A los compañeros del FARC-EP
A las organizaciones Hermanas de Lucha Revolucionaria.
A Nuestros Militantes, Simpatizantes, y Ayudistas.
A los trabajadores y al Pueblo de Colombia toda la America Latina
Por estos días el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP ha emitido una declaración oficial en la cual informan del fallecimiento del Comandante Manuel Marulanda Vélez, producto de una insuficiencia cardiaca con fecha 26 de marzo del presente año.
Partimos por presentar nuestros respetos, saludos, honores y condolencias por esta inesperada partida que enluta las banderas de la revolución latinoamericana y genera una perdida irreparable entre las fuerzas de vanguardia de nuestro continente. No es la intención de estas humildes letras realizar una biografía del Comandante Marulanda, y menos ensalzar su personalidad a categorías semidivinas inalcanzables para nosotros que somos simples seres humanos. Pero las cosas deben ser puestas en su justa dimensión para no caer en confusiones y contribuir, con humildad y perseverancia, a reivindicar la estatura ética y política del Comandante en Jefe de las FARC-EP.
Inspirado en los más altos y nobles idearios revolucionarios, latinoamericanistas, antiimperialistas, y socialistas, Marulanda se hechó a andar en la vereda de los pobres y marginados y consagró su vida entera a la construcción de una Colombia soberana y con justicia social. De ser un puñado de campesinos desarrapados, cercados, y perseguidos, se inició en Marquetália la larga marcha de la construcción del ejercito libertario capaz de poner orden e igualdad para todos ante el despilfarro, el odio, y el servilismo de la oligarquia colombiana que condena a su propio pueblo a la miseria, los desplazamientos, y la violencia como alimento cotidiano. Armado de la fuerzas de las ideas, con decisión y sabiduría, emprendió junto a los suyos la construcción de esa columna estratégica que asegurara de una vez para siempre la libertad y la dignidad de todos los colombianos.
Tamaño empeño dio sus frutos y las FARC-EP existen y se proyectan como una de las principales columnas de la insurgencia latinoamericana, que viviendo en carne propia los avatares de la lucha revolucionaria, ha sido capaz de mantener encendida la llama de la lucha y las esperanzas de los pobres. 17 gobiernos colombianos pusieron precio a su cabeza e innumerables veces se le dio por muerto, pero ahí estuvo: en silencio, cobijado por la amistad y la complicidad de la selva, creciendo entre campesinos y juventud, haciéndose fuerte de ideas y medios para hacer realidad aquello que decía. Desde 1964 se levanto en armas y no cesó hasta el día de su muerte. 43 años en lucha consecuente y frontal contra el imperio y sus administradores locales, ¿quiénes pueden hoy decir lo mismo?
Sin grandes declaraciones, sin frases rimbombantes, sin manifiestos declamativos de sus proyectos. Sin pomposas intenciones ni adornados adjetivos. Simple como hombre de pueblo el Comandante Marulanda trazó un camino y una tarea y ofrendó su vida tras ella. Sin rebuscados estilos literarios ni menos centrando en su persona la iniciativa política, sin grandes poses ni figuraciones fotográficas. Trasluce la huella del Comandante Marulanda el paso simple y decidido de un hombre de pueblo capaz de aunar voluntades y empeños tras la justicia social.
El legado ético y político del Comandante es fuente de aprendizaje y constancia para todos aquellos que pretendemos aportar desde nuestros países al proyecto revolucionario continental. Que lejana se proyecta su figura comparada con los yanaconas locales que hipotecan la vida de pueblos enteros en su servilismo frente al imperio. Que imagen más contrastada con los pequeños burgueses que creen que el mundo entero les debe aplausos por ponerse al servicio de los pobres. El legado del comandante Marulanda enriquece el patrimonio revolucionario de todo el continente y envía señales tremendamente claras acerca del revolucionario y su proyección de vida al servicio de los pobres.
Que el Secretariado del Estado Mayor, y todos los combatientes Farianos, reciban nuestras condolencias en estas horas difíciles y que el legado de vida del Comandante Marulanda se proyecte en el avance conjunto de los pueblos del continente contra el imperio. Hoy los revolucionarios del mundo entero, y en especial los latinoamericanos, honramos el ejemplo, la consecuencia, y la dignidad subversiva del comandante Marulanda. Sus restos que reposan en la selva colombiana germinarán, tarde o temprano, en el alud incontenible de los derechos de los hijos y las hijas de estas tierras. El rojo y negro de esta parte del mundo presenta con humildad sus respetos y honores ante la partida del Comandante Marulanda, señalando que el legado de los revolucionarios debe transformarse en fuerza, empuje, y sabiduría, para sortear los empinados caminos de la justicia y la revolucion social. Que el ejemplo entregado por el Comandante Manuel Marulanda Velez ilumine de convicción subversiva, sabiduría de pueblo, y fortaleza guevarista a los pobres tras sus destinos.
Con humildad y respeto: Honor y gloria al comandante Marulanda.
En las filas de la insurgencia crece y se proyecta la liberación continental.
Todo el continente para sus pueblos.
Comandante Manuel Marulanda: Presente hoy y siempre
¡ES LUCHANDO COMO AVANZA EL PUEBLO!
Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
MIR de Chile
http://www.chile-mir.org/
25 de Mayo del 2008
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