lunes, 13 de noviembre de 2017

Una Argentina offshore que sale a la luz

Nuevas revelaciones acerca de los manejos financieros de la cúpula empresaria en la oscuridad

La presencia argentina entre los titulares de cuentas en guaridas fiscales está dominada por representantes de la cúpula empresaria. Los datos publicados por el ICIJ confirman la trama revelada en Argenpapers, de reciente publicación.

Como sucedió con los Panama Papers, las presencias locales en la nueva megafiltración de 13,4 millones de documentos secretos del mundo offshore están dominadas por representantes de la cúpula empresaria nacional. El dueño de Pampa Energía, Edenor, Iecsa y Petrobras, Marcelo Mindlin, figura entre los archivos al frente de una offshore en las Islas Caimán que fue utilizada para adquirir activos en Argentina por 302 millones de dólares. El presidente del Banco Hipotecario, la desarrolladora inmobiliaria IRSA y el gigante agropecuario Cresud, Eduardo Elsztain, emerge como titular de sociedades y fideicomisos en Bermudas y la Isla de Man. Una tercera aparición corporativa es la del fundador de Mercado Libre, Marcos Galperín, que recurrió a una firma en las Islas Vírgenes Británicas para realizar inversiones agropecuarias. Una parte de los negocios offshore del dúo Mindlin y Elzstain figura entre los Panamá Papers. Las revelaciones estuvieron a cargo de los periodistas de los diarios Perfil y La Nación que accedieron a las bases de datos administradas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
La principal fuente para las maniobras financieras y comerciales abusivas canalizadas a través de la red global de guaridas fiscales son los actores económicos privados. Las grandes compañías y sus dueños explican el 63 por ciento de los flujos financieros ilícitos mientras que el restante 37 por ciento se origina en actividades estrictamente criminales. Los flamantes Paradise Papers corroboran las estimaciones realizadas por Global Financial Integrity.
Los nombres que expone la nueva filtración son una constante del mundo offshore. El libro Argenpapers: Los secretos de la Argentina offshore en los Panamá Papers identifica 135 sociedades offshore controladas por 74 grandes empresarios, políticos, abogados y futbolistas en 17 guaridas fiscales. Mindlin y Elsztain aparecen en ese listado como titulares un grupo de empresas radicadas en guaridas fiscales que realizan inversiones inmobiliarias en Venezuela entre 1996 y 1997. En la operación, sostuvo Elsztain, participó el magnate George Soros cuya fundación Open Society Foundations es una de las financistas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que dio a conocer los Panamá Papers y los Paradise Papers. Entre los archivos de Mossack Fonseca figuran las actas de una asamblea de accionistas del Fondo de Valores Inmobiliarios venezolano donde Elsztain se presenta como representante de tres empresas offshore. Dos fueron instaladas en Islas Vírgenes Británicas, IRSA International Limited y Quantum Industrial Partners. La tercera es Geosor Corporation domiciliada en Estados Unidos. Mindlin, por su parte, figura en ese documento en representación de la empresa Emerging Dolphin Limited, una sociedad establecida de acuerdo con las leyes de la Isla de Man. Quien también fue identificado en Argenpapers es su socio, el magnate británico y terrateniente patagónico Joseph Lewis, con dos offshore bahameñas llamadas Lago Escondido Inc y Lago Escondido Corp.
La investigación publicada ayer por la periodista Emilia Delfino en Perfil reveló que entre los Paradise Papers, la nueva megafiltración, figura la ingeniería financiera offshore diseñada para que Mindlin adquiriera en 2011 las eléctricas de San Luis (Edesal), La Rioja (Edelar) y Salta (Edesa) así como la distribuidora Eden, que operaba en el norte y el centro de la provincia de Buenos Aires. Pampa Inversiones SA en Uruguay, Inversiones Argentina I en Islas Caimán fueron las empresas montadas para la ocasión por la firma de abogados Appleby. En el caso de Elsztain se identificaron una serie de fondos donde fue accionista como Latin America Capital Partners II LP radicado en las Bermudas y Realty Partners Master Fund LP. Ambos empresarios, Mindlin y Elsztain, aparecen vinculados al Dolphin Global Fund registrado en la Isla de Man con activos por 400 millones de dólares.
La tercera presencia es la de Galperín que figura como como uno de los beneficiarios finales de una offshore de Islas Vírgenes Británicas creada para invertir millones de dólares en una de las diez empresas de producción de granos más importantes del país: El Tejar. La offshore Sur Capital Managers Land Investments Limited se creó el 9 de agosto de 2007. Junto al empresario que se convirtió en el abanderado de los reclamos de condiciones laboral más flexibles, el diario Perfil identificó a otros tres beneficiarios: Patricio Gómez Sabaini (director suplente de Cablevisión Holding SA en diciembre 2016 y accionista de GSC Asesores SRL); Juan Ignacio Cosentino (accionista de GSC Asesores SRL, quien figura además como director y responsable financiero de Sur Capital), y la sociedad Mendala SA.
El trío de empresarios argentinos presentes en los Paradise Papers se sumó al listado que comenzó a esbozarse una semana atrás con las presencias en guaridas fiscales de dos ministros del gobierno de Mauricio Macri: Luis Caputo, de Finanzas, y Juan José Aranguren, de Energía. No es casualidad que ambos provengan de grandes multinacionales como Deutsche Bank y Shell, respectivamente. En el registro nacional de los Paradise Papers difundido hasta el momento figuran además Antonio de la Rúa, Alan Faena, Ignacio Rosner y la minera Glencore.
La riqueza offshore de los argentinos representa entre 40 y 80 por ciento del PBI, dependiendo de las estimaciones. Argentina se ubica, en cualquier caso, dentro de los cinco países del mundo con mayor presencia en paraísos fiscales en relación a su producto. Un estudio realizado por los especialistas de Tax Justice Network revela que la pérdida de ingresos fiscales en el país como consecuencia de las técnicas de evasión utilizadas por las grandes corporaciones asciende a 4,4 por ciento del PIB, una medida que sólo superan Zambia, Guyana, Chad, Malta, Pakistán, Islas Camorras y Guinea. Las consecuencias exceden sin embargo a la recaudación; la fuga de capitales canalizada a través mundo offshore es una fuente permanente de inestabilidad económica.

Tomás Lukin
Página/12

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