martes, 8 de abril de 2008
En Francia, Cristina busca apurar la negociación con el Club de París.
A este Gobierno es al que el echegarismo quiere entrar como furgón de cola
LA PRESIDENTA LLEGA HOY Y ESTARA DOS DIAS EN LA CAPITAL FRANCESA
En Francia, Cristina busca apurar la negociación con el Club de París
Es por la deuda de 7.000 millones de dólares con los países más ricos. La Presidenta intentará darle un empujón político en su almuerzo de mañana con Sarkozy. El Gobierno no quiere al FMI como supervisor.
Por: Atilio Bleta
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner intentará que su par de Francia, Nicolás Sarcozy, ayude a la Argentina a destrabar la negociación por la deuda de casi 7 mil millones de dólares con el Club de París, que integran las nacio nes ricas del mundo.
Además del impulso que le pueda dar a las negociaciones por la deuda, el otro gran motivo de la visita de la Presidenta a Francia es almorzar con Sarkozy para repasar las novedades sobre la situación de Ingrid Betancourt y las negociaciones en marcha para conseguir su liberación.
La oportunidad de un encuentro distendido que siempre supone una comida aparece como un momento propicio para explorar además con el presidente francés un arreglo de la deuda que la Argentina tiene con los países ricos del Grupo de los 7, desde la crisis económica y cesación de pagos en diciembre de 2001.
Según pudo averiguar Clarín en Miami -donde transcurre la reunión del BID- y en fuentes del Ministerio de Economía, el Gobierno asegura contar con una propuesta de pago que requiere de un empujón político para que pueda echar a andar.
La idea sería realizar un pago al contado (ponen como ejemplo un 20% del total, unos 1.400 millones de dólares) y refinanciar el resto. La contrapartida que se pedirá al Club de París es que el dinero desembolsado cash retorne en forma de un crédito nuevo.
Los funcionarios consultados estiman que la mediación de Sarkozy, es decir de Francia, uno de los dos grandes de Europa occidental, sería fundamental para destrabar la engorrosa negociación. Y Sarkozy mantiene una muy buena relación con George Bush, presidente de EE.UU., el país que tiene el voto decisivo.
A propósito, el próximo jueves vendrá a Buenos Aires para reunirse con Cristina y otros ministros Thomas Shannon, el hombre de Bush para la región.
Esto quiere decir que la Presidenta tiene una buena oportunidad de presentar en la misma semana, ante Francia y los Estados Unidos, una solución para el pago de la deuda al Club de París.
Sin embargo y aunque suene paradójico, a la Argentina no le basta con querer pagar, salvo que el Gobierno abone la totalidad de la deuda como hizo con el Fondo Monetario Internacional. En ese caso, sí se acabaría el problema.
Pero como el país está en falta porque hace siete años que no paga un peso de esta deuda de 7.000 millones de dólares y lo que busca es una refinanciación, el Club de París exige que primero el Fondo Monetario supervise las cuentas. Es una intervención que tanto el ex presidente Néstor Kirchner como ahora Cristina descartan de plano.
Un atajo para superar este obstáculo es que los países ricos acepten que el auditor de la economía argentina sea otro organismo multilateral, como la OCDE, que también agrupa a naciones desarrolladas. Al Gobierno, arreglar el entredicho con el Club de París lo ayudaría a promover inversiones extranjeras, casi frenadas desde hace tiempo.
A Francia también podría convenirle un acuerdo ya que es una empresa francesa, Alstom, la que hará el tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario-Córdoba. Y hace falta que un ente estatal francés avale esta obra con un presupuesto de 3.900 millones de dólares. Y para eso debe haber acuerdo con el Club de París.
Los gobiernos de los países centrales siempre están detrás, como una suerte de gestor de negocios de las empresas de bandera. Sarkozy, con sus viajes a China y a otros lugares del mundo, es una buena muestra.
El cautiverio de la franco colombiana Betancourt es otro asunto de vital interés. Sarkozy les pidió a Cristina y al presidente de Brasil, respaldo político para conseguir su liberación tras estar presa desde hace 7 años por las FARC. Con el almuerzo de mañana, Cristina refuerza su postura en favor de resolver cuanto antes la liberación de Betancourt y el resto de los rehenes.
fuente: Clarín
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