martes, 26 de enero de 2016
Mientras suben los despidos y conflictos, los dirigentes sindicales brillan por su ausencia
Los despidos en las esferas del Estado, secretarias, ministerios, municipios, provincias y también en sectores privados, no paran de subir. En un solo día se registraron más de 1.300 casos, entre el cierre de la aerolínea Sol y los telegramas de despido en el Ministerio de Seguridad, Justicia, Cultura y en varios medios de comunicación. Los representantes sindicales brillan por su ausencia.
Según datos difundidos por el Observatorio de Derechos Sociales de la CTA, en apenas más de un mes de gestión macrista, ya suman más de 10.000 los puestos de trabajo perdidos. En las redes sociales y foros que difunden las cifras como el sitio “Despidometro”, los despidos superan los 24.000.
Si vamos desmembrando la suma, podemos ver que los recortes en las empresas encabezada por Cresta Roja, seguida por las empresas constructoras, con otros 2 mil casos, y por Austral Construcciones, que cesanteó a más de 1800 trabajadores en Santa Cruz, así también figuran Tecpetrol 500, Paraná Metal 180, Cerámica San Lorenzo 100, Expofrut 109, de los ministerios de Seguridad, Justicia, Trabajo, suman entre contratados y plantas transitorias 1500 trabajadores y se temen 1000 puestos más en los ministerios de cultura.
Esto además se da en un marco de conflicto y resistencia donde varios sectores salen a dar pelea para mantener los puestos de trabajo. La devaluación, el ajuste y los despidos son una situación generalizada que alcanza provincias como Santa Cruz, Tierra del Fuego, Córdoba, Neuquén o municipios de la provincia de Buenos Aires también de gobernabilidad kirchnerista.
En los casos donde los trabajadores se plantaron y resisten los despidos, recibieron represión como en La Plata. A esto se le suma el aumento de precios y la devaluación, que ataca directamente el bolsillo de los que todavía mantienen sus trabajos.
¿Los dirigentes sindicales piensan hacer algo?
Es evidente que esta pregunta se responde por sí sola: no. Es que mientras los trabajadores cargan en sus espaldas los ataques, el ajuste, la devaluación, los dirigentes se están reacomodando para garantizar su gestión en la era macrista. Es así que de las internas del PJ, Hugo Moyano parece no querer quedar afuera de ninguna de las movidas políticas que se viven en el país.
Mientras todavía juega sus fichas en el reacomodamiento de fuerzas que enfrenta el movimiento obrero, empieza a mirar de reojo la interna del PJ y a dar algunos pasos en camino a intervenir. Hace unos días InfoGremiales contaba en exclusiva una reunión que el líder cegetista tenía prevista con el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, que por razones de agenda se pospuso, pero que abrió el camino a un acercamiento entre ambos.
El otro alfil que comienza a tejer en la interna es Gerónimo “Momo” Venegas. Es que el titular de la UATRE, envalentonado por haber sido el único dirigente gremial en apostar 100 % por Cambiemos e incluso presentarse como la pata peronista del macrismo, también está en la carrera.
Un tercer grupo de moyanistas se encuentra trabajando con Sergio Massa. El candidato postulado por Mauricio Macri para la presidencia del PJ, puede ser la otra carta con la que Azopardo puede regresar a la vida partidaria. En ese lugar será clave el rol de Facundo Moyano que ya logró acercar a su padre y al excandidato presidencial.
En el otro bando de burócratas y resolviendo que carta juegan, se encuentran los que eran oficialistas cuando gobernaba el kirchnerismo, mucho miedo trasmitían antes de que gane Macri, “se viene ajuste, devaluación, despidos decían”. Ya los pasó por arriba la oleada de despidos, incluso en sus propios gremios, y no despiertan de la siesta. Es así que en la sede del Sindicato de Peones de Taxi, que conduce Omar Viviani, tuvo lugar ayer una reunión de trabajo en la que participaron las conducciones de la mayoría de los gremios que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), espacio político sindical de la CGT que dirige Antonio Caló, y la CTA de los Trabajadores, que conduce Hugo Yasky.
Según comunicó la CTA de Yasky, “se decidió abrir un espacio de trabajo conjunto para establecer iniciativas coordinadas entre ambas organizaciones”.
Si bien durante el kirchnerismo, la CTA y la CGT de Caló mantuvieron una relación de idas y vueltas, con acuerdos y diferencias, las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri parecen haber sonado como un timbre que se oye de lejos, porque los despidos avanzan y ninguna medida toman para frenarlos.
La izquierda y su plan de resistencia
Diferente a los dirigentes mencionados, están los referentes y dirigentes de la izquierda, que vienen denunciando los despidos, los ataques y como se embalan las patronales para llevar adelante el plan de ajuste del gobierno macrista. Ya desde antes de ganar Cambiemos las presidenciales, fue su bandera de lucha anunciar lo que se venía y prepararse para que la crisis no la paguen los trabajadores.
Es así que ante la detención y prisión de Milagro Sala, como parte de la criminalización de la protesta, estuvieron en la primera línea de lucha con varias acciones de repudio en todo el país. Ante los despidos que se van magnificando, impulsan un plan de lucha en todos los sectores afectados y convocan a organizarse contra los despidos y tomar las calles. Un ejemplo de esto es el plenario que este pasado sábado 23 de Enero, con la presencia de más de 180 delegados y activistas estatales de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó desde la Agrupación Marrón Clasista, con la presencia de compañeros de decenas de dependencias estatales.
El plenario realizó un debate entre todos los presentes de la situación de despidos en el estado y definió como central realizar una campaña para exigirle a todas las direcciones sindicales un paro nacional ya, como inicio de un plan de lucha y junto a ello realizar una campaña por la libertad de Milagro Sala y contra la criminalización de la protesta.
Lucho Lucero
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