Según informa la agencia Télam, el legislador porteño del MST, Alejandro Bodart, adelantó que el congreso de ese partido dará por finalizado el intento de buscar una alianza con el Frente de Izquierda. En cambio, aseguró que el MST buscará avanzar en un acuerdo con la “izquierda independiente” de Patria Grande y la Unidad Popular de Víctor De Gennaro y Claudio Lozano.
El MST, que ya había lanzado la formula Alejandro Bodart-Vilma Ripoll, venía planteando la realización de una interna en las PASO donde la izquierda partidaria reunida en el Frente de Izquierda (FIT), compitiera con la centroizquierda residual del Patria Grande y la Unidad Popular (UP). Desde el FIT se rechazó el acercamiento del MST, por considerarlo meramente oportunista y reñido con el sentido original del Frente como impulsor de la independencia política de los trabajadores.
El MST viene de un derrotero que lo acerca más a la centroizquierda que al Frente de los partidos trotskistas. Luego de militar activamente por las patronales sojeras de la Mesa de Enlace en 2008, Bodart fue electo legislador en las listas de Proyecto Sur, encabezadas por Pino Solanas, en las elecciones de 2011. Ya en aquel tiempo el MST rechazaba a la izquierda clasista que integró el FIT, acusándola de sectaria y de no dar cabida a los sectores progresistas caídos de los partidos tradicionales. Con este argumento, por ejemplo, el MST integró el Frente Cívico de Luis Juez en Córdoba, que ahora es uno de los principales impulsores de una alianza opositora UNEN-PRO. En las elecciones de 2013, con la defección de Solanas y los socialistas auténticos que disolvieron su espacio para integrarse al UNEN, el MST quedó fuera de competencia en las PASO, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la Provincia, donde integró el frente PODEMOS, junto a Víctor De Gennaro y el PCR.
Los aliados que busca el MST vienen de recibir malas noticias. El degennarismo tiene que presenciar cómo uno de sus dirigentes históricos, el ruralista Eduardo Buzzi, se sumó como candidato a gobernador de Santa Fe del Frente Renovador de Sergio Massa. Patria Grande, por su lado, viene golpeado por las derrotas en las facultades de la UBA frente a coaliciones de izquierda, la ruptura de una parte del Frente Popular Darío Santillán (Corriente Nacional) que se fue acusándolos de rescatar a la vieja politiquería centroizquierdista, y de los desplantes de Pablo Ferreyra, quien prefiere no sacar aún los pies del plato del kirchnerismo.
El MST intenta disimular su soledad política con la supuesta buena noticia de la incorporación de la secretaria general del Seppa (Sindicato de Empleados Penitenciarios, Policiales y Afines de Córdoba), Adriana Rearte, quien anuncio su incorporación declarando que “me gustó que al fin un partido de izquierda pelee por la sindicalización de la policía. Tienen firmes convicciones e ideas”. Difícil pensar una alianza de izquierda con organizaciones que defienden la sindicalización policial e incorpora en sus filas a los guardianes que el gobierno y las patronales utilizan para reprimir a los trabajadores y la juventud.
La integración del MST a un frente por la independencia política de los trabajadores es una incoherencia, es prácticamente imposible conciliar con quienes pretenden hacer un frente que una a los despedidos de Lear y los gendarmes caranchos. A los que luchan y sus verdugos.
Facundo Aguirre
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