jueves, 23 de octubre de 2008
Salim Lamrani: «El futuro de la isla de Cuba pasa por el fortalecimiento de un socialismo más justo»
El profesor, periodista y escritor francés Salim Lamrani intervendrá hoy, 23 de octubre, a las 8 de la tarde, en la Fundación Caixa Galicia de Santiago, en el marco de las jornadas ‘El futuro de la industria de Comunicación’ del Club Internacional de Prensa.
Manoel Santos
Galicia Hoxe
Mientras todos los sondeos de opinión para las presidenciales del Imperio hablan de seis, siete y hasta catorce puntos de diferencia a favor de Barack Obama, parece arriesgado decir que «McCain será el próximo presidente estadounidense». No obstante, es lo que afirma, posiblemente desesperado por tantos años de brutalidad republicana con el mundo, el francés Salim Lamrani, aunque añade: «¡Ojalá me equivoque!». Este profesor, escritor y periodista francés, encargado de cursos en la Universidad René Descartes París V está considerado como uno de los mejores especialistas de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Ha dado conferencias con Noam Chomsky, Ignacio Ramonet, Michael Avery o François Houtard. Escucharlo es casi una obligación.
Los ciclones Gustav e Ike arrasaron el Caribe a finales del verano. Las informaciones dicen que Cuba está devastada y que la situación de la población se parece incluso a la que sufrió durante el «período especial», antes de 1994.
El país está devastado. Más de 450.000 viviendas resultaron afectadas en diversos grados. La mayor parte de las cosechas también resultaron afectadas y varios cientos de miles de animales de cría perecieron, lo que puede crear una grave crisis alimentaria en la nación. Más de 700.000 toneladas de alimentos se destruyeron. Los supermercados de la Isla padecen un grave problema de abastecimiento. Las autoridades cubanas evalúan las pérdidas en cinco mil millones de dólares.
¿Cómo valora la posición tomada por los Estados Unidos en relación con la ayuda humanitaria? ¿Y la del resto de la «comunidad internacional»?
La solidaridad internacional fue inmediata aunque insuficiente. Países como Venezuela, Rusia, España, China, Perú, Bolivia, Argentina y Brasil, entre otros, ofrecieron una ayuda humanitaria de emergencia incondicional a Cuba que llegó rápidamente. Pero Washington propuso una ayuda humanitaria de sólo 100.000 dólares a Cuba, imponiendo dos condiciones. Por una parte, La Habana tenía que aceptar la inspección de un grupo de expertos estadounidenses para evaluar los daños y las necesidades, como si los cubanos fueran incapaces de proceder a ese tipo de evaluación. Por otra parte, la ayuda sería distribuida, exclusivamente, por medio de organizaciones no gubernamentales, es decir las entidades de extrema derecha de Florida, ferozmente opuestas al gobierno revolucionario. La oferta estadounidense era hipócrita, un insulto. Washington es la única capital que ha condicionado su ayuda. Además, no puede considerarse con seriedad. Timor Leste, minúsculo archipiélago del Pacífico, ofreció una ayuda cinco veces más elevada. Del mismo modo, la Casa Blanca otorgó una ayuda 200 veces mayor a Haití, mientras que el país cuenta con una población dos veces inferior a la de Cuba y los daños materiales, aunque considerables, son menores que en Cuba.
¿Qué podemos hacer nosotros, los ciudadanos de a pie?
Todos podemos ayudar enviando dinero a Cuba. La solidaridad internacional debe ser más poderosa que los huracanes. En la transferencia se debe indicar con claridad como beneficiario al Banco Financiero Internacional S.A. (La Habana), expresando en el concepto «AYUDA HUMANITARIA POR DAÑOS CAUSADOS POR EL HURACÁN». Banco Financiero Internacional, sucursal de 1ra y 18, Miramar, Nº. de cuenta: 0300000003347323, código swift bancario: BFICCUHH.
The New York Times llamó al gobierno estadounidense a suspender el bloqueo en este caso. Es más, afirmaba en un editorial que «El embargo contra Cuba es una de las peores políticas jamás concebidas»
Las sanciones de Estados Unidos son el principal obstáculo para el desarrollo económico de Cuba y el bienestar de la población cubana. Afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad. Todos los años suponen para la nación un coste superior a los daños causados por el ciclón Gustav. En el año 2007, el bloqueo económico costó 3.700 millones de dólares al país.
Además, las sanciones tienen un carácter extraterritorial, es decir, que se aplican en otros países como Austria, Noruega, Inglaterra o México, en flagrante violación del Derecho Internacional.
Hagamos un ejercicio de imaginación ¿Cómo estaría Cuba ahora si no existieran las leyes Torricelli y Helms-Burton?
Cuba podría construir 100.000 viviendas más todos los años. Resolvería el problema alimentario, así como el problema del transporte, y mejoraría sustancialmente el nivel de vida en la Isla. Los cubanos de EEUU podrían viajar regularmente a su país y no sólo 14 días cada tres años como ocurre actualmente. Podrían enviar remesas sin ninguna restricción, como es el caso para los mexicanos, argentinos y todas las demás minorías que viven allí. El nivel de vida cubano, que actualmente es el más alto del Tercer Mundo, sería mejor todavía y el asunto de la oposición dejaría de ser un negocio lucrativo.
Muchos hablan de que el verdadero bloqueo está dentro de la isla, en su gobierno.
Ese discurso retórico no tiene fundamento. Nadie puede negar el carácter anacrónico, cruel e inhumano de las sanciones económicas contra Cuba. En 2007, 184 países se pronunciaron contra el bloqueo.
¿Pero no hay bloqueo interno?
Es absolutamente imposible imponer cualquier bloqueo político al pueblo de Cuba. Los cubanos son insensibles a las amenazas y a la intimidación, sean externas o internas. Cuba se liberó del colonialismo español en una guerra de independencia que fue la más larga y sangrienta de América Latina. Después se liberó de Machado, de Batista y del neocolonialismo estadounidense en una guerra de liberación que le costó 20.000 vidas. En 1962, los cubanos estuvieron dispuestos a desaparecer de la faz de la tierra antes que perder su independencia. El pueblo de Cuba jamás toleraría un régimen despótico. Se sublevaría en armas como ha hecho tantas veces en su historia. Si el pueblo cubano no hubiera apoyado con abrumadora mayoría a Fidel Castro, éste jamás habría podido gobernar. Igual ahora con Raúl. Actualmente, por supuesto que hay puntos de vista diferentes en Cuba pero todos se inscriben en un marco bien preciso: la defensa de la soberanía y la independencia nacional.
¿Cual es, en estos momentos, la posición de la Unión Europea con respecto a Cuba? ¿Y la del Estado español?
De todos los países europeos, España es el país que tiene la posición más constructiva, racional e independiente. Zapatero ha comprendido que hay que tratar a Cuba de igual a igual, respetando su soberanía y sin inmiscuirse en sus asuntos internos. En junio de 2008, la Unión Europea decidió levantar las sanciones políticas y diplomáticas impuestas desde 2003. Un paso correcto, pero además es imprescindible eliminar la Posición Común de 1996 para llegar a establecer relaciones normales con Cuba.
Usted ha criticado abiertamente los informes de Amnistía Internacional o Reporteros Sin Fronteras sobre Cuba ¿Qué interés tienen en mentir?
No compararía a las dos organizaciones. AI es una organización seria, aunque no exenta de contradicciones. Por ejemplo, califica a personas que recibieron dinero de una potencia extranjera –y lo reconoce sin ambigüedad– de «presos de conciencia». En cuanto a RSF, sus vínculos económicos con oficinas pantalla de la CIA, algo que la propia entidad reconoce, le despojan de cualquier credibilidad. RSF defiende la agenda política de Washington.
Todo lo que ocurre en Cuba se juzga con un listón muy alto, por ejemplo el asunto de los derechos humanos ¿Por qué una pequeña isla de sólo 11 millones de habitantes es tan importante en la política internacional?
Si tuvieran una verdadera preocupación por los DDHH, las prioridades en América Latina serían Colombia, México, El Salvador o Brasil. En realidad lo que les molesta es el sistema político, económico y social de la Isla.
¿Son significativos los cambios ocurridos desde la llegada de Raúl a la presidencia? ¿Cuál es el papel de Fidel? ¿La historia lo absolverá?
No ha habido cambios significativos con Raúl. No se trata de una transición sino de un proceso de continuidad. El socialismo es irreversible en Cuba. Los verdaderos cambios en Cuba ocurrieron en 1959 y la isla se halla en evolución constante desde esa fecha. Los cubanos no volverán a una economía de mercado, sino que continuarán esforzándose en la construcción de un socialismo moderno, más justo y más racional, o sea «un socialismo con menos prohibiciones» como señaló Mariela Castro, la hija de Raúl.
Fidel es una figura histórica y moral en Cuba. Su papel es más bien el de asesor por la extraordinaria experiencia que tiene. Es un «soldado de las ideas» como se califica a si mismo. Cada uno puede tener una opinión diferente sobre Fidel pero lo que es innegable es que es un revolucionario auténtico que ha querido hacer justicia, que ha querido construir una sociedad mejor, que ha dado a Cuba una envergadura extraordinaria en el ámbito internacional, que se ha mantenido fiel a sus ideas, principios y convicciones y que es una persona sumamente respetada y admirada no sólo en Cuba sino en todo el Tercer Mundo. Incluso sus enemigos lo respetan.
Rusia parece que busca un nuevo lugar de poder en el mundo ¿Cuba forma parte de su estrategia?
En realidad, es poco probable que La Habana acepte cualquier nueva cooperación militar con el Kremlin por varias razones. A los cubanos les hicieron poca gracia las declaraciones rusas relativas a una nueva colaboración militar sin que se les consultara. Además, el gobierno revolucionario sabe a ciencia cierta que la instalación de un arsenal bélico extranjero en su territorio sólo exacerbaría las tensiones con Washington.
¿Qué podemos esperar si Barack Obama se convierte en presidente de Estados Unidos?
Sin lugar a dudas es el candidato que ha tenido el discurso más constructivo con respecto a Cuba. Dijo que levantaría inmediatamente las restricciones impuestas en 2004 relativas a los viajes y las remesas. Desgraciadamente, no creo que los estadounidenses estén preparados para tener un presidente negro.
Según su opinión, ¿Washington, París, Londres o Madrid son más democráticas que la Habana? ¿De qué democracia hablamos?
Basta con consultar los informes de Amnistía Internacional y mi último libro Doble Moral. Cuba, la Unión Europea y los derechos humanos para convencerse de lo contrario.
Celia Hart Santamaría, que falleció hace unas semanas, me dijo que para ella el futuro de la Revolución cubana se estaba jugando en las calles de Caracas ¿Usted que piensa? ¿Qué opina de las alianzas originadas por el Alba?
Celia era una intelectual de una gran lucidez. Que descanse en paz. Es verdad que la alianza estratégica entre Venezuela y Cuba es importantísima. Sólo la unión panamericana puede liberar a los latinoamericanos de la influencia de Estados Unidos. No obstante, reitero mi convicción: el proceso revolucionario cubano es irreversible.
Salim Lamrani, experto en las «no relaciones» entre Cuba y Estados Unidos
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