El periodista del grupo Clarín, Jorge Lanata, defiende las declaraciones de Darío Lopérfido sobre las cifras de desaparecidos. El latiguillo de quienes niegan el genocidio, para volver a la carga a favor de la impunidad.
Desde que llegó al multimedio de Ernestina Noble de Herrera, el periodista se ha convertido en un francotirador que apunta contra todo lo que es opositor a los intereses de Clarín y su ideología. Esta vez lo hace de un modo aún más pérfido. Se recuesta en su supuesta autoridad que le da haber sido director del diario Página/12, para bancar al gobierno de Macri, que grandes beneficios le está otorgando al grupo Clarín.
Lanata dice en su columna de Clarín: “trabajé desde el periodismo para los derechos humanos toda mi carrera, he compartido mil charlas con las Madres y las Abuelas, me opuse a la obediencia debida en la Argentina, llevé adelante campañas en el exterior contra el indulto de Menem”. Y como si eso lo erigiera en el vocero de grandes verdades, agrega que “las declaraciones –y más que eso mismo, la actitud- de Darío Loperfido sobre la cantidad de desaparecidos y la discusión posterior me parecen valientes y oportunas.”
Aunque Lanata “sostiene” que “es cierto que no tiene sentido discutir el fondo de una consigna –yo mismo, en una columna que saldrá en los próximos días, menciono los “treinta mil desaparecidos”- pero debe defenderse el derecho periodístico a brindar información concreta”. Pero el periodista, nada independiente, utiliza su columna para justificar que las cifras utilizadas por Lopérfido se basan en la “investigación” de Ceferino Reato (enemigo de los juicios contra los genocidas), quien escribió en el diario golpista, La Nación, que son 7158 víctimas.
Por supuesto que para Lanata y Lopérfido esa fuente es más valiosa que quien sostuviera a un año del golpe en su carta a la Junta: “quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror”.
Qué hay detrás del cuestionamiento de la cifra
Jorge Lanata utiliza las declaraciones del ministro de Cultura de la Ciudad para apuntar contra los organismos de derechos humanos y prestar sus servicios a todos los que desde la tribuna macrista aprovechan para intentar volver al relato de la teoría de los dos demonios y la justificación del genocidio.
Muchas fueron las voces de personalidades de organismos de derechos humanos, entre ellas quienes se mantuvieron siempre independientes de los gobiernos de turno, que cuestionaron los dichos de Lopérfido y su intento por instalar la teoría de los dos demonios. Lanata acude a la libertad de expresión, algo sobre lo que nadie puede estar en contra, pero por un lado trata al ministro como periodista, cuando en realidad es un funcionario de la Ciudad (y esposo de una Mitre, heredera del diario golpista), y que es parte del gobierno nacional, que nada inocente ha puesto al frente a funcionarios que fueron parte del golpe, o que hoy reivindican la última dictadura militar.
Más allá de lo que en el pasado haya hecho o escrito Jorge Lanata, hoy se ha dedicado a fortalecer a la derecha bajo sus ropajes de periodista independiente, con larga trayectoria, que hoy solo trabaja en pos de la verdad, cínico discurso al servicio de la impunidad. Pérfido el rol de este periodista nada independiente que escribe esto un día después de que al excomisario Horacio Elizardo Luján, el responsable de la desaparición de la hija de “Chicha” Mariani, la Cámara de Casación Penal le diera prisión domiciliaria. Sobre esa verdad, silencio.
Rosa D´Alesio
Gloria Pagés
Hermana de desaparecidos | CeProDH
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