El 12 de agosto de 1968 caía herido de muerte, Liber Arce, estudiante de Odontología. En una movilización estudiantil en reclamo por la suba del boleto de transporte para ese sector, frente a la facultad de Veterinaria. El gobierno represor y anti-popular de Jorge Pacheco Areco, envió a la policía a disolver la manifestación. Líber fue la primera víctima estudiantil del pachecato. Vendrían muchas más, asesinados por sus manos, las de Bordaberry (a partir de 1971) y las de la dictadura militar (a partir de 1973).
El final de la guerra de Corea en 1955 coincide con el inicio de una recesión de carácter mundial. El aumento del precio del petróleo, a mediados de los 60, lleva a una inflación global y la crisis se instala en varios países desarrollados y sub-desarrollados.
En nuestro continente se suceden varios hechos políticos trascendentes.
En 1953, un grupo de guerrilleros cubanos, al mando de Fidel Castro, asaltan los cuarteles de Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, dos importantes fortalezas militares de la dictadura de Fulgencio Batista. Los guerrilleros son militarmente derrotados, los sobrevivientes se exilian en México, para retornar en 1956 e instalarse en la Sierra Maestra. Tras 25 meses de combates con el ejército, los guerrilleros toman el poder el 1º de enero de 1959. En 1961 el proceso revolucionario se define como socialista, iniciando la reforma agraria, nacionalizaciones y expropiaciones de propiedades de yanquis y oligarcas cubanos, y socialización de medios de producción. Fidel y Raúl Castro y Ernesto Che Guevara, fueron las figuras sobresalientes del proceso socialista cubano, que en 1961 derrotan una invasión contrarrevolucionaria financiada y preparada por la CIA y EEUU. Fue la primer derrota militar de los yanquis en nuestra América.
En 1964 un golpe militar, nuevamente orquestado por la CIA, derroca el gobierno progresista de Joao Gulart en Brasil. En 1966, el General Onganía encabeza un golpe de estado en Argentina, con el objetivo de frenar el avance popular y el surgimiento de la guerrilla.
A mediados de 1960 el ejército norteamericano, que apoyaba al ejercito de Vietnam del Sur en guerra contra el del Norte (comunista, apoyado por China y URSS), interviene directamente en el conflicto. Esto lleva a una gran oposición por parte del pueblo estadounidense, así como de los pueblos de todo el mundo.
El 8 de octubre de 1967 caía en combate Ernesto Che Guevara, símbolo de la lucha internacional contra el capitalismo y el imperialismo, por la liberación y el socialismo. Esto significó un golpe muy duro para muchos sectores de luchadores sociales, aunque también significó una inyección de rebeldía y ansias revolucionarias, intentando continuar su lucha.
Los estudiantes se rebelan en el mundo
En ese mundo convulsionado por crisis económicas, revoluciones socialistas, independentistas, golpes de estado, guerras e invasiones imperialistas, etc., irrumpe un estudiantado altamente combativo y radicalizado.
Los estudiantes no escapan a la contradicción capitalismo-socialismo. Y esta contradicción no se daba solamente desde el punto de vista de dos sistemas económicos diferentes, sino también en lo político, cultural, filosófico, artístico, etc. La doble combinación de estas contradicciones (en la estructura y superestructura) lleva a la insurrección estudiantil.
Un aspecto bien interesante es que esta irrupción del estudiantado militante y radical se da tanto en los países desarrollados como en los dependientes. Obviamente, con diferencias en la profundidad y la consecuencia.
En el primer mundo se dieron movilizaciones en EEUU, Italia, Inglaterra, Holanda, Alemania Occidental, Francia. Las reivindicaciones iban desde la participación de los estudiantes en el gobierno universitario, pasando por la democratización del acceso al estudio (brindándole oportunidad a los trabajadores e hijos de trabajadores), hasta el rechazo a la intervención yanqui en Vietnam y la dominación burocrática sobre Europa del Este.
En Francia fue donde las movilizaciones adquirieron una mayor radicalidad, extensión y contenido político. Estos sucesos serían conocidos como el mayo francés, y se desarrollaron en 1968. Las reivindicaciones estudiantiles recibieron la solidaridad de los trabajadores y el pueblo, y viceversa. Las manifestaciones comenzaron a ser reprimidas por el gobierno francés, y por momentos se desarrollaron verdaderas batallas campales. Las ocupaciones de universidades estaba a la orden del día, y también las violentas desocupaciones por parte de la policía, lo que llevaba a los jóvenes estudiantes a organizarse para resistir. Pero, el desgaste de la lucha (piedras y palos contra tanques lanza-aguas, cachiporras y fusiles), la falta de proyección estratégica, algunas concesiones del gobierno y la traición de los partidos socialista y comunista franceses, llevaron al fin de la insurrección estudiantil.
Insurrección estudiantil latinoamericana
En nuestro continente la rebelión estudiantil estuvo en el marco de la apertura de una situación revolucionaria. Las insurrecciones de estudiantes fueron desencadenantes o partícipes de procesos revolucionarios.
La crisis económica que mencionábamos más arriba, tuvo mayores repercusiones en los países dependientes americanos. Los tiempos de relativa bonanza económica se terminaron y el capitalismo mostró su verdadero rostro de explotación, exclusión, marginación y pobreza. Y el estudiantado latinoamericano no estuvo ciego frente a ello.
En todos los países de América los estudiantes se movilizaban, luchaban y combatían, no solo por sus intereses particulares y sectoriales, sino al servicio de la causa de los trabajadores y el pueblo.
Nuestro país no fue una excepción. La crisis iniciada a fines de los 50, con el retraimiento de las exportaciones y el estancamiento industrial, lleva al gobierno del Partido Nacional a firmar la primera carta de intención con el FMI. El estado paternalista inaugurado por José Batlle y Ordóñez, comienza a ser sustituido por un estado liberal. Los beneficios sociales obtenidos por los trabajadores después de años de lucha, comienzan a ser recortados. Como siempre, la crisis económica se descarga sobre el ancho lomo de los trabajadores.
Se inicia así un período de movilizaciones sociales en reclamo de mejoras de las condiciones salariales y laborales. También los estudiantes, que tras largos años de luchas lograron en 1958 que se aprobara la Ley Orgánica de la Universidad, que establecía la autonomía y el cogobierno, se suman a las movilizaciones.
En 1962 se realiza la primera marcha de los “peludos” cañeros de Bella Unión, desde el norte uruguayo hasta la capital. En 1964, y tras la profundización de la crisis, surgen los “Comandos del Hambre”, que consistían en acciones de secuestro de camiones de supermercados y la distribución de alimentos en los barrios pobres. En 1965 se corre la bola de un posible golpe militar apoyado por Brasil (donde se estableció una dictadura en 1964). En este año se produce el 1er. Congreso del Pueblo y se funda la CNT. En 1967 el Partido Socialista (PS), Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), Federación Anarquista Uruguaya (FAU), Movimiento Independiente Revolucionario (MIR), Movimiento de Acción Popular Uruguayo (MAPU) e independientes de izquierda firman el acuerdo de Época. También en ese año se produce el encuentro de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) en La Habana, donde la mayoría de las organizaciones participantes aprueban una declaración en la que se establece que la lucha armada será el camino de liberación de los pueblos. El MRO y el PS firman la declaración, no así el Partido Comunista.
En ese 1967, se producen grandes movilizaciones estudiantiles que son reprimidas violentamente por la policía, que mantiene desde el 11 al 21 de abril, un cerco sobre el edificio central de la Universidad de la República, donde se atrincheraron los estudiantes. También en ese año surge una agrupación estudiantil que tendrá gran trascendencia en las luchas de la época: el Frente Estudiantil Revolucionario (FER). Esta agrupación fue fundada por la Juventud del MRO e inició sus actividades en varios liceos de Montevideo. Algunos años más tarde sería cantera de reclute de las organizaciones guerrilleras.
La dialéctica de movilización estudiantil y represión estatal iniciada en 1967, tendría su punto más alto en los años 68-69, manteniéndose hasta el golpe de estado de 1973.
En 1968 el gobierno de Pacheco Areco decreta la suba del precio del transporte colectivo. A su vez, los Tupamaros habían secuestrado al presidente de UTE, U. Pereira Reberbel, y la policía comenzó a “peinar” la ciudad en su búsqueda. Los centros de estudios fueron allanados. Esto desata la cólera de los estudiantes que se movilizan en su rechazo. La respuesta del gobierno fue siempre la misma: represión y más represión. Así, el 12 de agosto de 1968 los estudiantes se movilizan frente al edificio de la Facultad de Veterinaria, el gobierno envía a la policía a reprimir y se produce un enfrentamiento. En el choque un policía dispara su arma hiriendo fatalmente a Líber Arce, estudiante de odontología, que moriría el 14 de agosto. Al otro día se realizó una impresionante manifestación popular de más de 300 mil personas, que acompañaron el cuerpo de Líber al cementerio.
La represión estatal no cedería frente al auge de movilización de los estudiantes y se cobrarían nuevas vidas. Líber Arce fue el primero, pero hubieron muchos más.
La situación económico-política que describíamos llevo a que se consolidara en los hechos la unidad de obreros y estudiantes en la lucha reivindicativa y en los enfrentamientos a los excesos del estado. Esas luchas reivindicativas, a diferencia de lo sucedido en el primer mundo, pasaron de la resistencia a la ofensiva revolucionaria hacia la toma del poder. El estudiantado y los obreros avanzados combinaron, en forma dialéctica, las luchas sectoriales con las luchas generales. El interés no era solo por mejorar su situación particular, sino por cambiar de raíz la situación económico-política general, y en ese marco la lucha por el socialismo adquiría carácter hegemónico.
La democracia burguesa, capitalista, demostró, una vez más, sus límites. Demostró que los cambios en el sistema tienen su tope, cuando de tocar los intereses de las clases dominantes se trata. Y que, cuando el pueblo se moviliza y avanza en el reclamo de sus intereses, no tiene empacho en reprimir y asesinar. Y que cuando el marco de la democracia se agota, a la hora de contener el avance popular, siempre tienen a mano la dictadura terrorista de estado para mantener su dominación.
Juventud Guevarista de Uruguay- 18.08.08
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