miércoles, 20 de febrero de 2008

LA PLATA, OCUPACIÓN POR TIEMPO INDETERMINADO


La lucha de Maffisa es desde adentro

Luego de la asamblea del pasado lunes, los trabajadores de Manufactura de Fibra Sintética S.A., ubicada en la localidad de Olmos, resolvieron permanecer pacíficamente en la fábrica hasta que tengan una respuesta inmediata por parte del gobierno y del dueño, Jorge Curi, garantizando la reincorporación de los 103 despedidos, los 400 suspendidos, y la puesta en funcionamiento de la fábrica, que viene llevando a cabo un lock out patronal.

La actual MAFISSA se llamó, anteriormente, Petroquímica Sudamericana e Hilandería Olmos, perteneciendo siempre a la misma familia Curi. El pasado de los Curi ha dejado su huella por la historia de la tortura, el horror y la persecución, de estos últimos 30 años. Durante la década del ‘70 Curi padre contrató servicios de inteligencia de la policía de la provincia de Bs. As., para reconocer posibles activistas dentro de la fábrica, tras lo cual nueve trabajadores y una trabajadora fueron desaparecidos.

Hoy, Jorge Curi hijo continúa imponiendo su autoritarismo en la fábrica, fomentando la precarización laboral y la explotación de los obreros, a cambio de engordar sus bolsillos. Estos empresarios pro dictadura, se manejan en el presente con la impunidad del poder de la patronal para despedir, perseguir y suspender a cientos de trabajadores y dejarlos en la calle.

“Nosotros estamos adentro de la fábrica preservando nuestra fuente de trabajo, ya que el gobierno hace 90 días que no se expide con el lock out patronal, los despidos son ilegales, y el gobierno sigue ignorando todo esto. Es por esta razón, que nosotros no tuvimos otra alternativa que meternos adentro de la fábrica a cuidar nuestra fuente de trabajo.” contó Maximiliano, uno de los trabajadores. Luego de los despedidos, que fueron sin causa alguna, la empresa comenzó a reducir la producción, dejando sin funcionar a un sector clave de la fábrica, hasta suspender a todos los trabajadores, sin goce de sueldo, y cerrar la empresa.

La semana pasada durante la audiencia en el Ministerio de Trabajo, los dueños de Mafissa expresaron su firme posición de no reincorporar a nadie. “El gobierno, continúa Maxi, también dijo que con los despedidos no se podía hacer nada. Curi, tiró la propuesta que los despedidos no entraban más y los suspendidos paulatinamente, y nosotros la rechazamos.”

Mafissa es productora de fibra sintética, al frenar la producción, son muchas las fábricas que quedarían desabastecidas. Por esta razón, Curi está importando la materia prima, “acá tiene producción, comenta Maxi, que la saca de otro lugar, y la reetiqueta acá. Ahora le quedan como 40 camiones adentro, que no pueden salir, entonces no pueden hacer nada. Adentro tenemos todas las máquinas en condiciones para largarlas a trabajar, y en el caso de la producción también, si hay que vender para nuestro salario, se va hacer. No le queda mucho tiempo a Curi como para seguir estirándo, porque arregló con todas las empresas a las que provee, que lo esperen hasta abril, pero sino empieza a producir en marzo, se le va a complicar. Tiene que largar en marzo la producción para poder abastecer a las empresas en abril. Mucha de la producción que compró está toda acá adentro, por eso esta impedida la salida de los camiones.”

La estrategia de vaciamiento de la fábrica de trabajadores por parte del dueño, ha excedido sus percepciones en relación a la capacidad de organización de los obreros de Mafissa. “Cuando surge el conflicto nos empezamos a organizar nosotros mismos, no por el gremio. Todo lo que se generó acá en Mafissa lo hizo la burocracia y Curi. El conflicto lo genera la empresa por medio del gremio, agarraron tres o cuatro y los empezaron a mover, cuando vieron que la gente se empezaba a organizar los despidieron. Entonces con la lucha, los volvemos a reincorporar, esa es la interna. Ellos generan el conflicto para sacarse de encima a los trabajadores. Nosotros en este tiempo logramos la efectivización de 117 compañeros, antes de eso eran todos contratados, después se efectivizaron otros 90 más y logramos la recategorización para todos. Lo que para ellos era sacar a un grupito de trabajadores que se podía llegar a organizar, se les fue de las manos y se generó todo esto.”

Actualmente, todos están suspendidos, excepto alguno que está con vacaciones, o tienen licencia médica. Dentro de la asamblea, hay un grupo de 40 trabajdores que no participan. “Esto se debe, dice Maxi, a que están laburando con la burocracia, se van a la casa, le ofrecen plata, le dicen que van a volver a trabajar. No todos están convencidos de lo que le dicen, sino que lo hacen por la misma presión que tienen. Acá hay una realidad, Curi es un explotador y no se puede laburar en esas condiciones, eso está más que claro, lo que pasa es que hay que tener constancia en la lucha y es difícil, somos pocos los que aguantamos. Yo hace ya tres meses que no cobro, saco del fondo de huelga, y un poco con una carta documento de la liquidación que nos depositaron a todos, con eso tiro, no es mucho, pero algo saco.”

El dueño intervino hacia el interior de la fábrica generando la división, metiendo a la burocracia, apostando al desgaste de los trabajadores. Curi incide en la división entre los trabajadores negociando con las necesidades básicas de las personas. “La idea es quedarse hasta que haya una intervención; el gobierno tiene que hacer algo porque son 600 familias que están en la calle, y esta empresa abastece el 80 por ciento de la materia prima de la industria textil Argentina, nosotros lo que queremos es el trabajo, hay un montón de familias y trabajadores que dependen de Maffisa.”

A su vez, esta empresa exporta a varios países, factura más de 400 millones por año, y está libre de pagar impuestos inmobiliarios e ingresos brutos. En el 2005 los trabajadores cortaron las horas extras, y con esto entraron a trabajar más de 150 personas. En un principio estuvieron como contratados, pero en el marco de la lucha que se estaba dando, sólo estuvieron entre cinco y seis meses, luego pasaron a ser efectivos, siendo que antes para ser un trabajador efectivo se debía estar trabajando como contratado por más de seis años.

“Por ahora -sigue contando Maxi- tomar la fábrica, para trabajarla sin patrón, es muy difícil, nosotros queremos nuestros puestos de trabajo, el dueño no nos va a regalar la fábrica y menos a los trabajadores, el problema de Curi son los trabajadores, es un problema de clase, de poder. Nosotros hasta que no nos reincorpore vamos a estar acá, la estrategia es permanecer, resistir, tomar la fábrica para lograr la reincorporación de todos los compañeros despedidos.”
La lucha de Maffisa es desde adentro


Luego de la asamblea del pasado lunes, los trabajadores de Manufactura de Fibra Sintética S.A., ubicada en la localidad de Olmos, resolvieron permanecer pacíficamente en la fábrica hasta que tengan una respuesta inmediata por parte del gobierno y del dueño, Jorge Curi, garantizando la reincorporación de los 103 despedidos, los 400 suspendidos, y la puesta en funcionamiento de la fábrica, que viene llevando a cabo un lock out patronal.

La actual MAFISSA se llamó, anteriormente, Petroquímica Sudamericana e Hilandería Olmos, perteneciendo siempre a la misma familia Curi. El pasado de los Curi ha dejado su huella por la historia de la tortura, el horror y la persecución, de estos últimos 30 años. Durante la década del ‘70 Curi padre contrató servicios de inteligencia de la policía de la provincia de Bs. As., para reconocer posibles activistas dentro de la fábrica, tras lo cual nueve trabajadores y una trabajadora fueron desaparecidos.

Hoy, Jorge Curi hijo continúa imponiendo su autoritarismo en la fábrica, fomentando la precarización laboral y la explotación de los obreros, a cambio de engordar sus bolsillos. Estos empresarios pro dictadura, se manejan en el presente con la impunidad del poder de la patronal para despedir, perseguir y suspender a cientos de trabajadores y dejarlos en la calle.

“Nosotros estamos adentro de la fábrica preservando nuestra fuente de trabajo, ya que el gobierno hace 90 días que no se expide con el lock out patronal, los despidos son ilegales, y el gobierno sigue ignorando todo esto. Es por esta razón, que nosotros no tuvimos otra alternativa que meternos adentro de la fábrica a cuidar nuestra fuente de trabajo.” contó Maximiliano, uno de los trabajadores. Luego de los despedidos, que fueron sin causa alguna, la empresa comenzó a reducir la producción, dejando sin funcionar a un sector clave de la fábrica, hasta suspender a todos los trabajadores, sin goce de sueldo, y cerrar la empresa.

La semana pasada durante la audiencia en el Ministerio de Trabajo, los dueños de Mafissa expresaron su firme posición de no reincorporar a nadie. “El gobierno, continúa Maxi, también dijo que con los despedidos no se podía hacer nada. Curi, tiró la propuesta que los despedidos no entraban más y los suspendidos paulatinamente, y nosotros la rechazamos.”

Mafissa es productora de fibra sintética, al frenar la producción, son muchas las fábricas que quedarían desabastecidas. Por esta razón, Curi está importando la materia prima, “acá tiene producción, comenta Maxi, que la saca de otro lugar, y la reetiqueta acá. Ahora le quedan como 40 camiones adentro, que no pueden salir, entonces no pueden hacer nada. Adentro tenemos todas las máquinas en condiciones para largarlas a trabajar, y en el caso de la producción también, si hay que vender para nuestro salario, se va hacer. No le queda mucho tiempo a Curi como para seguir estirándo, porque arregló con todas las empresas a las que provee, que lo esperen hasta abril, pero sino empieza a producir en marzo, se le va a complicar. Tiene que largar en marzo la producción para poder abastecer a las empresas en abril. Mucha de la producción que compró está toda acá adentro, por eso esta impedida la salida de los camiones.”

La estrategia de vaciamiento de la fábrica de trabajadores por parte del dueño, ha excedido sus percepciones en relación a la capacidad de organización de los obreros de Mafissa. “Cuando surge el conflicto nos empezamos a organizar nosotros mismos, no por el gremio. Todo lo que se generó acá en Mafissa lo hizo la burocracia y Curi. El conflicto lo genera la empresa por medio del gremio, agarraron tres o cuatro y los empezaron a mover, cuando vieron que la gente se empezaba a organizar los despidieron. Entonces con la lucha, los volvemos a reincorporar, esa es la interna. Ellos generan el conflicto para sacarse de encima a los trabajadores. Nosotros en este tiempo logramos la efectivización de 117 compañeros, antes de eso eran todos contratados, después se efectivizaron otros 90 más y logramos la recategorización para todos. Lo que para ellos era sacar a un grupito de trabajadores que se podía llegar a organizar, se les fue de las manos y se generó todo esto.”

Actualmente, todos están suspendidos, excepto alguno que está con vacaciones, o tienen licencia médica. Dentro de la asamblea, hay un grupo de 40 trabajdores que no participan. “Esto se debe, dice Maxi, a que están laburando con la burocracia, se van a la casa, le ofrecen plata, le dicen que van a volver a trabajar. No todos están convencidos de lo que le dicen, sino que lo hacen por la misma presión que tienen. Acá hay una realidad, Curi es un explotador y no se puede laburar en esas condiciones, eso está más que claro, lo que pasa es que hay que tener constancia en la lucha y es difícil, somos pocos los que aguantamos. Yo hace ya tres meses que no cobro, saco del fondo de huelga, y un poco con una carta documento de la liquidación que nos depositaron a todos, con eso tiro, no es mucho, pero algo saco.”

El dueño intervino hacia el interior de la fábrica generando la división, metiendo a la burocracia, apostando al desgaste de los trabajadores. Curi incide en la división entre los trabajadores negociando con las necesidades básicas de las personas. “La idea es quedarse hasta que haya una intervención; el gobierno tiene que hacer algo porque son 600 familias que están en la calle, y esta empresa abastece el 80 por ciento de la materia prima de la industria textil Argentina, nosotros lo que queremos es el trabajo, hay un montón de familias y trabajadores que dependen de Maffisa.”

A su vez, esta empresa exporta a varios países, factura más de 400 millones por año, y está libre de pagar impuestos inmobiliarios e ingresos brutos. En el 2005 los trabajadores cortaron las horas extras, y con esto entraron a trabajar más de 150 personas. En un principio estuvieron como contratados, pero en el marco de la lucha que se estaba dando, sólo estuvieron entre cinco y seis meses, luego pasaron a ser efectivos, siendo que antes para ser un trabajador efectivo se debía estar trabajando como contratado por más de seis años.

“Por ahora -sigue contando Maxi- tomar la fábrica, para trabajarla sin patrón, es muy difícil, nosotros queremos nuestros puestos de trabajo, el dueño no nos va a regalar la fábrica y menos a los trabajadores, el problema de Curi son los trabajadores, es un problema de clase, de poder. Nosotros hasta que no nos reincorpore vamos a estar acá, la estrategia es permanecer, resistir, tomar la fábrica para lograr la reincorporación de todos los compañeros despedidos.”

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