jueves, 11 de abril de 2019

Estado argentino cierra las puertas a dos mil científicos

Cada vez menos científicos argentinos pueden acceder al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). En la última convocatoria de ingreso a la carrera de investigador abierta en 2018 quedaron confirmados este mes solo el 17% de los aspirantes.
Respecto de 2018, este año los nuevos ingresos cayeron de 600 a 450 y para muchos científicos la única opción viable es la salida del país. Este hecho resulta paradójico, ya que una gran cantidad se formó en carreras universitarias, maestrías, doctorados y postdoctorados en instituciones públicas y gracias al acceso a becas de estudio, financiadas por el Estado. Sin embargo, completados todos los requisitos para aplicar al Conicet, la mayoría ya no tiene lugar para desarrollar su carrera en el país.
Este año, 2.145 aspirantes al Conicet quedaron fuera y varios ya comunicaron que continuarán sus carreras en el exterior, tendencia que crece en Argentina y que popularmente se denomina como “fuga de cerebros” hacia los países desarrollados. Estos últimos reciben científicos formados durante muchos años, sin haber invertido nada en sus largas carreras educativas, que son de entre 10 y 12 años en promedio.
La mayoría de estas personas a las que les fue notificado el rechazo del Conicet quedaron además automáticamente sin becas ni empleo y pasaron a engrosar la lista de nuevos desocupados.

Fuerte ajuste

Está demostrado estadísticamente que los países que tienen mayor desarrollo tienen mayores niveles de inversión científico-tecnológica, con fuerte financiamiento estatal.
Sin embargo, el caso argentino es inverso. En los últimos cinco años se pasó de un porcentaje de ingreso en torno al 50% de los aspirantes a menos de uno por cada cinco postulantes.
En 2013, el Plan Argentina Innovadora 2020 pautó un crecimiento anual de 10% en los ingresos de científicos al Conicet para ir achicando la brecha en la cantidad de científicos por habitante en relación con los países desarrollados. Según ese plan, este año deberían haber ingresado 1.366 investigadores, el triple de la cifra actual.
Por esta razón, este miércoles habrá una movilización de científicos argentinos al Polo Científico-Tecnológico de Buenos Aires, que coincide con el Día del Investigador Científico. Los investigadores rechazan el fuerte ajuste presupuestario en ciencia y tecnología y denuncian un doble discurso del Gobierno sobre el tema.

Ignacio Díaz
América XXI

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