domingo, 6 de septiembre de 2009

Pensamiento y acción de Agustín Tosco


NOTA I

En estos tiempos donde los valores se han perdido, donde el dirigente sindical, todos son tildados de corruptos, burócratas y traidores, es necesario rescatar el pensamiento del Gringo Tosco. Porque hay generaciones de trabajadores que no lo conocieron. Hay un corte generacional y de transmisión de las luchas, que se instaló a fuerza de represión, en todas sus variantes y sin piedad.

Introducción

El pensamiento y la acción político sindical del Gringo Tosco, tiene importancia capital en estos momentos, donde existen un conjunto de listas, agrupaciones, cuerpos de delegados que intentan rescatar de las cenizas, como el ave fénix que debe resurgir, un sindicalismo alejado de la corrupción, de la burocracia sindical, de los manejos y emprendimientos empresarios, que tanto daño le ha hecho al mundo de los trabajadores en general y de aquellos que llegan a los espacios de representación, porque una vez que comienzan el ascenso, parece que, simultáneamente, se inicia el descenso hacia la entrega y la traición.
Son muchos los ejemplos verificables en todo nuestro amplio territorio, trabajadores que primero rescatan sus empresas, porque los empresarios las entregaron a la quiebra y las ponen a funcionar, porque necesitan trabajar, obreros y trabajadores que han comenzado, desde las distintas empresas estatales, entregadas a las concesionarias, a explotar por todas partes, trabajadores de todas las esferas y oficios que protestan. Sectores de desocupados que, a pesar de la falta de trabajo, intentan salirse con dignidad del plan trabajar, de las migajas que les arrojan, e intentar recuperar esa cultura del trabajo, que muchos piensan que está en la prehistoria.
Sin embargo, la cultura del trabajo es una realidad que nos arrebató el sistema, este sistema injusto que es el capitalismo, injusto para las grandes mayorías que deben vender su fuerza de trabajo, porque para la burguesía, cuanto más alto en la escala social mejor, para ellos, es una panacea. Ellos aniquilaron esa cultura, donde la transmisión del oficio, en cualquier trabajo, se hacía de los más grandes a los más jóvenes, de los maestros hacia los aprendices. No es casual que en todas las Convenciones Colectivas de Trabajo se constate en las categorías, la capacitación, la antigüedad, las diversas formas que un trabajador va pasando de una categoría a otra y se verifican los conocimientos adquiridos, por supuesto que siempre hubo situaciones diferentes, abusos e injusticias. Pero en general y en el medio laboral es esta forma de trabajo. Los trabajadores reconocen a sus maestros en el oficio y el trabajo diario, esta es la esencia de una cultura de la transmisión, de la solidaridad, del compañerismo, de los códigos entre trabajadores, que se verifica en la lucha diaria.
Y decimos que el neoliberalismo, como modelo, impuso el aniquilamiento de la cultura del trabajo, porque había que imponer la desindustrialización del país y darle la bienvenida a un país con grandes pizarras, acciones y cotizaciones, más todos los privilegios a los bancos; o sea el modelo financiero de concentración económica. Para esta desindustrialización había que liquidar a la clase obrera que en defensa de su fuente de trabajo, defendía el proceso industrialista, como afirma Beba Balvé, no hay puntos de contacto entre el salario y la renta. Unos, miles, millones viven de los salarios, unos, pocos, apenas el 10 por ciento vive de la renta especulativa.

Empresarios ricos y empresas quebradas.

Por eso es necesario y sustancial recuperar a un hombre como el Gringo Tosco, y muchos dirán que era de izquierda, y hay otros a los cuales, también, hay que recordar, como la trilogía de Córdoba: Atilio López, René Salamanca y Agustín Tosco, venían de distintas extracciones partidarias, porque Atilio López era peronista, fue vice gobernador de Córdoba entre 1973-74 y Secretario General de la CGT Córdoba, el Gringo era de izquierda y fue Secretario General de Luz y Fuerza de la provincia mediterránea y René Salamanca respondía al Partido Comunista Revolucionario, en la jerga popular era un chino, y fue el Secretario General del sindicato SMATA de Córdoba, más de 12.000 trabajadores. Los tres muertos y desaparecidos antes del 24 de marzo de 1976, de ellos quedaron sus ejemplos.
Por eso es bueno rescatar, en este nuevo aniversario de la muerte de Agustín Tosco, su pensamiento y acción.
Mayo se caracteriza por el resurgir de una etapa y un momento de lucha de la clase trabajadora, que se ha corrido hacia el interior del país. Estamos hablando de finales de la década del 60 y comienzos del ´70.
El epicentro de aquellos acontecimientos que dieron vuelta el mundo, con la insurrección de masas que fue el Cordobazo, se inicia unos días antes en Rosario, la principal ciudad industrial de la provincia de Santa Fe. Como un abanico, que cubre, desde Corrientes cae el estudiante Juan José Cabral, en Rosario se cobra la vida de Adolfo Bello, mientras que, en el paro activo convocado por las C.G.T. la represión hace blanco sobre Máximo Mena, obrero mecánico. Este hecho hace estallar al pueblo cordobés, los asesinatos, los atropellos, la represión y los consejos de guerra son la respuesta de la dictadura de la autodenominada Revolución Argentina. El Cordobazo es un acontecimiento de masas, en palabras de Agustín Tosco: “fue una rebelión obrera y popular (...) surgió de la clase obrera y del pueblo. Lo esencial del Cordobazo es que surge de los trabajadores y de los estudiantes y que ellos por sus convicciones salen a la calle a luchar”.
Esta insurrección de masas marcará un camino de relevancia para este dirigente sindical antiburocrático, opositor acérrimo de una C.G.T. que, en el ámbito nacional, está dominada por los participacionistas, aquellos que dan el visto bueno al ascenso de Juan Carlos Onganía, El 27 de junio de 1966, prestando su presencia, en nombre del movimiento obrero, luego de la caída del gobierno radical del pueblo de Arturo Illia.


NOTA II
El Gringo nació el 22 de mayo de 1930 al sur de la provincia de Córdoba, en Coronel Moldes, a 80 kilómetros de Río Cuarto, hijo de campesinos, trabaja la tierra y se educa en un colegio primario del lugar, luego en la ciudad ingresa al internado de Artes y Oficios, uno de sus gustos era la lectura. El mismo recordará que teniendo una casa con pisos de tierra, en su habitación albergaba una pequeña biblioteca, precaria pero accesible, afirma.
Diferentes trabajos y salarios bajos son parte de un aprendizaje hasta que llega a Luz y Fuerza de Córdoba y comienza como ayudante electricista. Elegido subdelegado a los 19 y delegado a los 20. En pocos años pasa a ser un técnico especializado, mientras tanto asume desde la conciencia la envergadura de los conflictos sociales asumiendo su lugar: “tomar partido por mi clase”.
Entre sus definiciones fundamentales encontramos su razonamiento ideológico: soy marxista-socialista, sobre la base del materialismo dialéctico. Y en cuanto a lo político dice estar por la unidad de las fuerzas de distintas tendencias, sin discriminaciones ideológicas, pero siempre deben coincidir con la liberación nacional de los argentinos.
En cuanto al peronismo plantea su acercamiento en sus años jóvenes, su defensa en cuanto a reivindicaciones precisas como el Estatuto del Peón Industrial, el derecho a la discusión de las convenciones de trabajo y los beneficios obtenidos por los trabajadores. A eso se suma una redistribución de la renta nacional.
Esto marcado, sobre todo, en el primer gobierno peronista, luego, y a partir del ´54 las críticas hacia temas como el petróleo, y la mayor productividad.
Sobre Eva Perón dirá que fue entre las mujeres, la más destacada en la historia, ya que luchó por los derechos del pueblo, tuvo una “actitud revolucionaria”.
A contramano de quienes, ya, en aquellos años afirmaban el apoliticismo de los trabajadores y sus representantes, Agustín Tosco afirmará que el dirigente obrero es un agente fundamental de la política. Que los sindicatos deben llevar adelante una política general y no partidaria, que contemple el beneficio de todos los compañeros que tienen distintos pensamientos. Se trata de pensar en la defensa del interés común, y define a la clase obrera como el agente esencial de la liberación nacional y social, siendo este proceso esencialmente político.

Dos tipos de sindicalismo

Por otro lado, el Gringo definirá dos tipos de sindicalismo, nudo esencial de un pensamiento que marcará las diferencias y contradicciones entre los dirigentes obreros de la clase obrera, de los que utilizan a la clase obrera para sus intereses particulares.
Estas afirmaciones las hace en medio de la lucha ideológica con el participacionismo que estaba demostrando, sobradamente, estas premisas, no solo por su accionar, sino por los niveles de burocratización, porque estaban enquistados en los sillones, tenían todas las prebendas, se habían corrompido. Ya en la escena económica mundial analizaba el acomodamiento, a los nuevos aires, que mostraba el internacionalismo monopólico del dinero.
En esto se les iba la vida a los dirigentes burocráticos, en componendas con los grupos y sectores de poder, con las fuerzas armadas dando respiro a sus golpes de estado.
Por otro lado, y fundamentalmente, el sindicalismo peronista se había transformado en la expresión política del ausente partido justicialista y la expresión contestaria de las masas peronistas. Aquellas que habían virado hacia la resistencia, hacia la confrontación y hacia una búsqueda de nuevos dirigentes. Muchos dirigentes que luego se burocratizaron, fueron parte de la Resistencia Peronista, mientras unos pelearon por la vuelta de Perón, otros planteaban el peronismo sin Perón. Este era el panorama sindical, complejo, mezclado y que fue vértice en la lucha de aquellos años.
Por eso el pensamiento de Tosco giraba sobre la trascendencia de esos momentos de lucha del movimiento obrero y los trabajadores, y el carácter esencial que debía adquirir el sindicalismo. La misión y responsabilidad global, social y nacional de plantear la transformación revolucionaria, el cambio de las estructuras, y que todas y las más importantes palancas de la economía fueran de propiedad estatal, social y no privada.
Por esto, la premisa de Tosco, su pensamiento sobre el Sindicalismo de Liberación se asienta sobre tres banderas: la de unidad y lucha, la de justicia social, soberanía política y liberación nacional.
Además de la lucha sindical, está la confrontación en la esfera institucional, la pelea clandestina, la autodenominada Revolución Argentina era una dictadura, por eso Tosco se plantea un sindicalismo para disputar en todos los espacios, no había que dejar ningún flanco descuidado, depende afirmaba: del momento que se viva, de cómo instrumentar esa lucha, bregar para que sea la clase obrera y los trabajadores quienes la llevan adelante. Pero teniendo en claro que sólo la democracia de bases es la forma, no puede ser suplantada por otro planteo, esa relación que existe y debe haber entre dirigentes sindicales y bases, eso logra la concientización de las bases y su compromiso.
Las asambleas que se realizaban, y realizan por sectores, en unidades de trabajo, son la verdadera expresión de las líneas de pensamiento del Gringo, de la confrontación, la cual es inevitable porque hay objetivos contrapuestos, y de los acuerdos que se alcanzan en beneficio de los trabajadores, cuando hay una unidad en la acción. Asumir, conscientemente, los objetivos y la forma de lucha para llevar adelante esos objetivos.
En resistencia, en clandestinidad, o en una situación institucional nunca esa democracia de bases, esa relación entre dirigentes y bases puede ser suplantada por otras formas.
Por eso el Gringo conformará como un círculo donde confluyen la teoría y la práctica, esa teoría que se asienta sobre la vida misma, sobre las experiencias, sobre aquellos teóricos a los cuales consulta y nombra, levanta sin ningún resquemor: ¨yendo a la dialéctica de la historia y como decía el gran Lenin, al avance del proceso revolucionario se intensifica el proceso contrarrevolucionario¨ (1). Ese proceso de retroalimentación hace a su planteo antiburocrático, antipatronal, antiimperialista que se enmarca en la realidad de la dependencia, por ende la lucha por la liberación nacional y social, esencial en el proceso de transformación hacia una nueva sociedad.
Cabe una aclaración, en 1970 se publica un trabajo de investigación de los brasileños Theotinio Dos Santos y Enrique Cardozo, ex presidente de Brasil, que elaboran la Teoría de la Dependencia. Países centrales y periféricos. Un centro hegemónico y un conglomerado de naciones en nivel de dependencia, económica, social y políticamente hablando.
Por tal razón la consigna se llena de contenido, y la doctrina sindical la hace suya, esas banderas de justicia social y liberación nacional forman parte del planteo de sentir que es ¨preferible honra sin sindicatos, que sindicatos sin honra¨ (2). Tosco atacaba de esa forma los conceptos del liberalismo económico y del totalitarismo político que se habían hecho carne en la burocracia sindical, aquella que encarnaban las intervenciones a los sindicatos para frenar la democracia y la participación de las bases, porque de esa forma se paraba el avance de la conciencia en la lucha, la que se adquiría, la que era parte de ser la ¨vanguardia organizada y combativa de los demás sectores populares...¨ (3).

Notas:
1) Desgrabación de su mensaje en el Congreso Antiburocrático en Villa Constitución, provincia de Santa Fe, en el cuarto aniversario del asesinato de Santiago Pampillón.
2) Agustín Tosco - Presente en las luchas de la clase obrera - Selección de Trabajos - 1984.
3) Idem... Pág. 205 Rol de la clase obrera.

NOTA III

El papel de la clase obrera y del movimiento obrero en el proceso de transformación

Tosco no sólo analizaba al movimiento obrero, sino el lugar de sujeto social de los cambios revolucionarios, de transformación de la sociedad, donde la vanguardia no estaba en un partido político, sino en la clase social por excelencia: la clase obrera.
El sistema capitalista mundial que concentraba y concentra los medios de producción en forma privada, necesita de una clase social que venda su fuerza de trabajo en el mercado laboral, de esa forma se genera la que se denomina contradicción fundamental: burguesía - proletariado, entre explotadores y explotados. Los explotados son los que pueden terminar con las imposiciones del sistema. Un sistema que utilizaba, y utiliza, los medios represivos, la persecución y una ideología que intenta desnaturalizar las necesidades de la clase trabajadora; inculcando la necesidad del apoliticismo en sindicatos y en la lucha sindical, dejando y encapsulando dicha confrontación en meros temas económicos. En cambio ella, la burguesía, nunca abandonó la lucha de clases.
Atento a ello el Gringo afirmaba a modo de reflexión ¨cada compañero tiene, no sólo el derecho sino él deber de pensar políticamente y la opción de estar afiliado o no, de ser militante o no, de una agrupación política¨ (4).
Con ese nivel de confrontación y enunciando la lucha de clases, se plantea en su pensamiento, que el apoliticismo es una forma reaccionaria, que va contra los intereses de la clase obrera y que sólo es necesaria para la clase de los explotadores, siendo la burocracia sindical su aliada incondicional.
En el análisis de la burocracia sindical afirmará que realiza el ejercicio administrativo de los cargos sindicales, tener cargos donde se obtiene poder, donde los beneficios sociales adquiridos, los convenios colectivos se transforman en discusiones administrativas, en tal sentido la lucha total del movimiento obrero por la liberación nacional y social, que no es sólo un proceso argentino, sino latinoamericano, se desdibuja, y se asienta en las bases economicistas, lucha por el salario, determinadas reivindicaciones, y nunca el planteo de la explotación de la mano de obra.
En este sentido, la vía antiimperialista hacia el socialismo es una necesidad del proceso de transformación, ya que la escalada represiva y reaccionaria lleva hacia el macartismo y la implementación del fascismo, que en un país o países dependientes, son: ¨la garra del imperialismo que se demuestra de distinta manera¨ (5).
El socialismo que reivindica Tosco, tiene un perfil colectivo, se manifiesta en la vida en la fábrica, en el taller, en la vida cotidiana en el barrio y entre los trabajadores. Por tal motivo, toma los antecedentes y los diferentes matices de los programas de la Falda (1957), Huerta Grande (1962), del Manifiesto del 1º de mayo de la C.G.T. de los Argentinos (1968) y del documento de octubre del Movimiento Nacional Intersindical (1971).

El eje discursivo de Tosco es colectivo, habla en plural.

En un reportaje realizado en el año setenta, el cronista le pregunta porqué contesta todo en plural, y el Gringo responderá que su planteo, es el planteo compartido por todos los compañeros.
Este eje discursivo, el de hablar en plural, se contrapone al discurso dominante, al discurso de los explotadores, como les dirá Tosco, que vierten de formas distintas y diferentes, que muchas, o en gran parte son adoptadas por la intelectualidad, y que nada tienen que ver con el lenguaje de la clase obrera. Ese lenguaje de hablar en plural es contrario, opuesto en concepto y pensamiento, a lo individual.
En cuanto a las responsabilidades laborales, Agustín Tosco utiliza desde su lugar de dirigente sindical la defensa de la fuente de trabajo, y frente al trabajo, una actitud docente, de esa transmisión de los conocimientos. No hay mezquindades, se debe ser un muy buen trabajador y un mejor dirigente sindical. Vale destacar que Agustín Tosco no tenía licencias gremiales, por años, sus licencias eran acordadas para determinados momentos, siguió trabajando en Villa Revol hasta el momento de tener que clandestinizarse. Ese papel docente se desempeñaba en función de ayudar a elevar la conciencia de los compañeros, no como una muestra de conocimiento, era para la participación en la lucha, para el accionar en unidad y en las calles, para sumar a todos los trabajadores en la lucha por sus conquistas y por la liberación definitiva.

Notas:
(4) Idem... ELECTRUM Nº 312 del 23 de julio de 1971 - Con el dedo en la llaga: de chapa y cartón - pág. 178.
(5) Desgrabación... cuarto aniversario del asesinato del estudiante Santiago Pampillón

NOTA IV

Electrum

Electrum, periódico de Luz y Fuerza, es un ejemplo de esta docencia que emplea Tosco, ayudando, exigiendo un esfuerzo en común, obligando a opinar, a participar y a considerar que sólo el trabajo colectivo, mancomunado, tiene éxito.
Tosco analiza la conciencia política en correspondencia con la estratégica, sobre este aspecto hace una referencia sobre las grandes jornadas, tanto electorales como de movilización popular de 1973. Las elecciones y la llegada de Allende y Dorticós en la conmemoración del 4º aniversario del Cordobazo y las grandes luchas de la clase obrera y populares, deben ser vistas como un grado superior de conciencia política, mientras que ese nivel de conciencia por la participación de masas llevó a una elevación de la conciencia estratégica ¨invalorable¨, por la liberación nacional y social. Tosco se refiere al nivel de movilización de las masas en ese aniversario y con las presencias que hubo, el desaparecido Salvador Allende y el ex presidente Dorticós, la participación popular tenía claro a quienes vivaba y levantaba como referentes latinoamericanos en su lucha.
El Gringo consideraba que a este nivel de conciencia, de elevación de las luchas, se correspondía una reacción represiva y fascista de características encarnizadas, ya que las clases poseedoras: la oligarquía terrateniente, el gran capital asociado a los monopolios y al imperialismo defienden sus privilegios a cualquier precio.
Por esto la defensa de la democracia, de los valores de la libertad y de la participación popular en los ámbitos correspondientes, tiene que ver con ese compañero que tiene derecho a participar libremente en su asamblea, a elegir la Junta Electoral en su gremio, a votar por la lista que prefiera, ya que la burocracia sindical, con estos manejos, quita, obstruye, evita la participación popular para lograr perpetuidad en sus cargos (6).

Estado

Uno de los aspectos relevantes en el pensamiento de Agustín Tosco es él referente al papel del Estado y la relación dialéctica que existe entre este y las clases sociales en pugna. El estado es una estructura política, jurídica, que regula las relaciones sociales y económicas, que emplea el aparato represivo y que está sometido a la presión financiera internacional, a las clases poseedoras.
Desde ese lugar, el Estado, este Estado estaba en manos de la dictadura, apela a la buena voluntad popular, pero Tosco afirmará que este Estado maneja los medios de información, utiliza las fuerzas represivas, o sea el aparato coercitivo en manos del Estado, y por estos medios miente deliberadamente al pueblo en general y a la clase obrera en su conjunto, buscando una confianza que es engañosa.
Si el pueblo es desconfiado, no es porque sea negativo, al contrario, esto sucede porque primero se dice una cosa, luego se la cambia, se sanciona una ley como la ¨de Asociaciones Profesionales y mañana se interviene a los sindicatos normalizados [...] que cuando habla por radio un trabajador del matadero, que fue tomado por los tanques se corta esa radio y no puede decir más esa palabra ese trabajador...¨(7).

Conducción de las empresas

Compartir la conducción de las empresas, Tosco planteará en su elaboración económica, que es esencial que los trabajadores tengan manejo de las empresas, El Gringo era un autodidacta, como cientos de dirigentes obreros que son ocultados, deliberadamente, no hay esfera del conocimiento que no intente profundizar, porque él mismo lo afirma, si el obrero no se forma, las patronales y el Estado lo engañan, no van a responder por sus intereses. En el caso de las empresas no discute el grado de eficiencia de las mismas en manos de las patronales, sino que asegura mayor grado de efectividad bajo el control obrero.
En este sentido sostiene que la capacidad, en ese momento de los trabajadores para asumir en conjunto la marcha de la economía y de las relaciones sociales es esencial, que dejar afuera a la clase obrera en el manejo de las fábricas llevó a errores que pudieron haber sido solucionados por su participación.
No es tema en este trabajo, pero uno de los ejemplos más importantes de control obrero fue el de PASA, en el cinturón rojo, en San Lorenzo, luego la represión a partir de 1976, no quiso dejar secuelas de aquella experiencia.
Volviendo a Tosco, su posición no es demagógica, afirma, como puede surgir desde el Estado, o incluso de otras fuerzas políticas, que enunciaban la participación de los trabajadores en las declaraciones, pero que no hicieron nada para llevarlas a la práctica.
El valor de las palabras y la práctica de Tosco es desde su clase y como militante popular, como trabajador y como dirigente sindical. Hay lucha de clases, porque son las consecuencias del sistema capitalista, sostiene.
Su pensamiento, desnuda la inexistencia de un capitalismo humanizado, mejorado o aggiornado, con un lenguaje y un eje discursivo desde y hacia la clase, que es la única forma de lograr la transformación, la cual pasa por la unidad de las fuerzas populares, la lucha en las calles, la verificación de la práctica y abrevar en la teoría revolucionaria.

Notas:
6) Agustín Tosco... hablando de la ley de Asociaciones profesionales Pág. 316 a 324 - Conferencia realizada en la Facultad de Derecho de Córdoba.
7) Idem... Pág. 24

NOTA V
Cultura del trabajo

Cultura del trabajo, ética de un trabajador, respeto a las decisiones de conjunto, estricto con el manejo de los fondos del sindicato, rindiendo cuentas de cada viaje y de cada movilización y de lo que se gastaban los dineros de los trabajadores de Luz y Fuerza. Sin despachos grandilocuentes, en una total sencillez, de puertas abiertas. El primero en rendir cuentas de los gastos que hacía, y exigía a sus compañeros que rindieran cuentas.
Recorrió la historia y los procesos históricos, y buscó comprender las aguas en las cuales han sido atraídos los traidores de ¨distinto pelaje¨. En cuanto al corporativismo sostenía que era la expresión más reaccionaria de las clases dominantes, donde buscan el apoliticismo en los sindicatos, con eso se logra sumergir a los trabajadores en las luchas económicas, quitarles la dinámica del aprendizaje, la lucha y elaboración necesarias. Mientras tanto las clases dominantes se hacen cargo de orientar a las clases dominadas y imbuirlas de su lenguaje, sus códigos y así alterando la esencia de su clase.
Tosco no fue sólo él, en aquellos años su sindicato estuvo en manos de hombres de estas características, el Cuerpo Directivo de Luz y Fuerza y los aires gremiales y de lucha de Córdoba marcaron aquel proceso histórico. Luego de la clandestinidad, cuando ya no podía sostenerse a cara descubierta otros dirigentes de la talla de Agustín sostuvieron Luz y Fuerza, luego de su muerte y hasta su posterior desaparición Tomás Di Toffino llevó las riendas del sindicato, protagonizando 45 días de lucha de Luz y Fuerza en todos el país, en plena dictadura, eso le valió su desaparición, como el caso de Oscar Smith en Buenos Aires, el Titi como le decían sus compañeros, era peronista, porque la mayoría, aún en la actualidad, son peronistas, sin embargo esto no fue vértice para la elección de sus representantes, el Movimiento Obrero es así, no valen las banderías partidarias, valen las verdaderas representaciones obreras.
Por eso el aporte de Agustín Tosco es la de un trabajador, su lugar como dirigente sindical, construir un sindicalismo contrapuesto a la burocracia, que se transforma en traidora, contraria a los intereses de su clase y aliada a las patronales.
El sindicato es el lugar de participación de los trabajadores, donde se eleva la conciencia, es el lugar de referencia en la lucha y la unidad en la acción.
Unidad, acción y conciencia, elementos esenciales para entender porque hay que ser latinoamericanista, pero no como una consigna, sino desde el lugar de lucha que se asume, de la construcción de una sociedad nueva y esa confluencia en la solidaridad, buscando las enseñanzas, las posibles salidas, las formas alternativas para lograr esa acción, esa unidad y la elevación de la conciencia.
Agustín Tosco fue un dirigente sindical, un trabajador, un compañero, sufrió, padeció y festejó, lloró y mostró su alegría en cada esfuerzo, en cada logro, en cada dolor ante la pérdida, como el día que asesinaron a su compañero y amigo Atilio López, el sufrimiento que le causó ese asesinato. Admirador de Ernesto Guevara, el Che, no disimuló hablar y valorar su aporte a la causa revolucionaria.
Tosco debió clandestinizarse, la Triple A estaba encima y el Estado no lo iba a cuidar, muere el 5 de noviembre de 1975, en realidad el 4, sin la suficiente atención médica, cuidado por sus compañeros. Tenía 45 años, había sido elegido tres veces Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, una de ellas en la cárcel. Así lo valoraban y lo quisieron sus compañeros, los que lo cuidaron y lo lloraron, los miles que se dieron cita en San Jerónimo para despedir sus restos, y fueron acribillados a balazos, su féretro oculto y cuidado. En los cordobeses está la memoria histórica colectiva de aquel entierro, de aquellos años. El Gringo Tosco fue conducido a su lugar de descanso con esa fuerza de obreros y militantes, compañeros y amigos que lo depositaron en su destino final...
Lo que vale a tantos años de aquellas muertes, desapariciones y olvidos, deliberados, es que existieron y existen en las fuerzas ocultas de los trabajadores, hombres y mujeres inclaudicables. Están y resisten. El Gringo dejó sus enseñanzas, su ética, su moral, sus sueños y sus errores, todo eso que ahora intentan marmorizar y quitarle los valores y las falencias que tuvo. Lo mejor sería que su ejemplo fuera imitado, pero es más fácil endiosar que imitar. Endiosar lava la conciencia, imitar, emular es demasiado esfuerzo... se va la vida...

Por Elena Luz González Bazán (especial para ARGENPRESS.info)
(Fecha publicación:7/11/2004)

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