¿Qué pasa en el astillero?
Despidos de trabajadores por razones políticas con el aval del sindicato; convenios incumplidos; patotas; condiciones laborales irregulares; muertos y heridos: el acuerdo entre el gobierno bonaerense y la burocracia sindical sienta las bases de un camino que, paulatinamente parece indicar un final: la privatización (total o mixta) del Astillero más grande del país a no ser que resurgan las fuertes luchas que lo hicieron un lugar clave de resistencia a los modelos vaciadores durante varias décadas.
Scioli y la burocracia de la blanca
Los operadores políticos del ahora gobernador buscaban apoyos duraderos para la gestión de Daniel Scioli. El acuerdo con Vicente “pachuli” Ignomirello, cabeza de ATE Ensenada, fue el inmediato reemplazo de la conducción del astillero a cambio de trabajadores movilizados y alineamiento. Cuando finalmente rodó la cabeza de Julio Urien, varias decenas de trabajadores fueron despedidos. Las razones esgrimidas distan mucho de ser legales: "puestos políticos" dice el telegrama recibido por Mario Yager, quien se desempeñaba al momento de ser despedido como calderero en el taller de estructura y era según la jerga interna “uno de azul” por el color de los mamelucos de los obreros . Como rubrica del mencionado papel aparece "XX". Según pudieron constatar los despedidos, esos telegramas fueron enviados desde la sede de ATE Ensenada. El gremio impulsa la perdida de la fuente laboral como resultado de una persecución política que sabe a quienes apunta. Como si se tratara de un comunicado militar, un acta de asamblea de la seccional de ATE Ensenada fechado el 2 de enero del corriente año, anuncia el análisis de la “situación del personal político en el astillero” como su principal tema e insta en textuales palabras dirigidas a la autoridad a “despedir” a 60 personas. La nueva conducción cumplió ese primer deseo al asumir.
Despidiendo a los hijos de los desaparecidos y a los perseguidos por la dictadura
Roque Raúl Yager, fue militante de Montoneros y cayó asesinado por la última dictadura. Mario, su hijo, ingresó a trabajar al astillero en el marco de un plan que preveía el regreso de los trabajadores despedidos y a los hijos de los desaparecidos en el astillero durante la última dictadura. El gobierno militar ejerció un control riguroso y estricto para combatir al activismo y más de cuarenta trabajadores fueron "chupados" por los grupos de tareas. Ese plan de regreso fue combatido desde el inicio por la burocracia actual del astillero y las nuevas autoridades encabezadas por Lelio Gonzáles Elicabe. Ahora, con el proyecto nacional y popular en manos de Scioli, el pacto social disciplinador y los negociados bajo cuerda se garantiza a fuerza de despedir trabajadores. En las amenazas previas y posteriores a los despidos, se refleja la aceitada relación entre la conducción de ATE Ensenada y la nueva dirección sciolista.
¿Y los barcos venezolanos?
En julio de 2005, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez firmó los convenios de producción más importantes de los últimos años, según los cuales el astillero se comprometía a confeccionar cuatro buques producteros de petróleo para PDVSA que permiten refinar el crudo en viaje. El contrato está en vías de ser incumplido, ya que la nueva dirección con la venia del sindicato, prioriza los contratos con privados, donde "el retorno" es grande. Los barcos, que fueron retrasados adrede, pasarían a realizarse en Brasil.
Un trabajador muerto
Las condiciones de seguridad del trabajo en el astillero están en franca decadencia. El 14 de febrero mientras terminaban obras de electricidad en el buque “Casanna” once trabajadores fueron heridos por una gran explosión. La responsabilidad recae sobre las nuevas autoridades, quienes no aseguran la integridad física de los obreros. Juan Rolleri, de 22 años murió el viernes último en el Hospital Alemán de Capital Federal, a donde había sido trasladado junto a otros dos heridos. “Es un tema que estamos encarando” se limitó a decir Elicabe.
Prensa de Frente
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