sábado, 13 de abril de 2019

El clasismo frente al paro del 30 de abril

En la sede del sindicato metalmecánico (Smata) se realizó este jueves el plenario convocado por un bloque de sindicatos encabezados por el gremio de camioneros. La convocatoria se realizó bajo la forma de “plenario de regionales de la CGT”. El FRE.SI.MO.NA. (“frente sindical por un modelo nacional”) que agrupa al moyano-kirchnerismo convocó la deliberación ante una CGT embarcada en la más extrema paz social con el gobierno de Macri, a cambio de una negociación sobre una parte de la montaña de dinero que el gobierno le debe a las obras sociales. Las CTA alineadas con el kirchnerismo también realizaron su reunión, señalando la coincidencia con el bloque encabezado por Pablo y Hugo Moyano.
El Sutna participó del plenario de regionales de la CGT, fijando en él una posición de independencia de la clase obrera de las patronales y el gobierno, junto a la necesidad de la convocatoria de un paro de 36 horas con abandono de tareas en todos los lugares de trabajo y una movilización de millones de trabajadores al centro del poder político para derrotar los ataques del gobierno. La intervención del secretario general del neumático y miembro de la Coordinadora Sindical Clasista-PO, Alejandro Crespo, enfatizó en la necesidad de tomar medidas de acción directa en forma inmediata. “Necesitamos acciones directas con la claridad de que tenemos que cambiar esta situación; octubre queda lejos cuando están atacando de esta manera a los trabajadores”. La intervención del Sutna frente a decenas de sindicatos trazó una delimitación con el operativo de este sector del movimiento obrero de colocar a los trabajadores detrás de un recambio del personal político de las patronales en el Estado. Alejandro Crespo también destacó la necesidad del frente único de trabajadores ocupados y desocupados ante la creciente desocupación y la lucha que desarrollan las corrientes independientes del movimiento piquetero como el Polo Obrero.
La declaración resuelta por el “Fresimona” exculpa al gobierno de CFK del descalabro económico y ofrece la conformación de un “frente patriótico popular porque la Patria está en peligro”. En su intervención, Moyano marcó que el eje es octubre. Insiste en la línea de un frente con las patronales, tal cual viene de expresarse en la movilización del 4 de abril. La declaración publicada por el Sutna ante estas deliberaciones señala, en cambio, la experiencia de la reciente lucha de los trabajadores de Fate, donde la patronal “nacional” amenazó con centenares de despidos y busca en forma permanente un nuevo cuadro de flexibilidad de los trabajadores, mientras reclama subsidios del Estado. La masiva organización y movilización de los trabajadores del neumático logró frenar estos intentos. Por el contrario, la opción presentada por el moyanismo y la CTA es la de oponerse a Macri tributando a un frente de oposición patronal, cuyo referentes han señalado con total claridad la necesidad de un “pacto social” que sumerja a los trabajadores en un nuevo cuadro de flexibilidad laboral, realizando todos los “esfuerzos” en defensa de la tasa de ganancia capitalista. La reforma laboral se encuentra en la agenda del conjunto de los partidos y elementos opositores de la burguesía que pretenden hacerse del poder del Estado en las próximas elecciones. Teniendo a OCA al borde del abismo, con 6.500 puestos de trabajo amenazados, Camioneros no presenta plan de lucha alguno con tamaño colectivo de trabajadores que están cobrando sus salarios en cuotas.
Lo mismo sucede con el FMI. A pesar del “total repudio” al acuerdo con el FMI esgrimido en las conclusiones de este sector disidente de la CGT, evitan llamar a la ruptura con el Fondo Monetario, que es quien dicta hoy la política de ajuste generalizado a todos los trabajadores de la Argentina. Todos los que se presentan como opositores al gobierno de Macri se comprometen a respetar los acuerdos con el FMI: Lavagna, Massa, Urtubey y, en particular, Cristina Kirchner hablan de “renegociación” en el marco de los acuerdos arribados por el macrismo. La declaración de guerra a los trabajadores de la Argentina no es solo propiedad del macrismo. Los gobernadores –desde Jujuy hasta Tierra del Fuego– son los garantes del ajuste en todo el país. La necesidad por parte de la clase capitalista de reorganizar la explotación en su propio beneficio forma parte del programa de todos los que se ofrecen como recambio a un macrismo golpeado por su propia crisis.
La Coordinadora Sindical Clasista-PO ha hecho público un comunicado llamando a la más amplia movilización a todo el movimiento obrero. Frente al llamado al paro del 30 de abril, tenemos por delante una gran acción de agitación política en todos los lugares de trabajo. Los gremios del Transporte (CATT) han anunciado que no se sumarán al paro del 30, pero pararán el 1 de mayo, es decir, un feriado. Lo mismo sucede con la masa de gremios alineados con la actual conducción de la CGT, que por el momento no están dispuestos a parar ni mucho menos, a establecer un plan de lucha para derrotar a Macri. En cada lucha del movimiento obrero estará presente la voz de las organizaciones independientes de la clase obrera. La campaña hacia el 30 de abril tendrá que tomar en sus manos la explicación de la necesidad de que irrumpa la clase obrera en la situación política junto con un planteo de independencia política de las variantes patronales.
Impulsaremos en todos los sindicatos el paro del 30, pero vamos por un paro de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo. Por un Congreso de Delegados elegidos por bases de la CGT, las CTA y todos los sindicatos. Por la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados para que la crisis la paguen los capitalistas. Por una salida de los trabajadores y la izquierda.

Juan Pablo Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario