En el predio de la ex ESMA se pidió por la continuidad del ex diputado y nieto recuperado Horacio Pietragalla al frente de la institución. Y se reclamó que los organismos de derechos humanos tengan voz en la definición de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
“Esta canción durará por siempre”, afirma Charly García desde las dos columnas de parlantes instaladas a los costados de la gran puerta de uno de los edificios de la ex ESMA. En lo alto de la fachada, letras plateadas lo designan, desde hace casi una década, como el Archivo Nacional de la Memoria. Por encima de ellas, una pancarta escrita con aerosol azul asegura, desde ayer, que “#ElArchivoNoSeToca”. Fue colocada a propósito del abrazo simbólico que los organismos de derechos humanos organizaron para defender la titularidad del nieto recuperado Horacio Pietragalla al frente de la institución y la participación del sector en las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia. “No estamos repudiando al gobierno, sino defendiendo lo que hay acá adentro: no son papeles, sino la vida de nuestros compañeros desaparecidos y el proceso histórico de nuestras Madres y Abuelas, de los Hijos, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, del Centro de Estudios Legales y Sociales”, apuntó Pietragalla.
Los abrazadores del Archivo Nacional de la Memoria son muchos y todos se saben de memoria la letra de “La hija de la lágrima”, una de las tantas de García que precedieron al inicio del acto que concentró casi un millar de personas, entre familias enteras, grupos de amigos, sobrevivientes y familiares de víctimas de delitos de lesa humanidad, trabajadores del archivo y militantes kirchneristas ayer por la tarde en el Espacio Nacional de la Memoria, en la ex ESMA. Las canciones de Charly fueron mechadas con algunas de Andrés Calamaro, Arbolito, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y audios de Hebe de Bonafini charlando de “los treintamil”. Mientras, Madres, Abuelas, Hijos, Nietos y Familiares se reunieron puertas adentro de la institución. Pasadas las 18, salieron para ubicarse junto a la gente. Las escalinatas del edificio sirvieron de escenario. El público los recibió con los clásicos “Como a los nazis les va a pasar” y “A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido”. A último momento, por detrás del edificio se sumó el ex ministro de Economía y diputado nacional Axel Kicillof. Para él, los asistentes también tuvieron canción: “Oooohhhhhh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”.
“Por Memoria, Verdad y Justicia, el archivo no se toca”, inauguró la usual locutora de los actos de los organismos de derechos humanos. Los colectivos convocaron al abrazo simbólico para manifestar su “preocupación por el futuro” del ANM ante la intención del gobierno de Mauricio Macri de desplazar a Horacio Pietragalla “de la presidencia de ese organismo”, coincidieron en un comunicado que fue leído en el escenario.
El ex diputado asumió la dirección de la institución un día antes de que Cristina Fernández dejara la presidencia argentina. Pero la nueva gestión de Claudio Avruj al frente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación anunció que lo reemplazaría. Además, el funcionario hizo “declaraciones públicas acerca de un cambio de paradigma en materia de derechos humanos y del rol que su gobierno quiere asignar a los organismos” del área, tal como fundamentaron en un pedido de audiencia que le hicieron a Macri. Todo esto los puso en señal de alerta. En el documento conjunto, además, las organizaciones exigieron “que el gobierno nacional resguarde el rol” del ANM “como bastión de los avances logrados por la sociedad argentina en las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia” e informaron que “la continuidad” de Pietragalla al frente del Archivo “garantiza el fortalecimiento del trabajo” de la institución.
“No estamos repudiando al gobierno. Que quede muy en claro que acá no hay papeles, no hay información, sino la vida de nuestros compañeros desaparecidos, el proceso histórico de nuestras Madres y Abuelas, de Hijos y sus escraches, de la APDH y del CELS. Acá están las sandalias de Olga Arédez (Madre de Plaza de Mayo de Jujuy). No estamos defendiendo una presidencia, sino el rol de las Madres y Abuelas en la decisión de la continuidad y la dirección de las políticas de este archivo. Los organismos tienen que poder opinar sobre la dirección de estas políticas, es su derecho”, explicó el aún titular del ANM. Sin embargo, advirtió: “Este gobierno tiene en sus filas a grupos económicos cómplices de la dictadura, que aniquilaron por un modelo económico que los favoreció. ¿Cómo le vamos a dar el manejo de este archivo?”.
“Este gobierno está avasallando muchas cosas, pero acá estamos, exigiendo que el archivo quede en nuestras manos”, sostuvo la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida. “Hemos garantizado su funcionamiento, está nuestro mundo acá”, continuó Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones Políticas y Jazmín Auat, de Hijos, aportó a la misma línea: “Siempre entendimos que una verdadera política de derechos humanos debía contar con el compromiso del Estado. Pero continuarla sin los organismos no es cambio de paradigma, sino es ir en contra de ella”.
Además de la resistencia simbólica frente a la amenaza de Cambiemos de desplazar a los organismos de la políticas de Memoria, Verdad y Justicia, el acto también tuvo su cuota de consignas kirchneristas. Kicillof fue uno de los más aplaudidos. Horacio Fontova cantó seis temas entre los que mechó insultos al ex presidente George W. Bush, al juez de Nueva York Thomas Griesa y a Macri, y culminó su pasaje musical con una guitarreada “Porque Néstor no se fue, lo llevo en el corazón”. La gente le devolvió un “Vamos a volver, a volver..”, “No nos fuimos, acá estamos”, les contestó.
Algunos dirigentes de organismos de derechos humanos también aportaron lo suyo, al hacer referencia al cambio en las políticas públicas de derechos humanos, impulsado por el ex presidente Néstor Kirchner. “Ellos dicen que quieren deskirchnerizar este predio”, arengó Pietragalla, en relación a la nueva gestión nacional. “Es imposible, las puertas las abrió Néstor”, concluyó. “Tenemos memoria, cómo nos vamos a olvidar de quien nos abrió las rejas de este lugar, de que fue Cristina quien nos acompañó del brazo, que fue Néstor quien nos recibió en el escenario”, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al recordar aquella tarde en la que el ex presidente abrió el predio en donde funcionó el mayor centro clandestino de detención del país.
Ailín Bullentini
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