viernes, 29 de febrero de 2008

LAS PATOTAS DE LA UTA AGREDEN OTRA VEZ


Balas y palos contra los delegados del '60

Tal como afirmaba Prensa De Frente hace solo unas semanas, las patotas de la burocracia sindical actúan, y prometen continuar actuando, con mucho margen de maniobra. A los casos de los estatales, trabajadores de prensa y demás gremios, en el día de ayer se le sumaron a la lista de agredidos los choferes de colectivos.

En la tarde de ayer, terminada la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo, y cuando los delegados se proponían dejar esas dependencias, fueron abordados por una patota de la Unión Tranviaria Automotor que atacó a trompadas y empujones a los delegados. La magnitud de la agresión fue tal que debieron ser ingresados de urgencia en el hospital Ramos Mejía. Las autoridades del hospital informaron que los delegados sufrieron heridas de diferente consideración, así como politraumatismos varios, principalmente en la cabeza.

Más temprano, varios hombres se apersonaron en la puerta de la vivienda familiar de uno de los trabajores mandatados en Isidro Casanova, quien no se encontraba en su domicilio. Luego de preguntar por el delegado y de intercambiar algunas palabras con su hijo, y mientras gritaban insultos y amenazas, le descerrajaron a quemarropa varios disparos de pistola, uno de los cuales balazos le impactó en una pierna.

Esta no fue la primera agresión por parte de las patotas que regentea la conducción del gremio hacia los trabajadores que se organizan por fuera de la central sindical mayoritaria. En el mes de diciembre, en el hotel Bauen de esta ciudad, mientras se realizaba una asamblea del cuerpo de delegados del Subte, se hizo presente una patota de la UTA, sus integrantes entraron por la fuerza e intentaron agredir a los trabajadores allí reunidos.

Hace tan solo unas semanas, el pasado 8 de febrero, los trabajadores de la línea 60 se encontraban realizando una asamblea con sus correspondientes delegados de base en la playa de estacionamiento de la empresa Monsa, con la intención de discutir cuál iba a ser el pedido de recomposición salarial en la siguientes paritarias. Nuevamente se hicieron presentes los matones a sueldo de la burocracia sindical para intentar abortar la asamblea. Esa agresión derivó en una paro total de actividades de esa línea de colectivos, que diariamente transporta más de doscientas mil personas, medida por la cual los delegados de los choferes fueron convocados a la conciliación obligatoria para el día de ayer, cuando nuevamente fueron agredidos.

En ninguna de estas situaciones hubo respuesta por parte de las autoridades. No solo no se preocupan por identificar y sancionar a los responsables de estas agresiones, sino que incluso toman como interlocutores válidos a quienes los mandan a golpear. Esta actitud de los funcionarios es la que habilita a que las patotas se muevan impunemente incluso en las mismísimas puertas de un ministerio nacional que suele ser custodiado por fuerzas federales.

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