Profundas transformaciones económicas y sociales tienen lugar en Bolivia tras la llegada al poder en enero de 2006 de Evo Morales. El primer presidente indígena busca refundar un nuevo país, en el que todos, sin exclusión, tengan acceso a la salud, la educación y la alimentación, entre otros derechos.
Por eso una de sus metas es eliminar para diciembre de este año el analfabetismo y convertir así a su país en la tercera nación latinoamericana libre de este flagelo, detrás de Cuba que lo lograra en 1961 y Venezuela en el 2005. Con ese fin se desarrolla en toda Bolivia una campaña de alfabetización, con la ayuda de cooperantes cubanos y venezolanos, que han trabajado en complejas condiciones para llevar el proceso de enseñanza a comunidades inhóspitas.
En escuelas, casas parroquiales, sedes sociales y hasta en viviendas particulares se han instalado los centros para alfabetizar, a los que acuden diariamente entre 15 y 20 personas que aprenden con el método cubano "Yo sí puedo", cuya eficacia ha sido reconocida por organismos internacionales.
Recientemente el presidente guatemalteco, Alvaro Colom, calificó de innovador y exitoso el programa cubano, que actualmente se aplica en ese país en 11 localidades y se ampliará próximamente a 31 de los 43 municipios más pobres. Gracias al método cubano "Yo sí puedo" más de tres millones de personas de 28 países han dejado de ser iletradas.
Como el método cubano es aplicable a cualquier lengua, en Bolivia se han grabado también las clases en idiomas quechua, aymará y guaraní, principales lenguas de los pueblos originarios, para alfabetizar a unos 200 mil indígenas, uno de los sectores poblacionales más olvidados por los gobiernos anteriores.
Esta humanitaria labor ha dado sus frutos y ya son tres los departamentos del país andino libres de analfabetismo. Pando, Oruro y Santa Cruz tienen hoy esa condición, y ya son más de 713 mil los bolivianos que dejaron de ser iletrados, de una población a alfabetizar de 823 mil.
La exitosa campaña de alfabetización que se lleva a cabo en Bolivia y que se extiende también a otros países latinoamericanos, con la ayuda de voluntarios cubanos y venezolanos y con la implementación del método "Yo sí puedo", es también fruto del ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas, que promueve una integración regional plena de contenido social.
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