sábado, 2 de marzo de 2013

Tribilín: la verdadera cara de la privatización educativa



Una verdadera conmoción se produjo en la población y los medios de comunicación al conocerse las grabaciones de lo ocurrido en el Jardín Maternal “Tribilín” de San Isidro.
Las autoridades y funcionarios de todos los niveles volcaron “todo el peso de la ley” sobre las maestras, sin siquiera rozar a los dueños de ese pseudojardín.
Pero al otorgar categoría de instituciones educativas a los emprendimientos privados, el Estado promueve la educación como un negocio y habilita a que una parte importante del sistema educativo se escape de su control. La supervisión de la enseñanza privada no supera el formalismo. Las tropelías patronales en las escuelas privadas contra los docentes dan cuenta acabada de esto.
Una excusa sistemática de los funcionarios estatales es que el Estado no logra cubrir toda la demanda, particularmente en el nivel inicial. Por eso autoriza a jardines de infantes y jardines maternales privados, conveniados o de gestión comunitaria. Por un lado, las “casitas de colores”, parafraseando a una docente, en las zonas de clase media y, por otro, los simples galpones en las barriadas del conurbano bonaerense -estos regenteados por punteros. Los que se rasgan las vestiduras por lo ocurrido en Tribilín, deberían saber que en los jardines conveniados del conurbano los niños se apilan a falta de otro lugar.
Dado que el objetivo de los mismos es la ganancia, todo proyecto educativo o política de cuidado están excluidos de los mismos, y en la mayoría de los casos los cargos no son cubiertos por docentes, sino que son desempeñados por personas sin preparación para la tarea. De allí al maltrato a los niños, hay una línea muy delgada.

Tribilín

Las maestras, que al momento no sabemos si son tales los que no son más que un fusible.
Todos son responsables y deberían ser investigados y pagar por su responsabilidad.
Los dueños que hacen negocio privado con la educación. Las autoridades, que no registran que hay un lugar que no controlan, a pesar de verlo durante 16 años. Las autoridades municipales que no inspeccionan lo que ocurre en el distrito. Las autoridades educativas distritales y provinciales que permiten el funcionamiento privado del nivel inicial. Por último, las autoridades educativas nacionales, que privatizan todos los días un poco más la educación a costa de los niños, los jóvenes y sus padres.
Defendemos un sistema educativo nacional estatal desde los 45 días hasta la universidad, gratuito, científico y laico.

Romina Del Plá

No hay comentarios:

Publicar un comentario