En una semana se disparó la divisa, pasó de $ 43,69 a $ 46,90. El indicador que mide el JP Morgan aumentó de 842 a 968, y tocó un máximo de 1.000 puntos. La crisis se acelera.
A un año de la corrida cambiaria el dólar y el riesgo país volvieron a ocupar las portadas de los diarios y los programas de televisión. La divisa a comienzo de esta semana cerró a $ 43,69 según el relevamiento del Banco Central y el viernes finalizó a $ 46,90. Un aumento del 7,3 %.
El dólar aumentó $ 3,21 en sólo siete días en el segmento minorista. La divisa norteamericana se ofreció a $ 45,97 en el mercado mayorista, luego de alcanzar precios máximos históricos.
Según analistas, la situación económica y los temores electorales está llevando anticipadamente a una mayor dolarización de carteras, es decir que los especuladores que aprovecharon las altas tasas de interés del Banco Central ahora se pasan a dólares.
Este viernes el Banco Central colocó Letras de Liquidez (LELIQ) por $196.586 millones, a una tasa de referencia de 71,868 %, la más alta en seis meses.
La fuga de capitales también presiona sobre el tipo de cambio. En la era Macri, la fuga de capitales ascendió a U$S 64.000 millones.
El Banco Central tiene pocas herramientas para contener una disparada del dólar. El FMI no quiere que dilapiden sus dólares para evitar más devaluación, los billetes son para garantizar el pago de la deuda.
En tanto, el riesgo país el lunes alcanzó los 842 y terminó la semana a 968, luego de tocar un récord el jueves de más de 1000 puntos. Una diferencia de 126 puntos.
El riesgo país, un índice elaborado por el banco J.P. Morgan, mide cuánto más paga el país de tasa de interés para endeudarse en relación a lo que paga Estados Unidos. Es decir, que endeudarse es más caro para Argentina.
El índice aumentó porque el capital financiero considera que el país no podrá pagar sus deudas. La probabilidad percibida por los inversionistas de un incumplimiento se disparó por encima de 60 %. Los bonos nominados en dólares llegaron a derrumbarse hasta 10 %.
Más inflación
El Gobierno desesperado por llegar a las elecciones lanzó el plan “octubre” para “contener” la inflación. Un programa miserable ya que el acuerdo de precios contempla sólo 60 productos cuando en los hipermercados hay 200.000 productos.
Los nuevos saltos del dólar incidirán en los precios. Los empresarios ya adelantaron que habrá que analizar el acuerdo si la divisa supera el “techo” de la banda que está en $ 51,45. Según difundió el diario La Nación, Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), señaló "cumpliéndose las variables, el acuerdo existe y está firme. Luego, cada compañía y en función de cada producto podrá ver si hubiera alguna excepcionalidad o modificación de las variables en qué medida influye o impacta. Esto no implica necesariamente romper el acuerdo, sino eventualmente renegociarlo". Es conocido como terminan las “renegociaciones”, habrá más beneficios para las patronales.
Desde la Cámara de Empresarios de Combustibles adelantaron que la nafta sufrirá un aumento de más del 5 % para comienzo de mayo de 2019. Incremento que encarecerá el transporte.
La inflación seguirá elevada, en marzo fue del 4,7 % y se espera que este año alcance el 45 %. Los perdedores son los salarios, el poder de compra se desplomó en 2018 y este año seguramente siga en caída.
FMI y la pesada carga de la deuda
El capital financiero no confía en que el Gobierno pueda llevar adelante el ajuste necesario para garantizar los pagos de la deuda. Los “mercados” temen por el regreso de Cristina aunque el kirchnerismo se encargó de repetir que pagará la deuda.
El diario Financial Times publicó que Argentina “está en la cornisa” y aseguró que está “creciendo el temor a un default” por las equivocaciones de Cambiemos para controlar la inflación y las corridas cambiaras a pesar de haber recibido el préstamo más grande en la historia del Fondo.
La deuda se incrementó exponencialmente con Cambiemos. El próximo gobierno va a tener que afrontar vencimientos de deuda por U$S 40.000 millones de promedio al año. Esta suma podría ser mayor con los nuevos desembolsos del Fondo, que no están aún considerados. Una suma imposible de pagar, ya que no alcanza ni con lo que Argentina exporta ni con la recaudación de impuestos.
Por eso el Fondo y el capital exigen más recortes para garantizar el pago a los especuladores y avanzar con reformas estructurales como la previsional y laboral.
De la mano del FMI, y de Macri con la complicidad de la oposición patronal la crisis se agravó, pero son los trabajadores y los sectores populares los que padecen las consecuencias. Aumentó la desocupación y la pobreza.
El Fondo y el capital vienen por más ajuste. Que no se repita la historia, donde ganan los de siempre, los bancos y los empresarios mientras empeoran las condiciones de vida del pueblo trabajador. Son ellos o nosotros. Es necesario romper el acuerdo con el FMI y no pagar la fraudulenta y usuraria deuda.
LID
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