A partir de enero, todos los docentes universitarios de la UBA cobramos un 4,5% menos en concepto de descuento para la Caja Complentaria de la Actividad Docente, por resolución del Rectorado.
Este descuento surge por un convenio realizado entre la Caja y el rector interventor durante la dictadura. Luego, fue refrendado bajo el gobierno Menem. Sin embargo, hasta el momento sólo se descontaba de manera generalizada en muy pocas facultades -con el rechazo masivo de los docentes- y a los que recién se iniciaban. Pues bien, se generalizó.
Lo absurdo de este descuento es que, en el caso de los universitarios, hemos conquistado el 82% para lo cual nos descuentan un plus del 2% sobre el bruto. Ahora, con esta nueva confiscación, nuestro aporte previsional es del ¡17,5%!
Estos importantes “dinerillos” (más de 80 millones en este año) engrosarán fondos manejados por el Ministerio de Educación, Ctera, UDA, Sadop y Amet, sindicatos que nada tienen que ver con la actividad universitaria.
La Caja Complementaria no brinda informes a los que han aportado, no hay rendiciones ni respuesta respecto de cómo se calculan las pagos a los beneficiarios. En 2012, la propia Auditoría General de la Nación (AGN), en un informe, reveló desfalcos escandalosos y millonarios por parte de sus directores sindicales y una total falta de control de los fondos millonarios que allí se manejan. Se trata lisa y llanamente de una “caja negra”, con la que se mantienen, con la complicidad ministerial, las burocracias sindicales docentes que en cada paritaria entregan el salario de los maestros.
AGD-UBA ha iniciado una amplia campaña para terminar con este robo: presentaciones legales y campañas de difusión, y resolverá en su próxima asamblea medidas de fuerza en defensa del salario. Convocará a la acción unitaria del sindicalismo universitario. A la vez, convoca a todos los sectores antiburocráticos de la docencia primaria y secundaria a pronunciarse contra este desfalco a nuestros salarios.
I. C.
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