viernes, 27 de septiembre de 2013
Pando, Barcelona y el debate sobre libertad de expresión
Cecilia Pando demandó a la revista Barcelona por una contratapa del año 2010 en la cual aparecía satirizada. Aún cuando él número fue retirado de circulación, persiste en el reclamo civil por daños. Los argumentos de Pando, el debate sobre la libertad de expresión y los alcances de la sátira política.
Todo empezó en agosto de 2010. Cecilia Pando, defensora de militares que practicaron violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura y titular de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina (AFyAPPA), se había encadenado al Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa, conducido en ese entonces por Nilda Garre.
Pando reclamaba, junto a otras mujeres esposas de militares presos o enjuiciados por su accionar durante la década del 70, una entrevista con la ministra. La titular de AFyAPPA, sostenía: "Queremos que se enteren ellos porque cuando combatieron en la década del 70 contra el terrorismo, no combatieron por su cuenta, sino que los mandó la institución y recibieron órdenes del gobierno constitucional para combatir el terrorismo, entonces queremos que la institución se haga cargo".
En medio del pedido generado por Cecilia Pando, la revista Barcelona, en su edición número 193, decidió satirizar la situación y le dedicó la contratapa de aquel número. Con un fotomontaje en el cual se mostraba a Pando encadenada, se podían leer frases como: “Ceci Pando se encadena para vos”, “Cadenas, humillación y Golpes de Estado”, o “Las chicas quieren guerra antisubversiva”. El titulo de dicha contratapa era S/M, realizando un juego de palabras, solo que en vez de referir a sado-masoquismo decía Soy Milico.
Ante esta situación, Cecilia Pando recurrió a la Justicia exigiendo que se reiterase de los kioscos la mencionada edición de la revista Barcelona. El 17 de agosto de 2010 realizó la presentación judicial en el Juzgado Nacional de primera Instancia en lo Civil N° 108, bajo una acción de amparo. El juzgado no hizo lugar al reclamo, pero Pando apeló. La semana siguiente el fallo del juzgado fue revocado por la Sala D de la Cámara Civil y los ejemplares del número 193 de Barcelona fueron retirados de circulación.
Sin embargo, el accionar de Cecilia Pando no se detuvo e inició una demanda civil por “daños y perjuicios sustentados en severo agravio moral”, ya que consideraba que la contratapa de la revista exhibía una imagen pornográfica, que lesionaba su honra, lo que le provocaba “vergüenza pública al difundir una imagen de mi rostro con el cuerpo desnudo de otra mujer, como si fuera yo misma”.
Por último Pando sostenía que “siendo conocida mi militancia a favor de los valores tradicionales, de la familia, en contra del aborto, se busca herirme injusta e innecesariamente en mi pudor”. Como exigencia para reparar el daño que Pando sostenía que la revista le había provocado, pedía 80 mil pesos.
Desde Barcelona entienden que lo que está en juego no es una cuestión de honra o agravio moral sino un debate de fondo acerca de la libertad de expresión. La revista se defiende sosteniendo: “¿Hasta qué punto la actora puede sentirse agraviada por una fotografía que reconoce estar modificada y por frases notablemente exageradas cuando es ella misma la que busca destacarse llevando a cabo actos que exceden al orden normal de las cosas?”. También sostienen que de ninguna manera se quiso afectar el honor de Cecilia Pando, sino solamente “se satirizó una noticia pública”.
“No se copo con la contratapa”
Con esta ironía se refirió Mariano Lucano, integrante de la revista Barcelona, al ser consultado por Marcha, sobre el presente y futuro de la disputa legal que Cecilia Pando sostiene contra la revista en los tribunales.
Por otro lado, Lucano afirmó que el debate que está implícito en este caso es el límite al derecho de la capacidad de sátira. “Nos parece muy interesante como hecho jurídico y como hecho estético que en los tribunales argentinos se debatan los usos y alcances de la sátira y de las figuras retoricas, o sea, de la poética en general”.
Al ser preguntado sobre el derrotero que seguirá la causa de cara al futuro sostuvo que “de acá a un mes va a empezar el desfile de testigos, psicólogos y lingüistas”.
Marcha
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