lunes, 1 de diciembre de 2014

La relación entre la Iglesia y el genocidio es imborrable



La Plata, 1983. A finales de la dictadura las concentraciones de Madres y Abuelas se hacían cada vez más masivas. Aquí manifestaban frente a la Catedral platense.

Hace un año y ocho meses en Argentina se vive una situación particular. Desde el nombramiento de Jorge Mario Bergoglio como Papa, muchas personas e instituciones que durante décadas habían denunciado el rol cómplice de la Iglesia Católica con la dictadura militar se empecinan en desdecirse y hasta en borrar discursos y artículos en los que se había involucrado de forma documentada al ex Cardenal porteño con la represión.

Hasta el mismísimo diario Página/12, referente periodístico de antaño en la lucha por los derechos humanos, hace tiempo dejó de investigar el pasado de Bergoglio. Es más, en su página web está bloqueado hace meses el acceso a los artículos de denuncia escritos por Horacio Verbitsky, quien investigó sobradamente las relaciones estrechas entre la Iglesia y el genocidio.
A la algarabía lógica de los sectores conservadores y derechistas por el milagro del Papa argentino, se fue sumando una serie de conversiones por parte de quienes hasta marzo de 2013 veían en Bergoglio a un símbolo de la reacción y el oscurantismo. Y lo peor de todo es que muchos de esos conversos, al inclinarse ante Francisco, quisieron hacer desaparecer de un plumazo años de lucha de las víctimas y sus familiares por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Uno de los últimos hechos que marcan esta nueva época de alianza y reconciliación con el Vaticano fue el viaje de Estela de Carlotto junto a su nieto recuperado y el resto de su familia (entre ellos algunos funcionarios kirchneristas), en el que la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo le pidió cristiano perdón a Francisco por las denuncias pasadas. Un hecho que causó indignación en muchas personas que durante décadas respetaron a Carlotto.
En la edición de hoy de La Izquierda Diario se presenta una nueva entrevista a Estela de La Cuadra, quien reitera y profundiza la denuncia contra Jorge Bergoglio por su complicidad directa con los genocidas. La hija de la Alicia “Licha” Zubasnabar, fundadora y primera presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, habla del Papa, de la relación Iglesia-dictadura y de la necesidad de avanzar en la apertura de todos los archivos de la represión para que se sepa la verdad y todos los culpables sean juzgados.
En un momento en el que gran parte del arco político, desde el oficialismo hasta la oposición de derecha y la de centroizquierda, se inclina ante “Su Santidad” en pos de obtener bendiciones providenciales, el testimonio de Estela de La Cuadra confirma que la verdad y la justicia no van a alcanzarse entregándole luchas históricas al Estado, la Iglesia y el resto de las instituciones del poder dominante.
Una vez más, la consigna “no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos” cobra sentido histórico. Y adquiere también un significado mayor la exigencia de la apertura de los todos los archivos de la dictadura que obran en poder del Estado y también de la Iglesia. Porque, como dice Estela, aunque muchos y muchas quieran tapar el sol con las manos, no lo van a lograr.

Daniel Satur
@saturnetroc

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