domingo, 22 de septiembre de 2013

Por una Primavera sin Monsanto



Se renovó la exigencia de respeto por la vida frente a las puertas del precio de Malvinas Argentinas. Allí confluyeron artistas, vecinos y especialistas. La multinacional sigue generando polémicas y escapando a la legislación.

En la tarde del jueves en la Ciudad de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, se realizó el Festival Latinoamericano Primavera sin Monsanto, frente al predio de la planta semillera de la empresa que, a pesar de los reiterados frenos legales y reclamos populares en contra de su colocación, continua en obra.
A solo un año del juicio a las fumigaciones de barrio Ituzaingo, en la ciudad de Córdoba, donde se logró un fallo histórico, diversos sectores vienen denunciando la instalación de Monsanto en Córdoba. Varios de ellos conformaron la Asamblea de Malvinas Lucha por la Vida, que, junto a Madres de barrio Ituzaingo y Córdoba Asamblea Socioambiental (CASA) tuvieron a su cargo la organización del evento contra la corporación.
Dijeron presente referentes de la lucha socioambiental, investigadores e investigadoras de las problemáticas ecológicas, organizaciones sociales y políticas, colectivos ambientales, y vecinos y vecinas de la ciudad de Malvinas Argentinas. También hubo bandas en vivo y la participación desde otras provincias como San Luis, Santiago del Estero y Capital Federal, que fueron llegando durante la jornada para sumarse al festival y a los reclamos.
"No queremos que Monsanto se instale en Malvinas Argentinas" reclamó Ester Quispe, representante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. También comentó que la manifestación realizada en el predio es "la legitimación de las luchas por un ambiente más sano".
Otro presente en la jornada, orador invitado al festival, fue Andrés Carrasco, director del Laboratorio de Embriología Molecular del Conicet-UBA. Fue contundente en sus declaraciones.
"La pregunta que nos debemos hacer no es porque Monsanto en Malvinas Argentinas, sino por quien Monsanto está instalado en Malvinas Argentinas. No solo hay que reclamar a Monsanto, sino al modelo político, a la presidenta que hoy toma la decisión de que se instale Monsanto. Si el Estado no hubiese querido a Monsanto, hoy no estaría aquí, y eso es una decisión política", finalizó en su declaración pública. También habló del papel científico, de las universidades y del Conicet, considerando que están penetrados por intereses políticos "y callan frente a una situación en la que sobran casos, datos y estadísticas".
Marcos Tomasoni, ingeniero químico del Colectivo Paren de Fumigar, reflexionó respecto a lo valioso de seguir construyendo conceptos técnicos, científicos e investigaciones sobre la contaminación y las fumigaciones, pero que aparte hay que "bregar por los fundamentos sociales y políticos, sobre que queremos como sociedad para nuestras tierras, nuestra salud y nuestro ambiente". Consideró que hay que "ampliar la óptica" y alertó sobre las semillas transgénicas: "No hay que olvidar que ya los alimentos fumigados están contaminados, pero se complica aún más si ese alimento viene de una semilla transgénica".
Las denuncias en el marco de este festival, son las mismas que se vienen reiterando en innumerables ocasiones y principalmente apuntan al daño y deterioro de la salud de los habitantes que viven en las zonas fumigadas. Se destacan la alta tasa de cáncer por densidad geográfica poblacional, las tasas de abortos espontáneos, el aumento de problemas respiratorios y de piel, entre otros.
En ese marco de reclamos, el doctor Medardo Vázquez de Médicos de Pueblos Fumigados, comentaba que en el caso particular de una planta de semillas las emisiones de gases tóxicos y de la cascarilla del maíz transgénico "llegan para agudizar la situación". Contundente, al igual que sus pares remarcó que "el problema son los negociados políticos en la Argentina", es "un Estado que le está dando la espalda al pueblo".
Este reclamo se multiplicó en las voces de los presentes, en las voces de los que vienen pidiendo una consulta popular sobre la instalación de la planta en Malvinas Argentinas y son constantemente desoídos por todos los estamentos políticos de la ciudad de Malvinas Argentinas y de la provincia de Córdoba.

Lucrecia Fernández, desde Córdoba.

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