domingo, 15 de septiembre de 2013

La brutal confesión de un régimen que encubre la trata



El diputado Rubén Contreras es el presidente de la bancada justicialista (y del FVS) en la Legislatura provincial. Lleva dos mandatos como diputado. Antes fue concejal y funcionario municipal en Caleta Olivia. Es una de las personalidades que retratan al régimen kirchnerista en Santa Cruz.
En una entrevista con la radio San Jorge, dijo: “Hay una necesidad, que todos sabemos, de tener una distracción, de estar en algún momento con alguna mujer, me parece que es fundamental para la vida normal de un hombre en esos lugares”.
Siguió declarando: “Creo que se tiene que permitir en otros lugares abrir estos locales nocturnos” en los que -aclaró- “tienen que tener a las mujeres en libertad, como corresponde”.
Finalmente, dijo: “Estoy de acuerdo con estos locales, no tiene que haber prohibición. Nadie quiere hablar de esto y me parece que tenemos que discutirlo. Entendemos que puede llegar a haber violaciones (esto lo afirmó involucrando al diputado kirchnerista Gustavo Boldovic) si estos sitios no existieran”.
No se trata de un rayo en cielo sereno: hace un par de años, el entonces vicepresidente de la Cámara, Martínez Crespo (también caletense) había tenido conceptos en el mismo sentido, los que no desataron el actual escándalo.
Hasta Susana Trimarco, en medio de un apoyo irrestricto a La Cámpora, ha pedido la renuncia de Contreras. Hace días, Trimarco dijo en Salta lo obvio: “Sin cobertura estatal no hay trata” -en medio de un escándalo provincial en el norte.
Las mismas palabras valen para Santa Cruz: Contreras ha expuesto (o confesado) lo que muchos otros funcionarios piensan y encubren en privado, ya que Santa Cruz sigue siendo un lugar en el que operan las redes de trata de mujeres con impunidad. El cierre de las “casitas” de Río Gallegos en 2009 cambió en parte la modalidad de esta explotación sexual. Ahora viene Contreras a reclamar “un debate” para facilitar el funcionamiento de cabarés y prostíbulos a escala provincial.
En lugar de ese “debate”, Contreras se ha ganado un debate acerca de si tiene que renunciar o no a la banca de diputado. Veremos si el régimen hipócrita se anima a desprenderse de los que se “van de boca”.
Contreras se tiene que ir, debe ser procesado por apología del delito y por promoción de la prostitución. Pero, sobre todas las cosas, se precisa una comisión investigadora con participación de organizaciones populares para investigar los lazos del poder con los prostíbulos y desmantelar las redes de trata en la provincia.

Miguel Del Plá

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