> En la actual época histórica, el transcurso exitoso de
> una revolución dependerá en sí es capaz de demostrar que
> el socialismo puede ser efectivamente socialista.
> Por cierto que no es este un juego de palabras. Hasta
> ahora los abnegados y hasta sacrificados intentos de
> concretar este notable anhelo, no han sido positivos, no han
> efectivizado los sueños y, con la sola honrosa excepción
> de Cuba, han terminado absorbidos por la sociedad que
> pretendieron superar.
> Pero los malogrados emprendimientos, como
> esencialmente la presencia viva del suceso cubano, en su 50
> aniversario, nos proveen una valiosa enseñanza y la
> experiencia de que el ser humano está en condiciones de
> avanzar en la construcción de una nueva manera de convivir,
> más justa, más equitativa, más solidaria, más digna,
> Es también un considerable
> aprendizaje tener presente que en los momentos de
> significativo crecimiento de la conflictividad social, la
> actitud de las fuerzas en disputa, siguen en general un
> esquema bastante habitual. Muy sucintamente, se suele dar
> el siguiente cuadro de situación, que quizás sirva como
> ayuda o guía en una interpretación de los hechos, pero
> nunca como un esquema absoluto y prefijado de antemano.
> a)Los sectores más duros de la
> clase dominante, en alianza con los amos del mundo,
> pretenden perpetuar a toda costa, sin detenerse ante nada,
> el sistema capitalista imperante, y se aferran al poder, en
> especial a su aparato represivo, como forma de evitar
> cualquier transformación de fondo.
> b)Las fuerzas políticas
> sociales que defienden los intereses de los oprimidos y de
> los explotados, comienzan, con mayor o menor claridad, a
> batallar por llegar a la cubierta del barco y cambiar el
> timón de mano. Si lo logran, uniéndose, y modificando
> sustancialmente las relaciones de fuerza y lo hacen con
> ideas y objetivos claros, alterarán radicalmente el rumbo
> de la historia.
> c)Sectores más inteligentes del
> bloque dominante, apoyándose comúnmente en las
> vacilaciones y los miedos típicos de la clase media, que
> incluso fomentan, y las debilidades y divisiones del campo
> popular, tratan, en especial si hay riesgos de que la
> situación se torne incontrolable, de frenar o suavizar en
> lo posible el nivel de conflictividad social, efectuando
> hábilmente algunas concesiones al reclamo de los pueblos.
> Es decir, estamos ante el clásico “gatopardismo”:
> cambiar algo, para que todo siga igual. Tenemos un ejemplo
> en nuestra propia casa, con el kirschnerismo, disfrazado de
> “progre”, o algunos vecinos como el Frente Amplio, Lula
> o la Bachelet. No es más que la vieja trampa de ir
> intercalando el palo y la zanahoria.
> Entrando en tema, en la
> actualidad Venezuela sigue transitando uno de esos
> períodos, que ya lleva dos décadas, donde la indignación,
> la bronca acumulada por tantos años de injusticia, miseria
> y marginación social, han provocado toda una eclosión, el
> pueblo ha dicho basta.
> La expresión política de un
> sistema de dependencia y explotación extrema, comenzó a
> resquebrajarse durante el segundo gobierno del presidente
> Carlos Andrés Pérez, al que podríamos denominar como el
> Menem caribeño.
> Siervo de las multinacionales y
> sus socios nativos, empezó a aplicar religiosamente las
> conocidas políticas neoliberales, llevando al país a una
> hecatombe política, económica y social, alguno de cuyos
> devastadores efectos se siguen sintiendo hoy en día.
> Asimismo, corresponde rememorar
> que estamos en el marco de una etapa que viene signada por
> ese formidable acontecimiento que fue la Revolución Cubana.
> Además, a Hugo Chavez y su generación de militares
> jóvenes les influyó mucho, en especial por su nacionalismo
> antiimperialista, los procesos de Panamá y Perú,
> encabezados por Omar Torrijos y Velazco Alvarado,
> respectivamente. A esto hay que agregarle la singularidad
> de la composición de las fuerzas armadas venezolanas,
> integrada en buena medida por sectores humildes de la ciudad
> y el campo, que veían en ello una forma de ascenso social,
> por lo cual Chavez, hijo de un humilde y luchadora familia
> “llanera”, no es la excepción.
> Todo lo expresado, más la
> influencia por contactos con organizaciones de izquierda,
> hicieron que tempranamente nacieran en su seno movimientos
> muy radicalizados, como por ejemplo, el Movimiento
> Bolivariano Revolucionario, la Acción Revolucionaria de
> Militares Activos (ARMA), o el Ejército Popular de
> Liberación de Venezuela, creado por el propio Chavez. La
> actitud de él, a diferencia de los otros, fue siempre la de
> procurar no encerrarse sólo en el ámbito militar, y
> vincularse con movimientos sociales y con algunos partidos
> de izquierda, conjuntamente con una devoción constante por
> Bolívar y su consejero político Simón Rodríguez, vistos
> como precursores del antiimperialismo
> y el latinoamericanismo.
> Pero nada se puede entender de
> la Venezuela actual, sin esa verdadera insurrección popular
> que fue el llamado “caracazo”, en el año 1989. Es este
> un momento de ruptura histórica y de visión de futuro.
> “Caracazo”, revolución bolivariana y “socialismo de
> siglo XXI”, están estrechamente entrelazados. No se puede
> entender lo uno sin lo otro.
> Esta enorme rebelión social,
> que abarcó a buena parte del país, donde el pueblo ganó
> las calles enfrentando valientemente a las fuerzas
> represivas cansadas de un “modelo” neoliberal
> capitalista, de entrega, saqueo, aumento de la pobreza y de
> la desocupación, que asoló a nuestro continente y a otras
> partes del mundo.
> El levantamiento popular fue,
> aunque momentáneamente, duramente contenido, a través de
> una masacre que dejó el triste saldo de alrededor de 3.000
> muertos. Esta crisis penetró también en el ejército, y
> llevó a muchos a preguntarse si su misión era matar a un
> pueblo indefenso, que peleaba por sus derechos a una vida
> más digna.
> En este espíritu y ante la
> continuidad de las luchas, se fue forjando el intento de
> golpe del año 1992, contra un gobierno corrupto y genocida.
> Por la falta de coordinación
> general y en especial porque no se logró aún la plena
> participación de las masas, el golpe fracasó, pero como el
> asalto en Cuba al Cuartel Moncada, la derrota se fue
> transformando en triunfo. El pueblo, que seguía de pie sin
> rendirse, fue viendo en estos militares, y en particular en
> Chavez, una conducta digna, de defensa de la patria y de
> solidaridad con sus luchas, e irá llevando a este último,
> con un creciente prestigio, a la presidencia del país, en
> las elecciones realizadas en el año 1998, contando, como
> aún cuenta, con un decisivo apoyo popular y de la mayoría
> de las fuerzas armadas. Por eso él a menudo utiliza una
> frase: “Esta revolución será pacífica, pero no
> desarmada”. Sin duda, un fenómeno muy singular, que no
> se puede analizar desde un enfoque esquemático propio de un
> “pensamiento de manual”.
> Llegado Chavez al gobierno, la
> reacción interna e internacional, impulsan de común
> acuerdo dos estrategias principales para pretender liquidar
> el recién nacido “proceso bolivariano”.
> La primera estrategia es la
> violenta. Esta es la razón de ser del golpe derechista del
> año 2002, promovido y organizado por la gran burguesía y
> la embajada yanki, contando con el apoyo de un grupo de
> militares, de la cúpula de la iglesia y los grandes medios
> de difusión. Para mayor conocimiento del desarrollo del
> mismo, nada mejor que ver el documental “La revolución no
> será trasmitida”.
> Dicho golpe fue vencido en
> sólo 36 horas por la acción de las masas que ganaron
> nuevamente las calles a lo largo y lo ancho del país, en
> combinación con los oficiales y soldados bolivarianos.
> También fracasó el intento de producir una convulsión
> social para aislar y tumbar al gobierno, por medio de la
> toma de la petrolera PDVSA (el petróleo ya había sido
> nacionalizado), con la complicidad de los antiguos gerentes
> que aún no habían sido reemplazados, y producir de esta
> manera un desabastecimiento de combustible.
> La otra estrategia, sin
> desestimar nunca la anterior, “es la pacífica”.
> Consiste en la participación en las elecciones y el
> lanzamiento de toda una campaña de mentiras y difamaciones,
> a través de los medios de difusión privados, que son la
> mayoría, a cuya cabeza está “Globovisión” y algunos
> medios internacionales como CNN.
> Por supuesto, que siguen
> procurando todo tipo de malestar social, ahora por el
> mecanismo del desabastecimiento de algunos productos
> alimenticios o el aumento desmesurado del precio de los
> mismos. Por eso, el gobierno viene creando mercados
> paralelos donde se venden mercaderías a precios más bajos,
> conocidos con el nombre de “MERCAL”. A la vez autorizó
> a los campesinos a montar sus propias ferias en barrios,
> ciudades y centros comunales instándolos a la vez a
> organizarse en cooperativas.
> Simultáneamente a estas
> medidas coyunturales se están instalando empresas estatales
> de producción de alimentos, al igual que en otros rubros,
> con el asesoramiento y la tecnología de otros países,
> tratando de superar así el atraso y la destrucción que
> heredó del pasado. Pude conocer la excelente instalación
> de una empresa productora de harina de maíz con tecnología
> iraní y en cuya dirección participan los trabajadores.
> Creo que estas son apreciables experiencias como un primer
> peldaño hacia la búsqueda de la edificación de una nueva
> sociedad, de acuerdo a las especificidades de cada nación.
>
> Ahora bien en el campo de los
> que se unieron al “proceso bolivariano” también nos
> encontramos con por lo menos dos tipos de actitudes:
> Una, la de los sectores
> de la pequeña burguesía y los oportunistas que siempre se
> suben al tren de los triunfadores. Como ya me he referido,
> se caracterizan por el temor o el desinterés por tomar
> medidas de fondo que vayan rompiendo radicalmente con el
> sistema. Manifiestan constantemente que no conviene
> acelerar el paso, puesto que no es aconsejable malquistarse
> con los “empresarios nacionales” o con EEUU. Según
> ellos, aún no es el momento para avanzar en medidas que
> apunten hacia la opción socialista.
> Estas posiciones generan dudas
> y confusiones en el conjunto del pueblo y es la causa de
> ciertos problemas y reveses sufridos. Contradicciones que a
> veces también se producen a nivel de los Estados o
> Alcaldías (municipios) donde no todos son tan “rojos,
> rojitos” como se proclaman.
> Por el otro lado, los
> sectores o grupos que más concientemente batallan por
> profundizar los cambios en un sentido revolucionario,
> socialista, son aún minoría, y todavía no han logrado
> constituir una organización revolucionaria con fuerte
> referencia de masas. Los partidos de izquierda representan
> hasta la fecha, aproximadamente el 4% del electorado.
> Es sí innegable el liderazgo
> de Chavez, que sigue siendo querido y respetado mucho por la
> mayoría del pueblo, lo cual no se puede explicar solo por
> su carisma personal, sino que centralmente tiene que ver con
> los beneficios alcanzados en los distintos aspectos de sus
> vidas: salud y educación pública gratuitas, mejoras en los
> ingresos de los trabajadores, planes de viviendas populares,
> rescate de las riquezas naturales, etc.
> Ha despertado como nunca un
> fuerte sentimiento nacional antiimperialista e
> indoamericano, con un respeto y reconocimiento
> constitucional a los derechos de los pueblos originarios,
> iniciando en algunos lugares la devolución de las tierras
> que les fueron robadas, actitud que forma parte de la
> reconocida necesidad de una profunda reforma agraria, que
> sólo se ha esbozado en algunos estados, con enfrentamientos
> muy serios con los terratenientes, pero con el apoyo de los
> obreros rurales y los campesinos pobres
> Es de destacar a la vez el
> afecto y gratitud hacia Cuba, que está colaborando
> plenamente con este proceso. Basta decir que ya hay en
> Venezuela alrededor de 30.000 profesionales cubanos, de
> distintas especialidades médicas, que junto con una
> cantidad de educadores trabajan, entre otras instituciones,
> en las “Misiones Barrios Adentro”, ubicadas en los
> lugares más humildes, algunas de las cuales pude visitar y
> corroborar la importante labor humanitaria que están
> realizando. Por ejemplo y gracias a ello, Venezuela ha sido
> declarada “territorio libre de analfabetismo”.
> Aquí corresponde señalar que
> este país, en una retribución entre pueblos hermanos y
> solidarios, le entrega a Cuba petróleo a precios muy
> favorables, más bajos que los fijados por el mercado.
> El manifiesto liderazgo de
> Chavez-o se está con Chavez, o se está contra Chavez-,
> hace que incluso casi la totalidad de las organizaciones de
> izquierda decidieron brindarle el apoyo a su reelección,
> como forma concreta de dar continuidad al proceso y frenar
> el avance de la derecha proimperialista. Así me lo
> expresaron directamente en entrevistas que tuve con algunos
> de sus dirigentes, aunque no dejaron de plantear sus
> diferencias.
> De todos modos, no se necesita
> profundizar mucho para percibir que están atravesando una
> etapa clave de definiciones, donde los contendientes afilan
> sus armas y se preparan para el inevitable combate de
> clases.
> Por tal motivo en este cuadro
> de situación, narrado en forma muy breve e incompleta, lo
> positivo es la comprensión cada vez mayor de lo
> imprescindible de una labor concientizadora, de la difusión
> de la ideología revolucionaria, el marxismo leninismo, con
> creatividad y sin dogmas, en una fuerte batalla de ideas,
> conjuntamente con un desarrollo específico de una
> organización revolucionaria (el PSUV es lo que llamamos
> “una bolsa de gatos”), apareciendo como la única
> alternativa viable de avanzar con decisión en el rumbo
> socialista.
> En este sentido, entienden que
> les es urgente y fundamental poner al mismo tiempo los
> mayores esfuerzos en la aún inicial construcción de la
> Comunas Populares, alentadas cada vez con mayor fuerzas por
> el propio Chavez, como organismos de real participación
> democrática y de decisión de masas y como sólidos y
> aguerridos cimientos de un auténtico poder popular. De
> cómo se decidan estos básicos y primordiales desafíos
> históricos, dependerá el futuro del “proceso
> bolivariano”. Todo nuestro apoyo y solidaridad deben
> estar al lado del pueblo venezolano, cuyo triunfo será el
> triunfo de todos los pueblos que luchan por su definitiva
> emancipación.
>
>
>
> HORACIO ROVITO
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