domingo, 17 de enero de 2016
La grasa de los despidos
Una multitudinaria movilización de trabajadores estatales protestó ayer frente al Ministerio de trabajo nacional en rechazo a los despidos masivos, mientras que el ministro Prat Gay justificó la medida diciendo que son “la grasa” del Estado. El techo para las próximas paritarias anunciado, mientras que las peleas por las reincorporaciones continúan abiertas.
En el mediodía de ayer cientos de trabajadores nucleados en ATE realizaron un corte de calle y acto en Alem al 600 para reclamarle al ministro Jorge Triaca la reincorporación de los despedidos. A un mes de la asunción de Macri los despidos masivos se transformaron en una política de Estado bajo una supuesta caza de ñoquis. “En el Estado no hay miles de ñoquis, hay miles y miles de trabajadores precarizados” declaró Hernán Izurieta delegado de ATE, quien añadió “Esa precarización es la que permite despidos, que no estamos dispuestos a aceptar”. En sintonía con la administración nacional, provincias y municipios, tanto oficialistas como opositores, se sumaron a los despidos que en total al momento de escribir el artículo superaban los 18.000.
Las leyes de empleo público garantizan la estabilidad de las y los trabajadores estatales, pero la herencia del neoliberalismo en la Argentina ha flexibilizado y diversificado las formas de contratación. En el Estado miles de profesionales trabajan con contratos de empleo precarios que se renuevan cada seis o doce meses. Tienen un hilo en común: han sido indiscriminados en su totalidad, no fueron acompañados de evaluaciones de desempeño, ni de relevamientos sobre horarios o tareas del personal. A esto se suman denuncias de recortes en áreas sensibles destinadas a la población más vulnerable. Signo de un nuevo momento político, los despidos también llegaron al ámbito privado.
Un techo del 25%
Lejos del diálogo el ministro de economía Prat Gay justificó que los 18 mil despidos en el sector público son la “grasa” de la militancia en el Estado, y que esta medida apunta a reducir el déficit fiscal. Todo esto después que se eliminaran retenciones a las exportaciones, y que se devolvieran percepciones por compra de dólares a la clase media, por lo que el problema no pareciera ser el déficit. Estas señales de cambio también llegaron a las empresas privadas; además del conflicto que atraviesan las y los trabajadores de prensa del Grupo 23, en los últimos días se produjeron despidos en Cresta Roja, Techint, Austral Construcciones (de Lázaro Baez), Cerámica San Lorenzo, entre otras empresas.
El objetivo de fondo parece no sólo ser el achicamiento del gasto público, si no también disciplinar a las y los trabajadores para en el corto plazo condicionar las próximas paritarias. En tal sentido el ministro señaló que los aumentos de sueldo debieran ubicarse entre el 20% y 25% como techo, en sintonía con sus “metas de inflación”. Paradójicamente la directora del INDEC Graciela Bevacqua anunció que no volverán a medir la inflación si no hasta dentro de ocho meses. Todo esto tras una devaluación del 40% de la moneda, una estampida en los precios de la canasta básica y próximos aumentos en las tarifas de servicios esenciales.
Estas medidas se anuncian en medio de una fuerte campaña de desprestigio del empleo público a través de los medios masivos comunicación, que ha calado en grandes sectores de nuestra sociedad. Decenas de comisiones internas se encuentran peleando por las reincorporaciones, pero pocas de esas luchas encuentran resonancia en los grandes medios. Es importante destacar que algunos casos como Quilmes, La Plata y el programa Primeros años han logrado reincorporar a los trabajadores despedidos.
Manual para despedir
Desde el flamante Ministerio de Modernización han enviado un “manual” a las áreas de RRHH de las dependencias públicas, en el que se explica paso a paso como identificar y desvincular estatales. Allí se detalla un procedimiento expreso para rever y despedir al personal, buscando “desvincular aquellos de menor antigüedad y continuar con el resto” comenzando por los contratos más precarios como asistencia técnica, y luego avanzando sobre aquellos con recientes cargos concursados o en proceso. El manual titulado “Memo – Empleo público” también advierte sobre los riesgos de reclamos y cómo prevenirlos; propone a los funcionarios realizar mapas gremiales, según cantidad de afiliados a sindicatos, identificando delegados de base. La decisión es avanzar en una auténtica caza de brujas en todos los rincones del Estado.
La movilización de ayer fue un llamado a todos los estatales a organizarse y dar la pelea frente a los despidos. Las y los trabajadores de todos los sectores y signos políticos han confluido en unidad, que es clave para revertir la actual situación. Mientras que las centrales obreras permanecen inmóviles la organización por abajo y desde los sectores en conflicto anuncian una pelea abierta. “Hacemos un llamado a la unidad de acción de todos los estatales que quieran salir a dar la pelea” afirmaron desde el escenario. Se esperan nuevas instancias asamblearias en los sectores y agrupaciones de estatales para responder al avance del macrismo. Bajo la consigna “¿Qué hacemos frente a los despidos?” agrupaciones de base convocan a discutir en la Universidad de los trabajadores IMPA, mañana desde las 10hs. La grasa continúa resistiendo.
Guido Carlana
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