Ex jefe de gabinete Alberto Fernández: "Cristina no piensa ir al default"
La corrida financiera de las últimas semanas ha llevado al kirchnerismo a redoblar su compromiso de pago de la deuda externa usuraria, y más en general, de mantener a la Argentina bajo la tutela del FMI. No solo Alberto Fernández, convertido en vocero exclusivo de Cristina Kirchner, ha salido a declarar que la ex presidenta no piensa defaultear la deuda en caso de ganar las elecciones. En la misma línea ha sumado su voz Alvarez Agis, el viceministro de Economía de Axel Kicillof, quien públicamente expresó que un gobierno kirchnerista cumplirá todos los compromisos internacional con el capital financiero asumidos bajo la presidencia de Macri. Alvarez Agis se habría comunicado con funcionarios del actual gobierno para anticiparle esta posición y sus declaraciones públicas fueron realizadas con el propósito de frenar la corrida contra el peso y los bonos de deuda del país.
Alberto Fernández buscó darle credibilidad a sus palabras recordando la trayectoria ´pagadora´ de Néstor y Cristina Kirchner. Bajo sus 12 años de gobierno el kirchnerismo realizó pagos de deuda superiores a los 200.000 millones de dólares. No sólo eso. También recordó que con Kicillof como ministro de Economía se cancelaron varias sentencias con el CIADI, en beneficio a las empresas que litigaron contra el país en los tribunales del Banco Mundial, e incluso que se regularizó la deuda en default con el Club de París. Alberto Fernández agregó que dicha regularización se llevó a cabo a pesar de que se trata de una deuda “cuestionable”. El agregado está más que justificado, pues la deuda con el Club de París se originó en la estatización de pasivos de las empresas llevada adelante por la dictadura antes de abandonar el gobierno. Kicillof no sólo reconoció esa deuda sino también punitorios por miles de millones de dólares.
Es cierto que los dos ex funcionarios del kirchnerismo repitieron el mismo libreto que Kicillof desarrolló ante la misión del FMI hace semanas atrás. No hay por acá nada nuevo. Pero lo que cambia es el contexto. En momentos donde la corrida cambiaria y financiera pone en cuestión la continuidad del propio Macri, sea de su candidatura y hasta de su propio gobierno, las declaraciones de los voceros kirchneristas tienen la finalidad de sostener su gobernabilidad. No es casual que como informa el portal Infobae, las declaraciones de Alvarez Agis hayan sido debatidas con miembros del equipo económico de Dujovne.
La profesión de fe pagadora de deuda alcanza a toda la oposición patronal. Pichetto dedicó su gira por Wall Street a brindar seguridad acerca de que un eventual gobierno de Lavagna tendrá como compromiso principal cumplir con los vencimientos de pago de la deuda. El juramento del senador peronista fue realizado ante los principales fondos de inversión que tienen intereses en la Argentina. Entre ellos estaba Black Rock, un grupo de chupasangres que hicieron negocios millonarios aprovechando el carrytrade que les ofreció Toto Caputo en su corta presidencia en el Banco Central.
Si la suba del riesgo país y la profundización de la corrida contra el peso continúan a pesar de estas declaraciones de la oposición se debe a una única cuestión: la deuda pública y externa de la Argentina es impagable. Luego de la devaluación operada en el último año, el ratio deuda/PBI está cerca de alcanzar el 100%. A esto debe sumarse no sólo la deuda privada, nominada mayormente en dólares, sino también la que tiene el Banco Central con la Leliq que ya superan el billón de pesos a una tasa promedio superior al 60%. Aunque esta deuda está nominada en moneda nacional, la tendencia a pasarse a dólares se acentúa. Los números son elocuentes. Argentina sencillamente carece de los dólares para hacer frente a los vencimientos de deuda que tendrá el próximo gobierno. Por eso, ya se habla de una refinanciación de plazos y tasas, que incluya también los vencimientos con el FMI. Ante esto el kirchnerismo ha puesto como ejemplo al gobierno de Portugal, asegurando que es la demostración palpable que se puede pagar la deuda y los acuerdos del FMI y a la vez crecer. Omitieron lo más importante: que dicho crecimiento, por demás escueto, estuvo basado en una desvalorización enorme de la fuerza de trabajo y en la eliminación de conquistas laborales y sociales históricas. Sólo así se atrajeron algunas inversiones, que apostaron a beneficiarse con una tasa de explotación mayor al del resto de los países de la Unión Europea. El elogio al gobierno de Portugal anticipa el programa de un eventual gobierno de Cristina Kirchner.
En un reportaje con Marcelo Zlotogwiazda, Alvarez Agis dijo algo muy cierto: sólo el Frente de Izquierda plantea no pagar la deuda y romper con el FMI. A pesar suyo, mostró la verdadera grieta que divide a la Argentina. De un lado el régimen del FMI, con los Macri, Lavagna y Cristina Kirchner, y del otro los trabajadores que deben derrotar a este régimen si quieren defender su presente y futuro.
Gabriel Solano
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