prohibidos y ya no se utilizan, pero persisten en el ambiente y en las personas. “Los transfieren a sus hijas e hijos las madres embarazadas a través de la placenta primero (embriones y fetos) y durante la lactancia después, e ingresan durante toda la vida de un individuo por inhalación de partículas de suelo y la ingesta de agua y alimentos contaminados”, señaló y detalló que al Beta HCH se lo asocia a las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, el DDT es considerado “posible cancerígeno” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y el Dieldrin pueden alterar el sistema inmune.
En el marco de la Jornada mundial contra Monsanto, se realizó el jueves en Malvinas Argentinas una campaña de difusión sobre los análisis de agroquímicos en sangre. Los vecinos realizaron un corte informativo, una panfleteada casa por casa y una marcha hasta la municipalidad para exigir la cancelación definitiva del permiso de instalación de Monsanto.
Darío Aranda
En 200 ciudades de 49 países se realizaron actividades en contra del modelo agroindustrial basado en agroquímicos y semillas transgénicas. El epicentro en la Argentina fue la ciudad de Malvinas Argentinas, en Córdoba.
“Jornada mundial contra Monsanto”, fue la consigna de la manifestación que se realizó el sábado en 200 ciudades de 49 países. Uno de los epicentros fue Malvinas Argentinas (Córdoba), donde acaba de conocerse un estudio que conmovió a la población y acentuó las críticas a la empresa y al modelo agropecuario: análisis de la Universidad de Buenos Aires confirmaron que los vecinos tienen agroquímicos en la sangre. La Asamblea de Vecinos Malvinas Lucha por la Vida exigió a las autoridades gubernamentales que realicen análisis a toda la población, reiteró el rechazo a la instalación de Monsanto en Córdoba y reclamó la prohibición de uso de agroquímicos a 2500 metros de las viviendas. También hubo actos contra la compañía en Rosario, La Plata, Paraná y ciudad de Buenos Aires.
Malvinas Argentinas es una localidad cordobesa ubicada a catorce kilómetros de la capital provincial. Desde 2012 cambió su tranquilidad por la llegada de la multinacional Monsanto, que planea instalar su mayor planta de Latinoamérica de tratamiento de semillas transgénicas.
En dos años se sucedieron media docena de represiones contra los vecinos que cuestionan a la empresa, un fallo judicial que frena la construcción de la obra, la negativa de la Secretaría de Ambiente de Córdoba al estudio de impacto ambiental de Monsanto y un bloqueo de ocho meses en los portones de la planta. También dos encuestas precisan que el 60 por ciento de los vecinos rechaza a la compañía.
Malvinas Argentinas está dentro de los pueblos fumigados de Argentina, rodeado por producción agrícola industrial. Desde 2012 exigen al intendente, Daniel Arzani, y al gobernador, José Manuel de la Sota, que realicen estudios sobre la población. Nunca obtuvieron respuesta.
También presentaron un proyecto de ordenanza en 2012 para restringir las fumigaciones a 2500 metros de las viviendas. Tampoco tuvo apoyo gubernamental.
La asamblea de Malvinas Argentinas y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) dieron a conocer un estudio exploratorio realizado por el Centro de Asesoramiento Toxicológico Analítico (Cenatoxa) y la Cátedra de Toxicología y Química Legal (ambos de la Universidad de Buenos Aires). Analizaron la sangre de diez personas (seis adultos, cuatro niños). Los resultados confirmaron las sospechas: el 70 por ciento tiene agroquímicos en sangre.
El estudio demostró que la sangre de las personas tiene los plaguicidas Aldrin, Dieldrin, DDT y Beta HCH. “Incluso bajas dosis de estos plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal y reducir las defensas del organismo. Las consecuencias sanitarias son más graves en mujeres embarazadas, en embriones y fetos en desarrollo y en recién nacidos y niños”, explicó Raúl Montenegro, de Funam.
Vanesa Sartori, de la asamblea de Malvinas, explicó que sólo realizaron diez estudios porque cada análisis tiene un valor de 1500 pesos y aclaró que no aparecieron agroquímicos actuales (como glifosato y endosulfan) porque no consiguieron un laboratorio que sí puede detectarlos. “La sensibilidad de los aparatos no detectan glifosato, y por eso exigimos a la intendencia y a la provincia que realizan estudios sobre una muestra amplia de la población. Estamos seguros de que aparecerán todos los agroquímicos que se usan en soja y maíz transgénico”, advirtió la asambleísta.
Sartori detalló que entre las personas con plaguicidas en sangre hay dos niñas. “Imaginate lo cruel que es saber que dos nenas tendrán toda su vida esos venenos en sangre y que incluso la misma situación les tocará a sus hijos”, lamentó Sartori y señaló otro caso, el de una vecina que vive en el centro del pueblo: “Si los vecinos de frente a la plaza principal tienen plaguicidas, estamos seguros de que cuanto más cerca de los campos agropecuarios, peor será la situación. Es urgente hacer los estudios, hay enorme preocupación porque todos nuestros hijos pueden tener venenos en sangre”.
Los vecinos solicitaron a las autoridades políticas la realización de estudios sobre muestras más grandes para establecer la presencia de agroquímicos en sangre, orina y leche materna. Y, sobre todo, exigieron la suspensión definitiva de las obras de Monsanto debido a la contaminación ya existente en la localidad. “Ya estamos enfermos, con veneno en sangre, la instalación de Monsanto será un desastre y agravará la situación”, afirmó Sartori.
Montenegro, que actuó como asesor técnico de la asamblea, explicó que todos los plaguicidas detectados están prohibidos y ya no se utilizan, pero persisten en el ambiente y en las personas. “Los transfieren a sus hijas e hijos las madres embarazadas a través de la placenta primero (embriones y fetos) y durante la lactancia después, e ingresan durante toda la vida de un individuo por inhalación de partículas de suelo y la ingesta de agua y alimentos contaminados”, señaló y detalló que al Beta HCH se lo asocia a las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, el DDT es considerado “posible cancerígeno” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y el Dieldrin pueden alterar el sistema inmune.
En el marco de la Jornada mundial contra Monsanto, se realizó el jueves en Malvinas Argentinas una campaña de difusión sobre los análisis de agroquímicos en sangre. Los vecinos realizaron un corte informativo, una panfleteada casa por casa y una marcha hasta la municipalidad para exigir la cancelación definitiva del permiso de instalación de Monsanto.
Darío Aranda
lunes, 26 de mayo de 2014
Desaceleración económica, tasas de interés y precio del dólar
Se reinició el debate sobre la coyuntura, el crecimiento o no de la actividad económica, las tasas de interés y el precio de las divisas.
La desaceleración es un dato concreto, especialmente de la producción industrial. Así lo expresan los datos de las cuentas nacionales que remiten a una recesión productiva en el ámbito de la industria, con las automotrices a la cabeza y las suspensiones de trabajadores.
Desde el gobierno y los sindicatos se presiona para que las suspensiones no se transformen en cesantías, mientras se reducen los salarios de los trabajadores, que como siempre constituyen la variable de ajuste.
Es una discusión si la desaceleración o recesión se extiende al conjunto de la economía.
Desde el campo, con precios en alza y cosecha récord se contrasta la información y fluyen dólares para recomponer la crisis externa de menor superávit comercial y cierto alivio en la recomposición de reservas luego de dos años de pérdidas netas ante la fuga de capitales.
Con las tasas de interés ocurre algo insólito, ya que la política del BCRA luego de la devaluación de enero del 2014 fue la de promover el alza de las tasas al 26%.
Esa política fue la excusa de la banca privada y transnacional hegemónica en el ámbito comercial de las entidades financieras para elevar el costo del crédito a valores que oscilan entre el 85 y el 110%, en consumos con tarjetas, giros en descubiertos o créditos para consumo, o la producción.
No hay dudas que se trata de un costo usurario, imposible de financiar ninguna ampliación de la actividad económica, menos con la situación de desaceleración que se confirma en la vida cotidiana.
Desde el propio oficialismo, sea el gobierno o voces del periodismo afín se salió a denunciar el carácter usurario de la banca, sin reconocer que en el origen está la iniciativa del propia autoridad monetaria.
Mientras se discute que los propios bancos instalen auto restricciones, sorprende que siga vigente la ley 21.526 de entidades financieras de la dictadura, o que no se acuda a la nacionalización de la banca ante la usura explícita que suponen tasas de saqueo.
Mientras tanto el dólar volvió a subir, tanto el oficial como el paralelo, y parece haberse terminado la convertibilidad de 8 a 1 que rigió por unos meses.
Existen operaciones especulativas, no hay duda, y se asocian a la recurrente actitud especulativa que sostiene la fuga de capitales, Pero también se asocia a una inflación del 12% en el primer cuatrimestre, según la nueva medición del INDEC, que también está en la sospecha por no recoger íntegramente el movimiento de los precios en la Argentina, e incluir a los precios cuidados en la medición del indicador mensual de evolución de los precios.
El tipo de cambio es un precio más en la economía, como el de los alimentos, el combustible, o los salarios, y cada uno de ellos evoluciona según condiciones particulares.
Los grandes especuladores y productores exportadores de la Argentina presionan por una nueva devaluación y saben que ya tuvieron éxito al comienzo del 2014, y van por una nueva devaluación, mientras los salarios se contienen en negociaciones salariales chantajeadas por el temor al despido o la desaceleración de la economía.
Por si fuera poco el debate de la coyuntura, el pasado 22 de mayo, el CIADI, Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, sentenció a la Argentina a pagar 40 millones de dólares a la empresa eléctrica francesa SAUR International S.A. por violación al tratado de defensa de inversiones entre Francia y Argentina.
También hay que sumar pagos de intereses del 6% desde septiembre de 2007 hasta el presente. Los cálculos indican unos 60 millones de dólares entre la sentencia, los intereses y los gastos, a los que deberán adicionarse honorarios profesionales.
Se trata de un nuevo fallo en contra de la Argentina por parte del CIADI y que nos renueva el interrogante sobre la permanencia del país en ese ámbito que no integra el Brasil y del que se retiraron Bolivia, Ecuador y Venezuela en años recientes.
La realidad es que la Argentina sigue prisionera de una institucionalidad en defensa del libre comercio sustentada en los años 90, los de la hegemonía neoliberal, y que no termina de desembarazarse.
Como si ello no fuera poco, acaba de realizarse en París un encuentro entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE, y la CEPAL, para discutir los beneficios del libre comercio en momentos en que el Mercosur discute un tratado con la Unión Europea, luego de haber rechazado en 2005 un acuerdo similar con EEUU, el ALCA.
La pregunta recurrente apunta a pensar que tendrá de diferente el capitalismo europeo para favorecer un acuerdo de libre comercio que oportunamente se rechazó con EEUU.
Convengamos que solo son preguntas para analizar la complejidad de la coyuntura económica de la Argentina en momentos de reducción de la actividad económica y amenazas sobre los ingresos populares.
Julio C. Gambina
La desaceleración es un dato concreto, especialmente de la producción industrial. Así lo expresan los datos de las cuentas nacionales que remiten a una recesión productiva en el ámbito de la industria, con las automotrices a la cabeza y las suspensiones de trabajadores.
Desde el gobierno y los sindicatos se presiona para que las suspensiones no se transformen en cesantías, mientras se reducen los salarios de los trabajadores, que como siempre constituyen la variable de ajuste.
Es una discusión si la desaceleración o recesión se extiende al conjunto de la economía.
Desde el campo, con precios en alza y cosecha récord se contrasta la información y fluyen dólares para recomponer la crisis externa de menor superávit comercial y cierto alivio en la recomposición de reservas luego de dos años de pérdidas netas ante la fuga de capitales.
Con las tasas de interés ocurre algo insólito, ya que la política del BCRA luego de la devaluación de enero del 2014 fue la de promover el alza de las tasas al 26%.
Esa política fue la excusa de la banca privada y transnacional hegemónica en el ámbito comercial de las entidades financieras para elevar el costo del crédito a valores que oscilan entre el 85 y el 110%, en consumos con tarjetas, giros en descubiertos o créditos para consumo, o la producción.
No hay dudas que se trata de un costo usurario, imposible de financiar ninguna ampliación de la actividad económica, menos con la situación de desaceleración que se confirma en la vida cotidiana.
Desde el propio oficialismo, sea el gobierno o voces del periodismo afín se salió a denunciar el carácter usurario de la banca, sin reconocer que en el origen está la iniciativa del propia autoridad monetaria.
Mientras se discute que los propios bancos instalen auto restricciones, sorprende que siga vigente la ley 21.526 de entidades financieras de la dictadura, o que no se acuda a la nacionalización de la banca ante la usura explícita que suponen tasas de saqueo.
Mientras tanto el dólar volvió a subir, tanto el oficial como el paralelo, y parece haberse terminado la convertibilidad de 8 a 1 que rigió por unos meses.
Existen operaciones especulativas, no hay duda, y se asocian a la recurrente actitud especulativa que sostiene la fuga de capitales, Pero también se asocia a una inflación del 12% en el primer cuatrimestre, según la nueva medición del INDEC, que también está en la sospecha por no recoger íntegramente el movimiento de los precios en la Argentina, e incluir a los precios cuidados en la medición del indicador mensual de evolución de los precios.
El tipo de cambio es un precio más en la economía, como el de los alimentos, el combustible, o los salarios, y cada uno de ellos evoluciona según condiciones particulares.
Los grandes especuladores y productores exportadores de la Argentina presionan por una nueva devaluación y saben que ya tuvieron éxito al comienzo del 2014, y van por una nueva devaluación, mientras los salarios se contienen en negociaciones salariales chantajeadas por el temor al despido o la desaceleración de la economía.
Por si fuera poco el debate de la coyuntura, el pasado 22 de mayo, el CIADI, Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, sentenció a la Argentina a pagar 40 millones de dólares a la empresa eléctrica francesa SAUR International S.A. por violación al tratado de defensa de inversiones entre Francia y Argentina.
También hay que sumar pagos de intereses del 6% desde septiembre de 2007 hasta el presente. Los cálculos indican unos 60 millones de dólares entre la sentencia, los intereses y los gastos, a los que deberán adicionarse honorarios profesionales.
Se trata de un nuevo fallo en contra de la Argentina por parte del CIADI y que nos renueva el interrogante sobre la permanencia del país en ese ámbito que no integra el Brasil y del que se retiraron Bolivia, Ecuador y Venezuela en años recientes.
La realidad es que la Argentina sigue prisionera de una institucionalidad en defensa del libre comercio sustentada en los años 90, los de la hegemonía neoliberal, y que no termina de desembarazarse.
Como si ello no fuera poco, acaba de realizarse en París un encuentro entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE, y la CEPAL, para discutir los beneficios del libre comercio en momentos en que el Mercosur discute un tratado con la Unión Europea, luego de haber rechazado en 2005 un acuerdo similar con EEUU, el ALCA.
La pregunta recurrente apunta a pensar que tendrá de diferente el capitalismo europeo para favorecer un acuerdo de libre comercio que oportunamente se rechazó con EEUU.
Convengamos que solo son preguntas para analizar la complejidad de la coyuntura económica de la Argentina en momentos de reducción de la actividad económica y amenazas sobre los ingresos populares.
Julio C. Gambina
Nuevo escenario, nuevas posibilidades
Es muy probable que Argentina atraviese un gran giro político en 2014-2015. Estos virajes se han registrado al final de cada ciclo significativo de las últimas décadas. Ocurrió a mitad de los 70, durante los 80 y en el 2001-03.
En los tres casos el peronismo registró una convulsión mayúscula. Durante el desmoronamiento de Isabelita, la experiencia de Alfonsín y la gestión de Menem, el justicialismo quedó al borde del abismo. Esta conmoción demostró que no es una identidad política inmune a las decepciones que generan sus dirigentes. Logró reconstituirse de estas frustraciones, pero nunca recuperó la fidelidad popular que rodeó a su gestación.
El peronismo ha sobrevivido más que otras fuerzas semejantes de América Latina. Transitó por todos los caminos imaginables, pero el paso del nacionalismo inicial (1940-50) y la resistencia contra la proscripción (1960-70), al totalitarismo represivo (1974-75) y al neoliberalismo (1989-2000) dejó heridas que nunca cicatrizaron. No está destinado a recomponerse eternamente. Se ha regenerado por la incapacidad del establishment para encontrar formas más estables de manejo del estado y por las dificultades que enfrentó la izquierda, para transformar cada crisis del peronismo en una construcción superadora.
CONVERGENCIAS CONSERVADORAS
El ocaso actual del ciclo kirchnerista volverá a estar signado por el cuestionamiento a la tradición justicialista. A diferencia de sus antecesores, Néstor y Cristina encabezaron una administración con fisonomía centro-izquierdista y retórica progresista. Buscaron desactivar la gran rebelión del 2001 y restauraron el sistema político amenazado por esa sublevación. Finalmente lograron recomponer el poder de los privilegiados, pero otorgando importantes concesiones democráticas y sociales. En esta acción improvisaron un proyecto diferenciado del peronismo tradicional, que no generó una identidad sustituta.
Este ciclo concluye con un giro conservador. Cristina se adapta a las demandas del establishment para evitar el traumático final que afrontó Alfonsín. La derrota del 2013 sepultó el sueño de la re-reelección presidencial y han reaparecido las periódicas crisis económicas que sacuden al país. En este marco CFK protege su futuro y ha blindado su imagen con el auxilio de un jefe de gabinete, que se incinera diariamente para asegurar ese resguardo.
Este ocaso implica a una dura frustración para quienes esperaban construir un movimiento progresista y terminan sometidos al decrépito aparato justicialista. Discuten la subordinación directa a Scioli o una negociación posterior a las internas.
El progresismo K bajó las banderas en todos los momentos críticos de la década. Aceptó la devastación del subsuelo, la destrucción ferroviaria, la ley Antiterrorista y concluye avalando a un hombre de la derecha.
El recambio de CFK se dirimirá entre tres o cuatro candidatos del orden conservador. Todos disputan el favor del establishment, perfeccionando la misma agenda de “normalización del país” que exigen los dueños del poder. Exaltan el “dialogo” para “amigarse con el mundo”, “recibir los capitales” y “copiar la gestión de nuestros vecinos”.
Esta uniformidad seguramente quedará disfrazada por el chisporroteo electoral que encubrirá un giro reaccionario compartido. Esta convergencia explica la desaparición de los caceroleros de las calles. Saben que su programa será aplicado por cualquiera de los vencedores.
Los principales candidatos se apoyan en distintas tradiciones políticas y bases sociales para instrumentar los mismos proyectos. La derecha clásica -que siempre fue minoritaria y nunca pudo acceder al gobierno por las urnas- apuesta a fijar con Macri la agenda general y negociar también cuotas de poder. El PJ de Massa asume planteos reaccionarios explícitos con viajes a Estados Unidos y discursos de mano dura. El PJ de Scioli adopta la misma postura para buscar el soporte de los caciques provinciales, los barones del Gran Buenos Aires y los burócratas sindicales.
La alianza de UNEN con Macri que evalúa el pan-radicalismo confirma el perfil derechista de esta coalición. Como la UCR clásica continúa identificada con la impotencia para gobernar han recurrido a un clon de figuras mediáticas (Solanas-Carrió), probados hombres del establishment (Cobos, Sáenz) y gobernantes conservadores disfrazados de socialistas (Binner). Se ubican en el polo opuesto del reformismo y están muy lejos de la vieja socialdemocracia.
Este contexto preanuncia un imprevisible final de las elecciones, que se dirimiría en un ballotage. Como nadie tendrá mayorías parlamentarias absolutas se abre también la posibilidad de una concertación para asegurar la futura gobernabilidad. Esta perspectiva es promovida por los grandes grupos empresarios, que han confluido en torno a un programa común que ha sido dirigido a todos los competidores. La repetida convocatoria de los medios a imitar el modelo de la Concertación chilena apunta hacia el mismo objetivo.
Un artífice subterráneo de este proyecto es el Papa Francisco que propició el reciente giro contemporizador de Cristina. El pontífice interviene activamente en la política nacional para convertirse en el árbitro de las grandes decisiones. Aprovecha el clima de idolatría auspiciado por todas las figuras, que hacen cola para obtener su bendición. Muchos progresistas no sólo olvidan el pasado pro-dictatorial de Bergoglio, sino la amenaza que representa su influencia para las conquistas democráticas logradas y pendientes.
La principal consecuencia de este contexto político es la pérdida de gravitación de las fuerzas de centroizquierda, que ya se notó en los comicios del 2013. Como todo el espectro de partidos tradicionales asume la agenda conservadora, el progresismo ha quedado girando en el vacío. Está empujado a elegir entre Scioli, Massa, Cobos o Sáenz. Los artificios para diferenciar a Binner de este pelotón son insostenibles.
Los grupos de centroizquierda afrontan el dilema de aceptar silenciosamente la capitulación o ingresar en una parálisis indefinida. El progresismo K ya prepara un discurso de resignación y sus colegas anti- K se debaten entre la adaptación a UNEN y la presentación de alguna candidatura irrelevante.
EL PAPEL DE LA IZQUIERDA
Salta la vista la oportunidad que representa este escenario para la izquierda. La frustración con el kirchnerismo converge con la ausencia de un canal para reciclar esa decepción y con el visible avance de las corrientes anticapitalistas.
Lograron un importante crecimiento electoral y ya cuentan con varios diputados y legisladores. En varias provincias del interior recibieron una avalancha de sufragios. Las recientes elecciones de Mendoza han confirmado este ascenso sin precedentes desde el pre-peronismo.
La izquierda comienza a traducir al plano electoral la fuerza que acumula a nivel sindical, social y estudiantil. Una generación de jóvenes emancipada de los viejos prejuicios anticomunistas busca una nueva identidad política, que empieza a vislumbrar en las corrientes socialistas revolucionarias. ¿Cuál es el alcance de giro? ¿Revierte el ciclo histórico de 1945? ¿Los trabajadores que fueron desde la izquierda hacia el peronismo están transitando ahora el camino inverso?
Hay varios síntomas de esta posible transición. Pero conviene no observarlos como un episodio inédito en 70 años. El repunte de la izquierda se registró repetidamente en la historia contemporánea, cada vez que peronismo ingresó en un cono de sombras.
La izquierda se perfiló como una gran fuerza con el clasismo en los años 70 y quedó neutralizada por el retorno de Perón. Retomó este ascenso al final de la dictadura y quedó opacada por la avalancha de Alfonsín. Volvió a lograr cierta influencia a fines de los 80 y sus frentes electorales se desplomaron durante el menemismo. Tuvo un papel muy destacado en la rebelión del 2001 pero no pudo construir colectivamente y el kirchnerismo neutralizó esa pujanza. Ahora vuelve a ganar terreno y la nueva oportunidad que puede consolidarse o diluirse.
La izquierda conquista adhesiones porque es vista como un canal de resistencia al ajuste, que el oficialismo maquilla con argumentos insostenibles. Es tan absurdo afirmar que “esta devaluación es distinta”, como reivindicar el enfriamiento de la economía como instrumento de freno de la corrida cambiaria.
CFK no pudo traspasarle el ajuste a su sucesor y puso en marcha la vieja receta de endeudamiento y tarifazos, haciendo los deberes con el FMI y el Club de Paris. Por eso indemniza a los depredadores de REPSOL y retoma los planes de “fomento del empleo”, que Cavallo inauguró reduciendo los aportes patronales.
El gobierno podía intentar la nacionalización del comercio exterior frente a la crisis cambiaria de principio de año. Pero en lugar de obligar a los exportadores y financistas a liquidar las divisas optó por el libreto ortodoxo. Se ha confirmado que sólo un gobierno de izquierda llevará a cabo el control efectivo de los precios, la nacionalización de los bancos y la reforma impositiva progresiva.
El kirchnerismo recicló todos los desequilibrios estructurales de la economía, al renunciar a un desarrollo productivo basado en la apropiación estatal de la renta agro-sojera. Aceptó que la burguesía volviera a fugar capital y a remarcar precios sin invertir. A la hora de pagar las consecuencias de este desmadre pretende transferirle la factura a los trabajadores.
LUCHAS Y PRIORIDADES
Por estas razones la lucha social se ha intensificado. Es la respuesta a una inflación de 30-35% que licúa los salarios, las jubilaciones y todos los programas de gasto social. El gobierno oculta las cifras de pobreza e indigencia para no transparentar que el promedio actual de miseria se asemeja a los decenios anteriores. Nadie puede exhibir como un logro de la “década ganada” que la pobreza afecte hoy al trabajador y no al desocupado o que el asistencialismo evite las situaciones de extrema hambruna.
La gran huelga docente y el paro del 10 de abril han sido contundentes respuestas a estas agresiones. Los maestros le doblaron el brazo a Scioli obligándolo a encontrar fondos adicionales y acotaron el margen del gobierno nacional para recortar salarios. Se demostró que los chicos son rehenes de los ajustadores y no de los docentes.
Lo mismo ocurrió con el paro nacional que superó ampliamente a su precedente de noviembre pasado. El gobierno perdió capacidad de respuesta y sólo repitió los argumentos tradicionales de la derecha. Olvidó que el carácter “político” asumido por cualquier paro no reduce su legitimidad. Desconoció también que la “extorsión” es ejercida por las patronales y no por los piqueteros, que protegen con esa acción a los trabajadores en negro.
Es absurdo desmerecer la huelga como una maniobra de Moyano y Barrionuevo, cuando se gobierna con los gordos de la CGT. El paro fue una victoria popular que reflejó la fuerza social de los trabajadores. No constituyó el intrascendente episodio que imaginan los oficialistas al suponer que “mañana todo sigue igual”. Lo más ridículo es presentar al paro como un acto de “egoísmo” por haber sido encabezado por los asalariados con mayores sueldos. Como esa ventaja les otorga mayor capacidad de movilización han liderado todas las grandes huelgas del país.
La presencia de la izquierda en los dos paros ilustra su penetración en los sindicatos. Movilizó a los trabajadores, impulsó asambleas, realizó piquetes y a diferencia de Micheli no se sacó ninguna foto con Moyano. Denunció a viva voz a la burocracia sindical, reinstalando esta vieja denominación del clasismo en el vocabulario político.
Las chicanas que ensaya el oficialismo para asociar la izquierda con Barrionuevo son disparates carentes de credibilidad. Un problema mucho más serio entraña el giro del sindicalismo oficialista de Yasky hacia el boicot abierto de las huelgas. Están cruzando una frontera de clase mucho más grave que el apoyo a un gobierno patronal.
Esta conducta es muy peligrosa cuando CFK acompaña su giro económico conservador con la ratificación de Milani y con un proyecto de ley contra piquetes para criminalizar la protesta social. Esta iniciativa no guarda ninguna relación con la conciliación de los derechos a manifestar y a circular.
Las situaciones dramáticas en los piquetes sólo aparecen cuando hay patotas vinculadas a los funcionarios o a la burocracia sindical. Las protestas populares que recurren a estos cortes para lograr visibilidad, buscan reducir al minino posible las perturbaciones que acompañan a cualquier protesta. El oficialismo intenta generalizar su auto-engaño, cuando afirma que los piquetes perdieron vigencia por el bienestar que aportó el modelo al conjunto de la población.
Todos los problemas que involucran el manejo de fuerzas represivas se han tornado muy serios frente a la dimensión alcanzada por la criminalidad. El viejo pacto de impunidad oficial con la policía para gestionar el delito sin que se note demasiado, ha sido quebrado por la expansión del narcotráfico. El encubrimiento político de las corruptas cúpulas policiales de Santa Fe y Córdoba ilustra hasta dónde llegar las complicidades actuales.
La misma connivencia se verifica en la fuga arreglada de presos y en el enorme caudal de fondos que manejan las barras bravas del futbol. Más grave es el chantaje que realizó la policía a fin del año pasado para someter a todos los gobernadores, con una liberación de zonas que condujo al asesinato de veinte personas.
Como nadie corta esta gangrena social mediante una drástica depuración de policías, jueces y funcionarios asociados al delito, gana terreno la campaña derechista a favor de un Blumberg II. Se promueve la mano dura contra la juventud con un gran despliegue de populismo punitivo, estigmatizaciones y cierto guiño a los linchamientos empobrecida. Scioli es un abanderado de esta política, que el gobierno convalida porque necesita pactos de impunidad para proteger a los funcionarios involucrados en negocios sucios.
Los tiempos se aceleran. Ya no sólo los grandes empresarios y medios de comunicación observan al gobierno actual como dato del pasado. El propio equipo de CFK comienza a actuar como una administración de transición. El escenario nacional tiende a quedar dominado por la agenda electoral y un fuerte polo político de la izquierda potenciará el desarrollo de las luchas que se avecinan.
Claudio Katz
En los tres casos el peronismo registró una convulsión mayúscula. Durante el desmoronamiento de Isabelita, la experiencia de Alfonsín y la gestión de Menem, el justicialismo quedó al borde del abismo. Esta conmoción demostró que no es una identidad política inmune a las decepciones que generan sus dirigentes. Logró reconstituirse de estas frustraciones, pero nunca recuperó la fidelidad popular que rodeó a su gestación.
El peronismo ha sobrevivido más que otras fuerzas semejantes de América Latina. Transitó por todos los caminos imaginables, pero el paso del nacionalismo inicial (1940-50) y la resistencia contra la proscripción (1960-70), al totalitarismo represivo (1974-75) y al neoliberalismo (1989-2000) dejó heridas que nunca cicatrizaron. No está destinado a recomponerse eternamente. Se ha regenerado por la incapacidad del establishment para encontrar formas más estables de manejo del estado y por las dificultades que enfrentó la izquierda, para transformar cada crisis del peronismo en una construcción superadora.
CONVERGENCIAS CONSERVADORAS
El ocaso actual del ciclo kirchnerista volverá a estar signado por el cuestionamiento a la tradición justicialista. A diferencia de sus antecesores, Néstor y Cristina encabezaron una administración con fisonomía centro-izquierdista y retórica progresista. Buscaron desactivar la gran rebelión del 2001 y restauraron el sistema político amenazado por esa sublevación. Finalmente lograron recomponer el poder de los privilegiados, pero otorgando importantes concesiones democráticas y sociales. En esta acción improvisaron un proyecto diferenciado del peronismo tradicional, que no generó una identidad sustituta.
Este ciclo concluye con un giro conservador. Cristina se adapta a las demandas del establishment para evitar el traumático final que afrontó Alfonsín. La derrota del 2013 sepultó el sueño de la re-reelección presidencial y han reaparecido las periódicas crisis económicas que sacuden al país. En este marco CFK protege su futuro y ha blindado su imagen con el auxilio de un jefe de gabinete, que se incinera diariamente para asegurar ese resguardo.
Este ocaso implica a una dura frustración para quienes esperaban construir un movimiento progresista y terminan sometidos al decrépito aparato justicialista. Discuten la subordinación directa a Scioli o una negociación posterior a las internas.
El progresismo K bajó las banderas en todos los momentos críticos de la década. Aceptó la devastación del subsuelo, la destrucción ferroviaria, la ley Antiterrorista y concluye avalando a un hombre de la derecha.
El recambio de CFK se dirimirá entre tres o cuatro candidatos del orden conservador. Todos disputan el favor del establishment, perfeccionando la misma agenda de “normalización del país” que exigen los dueños del poder. Exaltan el “dialogo” para “amigarse con el mundo”, “recibir los capitales” y “copiar la gestión de nuestros vecinos”.
Esta uniformidad seguramente quedará disfrazada por el chisporroteo electoral que encubrirá un giro reaccionario compartido. Esta convergencia explica la desaparición de los caceroleros de las calles. Saben que su programa será aplicado por cualquiera de los vencedores.
Los principales candidatos se apoyan en distintas tradiciones políticas y bases sociales para instrumentar los mismos proyectos. La derecha clásica -que siempre fue minoritaria y nunca pudo acceder al gobierno por las urnas- apuesta a fijar con Macri la agenda general y negociar también cuotas de poder. El PJ de Massa asume planteos reaccionarios explícitos con viajes a Estados Unidos y discursos de mano dura. El PJ de Scioli adopta la misma postura para buscar el soporte de los caciques provinciales, los barones del Gran Buenos Aires y los burócratas sindicales.
La alianza de UNEN con Macri que evalúa el pan-radicalismo confirma el perfil derechista de esta coalición. Como la UCR clásica continúa identificada con la impotencia para gobernar han recurrido a un clon de figuras mediáticas (Solanas-Carrió), probados hombres del establishment (Cobos, Sáenz) y gobernantes conservadores disfrazados de socialistas (Binner). Se ubican en el polo opuesto del reformismo y están muy lejos de la vieja socialdemocracia.
Este contexto preanuncia un imprevisible final de las elecciones, que se dirimiría en un ballotage. Como nadie tendrá mayorías parlamentarias absolutas se abre también la posibilidad de una concertación para asegurar la futura gobernabilidad. Esta perspectiva es promovida por los grandes grupos empresarios, que han confluido en torno a un programa común que ha sido dirigido a todos los competidores. La repetida convocatoria de los medios a imitar el modelo de la Concertación chilena apunta hacia el mismo objetivo.
Un artífice subterráneo de este proyecto es el Papa Francisco que propició el reciente giro contemporizador de Cristina. El pontífice interviene activamente en la política nacional para convertirse en el árbitro de las grandes decisiones. Aprovecha el clima de idolatría auspiciado por todas las figuras, que hacen cola para obtener su bendición. Muchos progresistas no sólo olvidan el pasado pro-dictatorial de Bergoglio, sino la amenaza que representa su influencia para las conquistas democráticas logradas y pendientes.
La principal consecuencia de este contexto político es la pérdida de gravitación de las fuerzas de centroizquierda, que ya se notó en los comicios del 2013. Como todo el espectro de partidos tradicionales asume la agenda conservadora, el progresismo ha quedado girando en el vacío. Está empujado a elegir entre Scioli, Massa, Cobos o Sáenz. Los artificios para diferenciar a Binner de este pelotón son insostenibles.
Los grupos de centroizquierda afrontan el dilema de aceptar silenciosamente la capitulación o ingresar en una parálisis indefinida. El progresismo K ya prepara un discurso de resignación y sus colegas anti- K se debaten entre la adaptación a UNEN y la presentación de alguna candidatura irrelevante.
EL PAPEL DE LA IZQUIERDA
Salta la vista la oportunidad que representa este escenario para la izquierda. La frustración con el kirchnerismo converge con la ausencia de un canal para reciclar esa decepción y con el visible avance de las corrientes anticapitalistas.
Lograron un importante crecimiento electoral y ya cuentan con varios diputados y legisladores. En varias provincias del interior recibieron una avalancha de sufragios. Las recientes elecciones de Mendoza han confirmado este ascenso sin precedentes desde el pre-peronismo.
La izquierda comienza a traducir al plano electoral la fuerza que acumula a nivel sindical, social y estudiantil. Una generación de jóvenes emancipada de los viejos prejuicios anticomunistas busca una nueva identidad política, que empieza a vislumbrar en las corrientes socialistas revolucionarias. ¿Cuál es el alcance de giro? ¿Revierte el ciclo histórico de 1945? ¿Los trabajadores que fueron desde la izquierda hacia el peronismo están transitando ahora el camino inverso?
Hay varios síntomas de esta posible transición. Pero conviene no observarlos como un episodio inédito en 70 años. El repunte de la izquierda se registró repetidamente en la historia contemporánea, cada vez que peronismo ingresó en un cono de sombras.
La izquierda se perfiló como una gran fuerza con el clasismo en los años 70 y quedó neutralizada por el retorno de Perón. Retomó este ascenso al final de la dictadura y quedó opacada por la avalancha de Alfonsín. Volvió a lograr cierta influencia a fines de los 80 y sus frentes electorales se desplomaron durante el menemismo. Tuvo un papel muy destacado en la rebelión del 2001 pero no pudo construir colectivamente y el kirchnerismo neutralizó esa pujanza. Ahora vuelve a ganar terreno y la nueva oportunidad que puede consolidarse o diluirse.
La izquierda conquista adhesiones porque es vista como un canal de resistencia al ajuste, que el oficialismo maquilla con argumentos insostenibles. Es tan absurdo afirmar que “esta devaluación es distinta”, como reivindicar el enfriamiento de la economía como instrumento de freno de la corrida cambiaria.
CFK no pudo traspasarle el ajuste a su sucesor y puso en marcha la vieja receta de endeudamiento y tarifazos, haciendo los deberes con el FMI y el Club de Paris. Por eso indemniza a los depredadores de REPSOL y retoma los planes de “fomento del empleo”, que Cavallo inauguró reduciendo los aportes patronales.
El gobierno podía intentar la nacionalización del comercio exterior frente a la crisis cambiaria de principio de año. Pero en lugar de obligar a los exportadores y financistas a liquidar las divisas optó por el libreto ortodoxo. Se ha confirmado que sólo un gobierno de izquierda llevará a cabo el control efectivo de los precios, la nacionalización de los bancos y la reforma impositiva progresiva.
El kirchnerismo recicló todos los desequilibrios estructurales de la economía, al renunciar a un desarrollo productivo basado en la apropiación estatal de la renta agro-sojera. Aceptó que la burguesía volviera a fugar capital y a remarcar precios sin invertir. A la hora de pagar las consecuencias de este desmadre pretende transferirle la factura a los trabajadores.
LUCHAS Y PRIORIDADES
Por estas razones la lucha social se ha intensificado. Es la respuesta a una inflación de 30-35% que licúa los salarios, las jubilaciones y todos los programas de gasto social. El gobierno oculta las cifras de pobreza e indigencia para no transparentar que el promedio actual de miseria se asemeja a los decenios anteriores. Nadie puede exhibir como un logro de la “década ganada” que la pobreza afecte hoy al trabajador y no al desocupado o que el asistencialismo evite las situaciones de extrema hambruna.
La gran huelga docente y el paro del 10 de abril han sido contundentes respuestas a estas agresiones. Los maestros le doblaron el brazo a Scioli obligándolo a encontrar fondos adicionales y acotaron el margen del gobierno nacional para recortar salarios. Se demostró que los chicos son rehenes de los ajustadores y no de los docentes.
Lo mismo ocurrió con el paro nacional que superó ampliamente a su precedente de noviembre pasado. El gobierno perdió capacidad de respuesta y sólo repitió los argumentos tradicionales de la derecha. Olvidó que el carácter “político” asumido por cualquier paro no reduce su legitimidad. Desconoció también que la “extorsión” es ejercida por las patronales y no por los piqueteros, que protegen con esa acción a los trabajadores en negro.
Es absurdo desmerecer la huelga como una maniobra de Moyano y Barrionuevo, cuando se gobierna con los gordos de la CGT. El paro fue una victoria popular que reflejó la fuerza social de los trabajadores. No constituyó el intrascendente episodio que imaginan los oficialistas al suponer que “mañana todo sigue igual”. Lo más ridículo es presentar al paro como un acto de “egoísmo” por haber sido encabezado por los asalariados con mayores sueldos. Como esa ventaja les otorga mayor capacidad de movilización han liderado todas las grandes huelgas del país.
La presencia de la izquierda en los dos paros ilustra su penetración en los sindicatos. Movilizó a los trabajadores, impulsó asambleas, realizó piquetes y a diferencia de Micheli no se sacó ninguna foto con Moyano. Denunció a viva voz a la burocracia sindical, reinstalando esta vieja denominación del clasismo en el vocabulario político.
Las chicanas que ensaya el oficialismo para asociar la izquierda con Barrionuevo son disparates carentes de credibilidad. Un problema mucho más serio entraña el giro del sindicalismo oficialista de Yasky hacia el boicot abierto de las huelgas. Están cruzando una frontera de clase mucho más grave que el apoyo a un gobierno patronal.
Esta conducta es muy peligrosa cuando CFK acompaña su giro económico conservador con la ratificación de Milani y con un proyecto de ley contra piquetes para criminalizar la protesta social. Esta iniciativa no guarda ninguna relación con la conciliación de los derechos a manifestar y a circular.
Las situaciones dramáticas en los piquetes sólo aparecen cuando hay patotas vinculadas a los funcionarios o a la burocracia sindical. Las protestas populares que recurren a estos cortes para lograr visibilidad, buscan reducir al minino posible las perturbaciones que acompañan a cualquier protesta. El oficialismo intenta generalizar su auto-engaño, cuando afirma que los piquetes perdieron vigencia por el bienestar que aportó el modelo al conjunto de la población.
Todos los problemas que involucran el manejo de fuerzas represivas se han tornado muy serios frente a la dimensión alcanzada por la criminalidad. El viejo pacto de impunidad oficial con la policía para gestionar el delito sin que se note demasiado, ha sido quebrado por la expansión del narcotráfico. El encubrimiento político de las corruptas cúpulas policiales de Santa Fe y Córdoba ilustra hasta dónde llegar las complicidades actuales.
La misma connivencia se verifica en la fuga arreglada de presos y en el enorme caudal de fondos que manejan las barras bravas del futbol. Más grave es el chantaje que realizó la policía a fin del año pasado para someter a todos los gobernadores, con una liberación de zonas que condujo al asesinato de veinte personas.
Como nadie corta esta gangrena social mediante una drástica depuración de policías, jueces y funcionarios asociados al delito, gana terreno la campaña derechista a favor de un Blumberg II. Se promueve la mano dura contra la juventud con un gran despliegue de populismo punitivo, estigmatizaciones y cierto guiño a los linchamientos empobrecida. Scioli es un abanderado de esta política, que el gobierno convalida porque necesita pactos de impunidad para proteger a los funcionarios involucrados en negocios sucios.
Los tiempos se aceleran. Ya no sólo los grandes empresarios y medios de comunicación observan al gobierno actual como dato del pasado. El propio equipo de CFK comienza a actuar como una administración de transición. El escenario nacional tiende a quedar dominado por la agenda electoral y un fuerte polo político de la izquierda potenciará el desarrollo de las luchas que se avecinan.
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