jueves, 30 de octubre de 2008

Colombia: los responsables del Terrorismo de Estado


Están en la Casa de Nari. Están en el Congreso. Están en la cúpula de las fuerzas militares y de policía. 40 mil asesinados sólo en 8 años de Plan Colombia.

ANNCOL

El régimen narco-paramilitar de Uribhitler ha decidido destituir a unos oficiales comprometidos en la desaparición de los muchachos de Soacha. El problema es que los que han patrocinado y dirigido el Terrorismo de Estado en Colombia quieren aparecer como adalides de los derechos humanos. Y entre esos está Mr. Brownfield, el embajador gringo.
Porque el Terrorismo de Estado ha sido adelantado bajo las doctrinas gringas de la Seguridad Nacional y sus sucedáneas, y en ella han estado comprometidos todos los presidentes de Estados Unidos y de Colombia desde la década de los 60 -o quizá antes-. Y lógicamente todos estos presidentes son los responsables directos -política y materialmente- de los asesinatos, masacres, desapariciones, cometidos bajo la orientación de tan nefastas doctrinas.
Igualmente son responsables todos los congresos colombianos que han apoyado la política de guerra y aprobado los presupuestos de guerra contra el pueblo colombiano, los cuales hacen la guerra desde sus curules y cuando la insurgencia los retiene salen con el cuentico de que 'son civiles' y ellos sólo 'votan los proyectos que el gobierno les presenta'. Preguntamos: ¿Por qué ninguno ha tenido la dignidad para votar en contra los presupuestos de guerra que todos los presidentes de Colombia les presenta para su aprobación? Y si no pueden si no votar afirmativo ¿por qué ninguno tiene la dignidad de renunciar a su curul? Sólo los parlamentarios de la verdadera izquierda se abstienen de apoyar esos presupuestos de guerra.
Pero sigamos. Evidentemente que las cúpulas de la Fuerza Pública -fuerzas militares y de policía- también tienen su responsabilidad. Y mucha. Desde 1964 se han solazado asesinando campesinos e indígenas cuyo único 'delito' es luchar por su pedazo de tierra. Todos ellos han estado inmersos en Crímenes de Lesa Humanidad. Recordemos algunos. Ruiz Novoa. Landazábal Reyes. Los del estatuto de seguridad de Turbay Ayala. Farouk Yanine Díaz. Bonett Locarno. Samudio Molina. Los del Palacio de Justicia. Harold Bedoya (la inolvidable Fanny Mickey se burlaba de él cuando en las paradas militares le tocaba marchar y decía: "que lindo mueve el general su culillo"). Rito Alejo del Río. Mario Montoya. Freddy Padilla. Rosso José Serrano. Óscar 'cocaína' Naranjo. Son miles. Todos ellos formados -o mejor, deformados- en la Escuela de las Américas.
Y en la NarcoColombia han sido los representantes de las oligarquías los responsables de las violaciones de los derechos humanos de los colombianos. 147.000 dice Sergio Caramagna que son las víctimas del Terrorismo de Estado. Que solamente en el Plan Colombia -se inició en el 2000- han sido asesinados más de 40.000 colombianos. Durante ocho años han sido asesinados 40 mil colombianos por el Terrorismo de Estado. Cifra realmente aterradora que solamente ella de por sí debe poner a pensar a Barack Obama sobre el por qué en el mundo se odia a los gringos y sobre que piensa hacer con el Plan Colombia.
Y los aventajados alumnos de los gringos, han puesto desde sus inicios a los narcotraficantes a su servicio para adelantar la 'guerra sucia' contra el pueblo que lucha, que protesta, que se organiza, por sus derechos escamoteados durante años y años. Los narco-paramilitares nacen de las estructuras del narcotráfico con la bendición bautismal -la iglesia católica también- de las cúpulas militares y policivas. Ya es de todos conocido las monstruosas criaturas que engendraron. El 'sicario de la moto', el 'asesino de la MotoSierra', los 'Mochacabezas'.
Y posteriormente en su evidente culpabilidad de hacer la guerra, la 'clase política' coopta a los capos narco-paramilitares y los pone a su servicio, para control territorial y para el tráfico de votos. Hasta el vicepresidente actual, Fachito Santos, quería tener un Bloque de narco-paramilitares para ordenar los asesinatos en Bogotá.
Los herederos del Cartel de Medellín, Álvaro Uribhitler y José Obdulio Gaviria (primo de Pablo Escobar Gaviria), lógicamente que están inmerosos en los Crímenes de Lesa Humanidad cometidos por el Terrorismo de Estado. Por tanto ellos no pueden erigirse en defensores de los derechos humanos de las víctimas porque ellos mismos tienen las manos untadas de sangre. La masacre del Aro es apenas una muestra de la criminalidad de Uribhitler y JOG.
Llama la atención que cuando su 'mandato' -narcoparamilitar- está por acabar, ahora sale Uribhitler a destituir a los 'oficiales inmersos en violaciones de derechos humanos', como si esa práctica no fuera una práctica consuetudinaria y sistemática contra el pueblo colombiano. Quizá ahora sienta que le están respirando en la nuca las organizaciones de derechos humanos, los familiares de las víctimas, y por qué no decirlo hasta la CPI.
Definitivamente el pueblo tiene que apurar el paso y salirle al corte a los intentos de los asesinos de sus hijos, todos, y ejercer justicia. Tantos muertos, tantos huérfanos, tantas viudas, tantas madres, padres, hermanos, están exigiendo justicia. Justicia YA!

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