“Estamos dispuestos a pagarles a los fondos buitre”, anunciaba CFK en el Congreso Nacional. Lo hacía a sabiendas de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York tomaba esa promesa, ya formulada por los abogados de Argentina, para que se especifique -antes del 29 de marzo próximo- cómo sería la oferta de pago. Los jueces dejaron abierta la expectativa de un pago en cuotas a los buitres, lo que no debería afectar los acuerdos con los restantes acreedores, quienes entraron en los canjes de 2005 y 2010.
El “mercado” festejó la noticia con una suba de precios de acciones y títulos, promovida por un grupo de pillos que buscan hacer una ganancia rápida -antes de que se advierta que el ofrecimiento argentino será rechazado por los fondos buitres y por la propia Corte, quienes exigen el pago integral de la deuda. Ocurre que cualquier nueva oferta -en los términos fijados por la Corte- implicaría obligaciones nuevas por más de 14.000 millones de dólares, si se incluye a todos los holdout y no sólo a los de este litigio en particular.
La expectativa de la Corte es que Argentina opte por una línea de compromiso consistente en pagar lo que reclaman los buitres, “sólo que a mayor plazo” (Ambito.com). Otra variante sería ajustar hacia abajo los intereses que devengarían los nuevos bonos con los que se les pagaría a los buitres. Un analista extranjero estimó que un arreglo semejante beneficiaría a los buitres con el pago del 70% de lo que reclaman. Otra variante -especula este especialista- es que Argentina caiga en un segundo ‘defol’ por toda la deuda, para así poder proceder a una nueva reestructuración, la cual también extendería los plazos de pago para aquellos que entraron en los canjes y cobran en forma regular. Sea como fuere, el fallo favorece el reclamo de los buitres, rechaza la posición de Argentina y ofrece como salida la emisión de una deuda externa adicional, a plazos largos, para pagarles a los buitres (en términos nominales) el ciento por ciento de lo que litigan. Es la solución que impuso, en un caso anterior con Bélice, el gobierno norteamericano.
Este ‘compromiso’ se sumaría a lo que ya el Estado nacional debe pagar en las próximas décadas: más de 300.000 millones de dólares entre capital e intereses. Sólo en los próximos diez años, vencen más de 160.000 millones de dólares. Además de los pagos que se agregarían para los holdout y los cupones PBI no incluidos en esta estadística, quedarían aún por regularizar las deudas con los países europeos nucleados en el Club de París, así como también los vencimientos privados y los de las provincias.
Más deuda y más buitres
Sólo porque le ha transferido a la Anses, al BCRA y a otros organismos públicos más del 55% de la deuda pública, el gobierno sostiene la ficción del “desendeudamiento” e informa sobre los bajos índices de la deuda privada. Pero “el déficit provincial en 2013 será de más de 20.000 millones de pesos” (La Nación) y el financiamiento externo a las empresas se redujo en un 38% respecto del año anterior.
El reclamo judicial para que Argentina formule una propuesta de pago supone que la Corte tendría algún indicio de que el gobierno K aceptará reconocer el reclamo de los buitres. No hay nada que indique que ésto sea así, en cuyo caso la resolución de la Corte será la última jugada de este juicio -salvo que Argentina apele a la Corte Suprema, pero esto sí la comprometería a pagar lo que le impongan.
Sergio Szulman
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