jueves, 28 de febrero de 2013

“Carnaval que reaviva la Mecha...”




Desde el 25 al 27 de febrero el Carnaval-Cumple de Pocho festeja el cumpleaños del militante asesinado en 2001, con el reclamo de justicia intacto y con un compromiso de transformación social que involucra a todo un barrio.

Pibes y pibas de no más de seis años bailando y cantando, acompañados por la síncopa que desprende el tambor de la murga “Vamos Che” es una de las estampas de la Plaza de Pocho en pleno barrio Ludueña. Es lunes 25 de febrero y nuevamente vecinos y vecinas, organizaciones barriales y políticas, bandas de rock, cumbia y folclore, entre otros, sorprenden con este “agite colectivo” que es el Carnaval-Cumple de Pocho en su décimo segundo año de existencia.
Barrio Ludueña está ubicado en el noroeste rosarino, a unos treinta minutos del centro de la ciudad. Durante tres días nos invita a disfrutar de una mística contagiosa y cargada de complejidad que reclama por justicia al mismo tiempo que busca desarrollar una alternativa para los/as más vulnerables del barrio.
El festival nace con la propuesta de recordar a Pocho Lepratti, militante barrial asesinado el 19 de diciembre del 2001 por la Policía santafesina. “Su cumpleaños era el 27 de febrero, pero también con el carnaval recordamos a todos los pibes que faltan, que se fueron por el hambre, por el sida y por la violencia”, señala Milton, uno de los integrantes del Bodegón y organizador del festival.
Desde diciembre el Bodegón Cultural Casa de Pocho se transforma, entre mate y mate, en un coro de hormigas que aportan en la construcción de este evento tan esperado por quienes habitan el barrio y reconocen en la figura de Lepratti un ejemplo de entrega humana y de referencia política. “La idea es recordar a Pocho, reforzar el pedido de justicia y llenar la plaza de colores” comenta Milton.

El carnaval en acción

La organización por comisiones es una de las formas características del evento, aquí participan desde su comienzo militantes sociales, diversas organizaciones y también gente del barrio. Algunas de ellas son: comisión de talleres, escenario, limpieza, difusión, hospedaje y cocina, remeras y murga. Dichas comisiones realizan un trabajo previo recorriendo las casas e invitando a los/as vecinos/as a participar.
Al comienzo de cada día arrancan las dinámicas en talleres como: “Te conozco mascarita” para niños, “¿Y la música popular?”, dedicado a la discusión del inmenso tópico del arte popular y “Parir y nacer, la alegría y la libertad”, taller que trata específicamente sobre la violencia obstétrica.
El escenario está colocado en el medio de la plaza, a partir de las 18 comienzan sus actuaciones los grupos; hip hop, folclore, murgas de estilo uruguayo, murgas de estilo porteño, entre otros. Van pasando los oradores entre acto y acto, comentando el trabajo del carnaval, la tarea de Pocho, invitando a una nueva marcha o concentración.
Mientras bajan las luces de la tarde, la plaza se llena cada vez mas con chicos y chicas que se corren con espuma, parejas que bailan alguna chacarera y con quienes simplemente se sientan a compartir un mate y disfrutar del espectáculo. Hacia los alrededores de la plaza se ubica la feria de comida que sostienen las madres del barrio, donde venden tortas, empanadas y hacia la noche choris y hamburguesas.

En la construcción de alternativas

Con la vista puesta en la plaza, como lugar de encuentro, el Carnaval intenta dar cuenta de una realidad que, hoy más que nunca, parece negada por algunos sectores del poder político y medios locales. En las últimas semanas, a raíz de diferentes episodios de violencia vinculados a los enfrentamientos por territorio de narcotraficantes, se llegó a insinuar que en el barrio Ludueña sólo existían drogas y muerte. “Queremos romper con la estigmatización que nos han puesto, acá hay problemas como en otros barrios, pero también hay otra cosa y en el escenario se ven las expresiones artísticas que se generan día a día”, agrega Milton.
Este décimo segundo aniversario tiene la particularidad de recordar y reclamar justicia por Mercedes Delgado, militante social del Centro Comunitario San Cayetano, una referente en el barrio con un recorrido de más de veinte años de laburo. "Mecha" fue asesinada el pasado 9 de enero en medio de un enfrentamiento ente narcos. La consigna del 2013 la recuerda: “Carnaval que reaviva la Mecha de la alegría para encontrarnos en la lucha con hormigas encendidas. ¡Basta! ¡El fuego somos nosotros! Alta rebeldía”.
Con alegría se busca afirmar que todo lo que dejó el Pocho no fue en vano, que la necesidad de generar espacios para los pibes y pibas en los lugares donde el Estado está ausente es una búsqueda que llevan a cabo día a día jóvenes, madres y militantes de los diferentes espacios de base que coexisten en el barrio. El acompañamiento del padre Edgardo Montaldo es también parte de esta memoria que se sigue resignificando en la tarea de quienes asumen la organización de esta celebración.

Guillermo de Pablo

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