lunes, 7 de septiembre de 2009
Violenta represión en la fábrica Terrabusi Kraft.
Trabajadores despedidos de la fábrica de alimentos Kraft Foods, ex Terrabusi, que ingresaron esta mañana a la planta a cumplir sus tareas tras el dictado de conciliación obligatoria, fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos por la policía. La empresa afirmó que el accionar de la fuerza de seguridad fue una respuesta a agresiones "con palos" de los obreros.
Los 150 trabajadores cesanteados entraron a la fábrica, ubicada en Panamericana y Henry Ford, a ocupar sus puestos en el turno de las 6 y se encontraron con que la planta estaba rodeada de policías y que en su interior había medio centenar de uniformados.
Los policías, al ver que ingresaban los despedidos, "comenzaron a disparar balas de goma hasta a compañeros que estaban en el comedor", denunció ante las cámaras de TN un delegado que exhibía una herida de bala de goma en su frente y además mostró numerosos cartuchos servidos.
"Es inconcebible que la policía, en vez de garantizar la orden del gobierno nacional de conciliación, responda al pedido de la empresa de reprimir", agregó el delegado.
Por su parte, otro miembro de la comisión interna, Ramón Bogado, relató a radio Continental que los policías reprimieron con "gases lacrimógenos y balas de goma" tanto a los familiares que estaban fuera de la planta como a los obreros que se encontraban en el interior.
Advirtió que dentro del predio había cuatro carros de asalto, así como medio centenar de policías en el interior de la planta más otro tanto que rodeaba su perímetro.
Denunció que la prohibición a los despedidos de ingresar "viola la conciliación obligatoria que ordenó que volvieramos a nuestros puestos de trabajo" mientras continúan las negociaciones.
Los delegados denunciaron que la empresa planea seguir despidiendo a sus trabajadores y anunciaron que hoy permanecerán en la planta a la espera de que se presenten autoridades del sindicato que los agrupa.
También dijeron que planeaban para esta semana "una marcha a la Quinta Presidencial de Olivos para que la Presidenta" Cristina Fernández Kirchner quede al tanto de la situación en la fábrica de galletitas.
Por su parte, en un comunicado la compañía afirmó que la presencia policial en la fábrica se debió a "órdenes emanadas de la Justicia, tendientes a proteger al personal del accionar violento y delictivo de este minoritario grupo de despedidos y así permitir que el establecimiento retome su normal funcionamiento".
También se afirmó en el comunicado que la causa de los 150 despidos fueron los "graves hechos de violencia denunciados ante la justicia penal y las autoridades competentes en materia laboral".
Además se sostuvo que luego de los incidentes generados en el interior de la planta, "en una recorrida que las autoridades de la empresa efectuaron por las instalaciones, se encontraron elementos inflamables, gomeras, tornillos, botellas plásticas con elementos combustibles y acopiados ilícitamente por ellos para ser utilizados posteriormente en hechos vandálicos contra los equipos y el personal".
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