viernes, 25 de abril de 2008

NUEVOS RUMBOS DEL CAPITAL FINANCIERO Y NUEVOS CONFLICTOS INTERBURGUESES

Ante la situación tan conflictiva por la que aun estamos atravesando, comenzaron a aparecer todo tipo de opiniones y de posiciones controvertidas, por lo cual creemos que se hace necesario seguir aclarando e insistiendo políticamente en la posición que hemos colectivamente asumido, sin que esto signifique cerrarnos al debate y al mejoramiento y profundización de nuestros planteos iniciales.
De todos modos, continuamos viendo con cierto asombro, que este gobierno descubre, luego de 5 años y varios más dirigiendo los destinos de una provincia, el peligro que significa la sojistizacion del campo, la llamada “patria sojera”, y ahora plantea la necesidad de producir una variedad de alimentos y a un precio adecuado, cuando previamente permitió el avance de dicho proceso negativo y un consiguiente aumento del costo de vida, que no comenzó, como nos quieren hacer creer, con el conflicto del campo.
Al mismo tiempo, con la complicidad de la burocracia sindical amiga, encabezada por el ex miembro de las “3 A” Hugo Moyano, fijó un techo a los aumentos de salarios, provocando un retroceso en el ingreso real de los trabajadores y un crecimiento en el índice de pobreza, del cual ya se afirma que está superando nuevamente el 30% de la población. Por eso también la destrucción del INDEC, para ocultar esta realidad y mentir abiertamente con cifras dibujadas.
A la vez, están complicados con el saqueo de tierras a los campesinos pobres y a los pueblos originarios, además de las concesiones dadas a empresas transnacionales explotadoras de minas, con todo tipo de subsidios y permitiendo un gran daño al medio ambiente. Es realmente admirable la lucha constante pero a la vez solitaria de muchos pueblos del interior por la destrucción y contaminación de la naturaleza, sin ser escuchados ni por las autoridades provinciales ni por las nacionales. Aconsejamos consultar por esta temática muy importante los serios estudios efectuados por el Grupo Moreno
Por cierto, todos estos nefastos y poderosos actores económicos y políticos y los grandes medios de difusión a su pleno servicio, en su tarea de desinformar a la población solo hablan de los sufridos explotadores y sus reclamos, pero ninguno habla de los explotados, de los peones rurales, sus bajos sueldos y la mayoría trabajando “en negro”, salvo los partidos de izquierda y algunas organizaciones populares, ocultando así la verdadera y compleja situación del campo.
A todo ello hay que sumarle un proceso de concentración y extranjerización de la tierra, que contó con el apoyo de distintos gobiernos burgueses, incluso con la claudicación de la Federación Agraria, quienes ni quieren hablar de reforma agraria.
Al respecto, el próximo paso de los fondos de inversión, es decir el Capital Financiero invertido en el sector agrario, es la aceleración de la producción de biocombustibles, con lo que, como denunció Fidel, se llenaran los autos de combustible y se matará de hambre a cada vez más hombres mujeres y niños. Es que el capitalismo es inhumano por naturaleza, pues sólo le interesa maximizar las ganancias,
Por lo tanto, esto que está ocurriendo no es más que los primeros sacudones de una etapa de cambios, de una “modernización” de una Argentina agroindustrial en situación de dependencia de los intereses de las empresas multinacionales, en sociedad con los grandes grupos económicos locales, pero donde nadie quiere pagar los gastos de instrumentación de este nuevo proceso de desarrollo capitalista, aunque de involución para los pueblos, que como siempre, terminaran pagando los platos rotos.
En esta actual fase del modelo, multiplican también sus ganancias las grandes corporaciones exportadoras, que cuentan con el visto bueno del kischnerismo, y algunas de ellas gozan de importantes subsidios, como La Serenísima (perteneciente a la multinacional francesa Danone), o Globocopatel (integrada por capitales brasileños), o la Aceitera Gral. Dehesa, cuyo dueño es Urquía, senador por el Frente para la Victoria.
En todo este periodo, del mismo modo que el Chile de Pinochet fue el globo de ensayo de la aplicación salvaje del llamado modelo neoliberal, hoy nosotros somos por lo menos uno de los globos de ensayo para la actual fase de un “modelo” agro-minero exportador, pero aquí impulsado por gobiernos constitucionales, seudo democráticos, para, entre otras cosas, evitar el posterior costo político que provocan las dictaduras militares. Por lo menos, mientras puedan, y están pudiendo.
Por supuesto, que este fenómeno económico social hay que ubicarlo en el marco mundial de hegemonización del capital financiero y la intensificación de sus inversiones en los agro-negocios, ante el aumento constante de los alimentos.
Por lo que no es hacer futurismo, al enunciar brevemente algunas consecuencias que seguirán dándose en el campo, como por ejemplo:
- Aumento de los fondos de inversión, con explotación depredadora de la tierra, y el consecuente crecimiento de zonas donde avance la desertización. Esto tampoco es nada nuevo, puesto que lo mismo ocurrió cuando éramos una semicolonia inglesa, y ante la necesidad de lana para su industria en pleno desarrollo, desertificaron vastas tierras de nuestra Patagonia, poblándola por muchos años con alrededor de treinta millones de ovejas.
- La extensión brutal de la frontera agrícola, en especial en el noroeste argentino y en las islas del Paraná, desplazando a los pequeños campesinos y a los pueblos originarios. Hay que destacar que organizaciones como el MOCASE, vienen desde hace mucho tiempo luchando y denunciando permanentemente estas atrocidades.
- Se están ya construyendo plantas de agro-combustibles en las zonas cercanas a los puertos del río Paraná. Esto significa a no muy largo plazo un mayor aumento del costo de los alimentos y mayores índices de miseria y hambre para nuestro pueblo, como también ocurrirá en otros pueblos del mundo.
- Una de las primeras pruebas de este gran experimento global que se quiere hacer en las fértiles tierras de Argentina es el encuentro en una fecha próxima y en esta Capital de grandes corporaciones empresariales y bancos vinculados al negocio sojero, al que llamaron hipócritamente “mesa redonda de la soja responsable”.
Todo esto corrobora una vez más que el peronismo que presentó en su momento la alternativa Braden o Perón, ya hace rato que se quedó con Braden. Ni siquiera se atrevieron a derogar la llamada ley Videla, que deroga de hecho el Estatuto del Peón de Campo, lo que hace que hoy día aún existan formas de servidumbre en cada gran estancia.
Por todo lo expresado reiteramos nuestra total oposición y repudio al accionar de los dos sectores burgueses en pugna y reafirmamos la continuidad en la lucha por una alternativa unitaria, obrera y popular por la cual venimos batallando desde nuestro nacimiento como organización.
Esta actitud clasista y unitaria, nos exige no dejarnos presionar políticamente con el argumento del temor ante un posible golpe de estado, reciclando, a veces involuntariamente, la vieja y falsa alternativa “Alfonsín o caos”, que ahora sería gobierno K o caos.
Sabemos los problemas de la izquierda y sus inconsecuencias en el camino de la unidad, pero ello no nos debe llevar a abandonar dicho objetivo de confluencia de fuerzas en la búsqueda de cambios profundos, revolucionarios, por la liberación y el socialismo, ya que los problemas aquí enunciados, entre otros que afectan seriamente a nuestro pueblo, no tienen solución dentro del sistema capitalista, sino rompiendo con él.

Horacio-P.C.T.

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